1 de marzo de 2023 | Por Yigal Carmon*
Hace unos 20 años, cerca del comienzo del mes sagrado islámico de Ramadán, di una conferencia a estudiantes de la Universidad George Washington en Washington D.C., sobre el martirio. Entre la audiencia, pude identificar a una mayoría de estudiantes musulmanes: mujeres con hijabs y hombres con barba.
Izquierda: Baruch Goldstein (Fuente: Falafel Café). Derecha: Fotos de la Guerra de Yom Kippur, conocida por los árabes como la Guerra de Ramadán (Fuente: Wikimedia Commons).
Dado que mi rol anterior como Asesor sobre Contraterrorismo de dos primeros ministros israelíes era de conocimiento público, asumí que la gran cantidad de asistentes musulmanes podría no ser un buen augurio y que podrían estar asistiendo más para interferir en mi charla que para escuchar.
Comencé mi presentación de la siguiente manera:
«El asesino Baruch Goldstein llevó a cabo la masacre [de la Cueva de los Patriarcas, en Hebrón el 25 de febrero de 1994] en la festividad judía de Purim. Goldstein eligió ese día específico porque creía que en esa fecha Dios permite que los judíos busquen venganza contra quienes quieren matarlos, de acuerdo con la historia de Purim narrada en el Libro de Ester».
Inmediatamente observé signos de sorpresa e incredulidad entre el público. No esperaban que yo, un ex oficial de inteligencia israelí y funcionario dedicado a la lucha antiterrorista, hablara expresando condena a la violencia de judíos contra palestinos.
Continué: «Entonces, para los judíos, el Libro de Ester describe el 14 del mes judío de Adar, y el 15 para las ciudades amuralladas, como un día de venganza».
Las miradas de incredulidad se convirtieron en grandes sonrisas de satisfacción.
“Sin embargo, en el Islam”, dije, “hay un mes completo – el mes de Ramadán – que es el mes de la yihad y el martirio” (ver MEMRI Despacho Especial No. 10508, Ramadán – El mes de la yihad y el martirio).
Las sonrisas en la audiencia se convirtieron en ceños fruncidos.
Después de mi charla, una estudiante que usaba hiyab se me acercó y me dijo: «¡Pero para mí, el Ramadán se trata de ayuno y elevación espiritual!». Respondí: «Y para mí, Purim se trata de usar disfraces, comer hamantaschen y jugar con matracas con mis hijos. Pero para los fanáticos, estos son tiempos de violencia por motivos religiosos».
La próxima semana, del 7 al 9 de marzo, es la festividad judía de Purim. Dos semanas después, comienza el mes de Ramadán.
*Y. Carmon es presidente de MEMRI.