En un artículo el 22 de agosto, 2009 en el diario del gobierno sirio Teshreen, Nasser Qandil, un ex MP libanés cercano a Siria, escribió que algunos en Washington estaban actuando con el objeto de empeorar la situación de seguridad en Irak. Sus objetivos, dijo, son extender la presencia militar estadounidense en el país, lo que perjudicará al Presidente de los Estados Unidos Barack Obama en su próxima campaña electoral, promover el Plan Biden de dividir a Irak en tres regiones y sabotear las relaciones entre Irak, Siria, Turquía e Irán.
Qandil advirtió que aunque Irán y Siria han mostrado apertura a la posibilidad de diálogo con los Estados Unidos, esto estaba ahora en riesgo debido a la indecisión que caracteriza a la administración de Obama.
Lo siguiente son extractos de su artículo:
La violencia en Irak tiene como fin evitar el retiro de los Estados Unidos y perjudicar al Presidente Obama
«La escalada de violencia y el derramamiento de sangre en Irak en los últimos días llegó mientras los norteamericanos comenzaban a prepararse para la retirada de sus tropas en el 2011, y mientras los comandantes de las fuerzas estadounidenses trataban de elaborar acuerdos con los países vecinos a [Irak], particularmente Siria, con el propósito de incrementar la coordinación en la frontera…
«Cualquiera que sepa las condiciones en Irak sabe que las sangrientas operaciones contra civiles iraquíes están diseñadas a [reforzar] la convocatoria de las fuerzas estadounidenses a permanecer [en Irak], y quizás incluso redistribuirse en las ciudades que ya han abandonado. La excusa dada es que si la retirada de las fuerzas es según el itinerario, la situación de seguridad pudiera explotar…
«Estos ataques tuvieron lugar justo cuando muchos artículos y estudios fueron publicados por la prensa estadounidense e israelí, y por varios institutos de investigación del Medio Oriente, sobre la necesidad de ampliar la presencia de las fuerzas norteamericanas durante otros cuatro años – o por lo menos hasta después de las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos en el 2012 – para que Obama no tenga la capacidad de utilizar la retirada como una carta ganadora en su campaña electoral, y no pueda afirmar que cumplió lo prometido de su [primera] campaña.
«Otros estudios vinculan la demanda de mantener a las fuerzas [norteamericanas] [en Irak] a lo que ellos llaman ‘los requisitos para negociar con Irán y garantizar la seguridad de Israel’ antes de la retirada militar de los Estados Unidos. Sin embargo otros estudios apuntan a la posibilidad de una guerra contra Irán o de una guerra israelí contra el Líbano – que, según este enfoque, requiere voluntad de los Estados Unidos en darle a Israel la oportunidad antes del retiro de las tropas [estadounidenses] [de Irak]…
Los institutos de investigación norteamericanos dicen que la opción más segura para Irak es un retorno a la teoría de las tres regiones, presentado por el Vicepresidente de los Estados Unidos Joe Biden cuando dirigía la Comisión sobre Relaciones Exteriores del [Senado norteamericano]. Según este modelo, el fomentar este carril ayudará a proporcionar la red de seguridad necesaria para una retirada de las tropas, [mantenimiento un] Irak estable».
«Esto pone de manifiesto dos líneas opuestas entre los círculos influyentes de Washington»
«Fue en el contexto de esta política norteamericana y la atmósfera mediática que los recientes ataques en Irak se llevaron a cabo. Esto pone de manifiesto dos líneas opuestas entre los círculos influyentes de Washington. Mientras que el equipo del presidente está actuando con lentitud y vacilación en el carril de las negociaciones, y abriendo una ventana a la cooperación con los países vecinos a Irak – tal como él comenzó a hacer con Siria y está a punto de comenzar con Irán – son los que están actuando para empeorar la situación de seguridad en Irak, a fin de abrirle la puerta a una extensión de la presencia de tropas [estadounidenses] en Irak y también para alentar la opción de dividir al país».
Los ataques del 19 de agosto estaban dirigidos a sabotear el plan de cooperación sirio-turco-iraquí-iraní de Assad
«… Parece ser que los ataques del [19 de agosto] tenían como objetivo [sabotear] los contactos Siria-Estados Unidos mediante el fomentar la sospecha entre los aliados de Siria e Irán; poner fin al progreso que se había logrado en las relaciones Siria-Irak a nivel de seguridad y económico cuando el primer ministro iraquí visitó Damasco y en complicar el plan de cooperación sirio-turco-iraquí-iraní, propuesto por el Presidente sirio Bashar Al-Assad como un plan estratégico a futuro, al cual le está dedicando mucha atención, tiempo y esfuerzo…
«Quienes se dedican a escalar los conflictos regionales – aquellos que pierden, y se ven perjudicados por la apertura de Norteamérica a la nueva realidad – están acumulando logros en contra de la administración Obama – porque esta no actúa, es lenta y vacilante en traducir esta apertura en la toma de decisiones necesarias, y porque le sigue dando a los dirigentes israelíes el derecho al veto en la seguridad y las resoluciones políticas relativas a la región».
«Más dudas de la administración Obama significaría un nuevo golpe a las esperanzas de cambio que fueron depositadas en esta después de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos… De hecho, podría haber una guerra aventurista israelí, o un aumento del derramamiento de sangre en Irak. Sin embargo, el mayor perdedor de una escalada en la destrucción y el derramamiento de [sangre] sería, primero y ante todo, el presidente Obama – ellos [es decir, aquellos que actúan contra él] quieren que termine su primer mandato exhausto, sin la confianza de los votantes o de cualquiera de aquellos con los que prometió voltear una nueva página».
«La alianza sirio-iraní… no esperará hasta que aquellos que dudan tomen una decisión»
«La región no puede tolerar más experimentos con la sangre de sus hijos. Así, el mensaje sirio-iraní fue claro y firme cuando el presidente Assad visitó Irán – de que muchos, cercanos y lejanos, deben leer bien el significado de lo que está sucediendo en la región. El significado es que la alianza sirio-iraní, la cual cultiva los movimientos de resistencia, ha ganado una importante victoria histórica. A pesar de su apertura a la opción del diálogo, la alianza no esperará hasta que aquellos que dudan tomen una decisión.»