Anticipándose a la cumbre de la OTAN en Varsovia, el director del programa de discusión Club Valdai Club (un grupo pensante pro-Kremlin) Fundación para el Desarrollo y Ayuda, Dimitri Suslov, escribió un artículo, titulado «Sin un ‘Espacio Común’: Una Nueva Agenda para las Relaciones Rusia-UE». El artículo le informa a Rusia que debe establecer un diálogo de seguridad con la UE, dado el estado de congelación del diálogo militar con los Estados Unidos y la OTAN. El objetivo principal del diálogo militar con la UE o con cada estado de la UE por separado debe centrarse, en prevenir los enfrentamientos directos por tierra y aire. El segundo enfoque sería dedicado a las discusiones en el control de armas convencionales y las nucleares.
El autor advierte que la modernización de las armas nucleares tácticas estadounidenses y el despliegue del sistema de defensa antimisiles Estados Unidos/OTAN en Europa Oriental «podría desencadenar una nueva carrera armamentista que involucraría armas nucleares y armas convencionales de alta precisión en Europa, en una escala que recuerda la carrera armamentista de la década de 1980».[1] Suslov afirma que Rusia pudiera retirarse del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (TFNAI), en respuesta a la política estadounidense y de la OTAN en Europa Oriental (es decir, el emplazamiento del sistema de defensa de misiles y sus instalaciones militares). Este escenario convertiría a Europa «en un frente militar potencial y aumentara la probabilidad de una escalada militar hasta su límite». De acuerdo a Suslov, las amenazas modernas de ataques cibernéticos hacen más riesgosa una posible confrontación entre Rusia y Occidente que durante la época de la Guerra Fría».
Suslov concluye que es del interés de la UE desempeñar el papel de mediador en restablecer el diálogo político y militar entre Rusia y la OTAN, con el fin de evitar una mayor escalada militar. Suslov cree que los Estados Unido «no mostrara ninguna voluntad política» en restaurar el Consejo OTAN-Rusia, pero Europa debería tomar la iniciativa por sí misma, ya que la ausencia de diálogo producirá una crisis militar ante el umbral de la UE». Una visión opuesta fue proporcionada por el Secretario General de la OTAN Jens Stoltenberg, en una entrevista con la agencia de noticias rusa Interfax. Stoltenberg afirma que las relaciones de la OTAN con Rusia dependen de «un cambio claro y constructivo en las acciones por parte de Rusia», que demostraran el cumplimiento de la ley internacional y con sus obligaciones internacionales y responsabilidades». Así que la pelota está del lado ruso», dice Stoltenberg.[2]
Por un lado Suslov invita a la UE a adoptar un papel más independiente sobre los temas de seguridad, por otra parte, advierte que la continua adhesión de la UE a las políticas de Estados Unidos y de la OTAN en Europa Oriental pondrá en peligro el espacio de seguridad europeo. Del mismo modo, este advierte que si la UE o los estados miembros de la UE extienden cualquier apoyo a las fuerzas políticas anti-rusas en las cercanías de Rusia en el extranjero, tales como Bielorrusia, Armenia y Azerbaiyán, Bruselas puede esperar «nuevas crisis como la de Ucrania». Lo mismo es válido para los esfuerzos de la UE en retener Moldavia y Georgia en «su órbita a cualquier precio». Suslov no espera que la UE capitule «esos países a la esfera de influencia de Rusia», sino que se limite a respetar los «intereses económicos y humanitarios» de Rusia en estas áreas y al proyecto favorito del Presidente ruso Vladimir Putin, de una integración euroasiática.
Se puede argumentar que el proyecto de integración euroasiática en sí mismo promueve el establecimiento de un espacio económico y político bajo la influencia rusa. Suslov en su artículo promueve la idea de que Europa debería desprenderse a sí misma de la tutela de Estados Unidos y convertirse en una voz independiente dentro de la propia OTAN, lo que significa para Suslov que Europa debería acercarse a Rusia. Esto se explica cuando el autor habla de un «vecindario común» que agrupa a Europa y Rusia y alude una integración económica y política euroasiática que se extiende desde Lisboa a Vladivostok y excluyendo a los Estados Unidos. Sin embargo, esta política parece ajena a otros aspectos. La UE, que no es un bloque monolítico para empezar, ahora se enfrenta a las consecuencias post-Brexit y a una amenaza sin precedentes a su unidad. Bajo estas circunstancias la UE está mal equipada para desempeñar el papel de mediador o impulsar el diálogo entre Rusia y la OTAN. Además, a pesar de las diferencias internas en el alivio de las sanciones a Rusia, los países de la UE le conceden gran responsabilidad de las acciones de Rusia en Ucrania como un factor que socava la seguridad europea. Por lo tanto, la creación de un «espacio común» entre Rusia y la UE parece inapropiada cuando la UE considera a Rusia como la amenaza a la estabilidad del «vecindario».
A continuación se presentan extractos del artículo de Suslov, que apareció en la influyente revista política exterior rusa, Rusia en los Temas Globales:[3]
Dimitri Suslov, Director del Programa de la Fundación del Club de Discusión Valdai para el Desarrollo y Ayuda, (Valdaiclub.com).
‘El Tratado INF está en juego’; Europa podría «convertirse en un frente militar potencial’
«El congelamiento del diálogo militar entre Rusia, por un lado y los Estados Unidos y la OTAN por el otro – y la improbabilidad de que se reanudará después del 2017 – hacen que sea cada vez más importante que Rusia o fortalezca, en algunos casos, establecer un diálogo sobre temas de ‘fuerte seguridad’ con los distintos estados miembros de la UE y las instituciones de la UE. Tales diálogos son esenciales durante los períodos de confrontación…
«Un diálogo militar entre Rusia y la UE y entre Rusia y los estados miembros de la UE deberían centrarse, primero, sobre el desarrollo de nuevas medidas para prevenir choques militares directos en el terreno y en el aire, mar y el ciberespacio, en la creación de canales constantes de comunicación entre los ministerios de defensa y de los cuarteles generales militares y en el desarrollo de nuevas reglas de conducta que impedirán incidentes tales como el derribo por parte de Turquía de un bombardero ruso sobre el espacio aéreo sirio [en el 2015] y especialmente tales incidentes en la región de los estados del Báltico y el Mar Negro.[4]
«Segundo, aunque Bruselas hasta ahora lo ha evitado activamente, es preferible que los estados y las instituciones de la UE participen en discusiones sobre el control de armas convencionales y nucleares, así como también la potencial carrera armamentista en Europa. Una situación crítica se ha desarrollado en esta área. La modernización de las tácticas estadounidenses sobre las armas nucleares y el continuo despliegue de su sistema de defensa antimisiles en Europa – y el hecho de que la nueva administración estadounidense intensificaría e incluso mejoraría esta política – pudiera desencadenar una nueva carrera armamentística involucrando armas nucleares y armas convencionales de alta precisión en Europa a una escala que recuerda la carrera armamentista de la década de los 80.
Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9301.htm
[1] Véase MEMRI Despacho Especial No. 6449, Analista de defensa ruso: Rusia está siendo arrastrado hacia una nueva carrera armamentista con los Estados Unidos y los países de la OTAN 26 de mayo, 2016.
[2] Interfax.com 1 de julio, 2016.
[3] Globalaffairs.ru 1 de julio, 2016
[4] Véase MEMRI Despacho Especial No. 6396, Redactor en jefe del portal Pravda en portugués: Kerry es un ‘cara de cerdo’ y ‘arrogante’ por condenar el derribo del avión de combate ruso sobre el buque de guerra estadounidense en el Báltico, 20 de abril, 2016.