El portal jihadista Al-Tahadi publicó un comunicado fechado el 25 de febrero, 2011, de Abu Bakr Al-Ghazi Al-Ansari, quien se identifica con el grupo palestino salafista-jihadista Jund Ansar Allah, y titulado «Consejo a los Estudiosos Religiosos Musulmanes y Apoyo a los Musulmanes de Libia». En el comunicado, Al-Ansari, afirmó que los alzamientos que tuvieron lugar en Túnez y Egipto, así como los que actualmente han barrido Libia, fueron nada menos que una respuesta a los repetidos llamamientos de Al Qaeda para derrocar a los regímenes árabes «apóstatas», llamadas que, dijo, hasta ahora han sido confrontadas con resistencia por los estudiosos religiosos musulmanes en la institución religiosa.
Al-Ansari se mofó de estos estudiosos de la religión, especialmente Yousef Al-Qaradhawi, quien recientemente ha emitido fatuas en apoyo a los alzamientos en el mundo árabe y pidiendo la muerte del líder libio Mu’amar Al-Gadafi y les preguntó por qué no emiten también fatuas contra los regímenes de Arabia o de Sudán que, según dijo, no son mejores que los de Libia.
Además, advirtió a los libios en contra del permitir que oportunistas seculares o nacionalistas cosechen los beneficios de su revolución. Por esta razón, les invitó a establecer grupos Jihad y da’wa, e incluir a los estudiosos religiosos y jeques con el fin de proteger a las regiones que liberaron y encomendar al pueblo libio hacia el camino del Islam.
Lo siguiente son extractos del comunicado:
«El mundo entero fue testigo de la valentía de los débiles, que se levantaron contra la opresión después de muchos años de represión y tiranía… Nosotros les enviamos nuestras bendiciones a nuestros hermanos en Túnez y Egipto… quienes le dieron a todos los pueblos una nueva esperanza para su liberación… Pero quiero centrarme aquí en la revolución de los hombres libres en Libia, que se rebelaron contra el diablo mayor y jefe hipócrita…
«Durante mucho tiempo, Al-Qaeda le ha estado diciendo a sus hermanos musulmanes que la causa principal de todas sus tragedias son estos gobernantes traidores y opresivos y que la solución, que también es [su] deber, es oponerse a ellos, combatirlos y desarraigarlos. Pocos, sin embargo, responden a estas llamadas, [pero] hoy día, con la ayuda de Alá, los pueblos musulmanes han llegado a comprender esto. [En el pasado], las llamadas al Jihad contra los gobernantes [fueron enfrentadas con resistencia] por parte de los estudiosos religiosos musulmanes, que constantemente impidieron a los jóvenes establecerse en el Jihad contra los opresores, a veces diciendo que como gobernantes [les estaba prohibido oponerse a ellos] y [diciendo] que a veces no era del interés [de los musulmanes] el oponérseles…
«Es necesario obedecer a un líder siempre y cuando no le ordene a [uno] transgredir un mandamiento de la fe y no hay ninguna transgresión mayor que sustituir el Sharia [con la ley del hombre]?
«Los musulmanes han sido testigos de lo afluente que son los fatuas, uno tras otro, de [la pluma de] los estudiosos religiosos respecto a la necesidad de apoyar a los musulmanes débiles en Libia y de cómo [estos académicos] llamaron a derrocar al ‘tirano’ Al-Gaddafi y se le opusieron. Alabamos estos fatuas y alentamos a sus autores, pero me gustaría hacerles algunas preguntas:
– «No emitieron los mujahideen fatuas en el pasado sobre la necesidad de oponerse a estos dirigentes traidores, llamándolos ‘Khawarij’ [1] y ‘el grupo de desviados’?
– «En el pasado, no prohibieron ustedes oponerse a estos líderes, alegando que [supondría] una gran pérdida… y derramamiento de sangre, mientras que ahora, dicen que es un deber [oponerse a estos], a pesar del hecho de que cientos e incluso miles en Libia han muerto como resultado?… Y la herida todavía sangra.
– «¿Por qué, hasta hace poco, cuando querían oponerse a [estos líderes], acusaron ustedes a los mujahideen de ser Khawarij, a pesar de que ni siquiera derramaron [ni] la décima parte de la sangre que es derramada hoy, mientras que no equiparan ustedes [ahora] la misma acusación hacia los pueblos musulmanes – a pesar de que ellos están haciendo lo mismo, es decir, oponiéndose a los líderes?
– «A Aal Sa’ud [es decir, a los estudiosos religiosos sauditas], les digo: ¿Por qué ahora decretan que Al-Gadafi debe ser combatido, pero no se le opongan a su propio gobernante, a pesar del hecho de que son cómplices de un gran número de actos de apostasía, incluyendo [servir] en un gobierno que no está de acuerdo con el Sharia, apoyando a infieles y discriminando contra los débiles y los fieles estudiosos religiosos?…
– «Para Al-Qaradhawi y para los estudiosos religiosos en Sudán y en otros lugares que han emitido fatuas llamando a que Al-Gadafi sea asesinado y considerar el Jihad un deber – que es sin duda cierto – yo digo: ¿Qué dicen ustedes sobre el asesinato de Sadat? [2] ¿Por qué no emiten ustedes un fatua decretando el permitir asesinar a Omar ‘Al-Bashir [el Presidente de Sudán], quien le dio tierras del Islam a los cristianos en el Sur? ¿Por qué los estudiosos religiosos de Aal Sa’ud condenaron el intento de asesinato contra el [Viceministro del Interior saudita, Príncipe] Muhammad bin Naif? Y condenarán ustedes [también] el asesinato de mujahideen por los cruzados y los judíos?…
«[A nuestros hermanos de Libia], sugiero que sus estudiosos religiosos y mujahideen establezcan grupos Jihad, a fin de proteger las fronteras de las zonas liberadas, ya que son un pueblo entrenado, que ahora posee armas. Del mismo modo, [Sugiero] que los jeques establezcan grupos da’wa para instruir a la gente y corregir errores y puntos de vista y evitar que los seculares, los nuevos nacionalistas y los [derrotistas] se les de un aventón en su revolución o llevarlos de vuelta al punto de partida – gobierno secular o civil».
[1] Los Khawarij fueron un grupo rebelde de musulmanes, en su mayoría no árabes, a finales del siglo VII. Estos abogaban por una forma más igualitaria del Islam.
[2] El presidente egipcio Anwar Al-Sadat fue asesinado en 1981 por agentes del Jihad Islámico egipcio.