A finales del mes de agosto el presidente ruso Vladimir Putin, anunció una decisión que pudiera considerarse una de las más audaces desde que comenzó la invasión a Ucrania hace medio año atrás. Mediante un decreto especial, Putin ordenó que a las Fuerzas Armadas rusas se le unieran 137.000 efectivos adicionales de combate y no-combatientes.[1] Por lo tanto, la fuerza general del ejército ruso se incrementó en un 7.2% y las fuerzas en servicio activo fueron incrementadas (casi en su totalidad en divisiones de combate) en un 13.5%.[2]
Esta decisión prueba al menos dos hechos muy bien conocidos. Primeramente, las tropas rusas en Ucrania sufrieron enormes pérdidas y actualmente se ven incapaces de avanzar más sin poseer refuerzos significativos. Segundo, el Kremlin se abstiene de anunciar una movilización a gran escala e introducir una situación de guerra (o ley marcial). Sin embargo, el punto más intrigante es si el plan de Putin se llevará a cabo y – de ser así – el cómo sucederá este plan.
Desde el año 2017, las fuerzas militares rusas estaban formadas y compuestas de manera formal por 1.900.000 mujeres y hombres en servicio, de los cuales solo 1.150.000 pueden ser contados como personal en servicio activo.[3] Si se considera la población total de un país, el ejército ruso parece verse ahora solo como una cuarta parte más pequeña que el soviético. De esta cifra de 1.150.000, alrededor de 400.000 firmaron un contrato por un período de un año o más y por ende, pueden ser considerados miembros de un «ejército profesional»[4] y menos de 300.000 son reclutas que no deberían ser utilizados en la «operación especial» del Kremlin[5]. De esta manera, lo que Putin necesita en estos días es incrementar tanto el número de voluntarios para continuar su guerra como también el número de reclutas necesarios para operar las instalaciones militares, en caso de que se despliegue al «ejército profesional» en Ucrania y continuamente sufren numerosas bajas. Ambas tareas parecieran ser bastante desafiantes, por decir lo menos posible.
Las autoridades intentan «atraer» a nuevos voluntarios
Yo comenzaría con la situación de los reclutas, que pareciera ser la peor de todas. En el año 2008, los líderes rusos decidieron reducir la duración del servicio militar obligatorio para los jóvenes de dos años a solo uno.[6] Se pensó que esto pudiera incrementar el número de personas listas para entrar en servicio, pero yo no diría que este fuese el caso.[7] Mientras que en el reclutamiento de otoño del año 2008, 219.000 personas se inscribieron en las filas del ejército,[8] en el proceso de reclutamiento de primavera del año 2013, esa cifra se redujo a 153.000[9] y en la primavera del 2020 se redujo aún más a 135.000.[10]
El último borrador tuvo lugar desde los meses de abril a julio, 2022 y resultó en el reclutamiento de no más de 100.000-105.000 personas[11], representando así una caída del 25% en comparación con el año 2020. Nada sugiere que en este otoño las autoridades puedan revertir esta tendencia, ya que los jóvenes y sus padres están muy conscientes de que existe una gran posibilidad de que los maten en Ucrania, ya que en las primeras etapas de la «operación especial», varios miles de reclutas fueron enviados allí a pesar de que el presidente Putin anunció repetidamente que esto no sucedería[12] (y, hasta donde yo sé, ningún responsable de esto le ha sido impuesto rendir cuentas). Por lo tanto, yo diría que el reclutamiento disminuirá en miles de personas en todo el año 2022 y se mantendrá casi al mismo nivel en los años venideros, lo que alentará al Kremlin a incrementar la proporción de «profesionales» en las filas del ejército. Esto tampoco será nada fácil.
El gobierno ruso tardó casi 20 años en ensamblar un ejército «profesional» de 400.000 efectivos y alrededor de una quinta parte parece haber sido destruido. En los últimos meses, las autoridades están haciendo todo lo posible para atraer nuevos voluntarios. En primer lugar, impulsaron la campaña de reclutamiento, prometiéndole a los recién llegados reembolsos que parecen altísimos para los estándares rusos (al mismo tiempo, se enmendó la legislación para permitir que los desertores de 18 años firmaran un contrato, mientras que antes tales candidatos tenían que completar al menos dos años de educación extra-escolar para poder hacerlo).[13] Si alguien se une al ejército ahora, puede recibir hasta 300.000 rublos ($5000) por adelantado y puede esperar que le paguen de 150.000 a 200.000 rublos (de $2000 a 3000) mensuales (estas cifras son mucho más altas que las oficiales adoptadas en el año 2020).[14] En un país donde el salario promedio se mantiene por debajo de los 60.000 rublos y, en muchas provincias de la periferia, es muy por debajo a 35.000 a 40.000 rublos por mes,[15] tal propuesta es bastante atractiva. Lamentablemente, las reacciones de los familiares de muchos soldados son suavizadas con los pagos en caso de muerte, que van desde 7.500.000 a 12.500.000 rublos ($120.000 a 180.000).[16]
Por lo tanto, yo diría que las autoridades pueden tener bastante éxito en sus actuales esfuerzos, pero dado que el nuevo personal de servicio firma el contrato estándar por solo seis meses, no existe ninguna garantía de que no renuncien a partir de ese entonces. La próxima forma visible de fortalecer las filas del ejército es la creación de los llamados «batallones regionales», ensamblados en provincias por los gobernadores locales (al día de hoy se tiene alguna información de no menos de 25 de estos).[17] A aquellas personas que optan por no servir se les paga en las condiciones antes mencionadas (o algo similar) pero aceptan servir solo en estas unidades regionales, lo que pudiera aumentar su sentido de seguridad y solidaridad. Sin embargo, tal como se observa en los últimos meses, estos esfuerzos dan muchos menos resultados, ya que ninguno de estos batallones ha sido formado totalmente ni mucho menos desplegado sobre la línea del frente hasta el momento. También se buscan posibles voluntarios en empresas industriales, incluyendo las que representan al sector de defensa ruso. La tercera de las movilizaciones es aún más innovadora. En Rusia, actualmente, hasta 700.000 individuos adultos se encuentran empleados por las «agencias de guardias privados» que brindan sus servicios a empresas comerciales,[18] particulares y autoridades municipales. Todas estas entidades están mal reguladas y en muchos casos están compuestas por personas con antecedentes penales. Sin embargo, poseen una licencia estatal y en muchos casos, sucede que los comandantes de la policía local o de las unidades de la Guardia Nacional chantajean a los dueños de tales empresas, amenazando con revocar sus licencias a menos que inscriban cierto número de «voluntarios» de las filas de sus empleados. En general, estas medidas pueden proveerle a Putin entre 40.000 y 50.000 soldados adicionales, pero nadie sabe con certeza cuánto durará su servicio militar.
Reclutar a la población carcelaria dentro del ejército
El tema más controvertido aquí – el de reclutar a la población carcelaria e integrarla al ejército (en Rusia cerca de 520.000 están actualmente tras las rejas, de los cuales el 77% son hombres de entre 18 y 55 años)[19], debe ser abordado por separado ya que este «negocio» no ha sido operado por los militares, sino que es administrado por «compañías armadas privadas» tales como la más célebre de ellas, llamada Wagner y encabezada por Yevgeny Prigozhin, un destacado criminal de guerra y amigo cercano del presidente Putin.[20] Se informó recientemente que Prigozhin visitó personalmente varias instalaciones correccionales y reclutó a muchos (la propuesta más común incluye bonos en efectivo, liberación inmediata de la cárcel o prisión, abandono de los casos penales iniciados contra estas personas y «limpieza» de sus expedientes personales retirando todos los datos sobre el caso penal o condena).[21] Parece ser que existe cierto entusiasmo entre los reclusos por estos esquemas y hasta 20.000 pueden dejar a sus actuales compañeros criminales para unirse a otra compañía.
Aquí llegamos a otra forma de resolver la tarea planteada por Putin. Las fuerzas rusas en Ucrania consisten no solo en el ejército regular, el personal de la Guardia Nacional y los regimientos chechenos (que en su mayoría actúan por iniciativa propia), sino también en las ya mencionadas «compañías armadas privadas» y por último, pero sin echarlos de menos, los «ejércitos» y las «milicias» locales de las auto-proclamadas Repúblicas Populares de Luhansk y Donetsk. Estos últimos se componen de al menos 60.000 a 70.000 personas y los «gobiernos» de estas entidades están trabajando arduamente para incrementar sus cifras.
Según testigos locales, las autoridades de Lugansk y Donetsk casi que persiguen a los jóvenes que huyen a Rusia en números crecientes. En los últimos meses, lo mismo comenzó a suceder con hombres de los territorios ucranianos ocupados, que se ven obligados a unirse al ejército ruso después de que se les dice que sus familias son tomados como rehenes durante el tiempo que dure su servicio.[22] Estas movilizaciones forzadas, prohibidas por todas las leyes internacionales que rigen tanto la guerra como la ocupación, se han vuelto extremadamente comunes en los últimos meses y semanas en la zona del suroeste de Ucrania. Así las cosas, yo diría que los comandantes rusos tienen una opción muy viable en caso de que el decreto de Putin parezca difícil de cumplir: mientras el Kremlin se prepara para organizar los referéndums sobre la unión de Rusia en Lugansk, las Repúblicas Populares de Donetsk y los territorios ocupados de Ucrania, la solución más simple parece ser agregar los regimientos militares locales (así como también el personal de las «compañías armadas privadas», previamente incorporadas a los ejércitos de la Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (DNR y LNR), al ejército ruso). Esta maniobra puede incrementar la cifra de militares rusos en no menos de 80.000 personas a corto plazo, lo que puede de hecho facilitar enormemente el cumplimiento de los objetivos del presidente ruso.
Por lo tanto, se recomienda total precaución a quienes se burlen de las órdenes dadas por Putin. Aunque varios observadores insisten en que pareciera una quimera en una época en la que la mayoría de los rusos le temen a la perspectiva de ser enviados a la zona de guerra (paradójicamente, incluso los más feroces partidarios de la «operación militar especial» tienen poco entusiasmo por «desnazificar» Ucrania a través de sus esfuerzos personales), la situación real puede parecer diferente. Incluso si el reclutamiento no se incrementa entre los años 2022 y 2023, el objetivo de agregar 200.000 reclutas (para compensar las pérdidas de 60.000 a 70.000 y obtener 137.000 soldados adicionales) en las filas del ejército pareciera ser algo muy factible. Se pueden atraer hasta 40.000 reclutas actuado en una campaña de reclutamiento, alrededor de 20.000 a 30.000 movilizados por sus empleados (algunos incorporándose a las fuerzas no-combatientes), cerca de 20.000 de ellos sacados de las cárceles y prisiones y hasta 100.000 personas ingresadas simplemente mediante la «legalización» del personal de las «compañías armadas privadas» y vinculando formalmente a los grupos paramilitares ahora comandados por los jefes de las «repúblicas populares» al ejército ruso. Pero aquí surge otra cuestión importante.
Conclusión
El actual régimen ruso basa sus logros en mentiras y en desinformación. En los dominios militar y económico, en la propaganda y políticas sociales, estos son sus verdaderos pilares. Si bien las órdenes de Putin a menudo se cumplen cuando sus súbditos le informan de sus éxitos, esto no refleja un cambio verdadero en la situación. Por ejemplo, se informó que la transmisión automática para automóviles de pasajeros fabricados en Rusia estaba lista para ser producida en masa en el año 2008[23], pero ahora la gerencia del fabricante de automóviles ruso AvtoVAZ busca comprar estos dispositivos a los productores chinos.[24] Lo mismo puede ocurrir con la anunciada movilización – ya que yo diría que las mentiras y desinformación tienen un propósito aún más importante en este ámbito que en los otros demás dominios.
Lo que Putin necesita en estos días es realizar una movilización sin movilizar realmente a sus compatriotas. La versión rusa actual del fascismo no se basa en poderosos movimientos populares; al contrario, les teme.
El Kremlin desea que más gente se aliste en el ejército, pero no tiene intención de crear una sensación de emergencia en la sociedad rusa. Por lo tanto, yo diría que el caso actual parece ser la mejor opción posible para que los burócratas presenten sus logros e informen que la misión ha sido cumplida, incluso si el resultado existe solo en el papel.
Yo diría que Rusia en estos días no puede incrementar su ejército de una manera que pueda producir un cambio significativo en las capacidades de combate – los nuevos soldados se sienten desmotivados; estos ya están impresionados por el estancamiento en el frente lo cual refleja la incapacidad de Rusia para avanzar; estos llegan al teatro de operaciones de guerra casi exclusivamente por dinero. El objetivo formal será alcanzado, pero lo que sucederá luego de ello son nuevas derrotas y retiradas locales del ejército ruso.
Además, ahora pareciera ser obvio que Rusia no puede suministrarle a su ejército con las municiones necesarias y junto a las sanciones impuestas por Occidente contra las industrias de defensa y el suministro de armamento por parte de Occidente al ejército ucraniano, la situación inevitablemente cambiará a favor de Ucrania. El presidente ruso Putin actúa de la única manera en que puede: Sobre los temas económicos, promete más dinero, creyendo que el problema se resuelve una vez que estos se interconectan; en lo que respecta al área militar, este todavía piensa que más soldados pueden hacer lo que menos de estos no pueden, ignorando por completo la lógica de las guerras contemporáneas. Por lo tanto, yo concluiría afirmando que la «movilización imaginaria» será completada, produciendo solo resultados imaginarios en el frente de combate.
*El Dr. Vladislav Inozemtsev es asesor especial del Proyecto estudios de los medios de comunicación rusos en MEMRI.
[1] Radiosputnik.ria.ru/20220825/ukaz-1812096818.html, 25 de agosto, 2022.
[2] Pravda.com.ua/rus/news/2022/08/25/7364758/, 25 de agosto, 2022.
[3] Radiosputnik.ria.ru/20220825/ukaz-1812096818.html, 25 de agosto, 2022.
[4] Rg.ru/2020/03/25/shojgu-chislo-kontraktnikov-prevysilo-400-tysiach-chelovek.html, 25 de marzo, 2020.
[5] Vedomosti.ru/politics/news/2022/03/22/914639-genshtab-zapretil-prizivnikov, 22 de marzo, 2022.
[6] Tass.ru/info/684378, 19 de septiembre, 2014.
[7] Gazeta.ru/social/2008/03/31/2682201.shtml, 31 de marzo, 2008.
[8] Ria.ru/20090715/177406890.html, 15 de julio, 2009.
[9] Rg.ru/2013/07/12/prizyv-anons.html, 12 de julio, 2013.
[10] Rg.ru/2020/07/16/v-minoborony-podveli-itogi-vesennego-prizyva-2020.html, 16 de julio, 2020.
[11] Reforum.io/blog/2022/08/24/konechnaya-armiya-pochemu-rossijskie-nazemnye-sily-vryad-li-vernutsya-s-vojny/, 24 de agosto, 2022.
[12] Tass.ru/politika/13978461, 5 de marzo, 2022.
[13] Delfi.lt/ru/abroad/russia/v-rossijskuyu-armiyu-budut-brat-kontraktnikov-srazu-posle-shkoly.d?id=90585089, 26 de junio, 2022.
[14] Zona.media/article/2022/07/27/kakievyplaty, 27 de julio, 2022; Sib.fm/news/2022/06/09/nabor-na-sluzhbu-po-kontraktu-v-2022-skolko-platyat-kakie-lgoty-i-sotsgarantii-dayut, 9 de junio, 2022.
[15] Gogov.ru/articles/average-salary
[16] Fintolk.pro/kakie-vyplaty-polozheny-rodstvennikam-pogibshego-na-ukraine-voennosluzhashhego/, 29 de julio, 2022.
[17] Fedpress.ru/article/3069237, 5 de agosto de 2022; Zona.media/article/2022/08/10/imeni-lenina, 10 de agosto, 2022.
[18] Newsnn.ru/news/society/13-11-2017/na-rynke-ohrany-est-vozmozhnost-rosta-esche-na-30-40-katyrin, 13 de noviembre, 2017.
[19] Vedomosti.ru/society/articles/2022/04/07/917014-rossiiskih-tyurmah, 7 de abril, 2022; Infotables.ru/statistika/31-rossijskaya-federatsiya/943-kolichestvo-zaklyuchennykh-v-rossii.
[20] Rbc.ru/politics/09/07/2022/62c30b1c9a79470e8e115e48, 9 de julio, 2022.
[21] Theins.ru/news/253889, 6 de agosto de 2022; Theins.ru/news/252842, 4 de julio, 2022.
[22] Ru.espreso.tv/na-okkupirovannykh-territoriyakh-rf-usilila-mobilizatsiyu-otkaz-grozit-pytkami-denisova, 18 de junio, 2022.
[23] Istories.media/investigations/2022/04/29/kak-lada-ostalas-bez-korobki-avtomata/, 29 de abril, 2022.
[24] Gazeta.ru/auto/news/2022/08/22/18379706.shtml, 22 de agosto, 2022.