Ante el contexto del 50avo aniversario de la masacre de Múnich ocurrida el día 5 de septiembre de 1972, perpetrada por la organización Septiembre Negro perteneciente a Fatah y en la que fueron asesinados 11 atletas olímpicos israelíes y el 21avo aniversario de los ataques del 11 de septiembre del año 2001, el periodista libanés Samir ‘Atallah escribió en su columna en el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat que estos fueron dos eventos que conmocionaron al mundo y no hicieron nada para promover la causa palestina. ‘Atallah condenó a las organizaciones terroristas árabes que en el pasado unieron fuerzas con grupos terroristas internacionales a los que llamó «lunáticos asesinos» y agregó que la violencia árabe y sus líderes, tales como bin Laden, Al-Zawahiri, George Habbash y Yasser Arafat, no solo fracasaron en promover la causa palestina sino sólo la impidieron empañando la reputación de los árabes y palestinos.

Samir 'Atallah (Fuente: Elaph.com)
Samir ‘Atallah (Fuente: Elaph.com)

Lo siguiente son extractos traducidos de su columna:[1]

«Si el mundo árabe hubiese estado en condiciones normales, sus líderes ahora se hubiesen reunido para estudiar las ramificaciones de la masacre de Múnich del año 1972, en el 50avo aniversario de dicho evento y las ramificaciones de los ataques del mes septiembre del año 2001 en Nueva York, en el 21avo aniversario de tal evento. Estos fueron dos sucesos que conmocionaron al planeta, sembraron miedo en los corazones de la gente y provocaron una inolvidable tormenta de debates sobre el tema palestino. Ambos eventos pusieron de manifiesto la notable cooperación entre los grupos revolucionarios árabes y los movimientos clandestinos internacionales de Japón, Italia y Alemania. Ambos hechos dominaron las pantallas y diarios de todo el mundo. El nombre del terrorista venezolano Carlos (quien militaba en el Frente Popular para la Liberación de Palestina)[2] y el término ‘Septiembre Negro’ se volvieron tan aterradores como la ‘mano negra’ de la época medieval. Y todo ello ¿para qué? ¡Para nada! Solo para asociar a la sagrada causa palestina con lunáticos asesinos tales como las Brigadas Rojas,[3] la pandilla Baadr-Meinhof [4] y los violentos adolescentes japoneses. Osama bin Laden se regocijó por las pérdidas financieras que este causó en Nueva York, que no equivalen a las pérdidas de un mal día en los mercados bursátiles. Luego lo asesinaron como si fuese la escena de una película, mientras que Carlos terminó en una prisión de París con la bendición del ex-presidente sudanés ‘Omar Al-Bashir quien lo extraditó a Francia. Luego, Al-Zawahiri fue asesinado en su balcón en Afganistán, luego de que uno de sus camaradas informara sobre su persona, tal como de costumbre.

«¿Y todo esto para qué? ¿Qué logró la era de la violencia árabe? ¿Qué logró el 11 de septiembre? ¿Qué logró el hombre llamado Edward Said en los Estados Unidos? ¿Qué lograron George Habbas y Yasser Arafat en esta larga campaña de violencia? ¿Cuánto retrasó la masacre de Múnich la resolución del problema palestino y cuál fue su efecto en la reputación de los palestinos, que acababan de salir del período de los enfrentamientos de Septiembre Negro en Amman, que también produjo nada más que catástrofes y tragedias?

“El día 5 de septiembre de 1972 y el 11 de septiembre del 2001 fueron días de un horrible derramamiento de sangre. El intento de vengar a Jerusalén al atacar los Juegos Olímpicos de Múnich y el World Trade Center (las Torres Gemelas) en Nueva York fue un fracaso predecible y dichos ataques no tuvieron más impacto que los de algún film. Estos fueron como las guerras que los árabes libraban entre ellos con el pretexto de combatir a Israel. Esta es una tragedia continua de una adolescencia nacional en una lucha existencial. Siempre está Hamás, que forma parte de la Palestina rehén con el pretexto de defenderla y siempre hay alguien de Teherán, California o Siberia que desea devolvernos Jerusalén. Y ahí yace nuestro fracaso a nivel doméstico. En camino a Jerusalén, Teherán ocupa cuatro capitales árabes basados en sus propias consideraciones y el líder de Hamás Isma’il Haniya amenaza desde los campos de refugiados en el Líbano. Pueda Alá ayudar a Abu Iyyad (uno de los que planificaron la masacre de Múnich, quien solía decir que el camino a Jerusalén pasa por Junieh (una ciudad cristiana en el Líbano, al norte de Beirut)».


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 15 de septiembre, 2022.

[2] Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos el Chacal, es un terrorista a nivel global venezolano que durante décadas estuvo en las listas de los más buscados de las fuerzas policiales y de los servicios de inteligencia en todo el mundo. En 1970 se unió al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) en Jordania y durante los acontecimientos de Septiembre Negro luchó con este movimiento contra las fuerzas de seguridad jordanas. Posteriormente se vio involucrado en ataques contra objetivos israelíes y judíos, hasta que en 1994 fue capturado por los servicios de inteligencia sudanesa y extraditado a Francia, donde actualmente cumple cadena perpetúa.

[3] Las Brigadas Rojas fue un grupo terrorista marxista italiano fundado en 1970, que se cree es responsable de unos 14.000 incidentes violentos en las décadas de los años 1970 y 1980, incluyendo el asesinato del primer ministro italiano Aldo Moro. Hoy solo lo integran varias decenas de miembros.

[4] La facción del Ejército Rojo, también conocida como la Pandilla Baadr-Meinhof, fue una organización terrorista alemana de extrema izquierda fundada en 1970, que estuvo muy activa hasta el año de 1998.