Las imágenes son bastante llamativas e irresistibles. Hombres musculosos, tatuados, vestidos de negro, algunos de ellos con barba muy poblada y portando símbolos religiosos «regresivos» que lo que hacen es provocar. Pero estos no son musulmanes sino cristianos – los símbolos son cruces y rosarios – quienes viven en un barrio cristiano de Beirut. Tal como escribió un comentarista, «al tomar la cruz de consigna y los textos sagrados cristianos como constitución», estos se auto-denominan Junud al-Rabb («los soldados del Señor»), con un escudo blanco junto a una cruz roja y una cruz envuelta en un par de alas de ángel ante una Biblia abierta.
Aunque algunos apuntan a un origen en el año 2019 y el propio grupo confirma que comenzó a principios del año 2020, estos irrumpieron en la escena pública recién este verano cuando desfiguraron parte de la propaganda en celebración a la semana del orgullo en el barrio católico Achrafieh, una de las zonas más emblemáticas de la resistencia cristiana contra el dominio extranjero en el Líbano. La plaza principal de Achrafieh cuenta con una estatua de la amada santa católica maronita Mar Charbel, dominada por una pancarta del líder de las fuerzas libanesas/Kataeb y el presidente electo Bashir Gemayel, asesinado allí por el servicio de inteligencia siria en 1982. No muy lejos de la misma plaza, en el 2012, El general libanés Wissam Al-Hassan, musulmán sunita y figura clave del servicio de inteligencia, fue asesinado por Hezbolá. Grandes extensiones de Achrafieh sufrieron graves daños por la explosión ocurrida en el puerto de Beirut en agosto del año 2020.
Observando las noticias y los comentarios en árabe sobre el grupo desde comienzos de este verano y hasta el mes de diciembre, 2022 uno pensaría que los soldados del Señor eran una especie de organización importante.[1] Y sin embargo, el mayor número de individuos que puede verse en cualquiera de sus fotografías parece ser de unos 50 hombres. Es muy posible que tengan simpatizantes en otros lugares (algunos relatos mencionan una presencia en Zahle y Jal El Dib), pero todavía parecen estar limitados principalmente a un solo vecindario. Su presencia en las redes sociales es relativamente importante, pero sigue siendo bastante modesta.[2] Sociológicamente, uno puede ver al examinar su publicidad elementos dispares algo parecidos a los del grupo Guardian Angels de la ciudad de Nueva York, los Proud Boys, las pandillas de motociclistas, las reformadas redes de apoyo criminal y de rehabilitación de drogas, las ratas del gimnasio de culturismo y los hinchas que siguen los deportes. Estos están, en lo que respecta a la cobertura de los medios de comunicación, desarmados y no existen fotografías de ellos portando armas de ningún tipo. Un relato raro y relativamente comprensivo describe a los miembros del grupo como «un grupo de jóvenes oriundos de Achrafieh, específicamente de algunos de sus barrios pobres y muy pobres, con edades que oscilan entre los 20 y los 45 años en promedio». En cuanto a la religión, el grupo incluye a maronitas, otros católicos, ortodoxos orientales, cristianos asirios y armenios.[3]
Un partidario destacado en Twitter George Nasrallah, se describe a sí mismo como parte de la «Derecha cristiana»[4] y el canal oficial YouTube del grupo[5] presenta un breve segmento de video de un discurso reciente de Donald Trump (subtitulado en árabe) lamentando que en el sistema educativo de hoy día (en los Estados Unidos) «rezar en la escuela está prohibido, pero los espectáculos al estilo drag queen (ataviarse con prendas femeninas) están absolutamente permitidos, uno no puede enseñar la Biblia, pero se le puede enseñar a los chicos que los hombres pueden quedar embarazados y que los chiquillos en el jardín de infantes pueden elegir el género que deseen».[6]
Pero, aparte de ese segmento de video de Trump, el resto del canal YouTube del grupo posee un enfoque local, con 31 videos y 17 de ellos muy cortos que destacan temas cristianos, versículos de la Biblia y la necesidad del arrepentimiento, además de videos que los muestran caminando por las calles del barrio en grupos de 10 o 20, cargando una cruz y rezando. Un solo video presenta la imagen idealizada del líder del grupo Joseph «Zozo» Mansour.[7]
La política de Junud Al-Rabb puede ser objetable para algunos, pero no tan inusual dado el contexto cristiano libanés específico del cual emerge el grupo. En lo que respecta a la lealtad política, estos se inclinan claramente hacia el partido de las fuerzas libanesas y en contra del FPM, el partido cristiano libanés rival liderado por Gibran Bassil y su senil suegro Michel Aoun. Estos muy seguramente son anti-Hezbolá. Pero los temas culturales y sociales son más importantes que los temas políticos o sectarios. Por supuesto, estos se oponen con virulencia a la agresiva agenda LGTBQ+, al aborto y también al matrimonio civil en el Líbano, un tema que creen abriría la puerta al matrimonio entre personas del mismo sexo en el Líbano. Aunque son agresivamente «cristianos» en su personalidad, el grupo presenta en su canal YouTube un video de la aplicación TikTok de un musulmán sunita en Trípoli que simpatiza con parte de la agenda social y política del grupo.[8] Por otro lado, una mujer musulmana sunita preocupada preguntó en Twitter: «Pregunta para el patriarca maronita, ¿son los soldados del Señor una milicia o ángeles enviados por Dios?»[9]
Uno de los cargos más extraños contra el grupo es que de alguna manera es la «contraparte» cristiana del Hezbolá libanés. La acusación proviene de dos maneras muy distintivas. Primero proviene de libaneses laicos o progresistas, muy en sintonía con la ideología dominante de Occidente, que encuentran objetable al grupo, viéndolos como «los fundamentalistas cristianos iguales al fundamentalismo de Hezbolá e Irán». Aquí también parece existir un elemento social de clase operando en ello, de despreciar a personas que poseen un estatus social mucho más bajo que actúan como si realmente pudieran creer en el cristianismo como religión, incluyendo todos sus principios de moral.
La segunda comparación con Hezbolá parece provenir de fuentes pro-Hezbolá que exageran deliberadamente el poderío de este grupo. Un relato comparó al grupo los soldados del Señor con «grupos extremistas» supuestamente empleados por los Estados Unidos en Afganistán contra los soviéticos, en Siria contra Assad, al Estado Islámico y «lo que está sucediendo actualmente en Ucrania a través de los grupos neonazis».[10] En esta identificación en favor de Hezbolá, el grupo pudiera terminar siendo empleado – por los estadounidenses – en implementar violencia sectaria contra las áreas vecinas musulmanas (chiitas en realidad) con el objetivo de provocar la división del Líbano en «cantones» religiosos autónomos. Sin embargo, incluso esta fuente sitúa el poderío del grupo entre 100 y 300 individuos. La revista Kawalees también afirma que el grupo está siendo financiado por destacados empresarios libaneses «conocidos por sus estrechas relaciones con los estadounidenses» Nabil Sehnaoui y su hijo Antoun Sehnaoui (una acusación que este último ha negado enérgicamente por escrito que amenazó con emprender acciones legales contra quienes formulan tal acusación).[11] La idea, por supuesto, de que el gobierno de los Estados Unidos tenga alguna conexión con el grupo es una verdadera locura. Es más probable que la embajada estadounidense financie la semana del orgullo homosexual en el Líbano a que apoye al grupo de los soldados del Señor.
Más preocupante aun es la acusación de este medio de comunicación pro-Hezbolá de que Junud Al-Rabb estuvo involucrado indirectamente en el peligroso enfrentamiento ocurrido el día 15 de octubre, 2021 en Tayouneh, cuando atacantes desconocidos le dispararon a manifestantes chiitas (y a hombres armados), asesinando a 6 miembros de Hezbolá junto a miembros de Amal. Hezbolá afirma, sin ningún tipo de evidencia real, que los atacantes eran de las fuerzas libanesas del vecindario cristiano vecino de Ain Al-Rummaneh. La afirmación de la multitud pro-Hezbolá de que Junud al-Rabb también estuvo involucrado es que estos «pintaron consignas religiosas cristianas y cruces» en los barrios musulmanes antes del ataque. Esto parece ser una afirmación aún más descabellada.
Otro medio de comunicación hostil, siendo este aounista, describe al grupo de: «supuestamente hostil a todo lo que no sea religioso, contra los laicos, izquierdistas y comunistas, así como también opuesto a los refugiados palestinos y desplazados sirios… ¡y a los aounistas! Estos también rechazan el matrimonio civil, la homosexualidad y el aborto y combaten el narcotráfico denominándolo “la obra del diablo”, incluyendo a personas con antecedentes de consumo de drogas. La movilización se basa en la glorificación de las Cruzadas y adjuntan sus publicaciones en las redes sociales a citas bíblicas sobre la relación de las personas con Dios y el cómo deberían ser sus soldados en la tierra para defender así sus lugares sagrados».[12]
Un contacto político libanés, creo que correctamente, minimizó la importancia del grupo, señalando que son «solo algo muy marginal. No existe un programa de entrenamiento, los miembros principales son mayores y muchos de ellos son ex-drogadictos». La fuente señaló, sin embargo, que algunos de ellos son ex-combatientes de las fuerzas libanesas pero de hace ya décadas. La idea de que este pequeño grupo en particular, entre tantos otros, incluyendo a un Hezbolá con su propio ejército probado en batalla y 100.000 cohetes, de alguna manera inclinaría la balanza en el Líbano hacia un nuevo conflicto sectario parece ridícula.
Yo simpatizo con cualquier grupo que pueda ser criticado tanto por aquellos progresistas iluminados como por los propagandistas de Hezbolá. Y uno simpatiza particularmente con cualquier movimiento de base perteneciente a la clase trabajadora, sin importar cuán modesto o insignificante (o cuán turbio sea su financiamiento), que empuja en contra de la revolución sexual al estilo occidental el cual está siendo impuesto sobre el mundo. La mayor parte de la cobertura hecha al grupo por parte de los medios de comunicación en idioma árabe es negativa, venga este de la BBC y France24 o de los medios de comunicación islamistas o aounistas. A pesar de la retórica expansiva e incendiaria sobre el grupo y hechos concretos – a diferencia de las afirmaciones descabelladas o sin ningún tipo de fundamento, pueden confirmar solo un puñado de acciones sustanciales: su «vandalismo» perpetrado en el mes de junio del 2022 a una exhibición de flores con la bandera del arcoíris en Achrafieh;[13] su manifestación del mes de octubre, 2022 contra un juez pro-Michel Aoun; su campaña contra una exhibición de estatuas de mujeres coloridas (supuestamente pro-LGBT pero en realidad fue para el Día mundial contra el cáncer de mama) instalada en Sassine Square por la artista Mirna Maalouf en octubre del 2022;[14] según la parlamentaria libanesa Paula Yacoubian, el grupo puede haber actuado como vigilantes para evitar un robo en Achrafieh en el mes de diciembre, 2022 una afirmación negada por las fuerzas de seguridad internas del Líbano;[15] y una confrontación en diciembre del 2022 con ciclistas musulmanes que celebraban las victorias de Marruecos en la copa del mundo que pareció incluir consignas religiosas y retórica sectaria en ambos bandos
Aparte del último ítem, el cual no es resultado de ninguna violencia verdadera, estos son temas que probablemente no incrementen las tensiones sectarias en un Líbano ya postrado por una avalancha sin precedentes de crisis económicas, políticas y sociales. Ciertamente, parte del atractivo de este pequeño grupo y esfuerzos similares para crear grupos de vigilancia vecinal o de autodefensa se debe al constante aminoramiento del estado libanés.[16] A la población se la está dejando que se las arregle por sí misma. Dependiendo de los puntos de vista de uno sobre ciertos temas sociales o culturales, el grupo de los soldados del Señor puede ser muy bueno o muy malo, pero la retórica sobre ellos parece ser, hasta ahora, grandemente exagerada. La retórica sobre el grupo es mucho más provocativa que el propio grupo.
*Alberto M. Fernández es vicepresidente de MEMRI.
[1] Youtube.com/watch?v=p8zyEh-dMto, 28 de diciembre, 2022.
[2] Beirutobserver.com/2022/12/2750401, 23 de diciembre, 2022.
[3] Lebanonfiles.com/articles/%d9%85%d9%82%d8%a7%d9%84%d8%a7%d8%aa-%d9%85%d8%ae%d8%aa%d8%a7 %d8%b1%d8%a9/%d9%85%d9%86-%d9%83%d9%84-%d9%85%d9%83%d8%a7%d9%86-%d9%85%d8 %aa%d8%b7%d8%b1%d9%91%d9%81%d9%88%d9%86-%d8%a3%d9%85-%d9%82%d9%85%d9%8a%d8%b5-%d8%b9%d8%ab%d9%85%d8%a7%d9%86-%d9%86%d8%ad%d9%86/
[4] Twitter.com/GoergeNasrallah, consultado el 30 de diciembre, 2022.
[5] Youtube.com/@-soldiersofgod4092, consultado el 30 de diciembre, 2022.
[6] Youtube.com/shorts/jy_bFCHSJbM, 23 de diciembre, 2022.
[7] Youtube.com/watch?v=JybB-oFltVc, 2022.
[8] Youtube.com/watch?v=20ruB546KMk&t=35s, 25 de diciembre, 2022.
[9] Twitter.com/ZAbouderhamein/status/1604920798954881068, 19 de diciembre, 2022.
[10] Kawalees.net/?p=158949, 27 de diciembre, 2022.
[11] Lebanon24.com/news/lebanon/1022648/%D8%AC%D9%86%D9%88%D8%AF-%D8%A7%D9%84%D8%B1%D8%A8-%D8% A3%D9%86%D8%B7%D9%88%D9%86-%D8%B5%D8%AD%D9%86%D8%A7%D9%88%D9%8A-%D9%84%D8%A7-%D8%B9%D9%84%D8%A7%D9%82%D8%A9-%D9%84%D9%86%D8%A7, 23 de diciembre, 2022.
[12] Tayyar.org/News/Lebanon/511808, 3 de diciembre, 2022.
[13] Youtube.com/watch?v=HgRawRURSb4, 2022.
[14] Daraj.media/100052, 3 de noviembre, 2022.
[15] Youtube.com/watch?v=QzMUdcnMCPQ, 23 de diciembre, 2022.
[16] Reuters.com/world/middle-east/beirut-neighborhood-watch-echoes-troubled-past-2022-11-27, 28 de noviembre, 2022.