Columnistas sirios han escrito que los Estados Unidos e Israel estuvieron detrás de los atentados el 29 de marzo, 2010 en el metro de Moscú, y que los dos países esperaban obtener beneficios políticos de estos atentados. Negaron que elementos islámicos estuvieran involucrados en la responsabilidad de planear los ataques.
A continuación se presentan extractos de las columnas:
«[Washington] tenía esperanzas de que esta operación presionaría a los dirigentes rusos a realizar muchas concesiones»
Ibrahim Za’ir, redactor para el diario del gobierno sirio Al-Thawra, declaró que los Estados Unidos llevó a cabo los ataques con el objetivo de forzar a Rusia a realizar concesiones para ayudar a resolver la crisis con Irán y también para empujar a Rusia a que firme el tratado de reducción de armas: «El Ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergei Lavrov declaró que elementos regionales e internacionales pueden haber estado detrás de la operación criminal que causó…la muerte de 40 civiles inocentes…
«Al igual que las víctimas inocentes de las operaciones terroristas en Moscú, Daguestán y otros lugares en el mundo, los autores de estas operaciones también ignoraban los objetivos políticos de las [operaciones que estos llevaron a cabo]. [Estos perpetradores son] jóvenes de ambos sexos, en plena juventud, a quienes les han lavado el cerebro con odio y cuya mente ha sido llenada con elementos de la conciencia religiosa e ideológica removidos del contexto textual de los libros [sagrados de] las religiones monoteístas – en particular [la] de la religión del Islam [es decir, el Corán] que prohíbe el asesinato de inocentes.
Pero los planificadores de las operaciones terroristas saben muy bien cómo explotar la religión para lograr sus objetivos únicos. Son ellos los que están más alejados del Islam y sus mandamientos… [El hecho es que] el líder de las operaciones terroristas en el Cáucaso, quien fue asesinado por la inteligencia rusa hace un mes antes de las recientes operaciones en Moscú, era… Sa’id Buryatsky, un ruso cuyo verdadero nombre es Alexander Tikhomirov conectado a varias redes de inteligencia extranjeras, en particular la CIA estadounidense.
«La condena de Estados Unidos a esto no nos desencamina. Muchas organizaciones terroristas tienen armas y explosivos… fabricados por los Estados Unidos e Israel, enviadas a ellos a través de Georgia y otros países cercanos a los Estados Unidos.
«En este contexto, el viaje el Primer Ministro ruso, Vladimir Putin a Venezuela con el fin de firmar 30 acuerdos con el presidente Hugo Chávez puede ser entendido. Varios diarios estadounidenses y occidentales [vieron estos acuerdos] como la respuesta de Rusia a Washington, y una acusación indirecta contra esta, en relación a los dos atentados del metro de Moscú… [Washington tenía la esperanza] de que esta operación terrorista presionaría a la dirigencia rusa a hacer tantas concesiones en todo lo relacionado a la firma del Tratado de Limitación de Armas Estratégicas y Misiles – SALT II [sic] [1] con Rusia no exigiendo a Estados Unidos que ponga fin a su proyecto de defensa antimisiles en Europa Oriental y cambie su postura respecto a Irán y [forzar] a Rusia el imponer sanciones duras sobre Irán [de conformidad con los deseos de Washington]…
«Pero la visita de Putin a Caracas, la capital de Venezuela, constituye una respuesta clara de Rusia de que este rechaza los dictados de Estados Unidos, tal vez la firma del [tratado] SALT 2 no funcionará de la forma en que desea Washington.
«Tal vez este es el comportamiento engañoso que los Estados Unidos utilizan regularmente cuando emplea el terrorismo para obtener sus objetivos políticos… “ [2]
«Es inconcebible que el Mossad israelí no desempeñe un papel activo en eventos tales como [los atentados de Moscú]»
En otra columna de Al-Thawra, Sa’id Muslim escribió que el Mossad había desempeñado un papel en los atentados de Moscú y que esperaba que Rusia exponga la conexión israelí:
«[Aunque] las acusaciones, sospechas y la evidencia apuntan a la participación de elementos fundamentalistas con creencias islámicas y afiliaciones, es inconcebible que el Mossad israelí no desempeñe un papel activo en eventos como [los atentados de Moscú].
«Las autoridades rusas… deben exponer a los que están detrás de los perpetradores [terroristas], y la forma en que fueron llevados a cabo, a fin de aclarar las conexiones israelíes y enlaces. [Tal revelación] conducirá a la prueba de la conexión… entre los objetivos ocultos [de estas operaciones] y la agenda israelí.
«No creo que los dirigentes de Rusia, con su experiencia, calificaciones, astucia y cautela, sacarán [conclusiones] de este tipo. Este no requiere de una inventiva extraordinaria». [3]
[1] Supuestamente una referencia al Nuevo Tratado Estratégico de Reducción de Armas (New START), firmado por los Estados Unidos y Rusia el 8 de abril, 2010.
[2] Al-Thawra (Siria), 11 de abril, 2010.
[3] Al-Thawra (Siria), 8 de abril, 2010.