La victoria del movimiento Al-Mustaqbal y de las Fuerzas 14 de Marzo en las recientes elecciones libanesas fue vitoreada por los representantes de países árabes moderados, que la consideraron primero y por encima de todo como la derrota de Irán y de su aliado Hizbullah. Artículos en la prensa árabe contuvieron que el pueblo libanés había votado por «un Líbano árabe» y contra las aspiraciones de Irán por la hegemonía y la interferencia de Siria en los asuntos del Líbano. Algunos vieron los resultados electorales como indicación en oposición al gobierno israelí encabezado por el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, quien esperaba una victoria de Hizbullah para comenzar otra guerra.
Además, la prensa egipcia atacó al Secretario General del Hizbullah Hassan Nasrallah por mantener que los resultados de las elecciones no reflejaron la opinión de la mayoría libanesa, y por abanderar el principio de la ‘obstrucción de un tercero’, qué le permite a Hizbullah vetar cualquier decisión gubernamental que no le guste. El editor del diario gubernamental egipcio Al-Gomhouriyya advirtió que Nasrallah estaba buscando fomentar una crisis gubernamental para promover los intereses de Irán, y que los países árabes deben impedir que esto suceda.
A continuación extractos de la prensa árabe:
Editor de Al-Sharq Al-Awsat: Victoria para el concepto de coexistencia y un Líbano árabe
Tariq Al-Homayed, editor del diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió: [1] «La victoria de las Fuerzas 14 de Marzo en las elecciones parlamentarias del Líbano sólo puede describirse como una gran victoria para el concepto de coexistencia, y mucho más importante, como una victoria para un Líbano árabe. La importancia de esta victoria yace en el hecho que es prácticamente una declaración en el cual el proyecto iraní en el Líbano y el mundo árabe han fracasado…
«Cuando los libanés se dieron cuenta del peligro que le esperaba a su país, votaron para rechazar el proyecto iraní. Por esta razón, la victoria de la mayoría no debería describirse como una victoria de un grupo sobre otro o de una secta sobre otra, porque los estados no se construyen sobre esta lógica, sino sobre la coexistencia y respeto por las leyes y la constitución.
«Por consiguiente, la victoria de la mayoría – la victoria aplastante, es decir – vino a proteger al Líbano del proyecto iraní apuntado a tomar como rehén al país y transformarlo en una zona de guerra y un ala militar para Teherán. Eso habría significado el aislamiento del Líbano de la comunidad internacional – y, más importante – hacerlo girar fuera de sus alrededores árabes. Desgraciadamente, algunos árabes son más iraníes que los propios iraníes, y cualquiera que observe las elecciones iraníes y escuche lo que se está diciendo entiende el peligro de aliarse con el modelo iraní o de colocar nuestra seguridad o nuestros problemas en sus manos…
«… Si los propios iraníes se están quejando de su aislamiento político y económico, y si los propios iraníes han realizado que su país ya no puede continuar en el camino difícil que está siguiendo en ambos los niveles árabes e internacionales – por qué entonces quieren los libaneses entregarse a si mismos a Teherán?…» [2]
Diario kuwaití: Los libaneses dijeron ‘No’ a los representantes de los mullahs
Ahmad Jarallah, editor del diario kuwaití anti-Siria Al-Siyassa, escribió: «La decisiva y dolorosa victoria electoral de las Fuerzas 14 de Marzo [sobre Hizbullah] reflejó los más profundo deseos de los ciudadanos que no quieren que su país se convierta en un buzón por el cual los regímenes de Damasco y Teherán pueden dar a conocer sus mensajes. Ellos quieren que el Líbano sea un país libre con soberanía sobre todo su territorio, en lugar de ser ‘un vasallo del clérigo [chiíta]’… y un feudo de aquéllos que falsamente profesan [haber logrado] una ‘victoria divina».
«[Partidarios del] movimiento Al-Mustaqbal y sus aliados las Fuerzas 14 de Marzo, quienes habían lanzado una intifada [la Intifada del Cedro] seguido al asesinato del ex primer ministro libanés, el martirizado Rafiq Al-Hariri, han reiterado estas declaraciones en cada concentración y en cada otro sitio de acción. Ellos enfatizaron su oposición a la toma del gobierno por un elemento interno o el ser denominado impotentes [[por la obstrucción de un tercero]]. Ellos expresaron oposición a que el Líbano sea usado como rehén a los intereses externos y a que Hizbullah apunte sus armas sobre la arena interna, tal como sucedió el 7 de mayo [2008] del año pasado.
«La participación activa del [movimiento] Al-Mustaqbal y sus aliados en las elecciones parlamentarias fue una respuesta a todas las acciones de ese [autoproclamado] ‘Partido de Dios’ [Hizbullah] durante los últimos cuatro años. Los partidarios de las Fuerzas 14 de Marzo llegaron a los centros de votación a pesar de las amenazas de Nasrallah por una parte, y por Michel Aoun… en la otra…
«El resultado de las elecciones libanesas hizo levantar una vez más los principios de soberanía, y enfatizó el fracaso de las denuncias de Michel Aoun y Nasrallah de que son ellos quiénes tienen la mayoría de los [votos]. Los resultados… claramente mostraron que el pueblo discrepa con el plan de la oposición, que busca aliar al Líbano con Irán y Siria. Aquéllos que escogieron la Revolución del Cedro han votado por la independencia de su país, y por arrebatarlo de las garras de los seguidores del mandato de los mullahs’.
«Nasrallah debe comprender que sus tácticas fracasadas y su falso liderazgo, relacionado al Mandato del Jurisprudente, no puede ser implementado en el Líbano, ni a través de amenazas de usar las armas, ni a través de denuncias engañosas respecto a la democracia [lograda] a través de las papeletas de votación – las papeletas que han demostrado que está condenado al ostracismo por la mayoría libanesa…» [3]
Redactor de Al-Hayat: Los libaneses han votado en contra de Irán, Siria e Israel
Raghida Dergham, reportero y redactor para el diario saudita con sede en Londres Al-Hayat, quién reside en Nueva York, escribió:»… Los libaneses ni votaron por los norteamericanos ni por los saudíes – aunque la ayuda saudita y norteamericana fue agradecida. Han votado para que el Líbano no se convierta en una base iraní…
«Han votado para que el Líbano no sea usado como plaza para las facciones palestinas con sede en Damasco, y contra el retorno de cualquier clase de gobierno sirio sobre el Líbano. Han votado contra la Israel de Binyamin Netanyahu, quien se babea cuando sueña con las armas de Hizbullah y su llegada al poder e imagina el cómo esto puede servir como un pretexto para comenzar una guerra que le permitiría escapar la presión de [continuar el] [proceso] de paz ejercido por los Estados Unidos y la comunidad internacional.
«Es la identidad libanesa que ganó las elecciones. Es más, las elecciones indican que la República Islámica de Irán ha sufrido una derrota en la arena libanesa y en la arena árabe en conjunto.
«El mensaje que los Estados Unidos está intentando converger es significativo: Al escoger entre el Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, el Líbano ha preferido a Obama y a Norteamérica…» [4]
Editor de Al-Gomhouriyya: Las declaraciones de Nasrallah son absurdas
Muhammad ‘Ali Ibrahim, MP y editor del diario del gobierno egipcio Al-Gomhouriyya, criticó la reacción de Nasrallah a la derrota del Hizbullah en las elecciones libanesas. Él escribió: «Un poeta árabe dijo, ‘Si un necio habla, no le respondas. Tu mejor respuesta es el silencio. Sus palabras han expuesto su vergüenza, y si la ignoras, morirá de angustia.’
«Francamente, quise ignorar las declaraciones del Jeque Hassan Nasrallah por la victoria del [bando] de la mayoría, es decir las Fuerzas 14 de Marzo… Pero cuando comprendí que el Jeque Hassan está hablando absurdeces, pretendiendo que los resultados electorales no reflejan la opinión de la mayoría, decidí refutar sus argumentos…
«Hassan Nasrallah se está burlando de los libaneses. Este grandioso e importante pueblo ha optado por un estado libanés ‘árabe’, y se ha negado a someterse a los secuaces de Irán. Los resultados de las elecciones libanesas han demostrado que un pueblo no se olvida de aquéllos que lo han herido. Los libaneses nunca se olvidarán los intentos de [Hizbullah] de convertir a su país democrático, el cual está orgulloso de su extensa experiencia parlamentaria en un feudo de los persas en la costa mediterránea.
«Los libaneses nunca se olvidarán de la imagen de ‘Ali Khamenei, el Líder Supremo de la Revolución Islámica iraní, en julio del 2006, cargando un Kalashnikov y entonando, ‘Nosotros los iraníes derrotaremos a Norteamérica en el Líbano’. Como si este hermoso país se hubiese convertido en una arena para ajustar cuentas entre Teherán y Washington…
«Por qué debe un [ciudadano] libanés pagar por una guerra a control remoto emprendida por Irán a través de Hizbullah – y como resultado pierde su ingreso, su vida, su hogar, hijos y esposa?…
«Las malvadas intenciones de Nasrallah se revelaron a todos cuando anunció que sin importar los resultados de las elecciones, no había ninguna otra opción sino sostener el [principio] del ‘tercero que obstruye’ adoptado en Doha. Fue como si Nasrallah hubiera declarado en alto que los resultados electorales eran irrelevantes para él, y que él todavía se adhería a la extraña innovación [incluida] en el acuerdo Doha donde la mayoría de [parlamentarios libaneses] no pueden tomar una decisión sin el apoyo del grupo de la obstrucción de un tercero que pueda vetar cualquier decisión del [gobierno]…
«El resultado de las elecciones significa sólo una cosa – es decir, que un gobierno de unidad debe formarse junto con la oposición… [Las acciones] y declaraciones intentados por Nasrallah están apuntadas a moldear una crisis gubernamental en el Líbano, crear una razón para tomar las calles, imponer otro estado de sitio sobre el pueblo libanés, y poner en vigor el gobierno de obstrucción de un tercero.
«Si los árabes asienten a todo lo anterior, esto sería equivalentes a consentir cortar un pedazo de la nación árabe y presentárselo a Irán en una vajilla de plata». [5]
Caricatura: Las elecciones libanesas quebraron las aspiraciones de Irán a una hegemonía
Caricaturista: Jihad ‘Awartani; fuente: Al-Watan (Arabia Saudita), 10 de junio, 2009.