Después de Rusia lanzar la llamada «Operación Militar Especial» (OME) contra Ucrania el día 24 de febrero, muchos medios de comunicación en occidente comenzaron a escribir que el presidente ruso, Vladimir Putin, vive en una realidad muy propia. De ello se deduce que para analizar lo que está sucediendo en Ucrania, es importante entender esta realidad que Putin percibe reflejada en su retórica.
En más de una ocasión, el liderazgo ruso declaró que el objetivo oficial de la Operación Militar Especial es la protección de la región Donbass del régimen «nazi» ucraniano en Kíev. Sin embargo, es totalmente obvio que no es ni la seguridad de Donbass ni el «régimen nazi» ucraniano lo que le importa a Putin. El verdadero enemigo que Putin desea derrotar es Occidente, que para él está representado ante todo por los Estados Unidos. A veces él también se refiere al «régimen de Kíev» como el enemigo, aunque con la advertencia de que está bajo el control de Washington. Después de todo, Ucrania es un enemigo demasiado pequeño para él.
La guerra de los «justos»
Putin lo que desea es quebrar el «orden mundial unipolar» dominado por los Estados Unidos. Él ve a Occidente como culpable por «reivindicar su excepcionalismo», particularmente después del colapso de la Unión Soviética. El 9 de mayo, que en Rusia se celebra como el Día de la Victoria, Putin dejó muy en claro que el orden unipolar es una amenaza que está “denigrando” al mundo en su totalidad.[1]
Según Putin, Estados Unidos está obsesionado con «acabar» y «destruir» a Rusia.[2] Él cree que el principal objetivo de Occidente es «desmembrar» a Rusia y reducirla a «un país débil y dependiente» sin integridad territorial.[3] Para por hacer todo esto, Putin afirma que Washington recurrirá a cualquier medio posible: desde la «expansión hacia el este de la OTAN» hasta su respaldo dado a los «neonazis y banderistas»[4] y promover un «derramamiento de sangre».
Mientras este dibuja la imagen de un Occidente «hostil», Putin se vuelve sorprendentemente emotivo y utiliza una serie de adjetivos ofensivos para describir las deficiencias del oponente. Según Putin, Occidente es: «irresponsable», «arrogante», con «bajos estándares culturales», «cínico», «engañoso», «mentiroso», «hipócrita», «insolente», «moralmente degradado», partidario de los «falsos valores», «estafador», «abusivo», «presumido», «condescendiente», «desdeñoso», «en un estado de euforia creado por el sentimiento de superioridad absoluta» y «despectivo», etc.[5]
Tal abundancia de adjetivos no es típica de la retórica lo generalmente bastante seca de Putin, lo que revela un resentimiento personal y mucha amargura hacia Occidente que él ve como una entidad colectiva en la que Estados Unidos controla a los países de la Unión Europea (a veces denominados «compañeros menores» de los Estados Unidos)[6] o «camaradas junior/tovarishi«[7]).
Para él, la política de Occidente puede describirse como «una especie de absolutismo moderno», que va en contra de todas las «normas morales y éticas universalmente reconocidas” y que tiene como base «la fuerza bruta y directa». Parafraseando la terminología de la Guerra Fría, Putin dice que en los últimos años se ha creado un verdadero «imperio de mentiras» dentro de los Estados Unidos, afirmando sustancialmente que Occidente no es más que «mentiras e hipocresía por todas partes».[8]
Putin también describe a Occidente de belicista. Según él, dondequiera que Estados Unidos trajo consigo su «ley y orden», creó «heridas sangrientas que no cicatrizan junto a la maldición del terrorismo internacional y el extremismo»,[9] mientras que «el planeta en su totalidad tiene que pagar por las ambiciones de Occidente y por los intentos de Occidente de mantener su escurridizo dominio por todos los medios posibles y por haber”.[10]
En contraste, Putin presenta a Rusia como «paciente», «respetuosa», «abierta», «honesta», «pacífica» y «responsable». Según Putin, Rusia no tiene la intención de «imponerle nada a nadie por la fuerza», ya que la «verdadera fuerza», «justicia» y la «verdad» están de su lado.[11] Por lo tanto, Rusia es representada como víctima de la injusticia. Según Putin, Occidente lo que desea es «cancelar» a Rusia y lograr el «dominio global»[12] y para hacer esto, no permitirá que Rusia desempeñe un papel global y reconozca el «derecho» de Rusia sobre «su territorio histórico».
Por lo tanto, según la lógica de Putin, el retorno de Rusia a «sus tierras históricas», principalmente Ucrania, restaurará la justicia histórica. En consecuencia, la guerra que ahora está librando se define como «justa (pravednii)»,[13] ya que su objetivo es construir un orden mundial nuevo y «justo». En última instancia, Rusia lucha no solo por sí misma, sino también por la salvación del resto del mundo.[14]
Putin también enfatiza que Occidente desea «acabar y destruir» una Rusia «honesta», simplemente por ser «un gran país independiente».[15] En el marco de tal narrativa, la guerra es percibida como algo natural e inevitable.
Según Putin, Rusia no tiene la culpa de nada, es Occidente quien busca destruirla simplemente por ser ella misma. Por lo tanto, no le queda más remedio a Rusia que «defenderse». Esta forma de argumentar resuena mucho con los mitos populares rusos de que Rusia ha sido elegida para cumplir una misión muy importante.[16]
Conclusión
¿Realmente se cree Putin todo lo que dice, o es solo mera retórica? Obviamente, la protección del área del Donbass y la desnazificación de Ucrania son meras narrativas de propaganda para su uso interno, diseñadas para asegurar la lealtad de los ciudadanos rusos. Ucrania no es un objetivo en sí mismo. Este solo importa como demostración de poder e independencia de Rusia ante la presión estadounidense. Putin desea demostrar que puede desafiar al «imperio de las mentiras» y hacer lo que le venga en ganas, incluso si esto tiene un alto costo. Además, la «guerra con Occidente» le da a Putin al menos una sensación ilusoria de volver a los días de la Unión Soviética, cuya pérdida, al parecer, este lamenta tanto.
*La Dra. Olesya Zakharova es politóloga rusa.
[1] En.kremlin.ru/events/president/transcripts/68366, 9 de mayo, 2022.
[2] Kremlin.ru/events/president/transcripts/speeches/67843, 24 de febrero, 2022.
[3] Kremlin.ru/events/president/news/67996, 16 de marzo, 2022.
[4] «Banderitas» es un término para los miembros de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), formado en 1929 con la fusión de varios grupos, incluyendo la Unión de fascistas ucranianos. El término proviene del nombre de Stepan Bandera, quien fue titular de la OUN.
[5] Kremlin.ru/events/president/transcripts/speeches/67843, 24 de febrero, 2022.
[6] Kremlin.ru/events/president/transcripts/68366, 9 de mayo, 2022.
[7] Mid.ru/ru/foreign_policy/news/1813377/?lang=en, 14 de mayo, 2022.
[8] Kremlin.ru/events/president/transcripts/speeches/67843, 24 de febrero, 2022.
[9] Kremlin.ru/events/president/transcripts/speeches/67843, 24 de febrero, 2022.
[10] Kremlin.ru/events/president/news/67996, 16 de marzo, 2022.
[11] Kremlin.ru/events/president/transcripts/speeches/67843, 24 de febrero, 2022.
[12] Kremlin.ru/events/president/news/67996, 16 de marzo, 2022.
[13] En.kremlin.ru/events/president/transcripts/68366, 9 de mayo, 2022.
[14] Kremlin.ru/events/president/transcripts/speeches/67843, 24 de febrero, 2022.
[15] Kremlin.ru/events/president/transcripts/67828, 21 de febrero, 2022.
[16] Kremlin.ru/events/president/transcripts/67828, 21 de febrero, 2022.