Lo siguiente son extractos de una entrevista con Walid Muhammad Hajj, de nacionalidad sudanesa quien fue liberado del centro de detención de Guantánamo. El programa fue presentado en Al-Jazeera TV el 19 de diciembre, 2010.
Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite
http://www.memritv.org/clip/en/2751.htm.
Los norteamericanos extraían información de los reos profanando el Corán
Walid Muhammad Hayy: «Los estadounidenses en la prisión solían emplear una forma de guerra psicológica. Este ‘método del Corán’ realmente afectó a los muchachos».
Entrevistador: «¿Cuál fue el método?»
Walid Muhammad Hayy: «El interrogador se ponía el pie sobre el Corán, mientras uno estaba esposado y decía: ‘Tengo el Corán bajo mis pies. Si quieres que lo retire, empieza a hablar’. Algunos soldados rompían páginas del Corán y las utilizaban para limpiar sus botas».
Entrevistador: «Delante de usted?»
Walid Muhammad Hayy: «Sí. Esto realmente afectaba a los muchachos».
Entrevistador: «Ellos niegan tales acusaciones».
Walid Muhammad Hayy: «No, esto sucedió así».
Entrevistador: «Utilizaban el Corán para esto?»
Walid Muhammad Hayy: «Diariamente. Esta era una forma de provocación, por ejemplo, uno de ellos sostenía el Corán hacia arriba así, con el pretexto de chequearlo y de repente el Corán caía y decía: ‘Lo siento’. Tenían todo tipo de métodos como éste. Estas cosas afectaban a los muchachos.
«Debido a esto, uno de los muchachos, no me acuerdo si era yemenita o saudita, inventó un ‘arma’ muy eficaz. Al día de hoy, los norteamericanos no han encontrado una solución para ello».
Entrevistador: «¿Cuál es esa arma?»
«Ni un solo general estadounidense se libró de que le arrojaran heces al rostro en Guantánamo»
Walid Muhammad Hayy: «Lo llamamos el ‘arma nuclear’. La forma en que los muchachos trataron con el enfrentamiento al Corán fue llenar una taza con heces y si un soldado o un oficial ofendían al Corán, le arrojábamos las heces directamente a la cara. Ni un solo general estadounidense se libró de que se le arrojaran heces a la cara en Guantánamo. En particular, recuerdo a Miller, el general que estuvo en Abu Ghraib».
Entrevistador: «Este fue el comandante de Guantánamo y fue transferido a Abu Ghraib».
Walid Muhammad Hayy: «Sí. Fue uno de los generales a quien le arrojamos heces a la cara».
Entrevistador: «¿Cómo lo hacían ¿Les tendían una emboscada, o qué?»
Walid Muhammad Hayy: «Las heces, esta ‘arma nuclear’, impactaba fuertemente en los estadounidenses, tanto así que la administración penitenciaria se reunió, para discutir cómo resolver este problema. Al principio, delegaciones del Congreso y el Pentágono vendrían a ver este zoológico. Miraban de derecha a izquierda y sonrieran de una manera burlona, pero después de que esta arma apareció, dejaron de venir».
Entrevistador: «¿Las utilizó usted también contra ellos?»
Walid Muhammad Hayy: «No, la administración penitenciaria detuvo sus visitas. Por temor a que se verían expuestos al ‘arma nuclear'». […]