A raíz de una serie de incidentes de profanación del Corán y delitos contra el Islam por los kurdos, tanto en el Kurdistán iraquí y en la comunidad kurda en Noruega, kurdos y árabes por igual se han pronunciado en condena y pidieron poner fin a la misma. La Unión Islámica del Kurdistán emitió un comunicado acusando a la revista kurda Weran de descaro atacando y dañando a los profetas del Islam en su edición Nº 6. El sindicato condenó con vehemencia y llamando a las declaraciones en la revista, de repugnantes, inmorales y un insulto a todas las religiones monoteístas – el Islam, el cristianismo y el judaísmo. [1]
El portal iraquí Iraqirabita.org acusó a elementos kurdos «, encabezados por las fuerzas peshmerga» de librar una «campaña organizada» recientemente contra el Corán y el Islam, y señaló que después de que varias copias del Corán fueron encontradas despedazadas y quemadas en Kurdistán, al norte de Irak «las buenas voces se hicieron sentir más fuertes» en oposición a tales hechos. Como ejemplo, el portal citó al Jeque ‘Abd Al-Khalq Runaki, un predicador en la mezquita Runaki en Erbil, Kurdistán, exigiéndole al presidente del Kurdistán iraquí Mas’oud Al-Barazani tomar como seria una postura vis-à-vis con estos ataques y insultos contra Alá y Sus Profetas como lo había hecho una vez en relación con los insultos en contra del peshmerga [2].
Dos otras reacciones a los acontecimientos notables fueron:
1. La apelación de Najmuddin Faraj Ahmad, también conocido como Mullah Krekar, fundador y ex comandante de la organización kurda salafista jihadista Ansar Jihad, quien desde 1991 ha estado viviendo en Noruega como refugiado político, al ummah islámico (nación), sus gobernantes y sus clérigos. En su apelación, este enumeró una serie de ataques contra el Corán por los kurdos en Kurdistán y en la comunidad kurda en Noruega, y pidió a los kurdos tomar acciones inmediatas y decididas contra estos ataques antes de que sean demasiado frecuentes.
2. El llamamiento hecho por el Jeque ‘Abd Al-Halima Mun’im Mustafa, alias Abu Basir Al-Tartusi, un alto ideólogo jihadista salafi, para los kurdos, en particular y a aquellos en Irak y Siria, a poner fin a la profanación del Corán entre ellos, y darle prioridad al Islam sobre el fanatismo nacionalista kurdo. Al-Tartusi llegó a advertir a los kurdos que si siguen uniéndose a los «cruzados» y a los infieles contra el Islam y los musulmanes, la nación islámica les vomitará desde dentro, y declarara una guerra «loca» contra ellos que nunca los dejará vivir en paz.
Los siguientes son extractos traducidos de estas dos reacciones:
Mullah Krekar: Los kurdos en Irak tienen un programa preestablecido – respaldado por las autoridades de Kurdistán – para profanar el Corán
Mullah Krekar escribió: «A los gobernantes de la nación islámica, los eruditos devotos, predicadores y líderes y todos los hijos de la nación islámica:
«Por la presente le informamos que los kurdos en Irak tienen un programa preestablecido para las operaciones [destinadas a] profanar, execrar y quemar el Corán, después de que las autoridades kurdas en el Kurdistán iraquí prepararan el terreno para ellos legalmente…
«El plan fue revelado el día en que una copia del Corán fue encontrada en un basurero público en la ciudad religiosa de Halabja. Cuando devotos estudiosos se molestaron, se les dijo que fue el acto por un individuo aislado. Unas semanas más tarde, un ejemplar del Corán fue encontrado en el baño de la mezquita Khamkhane en la ciudad de Al-Sulaymaniyah, otra vez lo llamaron el acto de un individuo aislado. A principios de este año, varios ejemplares del Corán fueron encontrados rotos y profanados en los suburbios de [la ciudad de] Erbil y dijeron, por tercera vez, que fue el acto de un individuo aislado. Después de eso, el hablar de lo que se le está haciendo al Corán y sobre las excusas de los [kurdos] [respecto a este] se repitieron tantas veces que el hecho llegó a ser repugnante…
«Los sunitas en las ciudades kurdas siguieron defendiendo el Corán, a pesar de su debilidad, presentando juicios y quejas a las autoridades municipales kurdas, pero todo fue en vano…
«Todos se sorprendieron cuando en la ciudad de Bawa Nur, [al parecer] un lúcido policía entró en una mezquita durante los rezos públicos y arrancó ejemplares del Corán que estaban allí, y luego sin miedo y sin vergüenza provocó a [los] feligreses. Los feligreses presentaron una denuncia contra él a la policía y fue detenido durante dos días y luego fue puesto en libertad [sólo] para que pudiera romper el Corán de nuevo una semana más tarde, en otra mezquita, en la ciudad de Kalar, durante los rezos públicos.
«El 14 de abril del 2010, el aniversario de la llamada Campaña Al-Anfal del régimen iraquí] de [Saddam Hussein, [3] los amputados kurdos que fueron heridos en esa campaña]… atacaron el Corán, en particular el ‘sura Al-Anfal’, en público, en los medios de comunicación controlados por ambos partidos gobernantes [kurdos], recargando así la atmósfera general.
«Bajo la influencia de esta atmósfera, el 22 de abril del 2010, un exiliado kurdo en Noruega quemó el sura Al-Anfal y esta vergonzosa operación fue filmada y difundida en YouTube, después de que [los perpetradores] se mostraron a si mismos y se filmaron mientras abiertamente provocaron los sentimientos de los musulmanes… Esa comunidad [kurda] en Noruega] se quedó estupefacta cuando al día siguiente otro kurdo, en Oslo, quemó los suras de Al-Nisa, Al-Anfal, Al-Fath y Al-Nasr, filmando sus actos repugnantes y publicándolos en el mismo portal… Luego un tercer kurdo hizo lo mismo, y [otro] grupo de exiliados kurdos en Noruega] ya han decidido repetir la actuación.
«Oh devotos [musulmanes], este es un asunto serio! Este exige nada más que una actitud seria y decidida. Ya que estos amputados no habrían hecho lo que hicieron a menos que sintieran que los musulmanes kurdos se habían vuelto débiles e incapaces de defenderse a sí mismos y a su religión.
«En consecuencia, hacemos un llamado a que intervinieran [y emprendan una campaña] de condena y de denuncia [a tales hechos], y utilicen su influencia para presionar a los líderes kurdos y al gobierno de Noruega para evitar que [los profanadores] continúen en su camino malvado y enjuicien a los culpables de entre ellos a fin de disuadir a [otros] – por temor a que esta actividad criminal se convierta en una norma que se repetirá cada año en el aniversario de la Campaña Al-Anfal. » [4]
Para ver el despacho en su totalidad en inglés haga clic por favor en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/4144.htm
[1] http://www.kurdiu.org/ar/hawal/?pageid=27196.
[2] http://iraqirabita.org/index.php?do=article&id=24532&status=success.
[3] Como parte de las masacres y expulsiones llevadas a cabo por fuerzas de Saddam Hussein contra la población kurda en el norte de Irak, la Campaña Al-Anfal, destinada a sofocar la revuelta kurda en el norte de Irak, fue lanzada en marzo de 1987 y duró hasta abril del 1989.Esta incluyó el ataque químico sobre la ciudad de Halabja en abril de 1987, en la que miles de kurdos murieron. «Al-Anfal» es el nombre de la sura (capítulo) 8 del Corán, que significa «el saqueo»
[4] http://iraqirabita.org/index.php?do=article&id=24532&status=success.