Introducción
La cumbre realizada por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), celebrada el 5 de enero, 2021 en la ciudad saudita de Al-Ula, anunció una reconciliación entre los países del Golfo y el inicio hacia una nueva era en la región. Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, conocidos como el Cuarteto Árabe, pusieron fin a su boicot económico y diplomático a Qatar, una medida que duró más de tres años. Liderada por el Príncipe Heredero a la Corona de Arabia Saudita Muhammad bin Salman, la acción de levantar el boicot fue mediada por Kuwait y siguió a las fuertes presiones ejercidas por la saliente administración Trump, en especial ejercidas por el yerno de Trump Jared Kushner. Hasta la fecha, los entendimientos que llevaron a la reconciliación del Golfo no han sido revelados.
Durante los años de boicot, el Cuarteto le presentó a Qatar una lista de 13 condiciones con el fin de restablecer relaciones, entre otras, que Qatar rompa sus relaciones con Irán, cese su apoyo al grupo de los Hermandad Musulmana, cierre la base militar turca en su territorio, cierre el canal de televisión Al-Jazeera y deje de financiar a las organizaciones terroristas. Con el tiempo, las 13 demandas se redujeron a 6 principios generales que, al igual que las 13 demandas, fueron todas rechazadas por Qatar.
Declaraciones hechas por funcionarios indican que los estados del Golfo han alcanzado un acuerdo secreto en cuyo marco el Cuarteto renunció a sus demandas, reemplazándolas por principios generales para gestionar las relaciones entre los países, tales como la no-vulneración de la soberanía de los estados, la no-injerencia, en sus asuntos internos y de cooperación en la lucha ante amenazas y el terrorismo. También se acordó que los puntos de discordia entre Qatar y sus vecinos serían debatidos en futuras conversaciones bilaterales entre Qatar y cada uno de los países pertinentes.
Hasta ahora, la reconciliación parece ser un movimiento esencialmente bilateral singular de Arabia Saudita y de Qatar. Si bien Arabia Saudita manifestó su determinación de poner fin al conflicto con Qatar y expresó su optimismo sobre la unidad del Golfo, sus compañeros miembros del Cuarteto parecían tener algunas dudas sobre las posibilidades de lograr una plena y exitosa reconciliación. El retiro de las demandas planteadas a Qatar y el aplazamiento de las conversaciones sobre los puntos en disputa hacia una etapa futura, constituyen una victoria para Qatar y demuestran que el boicot a este fue ineficaz. Qatar se reconcilió con sus vecinos del Golfo sin someterse a ningún dictado y manteniendo su soberanía e independencia política y ni siquiera dudó en subrayar que no ha habido cambios en sus polémicas políticas, tales como sus relaciones con Irán junto a Turquía, la conducta de Al-Jazeera, etc.
Además, si bien Arabia Saudita espera que la tal reconciliación ayude a producir un frente unido en el Golfo, para así enfrentar los futuros desafíos regionales que se avecinan, de hecho esto puede que tenga el efecto contrario: la reconciliación puede dividir aún más el Golfo, alentar tendencias independientes y distanciar a Arabia Saudita de sus aliados naturales, tales como los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto.
Claramente, la rotación tomada por la administración estadounidense fue el factor principal que empujó a Arabia Saudita y a sus aliados junto a este, a someterse y resolver la crisis sin ningún tipo de condiciones. Parece ser que Arabia Saudita sucumbió a la fuerte presión ejercida por la administración Trump y especialmente la del yerno de Trump Jared Kushner, quien asistió a la cumbre de Al-Ula. De hecho, los senadores demócratas estadounidenses recientemente iniciaron una investigación sobre si los conflictos de interés de Jared Kushner influyeron sobre la política exterior estadounidense en relación al boicot a Qatar.[1] Al mismo tiempo, la reconciliación también puede estar motivada por las crecientes preocupaciones de Arabia Saudita respecto a las futuras políticas de la administración Biden en temas tales como el programa nuclear iraní o el historial de derechos humanos de Arabia Saudita. Liderar la reconciliación con Qatar puede muy bien pulir la imagen de Arabia Saudita y presentarlo como un país pragmático que busca resolver conflictos a través de cualquiera de los medios pacíficos. Además, la reparación de las relaciones con Qatar, que ya disfruta de buenas relaciones con los Estados Unidos, puede ayudar a consolidar las relaciones de Arabia Saudita con la nueva administración estadounidense que está por iniciar.
El éxito de la reconciliación como medida integral del Golfo es algo dudoso. Si bien estos declaran que ha comenzado una nueva era, los funcionarios del Golfo subrayan que la reconciliación no puede completarse antes de que se lleven a cabo las medidas de fomentar confianza y que aún quedan por resolverse los conflictos fundamentales entre Qatar y el Cuarteto. Si la reconciliación tiene éxito, tal como espera Arabia Saudita, sus repercusiones pueden trascender las fronteras del Golfo y afectar muchos de los temas en el mundo árabe y musulmán e ir todavía más allá.
El Príncipe Heredero a la Corona saudita Muhammad bin Salman recibe al Emir de Qatar Tamim bin Hamad en el aeropuerto Al-Ula (Al-Quds Al-Arabi, Londres, 5 de enero, 2021)
La reconciliación del Golfo: Una medida bilateral saudita-qatarí realizada bajo presión estadounidense
Luego de más de tres años de agudas tensiones en el Golfo, el Emir de Qatar Tamim bin Hamad Aal Thani llegó a Arabia Saudita y fue recibido por el Príncipe Heredero a la Corona Muhammad bin Salman con un cálido abrazo. Esta escena, que marcó el final del boicot hacia Qatar en el Golfo, también reflejó el papel activo de bin Salman en los esfuerzos de reconciliación y su compromiso con la medida. Aunque la reconciliación fue lanzada oficialmente en la cumbre del CCG con la bendición de todos los líderes del Golfo, así como también de Egipto, parece ser esencialmente una medida bilateral por parte de Arabia Saudita y de Qatar, que aún no ha madurado en una reconciliación integral con los otros países que boicotean a Qatar – los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto. Si bien estos tres países empoderaron a bin Salman para que negocie con Qatar en su nombre, no ocultaron su malestar con la decisión de poner fin al conflicto con este país en estos términos. En contraste con Arabia Saudita, que manifestó su determinación de poner fin al conflicto y se mostró optimista sobre la unidad del Golfo, sus socios expresaron escepticismo sobre la finalización de la reconciliación y sus posibilidades de éxito. Esto se hizo más evidente en la ausencia de los líderes de los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto y Omán a la cumbre, que estuvieron representados por funcionarios de menor nivel.
Las reservas de los tres países sobre los términos de la reconciliación también se reflejaron en las declaraciones dadas por sus líderes, quienes destacaron los desafíos que estos plantean. El canciller de los Emiratos Árabes Unidos Anwar Gargash, por ejemplo, declaró que «los desacuerdos han finalizado», pero señaló que «las medidas de fomentar confianza son necesarias» y que «existen temas muy difíciles que deberán ser resueltos en la siguiente etapa».[2] El canciller de Qatar Muhammad bin ‘Abd Al-Rahman Aal Thani también admitió que «se necesitan ciertas medidas para fomentar la confianza entre los países» y que se necesitará de tiempo para lograr una reconciliación total. En una entrevista con el diario británico Financial Times, este señaló la brecha existente entre el compromiso de Arabia Saudita con la reconciliación y la reservada postura de los otros miembros del Cuarteto y expresó su esperanza de que en el futuro estos «tendrán la misma voluntad política que los sauditas».[3]
Sobresaliente fue la postura más reservada del régimen egipcio, que considera a Qatar, partidario de la Hermandad Musulmana, como enemigo que busca derrocarlo. El Presidente egipcio ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi, inicialmente ignoró la invitación a la cumbre y en último momento envió a su canciller Sameh Shoukry quien, además, no asistió a todas las reuniones pautadas para la cumbre.
Además, el Ministro de Finanzas de Qatar ‘Ali Al-‘Amadi, el primer funcionario de Qatar en visitar Egipto desde el inicio del boicot, recibió una recepción muy fría cuando aterrizó en El Cairo varias horas después de la apertura de la cumbre de Al-Ula y de renovar el tráfico aéreo entre Qatar y Egipto. Al-‘Amadi asistió a la inauguración de un hotel de lujo construido por una empresa de inversión estatal perteneciente a Qatar, junto a su homólogo estadounidense Steven Mnuchin y su homólogo egipcio Mohamed Maait. Según los medios de comunicación egipcios, este fue recibido en el aeropuerto por el personal de la embajada de Qatar, pero ni un solo funcionario egipcio estuvo presente en la cumbre.[4]
Los detalles de los entendimientos entre los países siguen sin ser revelados; las disputas han sido dejadas para futuras negociaciones
Se han planteado muchas preguntas sobre el contenido de los entendimientos entre los países que lideraron la reconciliación. Tal como se dijo, durante los años en que estuvo activo el boicot, el Cuarteto le presentó a Qatar una lista de 13 condiciones para el restablecimiento de relaciones, lo cual arrojó luz sobre los profundos desacuerdos entre las partes. Tal como se dijo, el Cuarteto exigió, entre otras cosas, que Qatar rompa sus relaciones con Irán, cese su apoyo a la Hermandad Musulmana, cierre la base militar turca en su territorio, cierre el canal de televisión Al-Jazeera y detenga financiar a las organizaciones terroristas. Qatar, por su parte, rechazó estas demandas, calificándolas de infundadas y de ser una violación a su independencia y soberanía. Además, durante los últimos tres años, Qatar estrechó lazos con Irán y Turquía para superar las dificultades financieras causadas por el boicot y también actuó para aumentar su cooperación con los Estados Unidos.[5] Las 13 demandas finalmente se redujeron a una lista de seis principios generales que Qatar debe cumplir, incluyendo el cese a la instigación, la lucha contra el terrorismo y el evitar injerencias en los asuntos internos de los demás países. Estos principios también fueron rechazados por Qatar.[6]
Parece ser que, en las últimas conversaciones sobre el tema de reconciliación lideradas por Muhammad bin Salman, los países del Cuarteto árabe retiraron sus condiciones, tanto las 13 demandas originales como los demás seis principios. Además, hasta ahora no está claro qué entendimientos han sido alcanzados entre los países. El anuncio de reconciliación no estuvo acompañado de ningún detalle sobre un acuerdo o entendimientos sobre los temas en disputa.
Aunque no se han revelado los detalles del acuerdo de reconciliación, al parecer este incluye varios principios muy generales para resolver la crisis y gestionar las futuras relaciones, tales como el respeto por la soberanía de los países y la no-injerencia en sus asuntos internos y la cooperación en la lucha contra las amenazas a la seguridad y el terrorismo.[7] Los países también acordaron que los puntos de discordia serán discutidos en conversaciones bilaterales entre Qatar y cada uno de los miembros del Cuarteto. El canciller de Qatar ‘Abd Al-Rahman Aal Thani, dijo que «se han acordado principios básicos para gestionar las relaciones futuras entre los países», pero que «no se han establecido términos para renovar las relaciones entre ninguno de los estados». Este explicó que el acuerdo es de carácter general y no entra en detalles porque «las controversias entre Qatar y cada estado son muy diferentes» y por lo tanto se discutirá en conversaciones bilaterales separadas. Respecto al secretismo en torno al acuerdo, este dijo: «El acuerdo no es secreto, pero no se ha decidido si publicarlo o no» y agregó que «no existe nada en este que pueda avergonzar a ninguno de los países».[8]
Caricatura publicada el 1 de enero, 2021 en el diario qatarí Al-Sharq: «Nuestro Golfo es uno»
Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/gulf-reconciliation-resounding-qatari-victory-or-temporary-truce-gulf
*Y. Yehoshua es Vicepresidente de Investigación y Director de MEMRI Israel.
[1] Se sospecha que la política de la administración Trump hacia la crisis del Golfo estuvo influenciada por la participación de los países del Golfo en un acuerdo inmobiliario que rescató a la compañía de Kushner de la bancarrota. Véase por ejemplo, The Independent (Reino Unido), 12 de febrero, 2019, finance.senate.gov, 9 de diciembre, 2020.
[2] Skynewsarabia.com, 11 de enero, 2021.
[3] Financial Times (Reino Unido), 7 de enero, 2021.
[4] Akhbar Al-Yawm, Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 6 de enero, 2021.
[5] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 7543 – Ministro de Estado para Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos en el primer aniversario de la crisis del Golfo: No existe solución alguna en el horizonte porque Qatar continúa apoyando el terrorismo y el extremismo – 28 de junio, 2018; serie de MENRI Investigación y Análisis No. 1315 -Estupor en el Golfo luego de las supuestas declaraciones del emir de Qatar en las que condena a los Estados del Golfo y elogia a Irán, Hezbolá, la Hermandad Musulmana y a Hamas – 25 de mayo, 2017.
[6] Bbc.com/arabic, 21 de julio, 2017.
[7] Véanse las declaraciones del canciller de Qatar ‘Abd Al-Rahman Aal Thani dadas el 8 de enero, 2021 al diario de Qatar Al-Raya y las declaraciones del canciller de los Emiratos Árabes Unidos Anwar Gargash, Skynewsarabia.com, 11 de enero, 2021.
[8] Al-Raya (Qatar), 8 de enero, 2021.