Ante el contexto de los acontecimientos en Egipto, columnistas árabes y de Arabia Saudita han continuado criticando la política exterior estadounidense en Egipto y en todo el Medio Oriente. [1] Estos argumentan que Egipto había perdido su estatus en la región ya que había seguido la política de Estados Unidos, que debilitó a los países árabes mientras servía a los intereses iraníes. Los columnistas también criticaron la reacción confusa de los Estados Unidos a las protestas de Egipto, diciendo que aunque el objetivo de Estados Unidos había sido ganarse el favor de los manifestantes y mantener a Egipto dentro del bando estadounidense, su reacción ha logrado el efecto contrario: lo cual había enfurecido a los egipcios y causó que Estados Unidos perdiera a sus aliados.
Lo siguiente son extractos de algunos artículos sobre este tema:
Columnista de Al-Hayat: Gracias a la política exterior de Estados Unidos, Irán puede lograr la hegemonía incluso sin armas nucleares
El redactor Abd Al-Aziz Al-Sweid escribió en el diario londinense Al-Hayat: «… Egipto está vinculado al acuerdo de paz con Israel y, [gracias a este acuerdo] no hay enemigo que amenace directamente su frontera. Sin embargo, este acuerdo y sus implicaciones [también] atan a [Egipto] a la política exterior de Estados Unidos, por lo que fue arrastrado sin ayuda hacia la fraudulenta ‘guerra estadounidense contra el terrorismo’.
«Engañado por las promesas de paz en la región, [Egipto] entregó las riendas de la política exterior de los Estados Unidos e Israel. En recientes épocas, este se volvió más débil que nunca y se está debilitando cada vez más. Su moral se ha desplomado y ha perdido su papel central [en la región] – y todo sin ninguna recompensa de los Estados Unidos que pudiera salvar su honor político.
«[El deterioro] no se detuvo ahí, ya que, por correr tras las promesas políticas de los Estados Unidos, Egipto dejó un vacío que fue llenado por Irán y sus aliados, quienes asumieron las consignas y tocaron los tambores [de protesta], creando una brecha entre el régimen [de Egipto] y el pueblo. La política de Estados Unidos no es fiable. Su [objetivo] final en la región es [garantizar] la seguridad de Israel y su superioridad sobre sus vecinos.
«Lo que descarriló la política exterior de Mubarak y provocó que cayera fue este seguimiento ciego [a los Estados Unidos]. Uno de los aspectos absurdos de la política exterior de Estados Unidos es que, si bien insta a los países árabes a unirse contra Irán, este ha ayudado a derrocar a regímenes [árabes] y debilitar a los países que han jugado un papel en el equilibrio en la región – comenzando con Irak, que ha sido entregado a Irán y continuando con Pakistán y Afganistán y ahora también Egipto, que está sufriendo los dolores de parto de un nuevo régimen de carácter desconocido…
«Estados Unidos está presente en el nacimiento y muerte [de regímenes] y lo curioso (o tal vez lo más triste) es que en todos los casos este sirve [los intereses] de Irán, que no necesita nada más que la política exterior de los Estados Unidos con el fin de de lograr hegemonía [incluso] sin poseer armas nucleares… Aquellos que se han identificado con la política exterior de Estados Unidos en la región deben asumir las consecuencias. Aquellos que pusieron sus manos en Estados Unidos no deberían sorprendernos de que se encuentran sin una mano y quizá también sin cabeza, la cual ha sido reemplazada por otra». [2]
Columnista en el diario saudita Al-Watan: La política de Obama en el Medio Oriente ha fracasado
En el diario saudita Al-Watan, el redactor ‘Abd Al-‘Aziz Hamad Al-‘Awishak también criticó la política de Obama en el Medio Oriente: «… El abandono de Estados Unidos al liderazgo egipcio fue total que no se hizo esperar… ¿Por qué abandonó Estados Unidos a uno de los pilares de su política en la región?
«Para responder a esto, debemos recordar que la política estadounidense en el Medio Oriente ha visto fracaso tras otro desde que Obama asumió el cargo en el 2009, con un costo de una cantidad significativa de su influencia y credibilidad en la región. Dado que [los Estados Unidos] no quieren perder a Egipto en su totalidad, se han apresurado a instar a Mubarak a que dimitía, esperando que esto mantuviese a Egipto en el bando norteamericano. Este le ha alentado a entregarle el gobierno a la primera oportunidad que un candidato esté de acuerdo [con los Estados Unidos] sobre la dirección estratégica que Egipto [debería tener] y que evitará que [este] se convierta en un enemigo de la [política] estadounidense en la región.
«Las repercusiones del fracaso [de Obama] son evidentes en toda la región, el pueblo egipcio despertó después de que el pueblo tunecino logró expulsar al presidente Zine Al-‘Abidine Ben ‘Ali – otro aliado de los Estados Unidos – del poder. La dirección de la política exterior de Túnez tras la cambio de régimen todavía no está claro, pero su gobierno se espera que modifique en consecuencia su acercamiento al aliado estadounidense, que fue socio en el abandono a [Ben Ali].
«En Irak, los Estados Unidos se vieron obligados a compartir su influencia con Irán, después de librar una guerra que le costó la vida de miles de soldados estadounidenses, más allá de los tres billones de dólares que fueron para derrocar a Saddam Hussein y dejar a Irak como aliado de los [Estados Unidos].
«En Siria, la nueva administración estadounidense trató de adoptar un nuevo estilo – diferente del estilo de la administración Bush, que trató de aislar a Siria – enviando un embajador de Estados Unidos [allí] por primera vez desde el 2005. En una acción inusual, el Presidente Obama nombró a Ford como embajador en Damasco, contrario a [la postura del] Congreso, que durante mucho tiempo bloqueó [los intentos de Obama] por nombrar un embajador [en Siria]. Sin embargo, este paso positivo en relación a Siria no detuvo la disminución de la influencia estadounidense.
«En el Líbano, los aliados de Irán y Siria lograron derrocar al gobierno mayoría y los estadounidenses creen que el nuevo gobierno dirigirá al Líbano hacia el bando pro-iraní, lo que representa una amenaza adicional a la influencia de Estados Unidos en la región.
«En Afganistán y Pakistán, Estados Unidos está empantanada en una guerra contra los talibanes y Al Qaeda, cuyo resultado es desconocido – una guerra que no tiene el apoyo de la mayoría en ambos países y que puede amenazar la [propia] existencia de sus gobiernos.
«En Israel – el principal aliado de Estados Unidos en la región – El gobierno está rechazando abiertamente y sin pestañear las demandas de Estados Unidos para revivir las conversaciones de paz y detener [la construcción] de los asentamientos en lugar de presionar a Israel a que cambie su posición, los Estados Unidos han renunciado a sus [esfuerzos] de mediación y de mala gana aceptaron la postura israelí. Este último ejemplo es quizá una de las principales razones a la disminución de la influencia estadounidense y a la pérdida de aliados en la región. [El último] apostó por la nueva administración estadounidense en adoptar un enfoque político más imparcial respecto a Israel [y ahora están saliendo de la borrachera]…» [3]
Director de la Autoridad de Radiodifusión de Jordania: «Todo lo que le queda a Barack Obama por hacer… es venirse rápidamente al Cairo [y] unirse a los rebeldes en la Plaza Tahrir«
En un artículo en el diario londinense Al-Sharq Al-Awsat, Al-Saleh Qallab, director general de la Autoridad de Radiodifusión de Jordania, criticó duramente al presidente de Estados Unidos, diciendo: «Todo lo que le queda a Barack Obama por hacer… es abordar el avión presidencial, venirse rápidamente al Cairo, unirse a los rebeldes en la Plaza Tahrir y levantar los puños de Mohamed ElBaradei en alto diciéndole al Presidente Mubarak, a través de los parcializados canales de [televisión]… «Váyase, váyase, derramador de sangre. La era de la opresión ya ha terminado».
«La administración estadounidense no debió haber sido confundida por la Intifada de la juventud egipcia. Uno esperaba que un [país] que ha sido el único poder en el mundo desde la caída de la Unión Soviética… fuese capaz de medir el sentimiento de los ciudadanos egipcios y seguir las tendencias políticas en el país más importante en la región… donde cuenta con estrategias numerosas y [otros] intereses esenciales… Un país de este calibre no debería haber [demostrado] tales desconciertos. El Presidente de Estados Unidos no debería haber perdido la cabeza y aplaudir al Dr. ElBaradei, quien, después de estar ausente de Egipto por muchos años, regresó de Viena a toda prisa con el sueño de ser el Jomeini de la revolución egipcia…
«Algunos estiman que… el presidente de los Estados Unidos, quien se esfuerza por mejorar su postura hacia las próximas elecciones… quería probarse a sí mismo con los votantes estadounidenses presentándose como un héroe [capaz de traer reformas y la democracia a la árabes del Medio Oriente sin tanques ni guerras y sin derramamiento [incluso] una sola gota de sangre estadounidense, a diferencia de George Bush…
«Tal vez el presidente de Estados Unidos… no esperaba que sus declaraciones populistas e incitadoras producirían el resultado contrario [de lo que pensaba]… Sus precipitadas declaraciones no se ganaron el favor de Egipto o de su pueblo, [pero, por el contrario] los enfureció y los llevó a rechazar [sus palabras] y toda intervención externa en sus asuntos internos… En luz de todo esto, no hay nada que decirle a los estadounidenses sino lo que ‘Abd Al-Rahman Al-Dakhil [fundador del Emirato Umayyad de Córdoba en Andalucía en el siglo VIII DC], dijo cuando se le preguntó el por qué le [imperio] Umayya había colapsado: «Ustedes abandonaron a sus amigos y los perdieron, trataron de ganarse el favor de sus enemigos, pero no se los ganaron». Naturalmente, en el tope de la lista de enemigos de los [Estados Unidos] esta la Hermandad Musulmana y todos aquellos que tienen buenas y fuertes relaciones con Irán». [4]
[1] Para ver críticas árabes anteriores hacia los Estados Unidos en el manejo de la crisis de Egipto, véase MEMRI Despacho Especial No. 3559, «La Crisis del Medio Oriente XVIII – Reacciones egipcias y árabes al manejo de la crisis de Egipto por los Estados Unidos. Los estadounidenses están vendiendo a sus aliados e interfieren en los asuntos de Egipto en busca de la propia agenda, «3 de febrero del 2011, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD355911.
[2] Al-Hayat (Londres), 6 de febrero, 2011.
[3] Al-Watan (Siria), 8 de febrero, 2011.
[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de febrero, 2011.