En un artículo del 18 de diciembre, 2017 Nasser Al-Laham, editor en jefe de la Agencia de Noticias Palestina Maan y director del canal libanés Mayadeen en la Autoridad Palestina (AP), explica la razón del por qué, a pesar de la alta conciencia política entre el pueblo palestino y a pesar de su entendimiento a la amenaza que enfrenta Jerusalén, la participación en manifestaciones en contra del reconocimiento de Trump a Jerusalén como la capital de Israel es muy baja. Al-Laham explica que algunas de las razones de esto son la falta de acuerdos entre las facciones palestinas sobre el cómo proceder y la falta de una consigna política alrededor del cual puedan unirse; este agrega que los palestinos esperan ver hacia dónde conducirá la campaña diplomática palestina y cuáles serán las decisiones de los líderes palestinos sobre este contexto. 

Nasser Al-Laham (Fuente: paltoday.pas, 26 de enero, 2015) 

Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[1]

«El pueblo palestino posee suficiente conciencia política como para comprender el alcance del peligro que representa a la capital ocupada… Existe una escalada significativa de la lucha popular y [el pueblo] embiste contra los planes sionistas satánicos que estos tienen para Jerusalén y la Mezquita Al-Aqsa. A diferencia de años anteriores, apenas pasa un día sin una intifada en el terreno y la ocupación realizando operaciones de arresto nocturno para frenar el avance de toda una generación hacia la campaña final de liberación nacional. [Sin embargo,] existe una disminución en el número de manifestantes y estas son las razones de ello:

  • Están esperando las decisiones del liderazgo palestino, para entender qué dirección tomará y qué tan lejos irá en su lucha. Esto, porque en intentos anteriores cuando el público actuó con toda su fuerza, iba en desacuerdo con las decisiones de los líderes, que tomaban en consideración los intereses de [los diferentes] países. Al momento en que el público entienda que el liderazgo continúa con la intifada y esto requiere al menos dos meses [de resistencia popular], inmediatamente irá más allá de lo que imaginan actualmente todos los [mecanismos de inteligencia] de la región.
  • Tiempo de examen en instituciones educativas, [relevante] porque la mayoría de los manifestantes en las calles son estudiantes de escuelas o universidades. La devoción del pueblo palestino al conocimiento y su compromiso con la educación son tan bien conocidos que, durante la primera intifada, la Intifada de las Piedras de 1987, el liderazgo unido organizó el sistema educativo y los exámenes de matrícula de tal manera… que las escuelas fueron cerradas.
  • Están esperando los resultados de la campaña diplomática que es [actualmente] el foco principal de la Autoridad Palestina. Los palestinos sienten curiosidad por ver los resultados del voto internacional sobre la propuesta.[2]
  • Participación mínima de [las diferentes facciones y fuerzas palestinas] [involucradas en la resistencia], debido a la ausencia de acuerdos sobre una consigna política [unificadora], ya que cada facción opera por separado, de acuerdo a su propia doctrina política. [Al mismo tiempo], debe denotarse que la Franja de Gaza superó a todas las regiones en este rublo, ya que las fuerzas allí han superado [su] desacuerdo y ahora están cerca de [encontrar] una consigna y una postura conjunta.
  • La ausencia de] acuerdos sobre los medios de acción – la imagen [en este contexto] aún no es clara. En la intifada de 1987 se utilizaron piedras, ya que esto fue una acción útil contra los colonos y sus autos e hizo de sus vidas un infierno. Durante la intifada en el año 2000, se utilizaron armas de fuego. Sin embargo, la elección del arma para la lucha actual aún no es clara, por lo que el significado de la resistencia popular que el liderazgo exige todavía no le es claro al público y puede no estar claro para el propio liderazgo».

[1] maannews.net, 18 de diciembre, 2017.

[2] La referencia es al proyecto de propuesta que rechaza el reconocimiento por Estados Unidos a Jerusalén como la capital de Israel, aprobado por la Asamblea General de la ONU con 128 votos a favor, 9 en contra y 35 abstenciones. Esto fue considerado una gran victoria para la Autoridad Palestina, pero a pesar de ello, el número de participantes en las manifestaciones no aumentó. Para obtener más información, consulte al diario en la red theguardian.com, 21 de diciembre, 2017.