A continuación se presentan extractos de un programa religioso con el clérigo egipcio Anwar Mas’oud, el cual fue presentado en Al-Rahma TV el 23 de febrero, 2011.

El azotar, cortar manos y el lapidar son como eliminar el cáncer de la sociedad

Mas’oud Anwar: «Tengo conmigo estadísticas sobre la delincuencia en Occidente y en los países árabes, incluyendo a Egipto. Estas cifras son alarmantes ¿Por qué hay un aumento de la delincuencia? ¿Por qué hay un número cada vez mayor de prisiones y de presos? Es porque el Sharia no es aplicado.

«El castigo decretado por el Sharia sirve como elemento de disuasión. Si alguien contempla la fornicación, pero luego ve que el viernes, en la Plaza Al-Tahrir, la policía capturó a un fornicador soltero, le dieron 100 azotes y todo esto fue transmitido en vivo en la televisión… ¿Se atrevería este a cometer fornicación? Este se diría a si mismo: ‘Oh mi Dios, yo no necesito esto’. Este diría: ‘mejor ayuno, tal como instruyo el Profeta Mahoma’. Eso es todo.

«Si el castigo islámico se lleva a cabo, los alcohólicos irán a la cárcel. Tomen un asaltador de caminos, un delincuente o un traficante de drogas – el castigo haraba sobre él [un castigo islámico: el ser condenado a muerte, o crucificado, o el cortarle un brazo y una pierna en lados alternados, o el ser desterrado]. De esta manera, el mundo estará más limpio y organizado. […]

«Mis hermanos musulmanes, la compasión sobre el que habla lo secular, cuando dicen que no existe compasión en la ley islámica y que sus castigos son brutales, no es más que una compasión ridícula.

«La sabiduría y la compasión requieren que un asesino sea condenado a muerte, que un adúltero casado sea lapidado y que la mano de un ladrón sea cortada. Esa es la verdadera compasión. Cortarle la mano traicionera a un ladrón, para proteger a toda la nación, es compasión, misericordia y sabiduría.

«Hermanos, pueda Dios bendecir a todos los musulmanes con buena salud. Tomen a alguien a quien se le dice que tiene cáncer en el brazo y cuando va al médico, el médico le dice que la única manera de evitar su muerte es amputarle el brazo. ¿Qué le queda por hacer? Este sostiene su brazo al doctor, y el médico lo amputa. Cuando el paciente despierta de la anestesia, le dice al médico: «Que Alá se lo pague, me salvó la vida’. La amputación es un acto de misericordia y el paciente le da gracias al médico por ello.

«El ladrón es un cáncer en la sociedad, al igual que todos los pecadores. Su tratamiento debe ser castigado de acuerdo con la ley estricta, juiciosa y misericordiosa de Alá. El cortarle una mano traidora solo garantiza la seguridad del país y de la sociedad en su totalidad – garantiza su seguridad, su sangre, su dinero y su honor. Eso es lo que significa compasión». […]

Los azotes deben ser administrados de forma moderada

«Tomen a alguien que comete fornicación. De acuerdo al Sharia, si no está casado, debe recibir 100 latigazos y un año de exilio ¿Qué sucede si el juez decreta azotarlo, pero la persona está enferma – Con problemas cardiacos, problemas en el hígado y así sucesivamente? Un latigazo lo mataría.

«Presten mucha atención. ¿Cómo debería llevarse a cabo los latigazos? La gente malinterpreta esto. Primero, quien lleva a cabo el dar los latigazos? Esto se lleva a cabo por alguien de moderada constitución. No me traigan a algunos [Mike] Tyson o Muhammad Ali Clay, Dios les bendiga, que acabarían con el chico con el primer azote del látigo. Pero no me traigan a un debilucho anémico, que necesita de una infusión, para azotarlo. Tráiganme un hombre de mediana estatura. Este castigo tiene la intención de disciplinar, no de torturar o dar muerte.

«Eso es una cosa. En segundo lugar, el látigo utilizado para azotar no debe ser uno nuevo que rasgue la piel ni uno desgastado que no cause dolor. Debe ser uno promedio.

«En tercer lugar, el azotar no debe hacerse si la temperatura es extremadamente caliente o muy fría.

«Cuarto, el hombre que recibe los latigazos debe estar de pie y la ropa debe ser removida de su espalda. La mujer recibe los azotes completamente vestida y sentada.

«Muy bien. En quinto lugar, ¿cómo debe hacer el hombre para llevar a cabo los latigazos? Varios estudiosos islámicos han dicho que algo debe ser colocado debajo de su axila. Este debe poner algo bajo el brazo que sostenga el látigo. Si pongo mi mano debajo de mi axila, así y manejo el látigo, puedo estirar el brazo hacia fuera así? La cosa caerá. Así que tengo que realizar los latigazos de esta forma. Duele, pero no mata.

«Hermano, déjame decirte – cosas peores suceden en las comisarías. Un solo golpe en la cabeza con la vara de bambú de las fuerzas de seguridad hace que tu cabeza de vueltas. Es como recibir 100 latigazos ¿De qué están hablando? Son como 1.000 latigazos.

«Que Alá nos dé salud… La persona realiza los latigazos así… Algunos maestros golpean a los niños en la escuela de una manera peor que los latigazos administrados a un fornicador. El profesor le dice al alumno: Colócate el lápiz entre los dedos’. Luego le pega con una regla, de esta manera.

«Existe una tradición en los talleres de que cuando un aprendiz comete un error, lo colocan en la parrilla. Por Alá, vi a alguien electrocutar a un niño.

«Y ustedes me dicen que la ley islámica es brutal? ¿Qué barbarie? Está repleta de compasión. A pesar de que es un criminal, cuando le dan un latigazo, lo hacen de esta manera…» […]

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