En un editorial titulado «[La] Retirada Americana y la Segunda Fase«, publicado el 9 de octubre, 2007 en Al-Sharq Al-Awsat, el editor Tariq Alhomayed advirtió lo que podría pasar después de que los Estados Unidos retiren sus fuerzas de Irak. Él argumentó que Irak sería tomado por Irán y Siria, los cuales están buscando dominar el Medio Oriente, y que el resultado sería la expansión del extremismo y la violencia a lo largo de la región.

Lo siguiente son extractos del artículo, tal como aparecieron en la edición inglesa de Al-Sharq Al-Awsat. [1]

«En preparación al retiro de los americanos de Irak, la actividad está a todo vapor para llenar el inminente vacío en Bagdad.

«Los iraníes no son los únicos que se están preparando para esto; los sirios también se están preparando. Un reciente informe en El New York Times detalles las intenciones de Siria hacia Bagdad.

«Irán, de hecho, ha estado presente en Irak desde la caída del régimen de Saddam Hussein. En cuanto a Siria, este ha sido uno de los [elementos] divisores del proyecto iraquí… desde lejos. No obstante, lo nuevo hoy es el esfuerzo de Damasco por reorganizar [los elementos] Ba’thistas – en lugar de los elementos sunni, tal como normalmente se cree – para asegurar la influencia siria en Irak.

«En su entrevista con la BBC, el presidente sirio declaró que su país tiene influencia sobre el Líbano; una influencia que él describió como positiva. Todos sabemos que esto no es cierto. Éste es el problema con Siria, y [con] Irán antes de este. La intervención de ambos países nunca puede ser positiva. Siria e Irán son dos [regimenes] que no están en concordancia con el futuro…

«Es desde aquí donde el problema del mundo árabe surge, ya que Irán y Siria son las piezas políticas clave hoy día.

«Siria quiere [recuperar] las Alturas del Golan sin una guerra, y quiere ganarse a América sin tener que adoptar un acercamiento moderado o abstenerse de interferir en el Líbano o Irak. Al mismo tiempo, este denuncia a otros países árabes como traidores debido a su relación con Washington. Entretanto, el propio Presidente Bashar Assad declaró en una reciente entrevista que Washington debe ser un tercer socio para asegurar la paz con Tel Aviv.

«Es por esta razón que Damasco, al igual que Irán, están jugando la carta de Hamas – un movimiento afiliado con la Hermandad Musulmana – suprimiendo mientras a la Hermandad Musulmana en Siria. Damasco también está jugando la carta del Hezbollah chi’ita en el Líbano. Este está ahora [construyendo] al partido Ba’th de Irak bajo el paraguas ‘sunni’ en Bagdad, mientras que Irán sofoca a los sunnis que viven allí pero se junta [el mismo] con Hamas!

«Irán, imponiendo un fait accompli [hecho dado por cumplido] o alcanzando un acuerdo con los Estados Unidos, quiere dominar al mundo árabe y reasumir la exportación de la revolución islámica.

«Todos esto tiene lugar en luz de lo que puede ser ligeramente descrito como un declive en la acción árabe vis-à-vis con Teherán, Damasco, y la deteriorada situación en Irak. Esta [actividad] no tiene la [intención] de rebajar a Teherán o a Damasco, o de tomar el control sobre Irak, sino establecer la estabilidad en la región e impedirles a todos los que manipulan de explotar a los países árabes y deshacer los proyectos de desarrollo y [proyectos con el objetivo de] liberar a [los países árabes] de la influencia iraní y la manipulación siria.

«Éste es el principal problema. América saldrá de la región y nos encontraremos abriendo un nuevo capítulo que no es nada mejor de lo que estamos hoy. Después de que Irak y Líbano sean devorados por Irán y Siria, la región del Golfo se [encontrara a si misma] sitiada por la revolución islámica y bajo la presión de la injerencia siria. En este caso, [nuestra única opción será] darle la bienvenida a la Hermandad Musulmana y a otros grupos, que establecerán sus propias ramas en muchos países árabes con el patrocinio iraní y el apoyo sirio.

«Es entonces que veremos a muchos Khaled Mash’als, Hassan Nasrallahs, y Rustum Ghazalis, así como también a [numerosas] fuerzas armadas cuyos nombres comenzarán con ‘Jerusalén’, y no sabemos donde acabará todo esto. Por consiguiente, en luz del retiro americano y la falta de acción árabe, la región será testigo de su segunda debacle – pero esta vez, será a manos de Teherán y Damasco.

«Tal como el refrán popular dice: con amigos como éstos, quién necesita enemigos?»


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de octubre, 2007. El texto ha sido editado para su claridad.