El día 24 de agosto del presente año 2022 señaló los primeros seis meses desde el comienzo de la «operación militar especial» realizada por Rusia. Coincidentemente, en esta fecha, los ucranianos celebraron el 31avo aniversario de la independencia de su país. En uno de mis análisis anteriores, mencioné que me parecía muy dudoso que Rusia aplastaría a la resistencia ucraniana a corto plazo.[1]

Como todos saben, el Kremlin se resiste ferozmente a llamar a su «operación especial» de «guerra» contra Ucrania, o incluso contra la «junta de Kiev». Esto refleja no solo su adicción a las mentiras y al «nuevo lenguaje», sino más bien a la noción del Kremlin de que la agresión rusa debe ser considerada de presunto uso «medido» de la fuerza en el extranjero para de esta manera proteger los intereses nacionales. Esto no es nada nuevo. En casos similares, la mayoría de los países no le declaran la guerra a otros. Por ejemplo, el presidente George W. Bush nunca le pidió al Congreso que declarara la guerra a Irak en el año 2002, sino que este obtuvo de él una Autorización de Uso de la Fuerza Militar (AUFM), tal como sucedió en casos anteriores (por ejemplo, Corea y Vietnam).

Al designar su incursión de «operación militar especial», los líderes rusos pre-supusieron que la agresión no sería contraproducente de una manera que dañaría y perjudicaría al pueblo ruso. Ellos creían que hubiese sido solo otra «aventura», como las participaciones ocurridas en Georgia en el año 2008, Crimea y Donbass en el 2014, o en Siria desde el año 2015. Sin embargo, después de varios meses de iniciarse la «operación militar especial», las fuerzas ucranianas comenzaron a establecer objetivos en Rusia (o al menos en las regiones que los líderes rusos afirman pertenecer a ella), esto no ha sucedido en el país desde que, diría yo, los separatistas chechenos llevaron a cabo ataques terroristas en ciudades rusas – incluyendo a varias en Moscú, hace unos 20 años atrás.

Puente de Crimea (Fuente: Ria.ru)
Puente de Crimea (Fuente: Ria.ru)

Los ucranianos atacan territorio ruso

Esta vez, las cosas se ven diferentes, ya que los ucranianos no solo intentan volar o incendiar instalaciones militares en Moscú[2] y otras regiones de Rusia, sino que atacan territorio ruso realizando operaciones con armas de largo alcance y alta precisión desde territorio ucraniano. En las últimas semanas, se registraron casos de este tipo en las regiones de Bryansk[3] y Lipetsk,[4] mientras que en Crimea una importante base de la fuerza aérea militar de Saki[5] y grandes almacenes de municiones en Dzhankoy fueron destruidos casi en su totalidad[6] en ataques que fueron presenciados por cientos de lugareños y que provocaron una evacuación masiva de estos mismos lugareños. El cuartel general de la flota rusa del Mar Negro en Sebastopol se convirtió en blanco de ataques con drones al menos dos veces.[7] Luego de ambos casos, miles de autos de pasajeros inundaron el Puente Kerch,[8] que fue completado en el año 2018 y une Crimea con Rusia continental (se informa que varios de los principales administradores de la península ocupada huyeron hacia Moscú),[9] mientras que los líderes ucranianos declararon abiertamente que el propio puente será destruido tan pronto como tengan las armas lo suficientemente avanzadas para atacarlo.[10]

Por supuesto, los recientes ataques no fueron los primeros que ocurrieron en Rusia desde finales de febrero. Hubo varios casos de incendios de oficinas de reclutamiento de personal militar (??????????: «comisariado militar») en todo el país, y analistas independientes consideraron varias explosiones sucedidas en instalaciones militares e incluso a vías férreas como actos terroristas ejecutados por infiltrados ucranianos. Yo mencionaría aquí que los servicios especiales rusos han estado extremadamente preocupados por los refugiados ucranianos que se desplazan hacia la zona este – estos vieron a terroristas potenciales subversivos en casi todos ellos. Sin embargo, las explosiones que ocurrieron en el pasado cerca de las fronteras entre Ucrania y Rusia en las regiones de Bryansk y Voronezh no fueron etiquetadas oficialmente como ataques perpetrados por los ucranianos, sino que se les considera el resultado de fallas de misiles o artillería de Ucrania. Cabe señalar que debido a las numerosas explosiones en varios distritos de ambas regiones, los chicos no podrán asistir a la escuela en el mes de septiembre y estudiarán a distancia. Sin embargo, hoy, es imposible considerar tales actos como «fallas de misiles», ya que los ataques a puentes en los territorios ucranianos ocupados y a las instalaciones militares rusas en Crimea son muy precisos. Además, los militares rusos, que están estacionados en Rusia lo suficientemente cerca de la zona de conflicto, tampoco pueden sentirse muy seguros.

Así que, durante bastante tiempo, los líderes rusos trataron de ocultar que Rusia estaba siendo atacada, insistiendo en que todos los «incidentes» en las instalaciones militares dentro de Rusia fueron causados ??por militares que fumaban y descuidaban en donde arrojaban las colillas de cigarro. Existen decenas de chistes y memes en las redes sociales rusas que se burlan del ejército ruso que puede convertirse en el único en el mundo que sufre bajas mortales no debido al «fuego amigo» sino por causa del «fumar cigarrillos».

El ataque al aeródromo Saki fue tan perfectamente documentado tanto por los ucranianos como por los lugareños que hizo evidentes las mentiras del Kremlin. Por lo tanto, Moscú se vio obligado a admitir abiertamente que la demolición de los almacenes Dzhankoy resultó ser una acción subversiva[11] (supongo que el Kremlin afirmará que estas «fuerzas destructivas» están vinculadas a los separatistas de Crimea, ya que nadie desea convertirse en responsable por la falla presentada por los servicios de seguridad por no haber podido detener a aquellos infiltrados de Ucrania). Sin embargo, diga lo que diga Rusia, el curso del conflicto de hecho ha cambiado.

Ningún avance ruso

En febrero, el presidente ruso Vladimir Putin, insistió en que el objetivo de la «operación especial» era incrementar la seguridad de Rusia y eliminar algunas «amenazas» intolerables causadas por la «militarización» en Ucrania. Así que, ahora que la guerra golpea a la propia Rusia, sería cada vez más difícil afirmar que «todo va de acuerdo con el plan original pautado» (yo diría que esa fórmula ya había desaparecido de las declaraciones oficiales, al menos a finales de junio). Además, un desafío aún mayor para el Kremlin proviene del hecho de que parece que Rusia no puede responder en consecuencia a las acciones realizadas por Ucrania. Durante meses, los funcionarios rusos reiteraron que atacarían el cuartel general del alto mando de Ucrania si las fuerzas ucranianas infligían daños severos dentro del territorio ruso,[12] pero hasta el momento no se han registrado represalias directas. Recientemente, el ex-presidente Medvedev, quien se convirtió en el apologista más abierto de la actual guerra, insistió en que «Ucrania debería estar preparada para enfrentar el día del juicio final si ataca el puente de Crimea»,[13] pero es muy difícil creer que esto suceda (parece ser que el puente inevitablemente será atacado y quedará inoperable). Todo esto convierte rápidamente al actual conflicto en una guerra verdadera y simboliza la increíble impotencia militar de Rusia. Existe mucha evidencia que surge del Kremlin que sugiere que el presidente Putin está cada vez más insatisfecho con sus comandantes y que el apoyo público ruso a los ataques contra Ucrania está comenzando a evaporarse (algunas fuentes afirman que las recientes encuestas indican que solo el 41% de los rusos apoyan la guerra, mientras que el 48% está en contra).[14]

Hasta que la «aventura» iniciada por el Kremlin en Ucrania amenazó a la propia Rusia, la libertad de maniobra de Putin fue bastante mayor; incluso cuando Moscú lanzó su ataque, ya que los líderes rusos creían que obtendrían una victoria fácil y rápida, existían muchas opciones para declarar algunos resultados como victoriosos. Debido a que el Kremlin «reconoció» la «independencia» de las repúblicas separatistas de Donbass antes de su ofensiva, incluso la opción basada en su «liberación» pudiera servir de victoria simbólica. Dado que los rusos pronto lograron abrir un corredor terrestre en la Crimea anexada, la creación de la llamada «Malorossiya» que Rusia no logró entre los años 2014-2015 fue otro punto en el que detener el asalto y declarar la victoria. Sin embargo, yo diría que no se puede proclamar ningún éxito o avance en un momento en que las fuerzas ucranianas bombardean las instalaciones militares rusas en las regiones rusas y miles de turistas rusos de todo el país huyen de Crimea presas de pánico.

La diferencia entre una «operación militar especial» y una guerra es enorme, ya que la primera puede durar bastante tiempo – y, pareciera no tener ningún sentido, la gente empieza a soñar con acabarla casi a cualquier precio y sin una gran insatisfacción. Uno de los mejores ejemplos es la «operación especial» afgana, lanzada por los líderes comunistas soviéticos en el año de 1979. Durante un conflicto de casi diez años, el ejército soviético perdió casi 20.000 soldados y oficiales, el país desperdició hasta el cinco% de su presupuesto anual GDP y la «asistencia» soviética al pueblo afgano finalmente se volvió tan impopular que la retirada militar fue bien recibida por casi todos en la URSS.

Luego de la caída de la Unión Soviética, se culpó a su último líder Mikhail Gorbachev, de muchas de las decisiones equivocadas tomadas, pero no a la terminación de la guerra afgana. Lo mismo pudiera decirse de la primera guerra rusa en Chechenia que se perdió casi en su totalidad en el año de 1996; La decisión del presidente ruso Boris Yeltsin, de negociar un acuerdo de paz fue ampliamente aclamada. Por lo tanto, si el conflicto ruso-ucraniano hubiese permanecido encerrado dentro de Ucrania, el Kremlin hubiese podido luchar durante mucho tiempo sin infligir ningún tipo de daño crítico a los índices de aprobación de Putin, pero los actuales acontecimientos hacen que la guerra sea mucho más problemática para los líderes rusos, ya que ahora parece ser que no existe un camino decente para volver desde donde están. Existe una gran diferencia entre una «operación especial» y una guerra, porque la primera puede «terminarse» casi en cualquier etapa, mientras que la segunda solo puede ganarse o perderse.

Conclusión

Aquí debo señalar que muchos analistas, tanto en Rusia como en Occidente, solían decir que Rusia no puede perder la guerra ya que es una tontería decir que Rusia puede ser derrotada militarmente. Solo mencionaría a teóricos tan brillantes como Henry Kissinger y Edward Luttwak que creen que Rusia no puede ser desafiada. Esto es muy cierto, pero un punto muy importante debe hacerse en este contexto. Rusia ha tenido mucho éxito en resistir a los invasores – los ejércitos polaco, sueco, francés y alemán experimentaron sus capacidades un siglo tras otro.

Sin embargo, todos estos ejemplos fundamentales son aplicados a los casos en los que Rusia se defendió de los intrusos que se acercaron a su «centro». Muy por el contrario, en el caso en que Rusia emprendió una guerra en sus fronteras y se enfrentó a las naciones en ascenso o a las que defendían su independencia, este ha perdido en casi todas las veces, solo hay que recordar su guerra con Japón en 1904-1905, con Polonia en 1920, o la guerra con Finlandia en 1940. La guerra de Rusia con Ucrania pertenece casi con toda seguridad a esta segunda categoría y es de esperarse que al pasar de una «operación especial» a una guerra, Rusia se esté embarcando en un camino que le llevará hacia grandes desafíos. Si no es el propio país, tal como sucedió después de los fracasos ocurridos en la Primera Guerra Mundial o en la Guerra Fría, seguramente el régimen actual se enfrentará a su desaparición, más temprano que tarde.

*El Dr. Vladislav Inozemtsev es asesor especial del Proyecto estudios de los medios de comunicación rusos en MEMRI.


[1] Serie de MEMRI Informe diario No. 383 – Qué esperar de la larga guerra con Rusia, 20 de mayo, 2022.

[2] Ria.ru/fire_Moscow_05032014, consultado el 25 de agosto, 2022.

[3] Ria.ru/fire_Moscow_05032014, consultado el 25 de agosto, 2022.

[4] Rg.ru/2022/07/29/reg-cfo/v-lipecke-arestovany-terroristy-gotovivshie-vzryv-avtostancii.html, 29 de julio, 2022.

[5] Edition.cnn.com/2022/08/11/europe/crimea-saki-air-base-explosions-russian-warplanes-intl-hnk-ml/index.html, 11 de agosto, 2022.

[6] Nv.ua/ukraine/events/vzryvy-v-dzhankoe-poyavilis-sputnikovye-snimki-rossiyskogo-sklada-boepripasov-foto-50263641.html, 16 de agosto, 2022.

[7] Ria.ru/20220820/bespilotnik-1810918385.html, 20 de agosto, 2022.

[8] Ru.slovoidilo.ua/2022/08/09/novost/obshhestvo/vzryvy-krymu-turisty-massovo-pokidayut-novofedorovku-dorogax-probki, 9 de agosto, 2022.

[9] Imag.one/news/gaulyayter-aksenov-sbezhal-iz-kryma/12766363, 17 de agosto, 2022.

[10] Pravda.com.ua/rus/news/2022/08/17/7363621, 17 de agosto, 2022.

[11] 5.ua/ru/rehyoni/bolshe-ne-holovotiapstvo-v-mynoboroni-rf-nazvaly-dyversyei-vzrivi-pod-dzhankoem-285096.html, 16 de agosto, 2022.

[12] Meduza.io/news/2022/04/13/minoborony-rf-prigrozilo-atakovat-tsentry-prinyatiya-resheniy-v-kieve-esli-ukraintsy-prodolzhat-nanosit-udary-po-ob-ektam-v -rossii, 13 de abril, 2022.

[13] Crimea.ria.ru/20220717/medvedev-poobeschal-ukraine-sudnyy-den-iz-za-kryma-1123873023.html, 17 de julio, 2022.

[14] T.me/generalsvr/1005, consultado el 25 de agosto, 2022.