El debate ha recientemente despertado en los medios de comunicación árabes sobre la iniciativa por el diálogo entre Occidente y los movimientos políticos del Islam, en particular la Hermandad Musulmana. El debate ha resurgido en Occidente debido al renovado interés en la iniciativa, que se reflejó en varios artículos publicados sobre el tema en los diarios y periódicos occidentales. [1]

El tema se convirtió en el foco del debate público en los Estados Unidos seguido a varias reuniones que tuvieron lugar entre los miembros del Congreso americano y el jefe del bloque de la Hermandad Musulmana en el parlamento egipcio, Dr. Muhammad Sa’d Al-Katatni. En abril del 2007, el líder de la Mayoría del Parlamento Steny Hoyer, encabezando una comisión del Congreso a Egipto, se reunió con Al-Katatni durante una recepción en la residencia del embajador americano en el Cairo, [2] y a finales de mayo, una delegación de la Comisión del Parlamento para la Ayuda de la Democracia, encabezada por David Price, se reunió con varios MPs egipcios, incluyendo a Al-Katatni. [3]

La iniciativa para el diálogo con los movimientos del Islam político surgió en Occidente en el 2005. Sus defensores argumentaron que en años recientes ha habido un repunte ideológico en los movimientos del Islam político, que han comenzado a adoptar acercamientos pragmáticos que siguen las reglas del juego de la democracia. Por consiguiente, dijeron, el diálogo debería ser celebrado con estos movimientos, con un ojo en involucrarlos en los procesos de democratización y reforma en el mundo árabe. Los movimientos del Islam político, por su parte, tuvieron reacciones mixtas a la iniciativa del diálogo, con algunos movimientos que lo apoyan y otros que expresan reserva.

La iniciativa occidental para el diálogo con los movimientos islamistas también encendió el debate dentro de los círculos reformistas en el mundo árabe. Mientras algunos árabes reformistas, tales como Sa’d Al-Din Ibrahim, dieron la bienvenida a la iniciativa e incluso trabajaron para promoverla, otros se opusieron fuerte y severamente a esta y criticaron a sus defensores. El debate se enfocó en la cuestión de si los movimientos islamistas, y en particular la Hermandad Musulmana, habían de hecho cambiado y adoptado una ideología pragmática que reconoce tales principios occidentales como la democracia y el pluralismo, o si estos grupos permanecían extremistas en sus puntos de vista y estaban meramente aprovechándose del sistema democrático para obtener poder – y, una vez habiendo hecho esto, se revertiría luego a sus métodos antidemocráticos de origen.

Este informe revisará la iniciativa para el diálogo entre Occidente y los movimientos islamistas, así como también la actitud de los movimientos islamistas hacia esta iniciativa, y el debate sobre este asunto dentro de los círculos árabes reformistas.

La iniciativa americana-europea para el diálogo con los movimientos islamistas en los países árabes

En el 2005, dos iniciativas paralelas fueron formuladas por la administración americana y por la Unión Europea para el diálogo con grupos islamistas moderados, en un esfuerzo para alentar a que participen en los procesos de reforma en el Medio Oriente.

La iniciativa de diálogo está basada en estudios de varios centros de investigación occidentales tales como la Corporación Rand y los institutos occidentales afiliados a los ministerios del exterior. [4] Estos estudios han apuntado a un cambio ideológico en los movimientos del Islam político en años recientes, y han declarado que estos movimientos han adoptado un acercamiento más pragmático que expresa el compromiso a los principios democráticos – tales como obtener el poder participando en las elecciones, reconociendo el pluralismo, cumpliendo el mandato de la ley, respetando el principio de separación de poderes, y así sucesivamente.

Estos estudios argumentan luego que los esfuerzos occidentales para esparcir la democracia y la reforma en el mundo árabe serán ineficaces sin la participación de estos movimientos islamistas que son muy populares en la calle árabe. Esto es particularmente cierto en luz de la mínima voluntad de los regímenes árabes en llevar a cabo reformas políticas significativas, y en luz a la influencia marginal de las corrientes de oposición liberales en lo que se refiere a generar el cambio democrático en los países árabes. [5]

De hecho, desde los años noventa, los NGOs occidentales que fomentan la democracia en los países árabes han estado conduciendo un continuo diálogo con los movimientos islamistas, y este diálogo no se detuvo ni siquiera después del 11 de Septiembre. [6] Pero la iniciativa por un diálogo con los representantes oficiales de los movimientos islámicos ha ido avanzado en el último año, seguido al éxito de las elecciones en Afganistán (en noviembre de 2004), Irak (enero del 2005), y las elecciones presidenciales en la Autoridad Palestina (en enero del 2005), que trajo elementos moderados al poder, y también siguiendo a la vinculación de algunos movimientos islamistas uniéndose a fuerzas de oposición no-religiosas en el mundo árabe que están llamando a instituir reformas políticas en sus países, al igual que en Egipto, por ejemplo.

Aunque esta iniciativa no fue oficialmente adoptada por los gobiernos de Europa y los Estados Unidos, ha sido ocasionalmente referida positivamente por antiguos funcionarios en Occidente. El diario en idioma árabe de Londres Al-Hayat informó que, según fuentes diplomáticas europeas, varios gobiernos europeos estaban interesados en conducir un diálogo con fuerzas islámicas moderadas en el Medio Oriente, con el objetivo de facilitar la reforma e impedirles a los extremistas aprovecharse de la desesperación, frustración, y el fracaso económico [en el mundo árabe e islámico] y así crear una nueva generación de atacantes suicidas. El diario informó que, en una conferencia extraoficial de ministros del exterior de la U. E. en Luxemburgo en abril del 2005, fue presentado un documento – preparado por el Secretario General de la Unión Europea Javier Solana, entre otros – los cuales llamaron a establecer un diálogo con las organizaciones de oposición islámicas en el Medio Oriente para alentarlos a que tomen parte en el proceso democrático. [7]

Dentro de la administración americana, hubo puntos de vista mixtos respecto a esta iniciativa, con el Departamento de Estado Americano abanderando un punto de vista que favoreció el incluir a movimientos islámicos en el sistema político. Un antiguo funcionario del Departamento de Estado Americano explicó el apoyo a la iniciativa para el diálogo como parte del «deseo de Washington en apoyar reformas democráticas en los países árabes por medio de extender la participación política [en ellos], y para obtener el apoyo de los movimientos islámicos moderados por la guerra al terrorismo». [8]

Sin embargo, siguiendo al éxito de la Hermandad Musulmana en las elecciones parlamentarias de Egipto (noviembre-diciembre del 2005), [9] y especialmente siguiendo a la victoria de Hamas en el Concejo Legislativo de la Autoridad Palestina (enero del 2006), la administración americana se involucró menos con la reforma en el mundo árabe, y el interés en la idea de diálogo también declinó. No obstante, el interés en esta idea ha aumentado recientemente de nuevo en los Estados Unidos, especialmente en los círculos democráticos, presumiblemente debido a las próximas elecciones presidenciales.

A pesar de las declaraciones de junio del 2005 de la Secretaria de Estado americana Condoleezza Rice de que la administración americana «no celebraría un diálogo con la Hermandad Musulmana», [10] antiguos funcionarios americanos confirmaron que hubieron contactos con miembros del parlamento de la Hermandad Musulmana, pero no como representantes de su movimiento, lo cual es ilegal en Egipto. El portavoz del Departamento de Estado Sean McCormack explicó que «los contactos están siendo celebrados con miembros del parlamento de la Hermandad Musulmana, no como representantes de la Hermandad, sino porque existen contactos con todos los miembros del parlamento [egipcio]». [11]

La Hermandad Musulmana, por su parte, no acepta esta distinción. El antiguo funcionario de la Hermandad Musulmana Issam Al-Aryan dijo recientemente, refiriéndose a las reuniones con la comisión del Congreso americano: «Los miembros de la Hermandad Musulmana no se reunieron con la delegación [americana] como independientes, sino como miembros de la Hermandad Musulmana, y ellos tienen el derecho de reunirse con cualquier miembro del parlamento [exterior] donde sea». [12]

Debe hacerse notar que no está claro cuales movimientos están bajo la definición de «movimientos islámicos moderados», y si estos incluyen a las organizaciones terroristas como Hamas y el Hizbullah, ya que los Estados Unidos y los europeos están llamando en estas organizaciones a que abandonen el camino de la violencia y se desarmen, mientras al mismo tiempo los medios de comunicación están dando a conocer información contradictoria respecto a los contactos con estos movimientos.

Reacciones mixtas por los movimientos islámicos al dialogo con Occidente

Las reacciones de las organizaciones del Islam político en los países árabes a la iniciativa americana-europea para el diálogo han sido mixtas.

La Hermandad Musulmana en Siria dio una abierta bienvenida a la iniciativa. El Superintendente General delegado de la Hermandad Musulmana en Siria Muhammad Farouq Taifour lo llamó «un movimiento positivo que refleja el cambio genuino en la política americana. No tenemos ninguna objeción en dialogar con los Estados Unidos…. No tenemos ninguna condición para este diálogo, excepto que debe respetar la soberanía de nuestra patria y la libertad de nuestro pueblo, y no interferir en nuestros asuntos religiosos, culturales, y sociales».

Según Taifour, la Hermandad Musulmana tiene un interés en conducir un diálogo con Occidente: «Un diálogo directo con Occidente removerá muchas de las dudas creadas por los regímenes tiránicos y sus aparatos de [seguridad] represivos respecto a los movimientos islamistas y particularmente respecto a los moderados. Así, por ejemplo, los aparatos de represión en nuestro país, Siria, proporcionaron a los aparatos occidentales con los expedientes de miles de miembros de la oposición siria que residen fuera de Siria que [según se alega] tienen conexiones con la organización Al-Qaeda. [Esto fue hecho] como para permitirle a los aparatos de seguridad occidentales acusar y perseguir a éstos miembros de la oposición… El diálogo directo entre los movimientos islamistas y Occidente pondrá fin al cuadro espantoso de los movimientos islamistas que es representado por los regímenes tiránicos cuando hablan de la posibilidad de los movimientos islamistas que participan en las elecciones democráticas futuras en sus países». [13]

El liderazgo de la Hermandad Musulmana en Egipto, que previamente se había opuesto fuertemente al diálogo con Occidente, está ahora presentando puntos de vista mixtos sobre el problema. El líder de la Hermandad Musulmana Jeque Muhammad Mahdi Akef expresó reservas respecto al diálogo, que podría traducirse como sedición contra el gobierno egipcio. Él le dijo al semanario egipcio Al-Ahram Al-Arabi en abril del 2005: «Nosotros no nos oponemos el principio de diálogo con miembros de los medios de comunicación o grupos de la sociedad civil. Pero respecto al diálogo con los gobiernos, y particularmente con los gobiernos americanos y la U.E., cualquier diálogo con ellos será vía el Ministerio del Exterior de Egipto». [14] En una entrevista con www.islamonline.net, Akef explicó su posición: «Yo no puedo conducir un diálogo con ellos a menos que llegue a ser parte del régimen [egipcio] – entonces, naturalmente, conduciré un diálogo con ellos. Existen aquéllos que están diciendo ahora que la Hermandad Musulmana confía en el régimen americano, y yo no estoy interesado en esto». [15] Akef reiteró esta postura seguido al éxito de la Hermandad Musulmana en las elecciones parlamentarias egipcias. [16]

A pesar de la determinada postura de Akef, miembros del movimiento han estado últimamente tomando un tono diferente sobre el tema del diálogo con Occidente. El antiguo líder de la Hermandad Musulmana Dr. Issam Al-Aryan, considerado de pertenecer a la facción moderada dentro del movimiento, dijo: «Nosotros le damos la bienvenida a [la idea del] diálogo con Occidente. Sin embargo, el diálogo debe ser abierto, y debe tener una agenda clara y definida. Debe ser conducido con conocimiento del gobierno egipcio, que puede participar en este, si lo desea». Al-Aryan dijo luego: «Creemos en la importancia del diálogo, ya que es un valor humano que el propio Corán llama a reforzar». [17]

Según Al-Aryan, las recientes reuniones entre los miembros de la Hermandad Musulmana y antiguos funcionarios americanos «fueron celebradas como parte de una política general formulada por la Hermandad con el objetivo de cooperar con las organizaciones populares sobre la base del diálogo, comprensión mutua, y [mutua] presentación de posturas. Sobre esta base, la Hermandad Musulmana puede presentar sus puntos de vista, explicar sus posiciones, y urgir a los partidos parlamentarios en varios países a actuar respecto a los asuntos [relacionados al] problema palestino y la ocupación americana en Irak». [18]

El jefe del bloque de la Hermandad Musulmana en el parlamento egipcio, Dr. Muhammad Sa’d Al-Katatni – quién, junto a otros MPs egipcios, se reunieron con antiguos funcionarios americanos Hoyer y Price – dijo que «la Hermandad Musulmana tiene serias reservas sobre el [conducir] un diálogo con los americanos e incluso se opuso a este». [19] Sin embargo, durante una reciente visita a la Universidad de Georgetown, declaró de que había una necesidad de acordar un diálogo con Occidente. [20] En un artículo sobre la Hermandad Musulmana el portal inglés www.ikhwanweb.com, titulado «El Diálogo entre los Islamistas y Occidente es Imperativo», escribió: «Uno tiene que formular la pregunta más crucial, [a saber] podría haber un diálogo constructivo entre [los] islamistas, los Estados Unidos y la Unión Europea? Si es así, cómo?…

«La respuesta a la primera… pregunta tiene que ser sí. No existe realmente ninguna otra alternativa para Occidente o los islamistas sino comprometerse en un diálogo constructivo [para] alcanzar una razón común basada en la comprensión mutua y la apreciación de la diversidad. Para que tal diálogo sea fructífero, la franqueza y la sinceridad en ambos lados son una necesidad.

«Los islamistas necesitan revisar sus puntos de vista sobre Occidente. Ellos tienen que… comprender que diferentes puntos de vista pueden estar presentes en una sola sociedad occidental. Los islamistas tienen que comprender que Occidente no es fundamentalmente anti-islámico, y que algunos movimientos pro-democráticos en Occidente están de hecho deseosos a comprometerse en un diálogo y mantener relaciones con islamistas moderados, y [que] acepten el hecho que los islamistas y los movimientos islámicos son en general la reflexión de la verdadera voluntad del pueblo…

«Deberíamos trabajar juntos de una manera civilizada para alcanzar cimientos comunes en nuestras diferencias sin acudir a la fuerza arrogante o a la violencia odiosa. Por consiguiente, los gobiernos occidentales necesitan responder a una cuestión decisiva: ¿Qué esperan ellos realmente de los islamistas? [En base a] qué fórmula admitirá Occidente a los islamistas como socios? Occidente necesita [formular] un equipo claro de condiciones [bajo] el cual tenga la voluntad de tratar con los islamistas en lugar de entregarles una lista interminable de demandas.

«Occidente necesita también comprender que, tarde o temprano, la voluntad del pueblo será la victoriosa, tal como lo fue en varias partes del mundo, y [que los] islamistas llegarán eventualmente al poder; aun así podrían llegar al poder en condiciones totalmente diferentes. Si Occidente continúa apoyando los regímenes antidemocráticos y autoritarios, [para] excluir a [los] islamistas del proceso político, [y] despojarlos más en su habilidad de gobernar democráticamente, creará unas relaciones enfermas y hostiles entre los países occidentales y los musulmanes en donde los islamistas asumen un poder parcial o total. El escepticismo mutuo se convertirá en desconfianza, y el mundo testimoniará otra fase de inestabilidad que amenaza un inminente enfrentamiento de civilizaciones.

«Por otro lado, si los islamistas llegan al poder en un contexto dónde existe un entendimiento mutuo entre ellos y los occidentales, habría una posibilidad mayor de construir relaciones fuertes que [preserven] los intereses de ambos bandos.

«Para concluir, decimos que no estamos satisfechos con el status quo en las relaciones entre los islamistas y los occidentales, [que] fuertemente creemos que un diálogo constructivo está dentro de nuestro alcance, y [que] deberíamos nutrir estas relaciones por la causa de la humanidad [para] crear un mejor futuro para nuestros hijos y [para las] generaciones futuras por venir». [21]

El movimiento Hamas, que está en la lista de organizaciones terroristas de los Estados Unidos expresó igualmente su voluntad de conducir un diálogo con Occidente. El portavoz de Hamas Mushir Al-Masri dijo que su movimiento tenía la voluntad de conducir un diálogo con cualquier elemento internacional, incluyendo a los Estados Unidos y G. Bretaña. Según él, su movimiento da la bienvenida a cualquier diálogo – excepto con el enemigo sionista – si el asunto reúne las aspiraciones e intereses del pueblo palestino. [22]

En una entrevista el 25 de mayo del 2005, el jefe de la oficina política del Hamas Khaled Mash’al le dijo al programa Sin Fronteras en Al-Jazeera Tv que su movimiento tenía interés en el diálogo: «Hamas está interesado en presentar su postura, porque queremos que la gente escuche hablar de nosotros de nosotros [mismos], no [de cualquier otra persona], para que [nuestros] puntos de vista estén claros».

Mash’al denotó que Hamas había durante años conducido un diálogo con antiguos funcionarios europeos. Según él, «el diálogo con los europeos era oficial, y comenzó hace años, antes de que el nombre [de Hamas] estuviese en la lista terrorista… [Incluso] después que la U. E. colocara a Hamas en la lista de organizaciones terroristas, muchos países europeos condujeron diálogos [con este]… Los diálogos oficiales todavía continúan en este preciso momento con diplomáticos de varios países en Europa – no sólo con un país». Según Mash’al, la razón principal del por qué los europeos están conduciendo un diálogo con los grupos islamistas es «para que el mundo vea que las opciones de seguridad del ejército sionista en superar la resistencia han fracasado, en lugar de haber tenido éxito, en acabar con los movimientos de resistencia, primero y principal el movimiento Hamas. Cada asedio, presión, y persecución de los americanos hacia las fuentes de financiamiento del [Hamas], e incluso las actividades del [movimiento] de caridad que le sirve al pueblo palestino, también han fracasado. Ellos descubrieron… que existe una necesidad de pensar de otra alternativa – la cual es enfrentarse a los hechos en el terreno… Cuando uno es fuerte en el campo, los otros deben prestarle atención a uno. Por consiguiente, éste es el camino verdadero, no el camino en el cual uno disminuye su propio valor, pide por favores, y renuncia a sus principios y a los derechos del pueblo palestino para agradar a otros». Mash’al negó, sin embargo, que cualquier diálogo estaba siendo conducido con los americanos. [23]

Debate en los círculos reformistas sobre la iniciativa de diálogo

Defensores y promotores de la iniciativa de diálogo: Los movimientos del Islam político deberían ser incluidos en el proceso democrático

La iniciativa del diálogo fue aceptada e inclusive promovida por algunos reformistas árabes, que denunciaron que estos movimientos islamistas habían de hecho adoptado una ideología pragmática, y por consiguiente deberían incorporarse al proceso político.

El promotor principal de la iniciativa para el diálogo con los movimientos islamistas – incluyendo a Hamas y al Hizbullah – fue el prominente reformista egipcio Dr. Sa’d Al-Din Ibrahim, jefe del Centro Ibn Khaldoun en el Cairo.

En un artículo el 21 de mayo del 2005 publicado en El Times de Nueva York, Ibrahim explicó que el mundo árabe estaba dando testimonio del surgimiento de movimientos islamistas democráticos, y que si estos movimientos expresaban el compromiso a los principios de la democracia, deberían ser incluidos en el proceso político en el mundo árabe:

«Basado en 30 años de investigación empírica sobre estos partidos – incluyendo mis observaciones a compañeros presos durante los 14 meses que pase en una prisión egipcia – puedo testificar una evolución significativa en el Islam político. De hecho, creo que podemos estar dando testimonio al surgimiento de partidos musulmanes que son verdaderamente democráticos, semejantes a los demócratas cristianos en Europa occidental después de la Segunda Guerra Mundial…»

«Claramente, en base a principios y pragmatismo, los occidentales no deberían desanimarse en pensar otorgarles un rol a los partidos religiosos en las estructuras políticas emergentes del mundo árabe. Por una razón, como ciudadanos, los islamistas están titulados a los mismos derechos básicos que otros. Sería por consiguiente hipócrita llamar a la democracia en estos países y al mismo tiempo negar cualquier grupo que quiere competir pacíficamente por un cargo oficial.

Segundo, los islamistas tienden a ser bien organizados y populares. Sí, algunos de estos movimientos han formado ramas armadas, ostensiblemente para resistir a la ocupación extranjera (Hizbullah en el Líbano, el Jihad Islámico en Palestina) o en respuesta a los regímenes autoritarios. Pero en todos los casos, un centro islamista moderado y menos violento existe. Excluyendo a estos partidos religiosos de la corriente principales política propone un riesgo de darle la mano derecha a sus facciones armadas, a expensas de sus centros más moderados…»

«Por supuesto, esto no es para decir que deberíamos esperar que el Hizbullah o Hamas se conviertan en partidos democráticos al estilo occidental de la noche a la mañana. Mientras que países que se abren a si mismos a la democracia deben trabajar para traer a los islamistas al sistema, ellos no deberían – y Occidente no debería presionarlos para – permitirle a estos grupos a que entren en el [sistema democrático] si son renuentes a regirse por ciertas reglas [básicas]». [24]

En una entrevista, Ibrahim le dijo al portal alemán www.qantara.de que la iniciativa para el diálogo con los movimientos islamistas fue «positiva», y agregó: «Llamo en todos los interesados en la democracia a conducir un diálogo con los movimientos islamistas… Estos movimientos islamistas son un hecho que no puede ser ignorado. Sería hipócrita exigir democracia pero impedirles a miembros de estos movimientos de tomar parte plena en esta. Ellos son ciudadanos. Y es digno que se les de todos los derechos civiles que a otros se le da. Es más, movimientos como Hamas, Hizbullah, y la Hermandad Musulmana han logrado legitimidad popular, ya que estos le han servido al [pueblo] y han expresado posturas políticas que son ampliamente apoyadas». [25]

Amr Hamzawy, Doctor en Ciencias Políticas y antiguo investigador en la Dotación Carnegie para la Paz Internacional, denunció, en declaraciones similares a aquéllas del Dr. Sa’d Al-Din Ibrahim, que elementos reformistas tuvieron un efecto marginal en los países árabes, y que por consiguiente, para promover la democracia, Occidente no tuvo otra alternativa que cooperar con los movimientos islamistas moderados que son altamente populares en la calle árabe. En un artículo en el diario libanés en idioma inglés Daily Star, él escribió:

«Las políticas de promoción de la democracia occidental y los programas de los últimos años han visto a los liberales árabes como socios estratégicos, anticipando que podrán disputar gradualmente la dominación de regímenes autoritarios y forzar concesiones democráticas…

«El dilema de los árabes liberales, sin embargo, es su marginalidad en casa. Contrario a su estatus de celebridad en Occidente, en el ‘mundo real’ de los actores liberales árabes permanecen incapaces de alcanzar los distritos electorales grandes en sus sociedades o de influir substancialmente en los desarrollos políticos. Por eso, enfrentados con las elites gobernantes principalmente interesadas en preservar su poder y debilitar a los actores liberales de oposición, los estados americanos y europeos no tienen ninguna otra alternativa sino el tratar de colaborar con otras fuerzas en la escena política árabe si son serios en promover la democracia en la región.

«Los movimientos islamistas no violentos tales como las ramas egipcias y jordanas de la Hermandad Musulmana y el Partido de Desarrollo y Justicia marroquí están bien arraigados en el tejido social y cultural de los países árabes, y poseen por consiguiente un gran potencial para forjar amplias alianzas para la transformación política. Por otro lado, recientes cambios en los movimientos políticos islamistas árabes han hecho más fácil para los países occidentales comprometer a algunos de ellos. A lo largo de la última década, la corriente principal de movimientos islamistas se ha estado acercando a más pragmatismo, basado en el priorizar de las reformas democráticas graduales como la manera de adelantarse a su integración política y como la única estrategia viable para desafiar el persistente autoritarismo en el mundo árabe…

«Las plataformas de oposición democráticas son mucho más eficaces con la participación islamista que sin esta. Los Estados Unidos y Europa deberían avanzar en la misma dirección de la de los comprometidos islamistas moderados. La causa de la transformación política en la región es mejor servida dejando participar a movimientos islamistas y a sus distritos electorales populares». [26]

En una conferencia de junio del 2006 de la Dotación Carnegie para la Paz Internacional, Radhwan Al-Masmoudi, director del Centro para el Estudio del Islam y la Democracia, dijo que los regímenes que actualmente gobiernan en el Medio Oriente son insostenibles, y que los partidos islamistas se volverán altamente importantes. Así, él dijo, es crucial para los de fuera apoyar las aspiraciones democráticas de la gente y construir las relaciones con los partidos islámicos. Al-Masmoudi agregó que es imposible separar totalmente la religión de la política, y que el sistema democrático en el Medio Oriente reflejará necesariamente el carácter islámico de su sociedad.

Hoy día, dijo, los islamistas son los grupos principales de oposición, y sus consignas resuenan con las mismas masas que abrumadoramente apoyan la democracia, especialmente la juventud. El impedimento principal para la reforma son los regímenes cuya represión y fracaso en proveer a sus poblaciones conllevan a una mezcla extremadamente peligrosa de ira, falta de educación, y grandes números de jóvenes desempleados.

Mientras Masmoudi declaró que los islamistas son más moderados cuando están en el poder, también reconoció que deben tomarse precauciones contra la monopolización de la religión para propósitos políticos. [27]

En un artículo en el Washington Post titulado «Apoyen la Libertad en el Mundo Árabe», Al-Masmoudi y Hamzawy escribieron: «La participación democrática es el único camino para combatir el extremismo y presionar a todos los grupos, incluyendo a los islamistas, para moderar su postura en aumentar al máximo su parte en el voto. Los Estados Unidos deberían continuar presionando para poner fin a la represión de los regímenes gobernantes de grupos islamistas y liberales de mente democrática, y deberían distanciarse enfáticamente de tal represión y condenarlo en las condiciones más fuertes posibles siempre y dondequiera que ocurra. Estamos seguros que si los ciudadanos árabes pueden escoger, escogerán la democracia, la libertad, la paz y el progreso. [28]

Algunos reformistas caracterizaron a la Hermandad Musulmana en Egipto como uno de los movimientos islamistas moderados con el cual el diálogo debería celebrarse. Por ejemplo, el Dr. Shaker Al-Nabulsi, un reformista jordano que vive en los Estados Unidos, denuncio que la Hermandad Musulmana había sufrido un cambio esencial en su ideología, y que hoy día había una nueva corriente política llamada Neo Hermandad, que estaba liderada por miembros de la nueva generación en el movimiento, tales como Issam Al-Aryan, Muhammad Al-Sayyid Habib, y Abd Al-Mun’im Abd Al-Futuh.

En un artículo en el diario de Qatar Al-Raya, Al-Nabulsi escribió: «Si supervisamos los pasos políticos pragmáticos de los movimientos de la Hermandad Musulmana en meses recientes, que finalmente llevaron a la aparición de una nueva corriente política dentro de este movimiento que nosotros llamamos los Neo Bros, descubriremos que esta corriente ha llevado a cabo una ‘revolución blanca’ en el discurso político de la Hermandad… El movimiento de la Hermandad Musulmana ya no es considerado un movimiento religioso; más bien, se ha vuelto estrictamente político… ha adoptado totalmente las ideas políticas occidentales como la democracia, las elecciones, las libertades políticas, la lucha por el cambio constitucional, el establecimiento de una sociedad civil, el establecimiento de un estado civil y no religioso, y así sucesivamente». [29]

Oponentes de la iniciativa: Ningún cambio ideológico en los movimientos islámicos – así que no habrá diálogo con ellos

Otros reformistas árabes fueron severamente críticos de la iniciativa del diálogo y de la inclusión de ciertos movimientos del Islam político bajo el título «moderados». Ellos clamaron que estos movimientos no habían cambiado su ideología extremista y no creyeron en los valores de la democracia y los derechos humanos. Algunos concedieron que ciertos movimientos del Islam político han comenzado a desplegar últimamente posturas más «pragmáticas», pero argumentaron que este pragmatismo era pura comedia motivado a consideraciones políticas, y no reflejaba una transformación verdadera. También fue argumentado que el diálogo con los movimientos islamistas no aliviaría su hostilidad hacia Occidente, el cual es una parte esencial de su ideología. Lo siguiente es algunos de los argumentos.

Los movimientos del Islam político no son moderados

El Dr. Shamlan Yousef Al-‘Issa, conferencista en ciencias políticas en la Universidad de Kuwait, denunció que la definición de un grupo de islamistas moderado era confusa, y que movimientos como los de la Hermandad Musulmana no fueron moderados en lo absoluto. En un artículo en el diario kuwaití Al-Siyassa, escribió: «Los europeos y los americanos reiteran que conducirán un diálogo con los grupos islamistas moderados. Y en este contexto, nos preguntamos: ¿Existe algún grupo islamista moderado? ¿Quién los representa? Cual es el convenido en la definición de ‘moderación?’ Por ejemplo, en el movimiento de la Hermandad Musulmana – qué es la organización islamista más extendida, adinerada, e influyente en la patria árabe – existen diferentes puntos de vista. La Hermandad Musulmana en Egipto reconoce otorgarle derechos políticos a las mujeres, mientras la Hermandad Musulmana en Kuwait, influenciada por su región desértica y convenciones tribales, prohíbe esto…

«Asumamos que existe un Islam moderado. ¿Abandonarán [los creyentes] sus arrogantes puntos de vista hacia Occidente – viendo cómo los islamistas dividen el mundo en Dar Al-Harb y Dar Al-Salam y no prefieren la lealtad al país por encima de la lealtad de la religión cuándo los dos se enfrenten? Dar Al-Harb se refiere a los países no-musulmanes y pueblos, cuyas tierras son consideradas a ser arrebatadas. ¿Cómo es posible dirigir contactos con partidos que no tienen una amplia percepción humanista? ¿Están ellos dispuestos a abandonar su estrecho punto de vista partidista, que incluye ideas extremistas? ¿Están ellos dispuestos a respetar al otro ideológica, religiosa, y existencialmente, y considerar al otro como su igual a ellos mismos? [30]

Una crítica similar vino de la autora egipcia y activista de derechos humanos Farida Al-Naqqash. En el programa de Al-Jazeera Tv Diálogo Abierto, dijo: «… No pienso que existen islamistas moderados… Existen islamistas que creen que ellos solos son los seguidores absolutos de la verdad, y que tienen un derecho absoluto para gobernar por sobre las sociedades árabes e islámicas, aunque esto suceda en grados diferentes. La fuente de esta percepción es [la creencia] de que hablan en el nombre de Alá. Cuando un grupo político les habla en el nombre de Alá, uno debe estar callado, porque este siempre tiene razón. Sólo este movimiento son los seguidores de la verdad, y ustedes deben obedecerle.

«Podemos examinar las posturas del Islam político en la patria árabe respecto a los temas principales en la agenda, tales como la democracia y la liberación de las mujeres. El tema de la liberación de las mujeres en particular un problema altamente complejo para el Islam político… En Kuwait, la Hermandad Musulmana se opone a otorgar derechos políticos a las mujeres… y sólo fue recientemente que el gobierno pudo darles el derecho de participar en las elecciones municipales. Nosotros encontramos lo mismo en Arabia Saudita, dónde a las mujeres se les prohíbe participar en las elecciones municipales en nombre del Islam…

«O[tro] tema importante es la renovación del discurso religioso. Los intelectuales que hablaron sobre esto se han distanciado o han sido asesinados siguiendo a fatwas [emitidos] por personas llamadas ‘moderados’. [Por ejemplo] el Jeque Muhammad Al-Ghazali, quién es considerado por la Hermandad Musulmana de ser el imam de los moderados en Egipto, emitió un fatwa que llama a asesinar al intelectual islámico Faraj Fouda [sólo] porque dijo una simple verdad… a saber que el período de los Cuatro Califas Virtuosos no fue una edad dorada…» [31]

El intelectual Makram Muhammad Ahmad también escribió, en el semanario egipcio Roz Al-Yousef, que la Hermandad Musulmana no había cambiado su ideología y no había abandonado la violencia: «El movimiento de la Hermandad Musulmana está exigiendo ahora que ha abandonado la violencia y ha comenzado a representar la corriente de moderación. Pero nadie puede creer esto, porque el movimiento quiere ser ambos un partido y un movimiento – un partido que representa el aspecto político y un movimiento religioso que tiene una organización secreta dentro de ella. Puede haber una táctica más despreciable que esta?… Muchos grupos en la sociedad [egipcia] no creen que este grupo ha abandonado la violencia y ha empezado a aceptar el pluralismo multipartidario como base para una sociedad democrática, en el esquema de un cambio global en su punto de vista político. El movimiento todavía se niega a condenar su historia bañada en sangre llena de crímenes de violencia, y se niega a disculparse por ellos…» [32]

La relación marital de los movimientos islámicos a los valores democráticos es mera cómica – en un intento por ganar poder

Abd Al-Rahman Al-Rashed, director general de Al-Arabiyya Tv y ex editor del diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, quién es uno de los reformistas principales en el mundo árabe, expreso preocupación de que, después de llegar al poder por medios democráticos, los movimientos islamistas intentarían retener su poder por medios antidemocráticos. En un artículo titulado «Es la Democracia También un Derecho de los Islamistas?» escribió: «El problema no es darle poder a los islamistas – el problema es que [después], será imposible sacárselo de las manos por medios democráticos… Hoy día, cuando están en la oposición, llaman al principio de cambio del régimen, se quejan de cómo están distanciados [del juego político], basan su demanda en celebrar elecciones sobre [argumentos] religiosos, y exigen iguales derechos políticos. Todas estas llamadas los hace el partido más democrático del mundo – mientras su ideología [realmente] se opone a esto. Un estado [apropiado], a su criterio, es uno en el que se queda en el poder por 30 años y en el que persigue a sus rivales [políticos] acusándolos de incredulidad y por medio de [varias] prohibiciones. Observen el [ejemplo de] Irán. Cuando los gobernantes [islamistas] estaban en la oposición, se quejaban de haber sido distanciados [de la política] y sobre la falta de democracia. Después de que se convirtieron en gobernantes, su democracia se volvió una democracia ateniense que cree en el cambio del régimen [sólo] dentro de un grupo limitado que disfruta los privilegios [del poder]…

«Quizás la Secretaria [Condoleezza Rice] no sabe que los países árabes más democráticos son donde los derechos [humanos] fundamentales han sido expropiados por los parlamentos. Han censurado muchos libros y cancelado muchas festividades artísticas. Es decir, aquéllos elegidos por el pueblo están por encima de la constitución, y la han cambiado en el nombre de la mayoría. Esto es dictadura de la mayoría…

«El problema no es que Muhammad Mamoun Al-Hudhaibi [líder de la Hermandad Musulmana quien murió en enero del 2004] será el presidente de Egipto, que Muhammad Sayyid Habib [el actual líder diputado de la Hermandad Musulmana] será el ministro del interior, o que Muhammad Moursi [otro miembro de la Hermandad Musulmana] será ministro del exterior en un gobierno futuro de la Hermandad Musulmana. Éste es su derecho, si ganan las elecciones, y en esto no existe ningún desacuerdo. El temor es a los cambios esenciales en la esfera de los derechos humanos fundamentales, y de las leyes que sus representantes – los representantes de la mayoría – legislarán. Ellos tienen el derecho de estar en el poder, pero ellos deben primero respetar las leyes que los trajeron hasta aquí». [33]

En una crítica de abril del 2006 a la Hermandad Musulmana, el Dr. Sayyed Al-Qimni dijo que las moderadas declaraciones hechas por la Hermandad son motivadas políticamente y no indican un cambio verdadero en las posturas del movimiento: «Cuándo dejó de acusar la Hermandad Musulmana a la sociedad civil de herejía? ¿Cuándo dejó de perseguir a los partidarios de la sociedad civil con acusaciones de traición contra la patria y con rumores asesinos? Todo esto, mientras la propia Hermandad Musulmana misma no reconoce a la patria y la bandera nacional…

«¿Cuándo han reconocido ellos alguna vez que un musulmán tiene una patria? ¿Y cuándo han reconocido ellos alguna vez la bandera o los símbolos nacionales? No pertenecen ellos a la nación de ‘No Existe Ningún Dios sino Alá’, que no reconoce la bandera o los símbolos nacionales, siempre que su líder espiritual ha declarado?… Cómo pueden ellos hablar de la constitución y de la necesidad de cambiar su contenido cuándo siempre se han negado a reconocer la constitución, exigiendo que es una innovación secular?…

«La Hermandad Musulmana nunca ha hablado… ningún idioma otro que el idioma de castigos coránicos y de la rígida, cruel violencia islámica salafi. Ellos siempre se han opuesto al Islam que es misericordioso, pacífico y hermoso, ya que, en su opinión, no es Islam – el único [verdadero] Islam y la única verdad son aquéllas de la Hermandad Musulmana…

«Así que cuál es esta nueva transformación que [el fundador de la Hermandad Musulmana] Hassan Al-Bana, y [el líder prominente intelectual del movimiento] Sayyed Qutb nunca hubieran considerado o aceptado si todavía estuvieran vivos?… Están las nuevas circunstancias internacionales tomando parte en esta transformación? ¿Fue esto causado por la existencia de ciertas fuerzas en la región que se han aliado con el liderazgo americano, y por la presión [americana] de establecer gobiernos democráticos en el mundo islámico?

«No comprenden ustedes que la Hermandad Musulmana está renunciando a todo lo que ha dicho en el siglo anterior y en este siglo, y está [adoptándose a] la estructura política exigida por los Estados Unidos, que [ellos se refieren como] el Gran Demonio Tirano? ¿Qué le pasó al Islam que solían presentar, y cual fue su razón para fundar el movimiento? Señores, [la Hermandad Musulmana no está interesada] en el Islam, sino en obtener poder, y este es el por qué han cambiado [algunas de sus declaraciones]…

«[Según el antiguo líder de la Hermandad Musulmana Issam Al-Aryan], ‘la Hermandad Musulmana ha declarado que antes de que la constitución sea enmendada, deben concederse libertades, para que tengamos un Concejo del Pueblo genuino que exprese la voluntad del pueblo y sea elegido en elecciones libres y justas’. [Pero] como otros [miembros] de la Hermandad Musulmana, Al-Aryan sólo está interesado en las elecciones, y no en los principios y valores en las cuales están basadas, [ya que estos principios y valores] no son reconocidos por la Hermandad Musulmana. ¿Por ejemplo, reconoce Al-Aryan el derecho de un musulmán para convertirse a otra fe? Ésa es una pregunta simple y sincera en cada país del mundo, pero en nuestro [país] meramente [hacer surgir] el asunto es un crimen…»

«La Hermandad Musulmana debe escoger: Puede unirse al proceso democrático – un proceso totalmente civil que no tiene nada que ver con el Islam o con cualquier otra religión, y el cual no involucra ningún [concepto] sagrado sino sólo a los seres humanos que, siendo humanos, pueden estar en lo correcto o equivocados – o pueden escoger seguir siendo la Hermandad Musulmana, y [abstenerse de] hablarnos en un idioma [ajeno] que ellos mismos ha rechazado a lo largo de su larga historia…» [34]

En un artículo en el semanario egipcio Roz Al-Yousuf, el intelectual Abd Al-Fattah Asaker declaró que la Hermandad Musulmana reconoció el juego democrático sólo para que pudiera lograr el poder – y que después de que lo haya hecho, abolirá todas lo obtenido democráticamente que se haya hecho en Egipto: «Si la Hermandad Musulmana tiene éxito en lograr el poder, habrá destrucción y ruina en todo Egipto. Todo intelectual será asesinado o se le obligará a huir al extranjero del infierno de la Hermandad Musulmana. No ha pasado mucho tiempo desde el asesinato del presidente [Anwar] Al-Sadat. Él los sacó de las prisiones y les abrió la puerta a la libertad y a la democracia – y [a cambio] tramaron contra él y lo asesinaron. A cualquiera que clame que los asesinos de Al-Sadat eran [de] otro grupo, nosotros le decimos que es una mentira. Todos los grupos – cualquiera que sea su nombre – son satélites de la Hermandad Musulmana…

«En uno de sus artículos, Hassan Al-Bana dijo, ‘El Islam no reconoce la existencia de partidos – refiriéndose a que se oponen a los partidos políticos. Los usan como un medio para realizar sus metas, y cuando llegan al poder, disolverán los partidos y abolirán todos los logros democráticos. Nuestras vidas se volverán entonces un infierno insufrible hasta que nos eliminen a todos». [35]

Los movimientos islámicos permanecerán hostiles a Occidente porque esto es parte de su ideología extremista

Entre aquéllos opuestos a dialogar estaban algunos que argumentaron que los movimientos islámicos continuarían su hostilidad hacia los Estados Unidos incluso después de conducir un diálogo con ellos. Abdallah bin Bajjad Al-Uteibi, investigador saudita que se especializa en los movimientos islámicos, escribió en el diario saudita Al-Riad: «América y Occidente están equivocados en pensar que ganarán su juego con la carta del Islam político, porque éste es un juego peligroso. Según todos los precedentes a nivel árabe e internacional, el resultado será al detrimento del que intenta jugar [esta carta]. Los afganos árabes que fueron creados en Afganistán por la coalición árabe-americano-islámica se voltearon para atacar a los Estados Unidos y a Occidente en Nueva York, Washington y Madrid. Igualmente, regresaron a sus países [de origen] para llenarlos de fuego y destrucción. [La experiencia del Presidente egipcio Anwar] Al-Sadat con los grupos islámicos lo llevó a su muerte; [la experiencia del ex primer ministro argelino] Al-Shadhili bin Jadid llevó a Argelia a una guerra civil que lo consumió todo. ¿Qué le hace entonces a Occidente pensar que esta vez [la experiencia] será mejor?

«En el pasado, América dirigió contactos con los islamistas, justificando esto [con argumentos conectados a] sus intereses y puntos de vista [políticos]. Pero los islamistas nunca, ni siquiera durante un solo día, reconocieron la reconciliación con América, y su discurso ideológico y político estaba basado, en gran parte, en la guerra con Occidente y todo lo conectado a esta…» [36]

En un artículo titulado «Ayúdenme Para Que Pueda Ser Su Enemigo», el popular dramaturgo egipcio y satírico Ali Salem escribió en el diario de Qatar Al-Raya: «Un centro para la investigación en los asuntos del Medio Oriente entregó un documento a la administración americana que recomendó celebrar contactos con Al-Gama’a Al-Islamiyya en Egipto para asegurar su amistad en caso de que llegara al poder… El razonamiento de este documento de investigación es: ‘Si nosotros los ayudamos ahora, tendremos su amistad después’.

«Este razonamiento tiene sentido, pero desatiende [el hecho que] un extremista piensa y actúa diferentemente que gente común. Académicos y científicos políticos encuentran difícil pensar de manera que contradiga la lógica simple. Sólo psicólogos y funcionarios de investigación criminal pueden entender el principio de ‘tengan cuidado con la maldad de aquéllos a quienes ustedes le han hecho bien…’

«América ayudó al [presidente egipcio Gamal] Abd Al-Nasser a liberarse de los ejércitos de ocupación [británicos, franceses e israelíes] [en 1956], y luego el presidente americano y todos los subsecuentes presidentes se sentaron y esperaron en la Oficina Oval de la Casa Blanca por muestras de amistad de aquéllos a quienes ellos habían ayudado. El reconocimiento de un favor vino pronto – [pero fue] el reconocimiento del favor de los soviéticos, que salvó a Egipto de la triple agresión con el famoso tratado del [primer ministro de la U.R.R.S. Nikolai] Bulganin de que atacaría las capitales de Occidente con bombas atómicas…

«Los miembros de los regímenes revolucionarios son ciertamente extremistas. Los valores de varios extremistas son completamente diferentes de aquéllos al hombre común. Ayúdenlo hoy a obtener el poder, y después de que lo haga, no esperen nada de él sino odio y hostilidad. Esto es por la razón simple de que es un extremista, y su mente trabaja de maneras extremas – no de la manera que el resto del mundo piensa…

«Tenemos mucho para aprender de Occidente y de los centros de investigación, [pero] hay también muchas cosas que los centros de investigación de Occidente deben aprender de nosotros». [37]

Ataques a reformistas árabes que defienden el diálogo

Aquéllos opuestos a la iniciativa del diálogo han criticado a sus defensores entre los reformistas árabes, diciendo que estos reformistas han sido engañados en creer que los movimientos islamistas deben tomar parte en el proceso democrático.

El intelectual reformista egipcio Dr. Sayyed Al-Qimni criticó severamente al Dr. Sa’d Al-Din Ibrahim que llamó para permitir que la Hermandad Musulmana participara en las elecciones. Él escribió en el diario saudita Al-Riad: «[Las declaraciones de Ibrahim] demuestran que el camino al infierno es pavimentado con buenas intenciones, y que algunos de los campeones de la sociedad civil – quien yo admiro como [verdaderos] santos – no son lo creí que eran, lo cual es un golpe doloroso a mi imagen idealizada del secularismo y sus representantes… La llamada de [Ibrahim] a permitir que [la Hermandad Musulmana] tome parte en las elecciones, cuando no han publicado una clara declaración con garantías de que han cambiado [sus posturas] respecto a su historia terrorista, es el camino hacia el desastre…

«El Dr. Sa’d defiende a la Hermandad [Musulmana] con su mente, su espíritu, su corazón, su pluma, y su alma, y exagera y se chorrea tanto que se vuelve más Hermandad Musulmana que la propia Hermandad Musulmana. La Hermandad Musulmana nunca ha renunciado a sus antiguas posturas, y nunca ha publicado una sola [declaración] condenando estas posturas. Ellos ni siquiera han dicho que éstas son posturas antiguas, o posturas sostenidas por algunos [miembros del movimiento], tal como clama Sa’d. [Ellos nunca han dicho esto] porque su ideología es un todo cohesivo, y cualquiera que renuncie parte de esto renuncia a todo…

«Sa’d Al-Din no ha estado escondiendo a un jeque salafi dentro de él durante el último cuarto de siglo. Esta [transformación] ocurrió durante su encarcelamiento opresivo junto a los [miembros] de la Hermandad Musulmana. El régimen egipcio es culpable de convertir a Sa’d en un musulmán salafi. El régimen egipcio le hizo exactamente a Sa’d lo que el líder de la banda de [distribuidores] de droga le hicieron al respetable funcionario del escuadrón de drogas que se resistió a todos los intentos de tentar y sobornarlo y continuó persiguiendo a la banda. El ‘gran jefe’ de la banda no tenía otra opción sino de secuestrarlo, encarcelarlo e inyectarle con drogas todos los días, hasta que el funcionario respetable se convirtiera en un adicto a [la droga] que no fuese [ya más] una amenaza [a la banda]. Sa’d ha sido inyectado con ‘el opio de las masas’. Qué lástima para Sa’d Al-Din. Qué lástima para Egipto». [38]

El investigador egipcio y escritor Kamal Gabriel fue severamente criticó de sus compañeros reformistas árabes, quien, dice, le «solicita» a la Hermandad Musulmana en esperanza de persuadirles a cambiar su discurso. Él dijo que esto no era un acercamiento realista, porque si la Hermandad Musulmana y otros movimientos hicieran tal cambio, perderían su base de poder de entre el público. En respuesta al articulo de Shaker Al-Nabulsi’s, él escribió en el diario de Londres Al-Quds Al-Arabi, en un artículo titulado «La Hermandad Musulmana y la Hermandad Soñadora», que tales reformistas «se están engañando a si mismos con denunciar que su liberalismo le permite a todos tomar parte en el proceso político, cualquiera que sea su ideología». Según él, «ellos están mal interpretando las percepciones del otro – [e.d.,] la Hermandad Musulmana – y son engañados por las tácticas temporales de la Hermandad que están basadas en su principio conocido del taqiya [escondiendo las verdaderas creencias por temor a represalias]. Demanda la lealtad al liberalismo que la Hermandad Musulmana sea integrada a la arena política?»

Gabriel agregó que los árabes liberales «están cortejando a la Hermandad Musulmana para persuadirles a cambiar su discurso en cierto modo que les permitirá que entren en el círculo liberal». Él escribió, «Si el movimiento obedece a estos cambios, no será el mismo grupo con el poder e influencia sobre el público; este se volverá un grupo huérfano e impotente como el nuestro – los neo-liberales. El público reunido alrededor de la Hermandad Musulmana no es una reunión alrededor de los líderes de los movimientos, sino alrededor de [sus ideas]… Que quedará del discurso político de la Hermandad [después de que cambie]? Cambiará luego su nombre de la Hermandad Musulmana a la Hermandad Liberal?… O detendrán mis hermanos, los liberales soñadores, sus intentos imposibles, o perpetrarán su propaganda bajo su nombre verdadero – e.d., predicaran el liberalismo para eliminar al Islam político…» [39]

* Y. Yehoshua es Director de Investigación en MEMRI.


[1] Para algunos artículos sobre el tema publicado en Occidente, véase: J. Stacher y S. Shehata, «Escuchen a la Hermandad Musulmana», El Boston Globe, 25 de marzo del 2007; M. Morrison, «Hablen con la Hermandad», El Interés Nacional, Nov. 29, 2006; J. Traub, «Demócratas Islámicos»? El Times de Nueva York, 29 de abril, 2007.

[2] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 7 de abril, 2007.

[3] Las autoridades egipcias expresaron disgusto sobre estas reuniones. El portavoz de la presidencia egipcia Suleiman Awwad señalo que la decisión de los americanos con «miembros de reunirse con miembros de un grupo ilegal» (e.d. la Hermandad Musulmana) sobre la base de que eran miembros del parlamento egipcio contrastó con la política americana de evitar el contacto con Hamas después de su victoria en las elecciones de la Autoridad Palestina en el 2005. (Al-Masri Al-Yawm, Egipto, 27 de mayo, 2005; www.alarabiya.net, 28 de mayo, 2005).

Los Congresistas americanos, por su parte, el relegaron la importancia a estas reuniones, negando que estas constituyeron el comienzo de un diálogo entre los Estados Unidos y la Hermandad Musulmana, y declarando que se habían reunido con Al-Katatni como miembro del parlamento egipcio, no como representante de su movimiento. El portavoz de Hoyer declaró que Hoyer y su delegación se habían de hecho reunido con los MPs egipcios, incluyendo a Al-Katatni, en la recepción, y que Hoyer había hablado brevemente con Al-Katatni, así como había hablado con muchos otros invitados. Ella enfatizó que fue el portavoz del parlamento egipcio que había seleccionado a los miembros de la comisión parlamentaria egipcia que se reunió con los americanos. (Al-Ahram, Egipto, 10 de abril, 2007).

Al-Katatni dijo, de forma similar, que él no estaba representando a la Hermandad Musulmana en la reunión y no tenía ninguna autorización para hablar por la Hermandad, pero que sólo estaba presente como un MP. Agregó que «la Hermandad Musulmana estaba fuertemente en contra del diálogo con los americanos». Al-Katatni también declaró que el Portavoz del Parlamento egipcio Fathi Srour lo había presentado a la comisión americana con las siguientes palabras: «El Dr. Muhammad Sa’d Al-Katatni es, en la práctica, el jefe del bloque de la Hermandad Musulmana en el parlamento. Sin embargo, los MPs de la Hermandad Musulmana son designados legalmente como [MPs] independientes, ya que [la Hermandad Musulmana] no tiene ningún partido político [oficial]». (www.islamonlin.net, 7 de abril, 2007; www.ikhwanonline.com, 8 de abril, 2007).

Recíprocamente, otro funcionario de la Hermandad Musulmana, Issam Al-Aryan, clamó que los miembros del movimiento no se habían reunido con la delegación americana como MPs independientes sino como miembros de la Hermandad Musulmana, y que esto era de acuerdo con la política de la Hermandad. (Al-Masri Al-Yawm, Egipto, 27 de mayo, 2007).

[4] Para ver el informe del Instituto Rand, véase http://www.rand.org/pubs/monographs/2004/RAND_MG246.pdf.

Véase también R.S. Leiken y S. Brooke, «La Moderada Hermandad Musulmana». Asuntos Exteriores, Marzo/Abril 2007; «Dialogo con el Mundo Islámico», una Publicación Serie de la Oficina Exterior Federal, Alemania, http://www.auswaertiges-amt.de/diplo/de/Infoservice/Broschueren/Islamdialog.pdf.

[5] Véase Hussam Tammam, «Acepta América en Realidad a los Islamistas?» www.islamonline.net, 12 de abril, 2005.

[6] Véase Amr Hamzawy, «Occidente y los Movimientos Islámicos – «Ritmos de Canciones Complicadas» en Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 4 de junio, 2007.

[7] Al-Hayat (Londres), 17 de abril, 2005.

[8] Al-Hayat (Londres), 22 de junio, 2005.

[9] La Hermandad Musulmana obtuvo 88 de los 444 escaños en el parlamento egipcio. Los representantes del movimiento participaron como candidatos independientes, ya que la Hermandad Musulmana no tiene el estatus de partido legal en Egipto que puede presentar oficialmente a candidatos propios.

[10] www.state.gov/secretary/rm/2005/48352.htm.

[11] El Times de Nueva York (Estados Unidos), 29 de abril, 2007. El embajador americano en Egipto explicó, de una manera similar, que las reuniones entre los miembros del Congreso Americano y los MPs egipcios, incluyendo a Al-Katatni, no constituyen interferencia en los asuntos domésticos de Egipto, ya que los Congresantes se habían reunido con Al-Katatni no como miembros de la Hermandad Musulmana sino como un MP egipcio. Él agregó que había necesidad por contactos entre la administración americana y el parlamento egipcio a pesar de la crítica, y que tales contactos son «sólo naturales». Él enfatizó que la administración americana está evitando tener contactos con el movimiento «ilegal» de la Hermandad Musulmana fuera del respeto por la ley egipcia. Al-Misriyoun (Egipto), 23 de mayo, 2007.

[12] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 27 de mayo, 2007.

[13] www.islamonline.net, 3 de mayo, 2005.

[14] Al-Ahram Al-Arabi (Egipto), 30 de abril, 2005.

[15] www.islamonline.net, 17 de abril, 2005.

[16] En una entrevista, Akef le dijo a Al-Sharq Al-Awsat: «Si la administración americana o cualquier gobierno europeo quiere dialogar [con nosotros] – la única forma de localizarnos es a través del ministerio del exterior egipcio (Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 11 de diciembre, 2005).

[17] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 8 de mayo, 2007.

[18] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 27 de mayo, 2007.

[19] www.islamonline.net, 7 de abril, 2007.

[20] Al-Ahram (Egipto), 14 de abril, 2007.

[21] www.ikhwanweb.info, 15 de diciembre, 2006.

[22] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 23 de mayo, 2005.

[23] www.aljazeera.net, 25 de mayo, 2005.

[24] El Times de Nueva York (Estados Unidos), 21 de mayo, 2005.

[25] www.qantara.de, 24 de mayo, 2005. Sin embargo, después de la toma de Gaza por Hamas en junio del 2007, Sa’d Al-Din Ibrahim escribió que aunque había estado «entre los primeros en llamar por la integración de los islamistas en la corriente principal de la vida política árabe», él era ahora severamente crítico de los islamistas que habían llegado recientemente al poder o lo habían compartido. Él dijo que, en luz de la «forma sangrienta brutal» en que Hamas había tomado la Franja de Gaza, era entendible que la gente planteaba preguntas sobre la relación entre el Islam y el terrorismo. Véase MEMRI Despacho Especial No. 1646, «Intelectual Egipcio, Activista de Derechos Civiles Sa’d Al-Din Ibrahim: Yo Apoyé el Derecho de Hamas a Participar en las Elecciones – Pero se Están Comportando de una Manera Brutal», 6 de julio del 2007, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP164607.

[26] The Daily Star (Líbano), 15 de junio, 2005.

[27] http://www.carnegieendowment.org/events/index.cfm?fa=eventDetail&id=900&&prog=zgp&proj=zdrl,zme.

[28] El Washington Post (Estados Unidos), 10 de octubre, 2006.

[29] Al-Raya (Qatar), 14 de junio, 2005.

[30] Al-Siyassa (Kuwait), 26 de abril, 2005.

[31] www.aljazeera.net, 23 de abril, 2005.

[32] Al-Musawar (Egipto), 13 de mayo, 2005.

[33] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 22 de junio, 2005.

[34] www.metransparent.com, 3 de abril, 2006.

[35] Roz Al-Yousef (Egipto), 3 de junio, 2005.

[36] Al-Riad (Arabia Saudita), 2 de mayo, 2005.

[37] Al-Raya (Qatar), 9 de junio, 2005.

[38] www.metransparent.com, 2 de abril, 2007.

[39] www.elaph.com, 15 de junio, 2005.