Luego del ataque iraní ocurrido el 14 de septiembre, 2019 contra las instalaciones petroleras en Arabia Saudita, muchos funcionarios sauditas pidieron a la comunidad internacional tomar medidas activas en contra de la política regional de Irán y que desempeñara un papel en la defensa al suministro de energía mundial.[1] Escritores en la prensa saudita también realizaron llamadas similares, algunos de los cuales condenaron lo que llamaron una política vacilante y muy débil por parte de los Estados Unidos y la comunidad internacional respecto a Irán. Entre estas respuestas destacó un artículo publicado el 18 de septiembre y escrito por Hamoud Abu Taleb en el diario ‘Okaz, titulado «No poseemos más aliados que nosotros mismos». Abu Taleb escribió que las superpotencias no están interesadas en tomar ninguna acción significativa contra Irán, porque el caos sembrado por Irán en el Medio Oriente en realidad sirve sus intereses a largo plazo. Este instó a Arabia Saudita a calcular su ruta basándose en el supuesto de que está solo en la refriega contra Irán y al mismo tiempo advirtió que el reino enfrenta una amenaza existencial de proporciones inimaginables.
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[2]
Hamoud Abu Taleb (fuente: mz-mz.net)
«Es casi seguro que ni la comunidad internacional, ni las superpotencias, ni la ONU y su Consejo de Seguridad tomarán ninguna acción práctica seria en respuesta al muy significativo, peligroso y sin precedentes ataque llevado a cabo el sábado [14 de septiembre, 2019] contra el instalaciones petroleras sauditas. Un examen de [sus] posturas nos conduce a esta conclusión. Las declaraciones del Presidente estadounidense Donald Trump, que contradicen las de los jefes de su administración y la naturaleza contradictoria de las propias declaraciones de Trump, nos enseñan que la postura de los Estados Unidos respecto a Irán, no siendo esta muy clara al comienzo, es débil. La postura de los [países] europeos, tales como Francia y Alemania, siempre se inclina a favor de Irán. Gran Bretaña, que sigue el ejemplo de Estados Unidos, se le ve preocupada con sus crisis domésticas y finalmente adopta la [postura] estadounidense. [En cuanto a] Rusia, a pesar de las expresiones corteses y diplomáticas de apoyo por parte de Putin hacia Arabia Saudita, [este país] es conocido por estar muy alineado con Irán en lo que respecta a los temas regionales, especialmente el tema sirio. China ha ignorado casi en su totalidad los acontecimientos, aunque se encuentra entre [los países] más dependientes del petróleo saudita. Entonces, ¿quién queda? La verdadera respuesta que surge es que nadie intervendrá forzosamente para detener el [comportamiento] extremista de Irán y sus amenazas a la seguridad de la región y a la fuente de energía más importante del mundo.
«El engaño a través de contradicciones internas [y al crear] crisis e inestabilidad, es parte de la política de las superpotencias en gestionar sus intereses. Estos no están de acuerdo en temas menores pero si están de acuerdo con la estrategia en general. Sería superficial e ingenuo pensar que están interesados en la seguridad de la región. Ellos decidieron muy clara y abiertamente sembrar la anarquía en la región a través de la Primavera Árabe para hacerla frágil y reorganizar el equilibrio de poderes dentro de esta. Tales acciones los beneficiarán si Irán sigue escalando [su agresión] y arrastra a la región hacia el borde del abismo. Si Irán tiene sus agentes en los países árabes, [este mismo] es uno de los agentes más importantes de las superpotencias, que hacen planes para la región a su propio antojo.
«Si queremos enfrentar la realidad de manera clara y objetiva, debemos darnos cuenta de que estamos solos en esta refriega y por ende debemos manejar nuestros asuntos por nuestra propia cuenta. Los aliados de ayer ya no son lo que fueron y el chantaje que utilizan contra nosotros… en la forma que estos han escogido para apoyarnos en las crisis ha sido expuesto. Yo no me refiero solo a [su política hacia el reino saudita], sino a todo el bloque de [estados] del Golfo, que escapó del complot de [sembrar] la anarquía [es decir, la Primavera Árabe] y todavía gozan de seguridad y de estabilidad económica, están siendo provocados e intimidados a través de amenazas [al mayor y más destacado miembro del bloque], [Arabia Saudita].
«Oh gente que razona, piensen bien, porque nos enfrentamos a un peligro existencial de una [magnitud] sin precedente alguno».
[1] Para ver algunos ejemplos destacados, véanse las declaraciones del Ministro de Energía y Minas saudita ‘Abd Al-‘Aziz bin Salman inmediatamente después del ataque (‘Okaz, Arabia Saudita, 14 de septiembre, 2019), las declaraciones del portavoz del Ministerio de Defensa saudita Turki Al-Maliki en una conferencia de prensa el 18 de septiembre (Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 19 de septiembre, 2019) y un tuit publicado el 19 de septiembre del Ministro de Estado de Asuntos Exteriores ‘Adel Al-Jubeir (twitter.com/AdelAljubeir, 19 de septiembre, 2019).
[2] ‘Okaz (Arabia Saudita), 18 de septiembre, 2019.