Uno de los aspectos más crueles de la Guerra Civil en Siria fue el implementar la limpieza étnica. Todos los bandos lo hicieron, purgando poblaciones de algún grupo étnico o religioso considerado errado, de las regiones que estos controlaban (Turquía lo hizo en áreas de mayoría kurda tales como Afrin, poblándola con árabes sunitas que fueron expulsados ??por el régimen de Assad en otros lugares). El régimen de Assad fue el mayor impulsor del cambio demográfico sobre el terreno, expulsando a la población de algunas áreas, millones de ellos huyeron del país. Assad fue ayudado en esto por sus países aliados Rusia, Irán y el grupo terrorista libanés Hezbolá. Este cambio demográfico continúa hoy día en las áreas conquistadas de Siria, ya que Irán y Hezbolá buscan promover el islam chiita entre la población sunita y al mismo tiempo establecer milicianos extranjeros en áreas clave del territorio.

El mismo impulso demográfico ocurrió en Irak y también fue realizado a través de ambos, violencia y coerción. La región estratégica de Jurf al-Sakhar (ahora rebautizada como Jurf al-Nasr por los conquistadores) al sur de Bagdad fue limpiada de su población árabe sunita (que ahora languidece en campos de desplazados internos en otros lugares)[1] por las milicias iraquíes controladas por Irán que la mantienen como zona militar cercada. Estas milicias también buscan tomar ciudades en las áreas históricamente cristianas y Yazidi en la planicie Nineveh, en la zona norte de Irak. Y aquellos propietarios ausentes en religión o grupo étnico erróneo corren el riesgo de perder sus propiedades en Mosul o en Bagdad a manos de redes criminales políticamente conectadas a estos grupos.

En Siria e Irak, la limpieza étnica ocurrió bajo el pretexto de librar una guerra. Pero en el Líbano se está produciendo una limpieza étnica muy silenciosa y en cámara lenta ante nuestros ojos, impulsada por la crisis económica y que beneficia exclusivamente a Hezbolá, la facción mejor financiada (con divisas de Irán) en el Líbano, mientras que sus rivales locales están cada vez más empobrecidos. Tal operación solo se acelerará si se llega a configurar un nuevo acuerdo nuclear PAIC en Viena entre Estados Unidos e Irán. Antes de cualquier acuerdo de este tipo, Irán y sus milicias-estado ya se están beneficiando financieramente por la disminución de la presión ejercida por la administración Biden sobre el régimen.[2] Y Hezbolá no es simplemente otra milicia apoyada por Irán, tales como esos grupos locales letales en Irak y Siria. Este grupo es una herramienta estratégica de Irán incorporada profundamente en el largo alcance del CGRI, un socio igualitario en el ambicioso proyecto regional de Irán.[3]

Nuevos dólares provenientes del acuerdo nuclear llenarán las arcas de Hezbolá y no solo este dinero será destinado a salarios, armas e influencias políticas, sino también al área de bienes y raíces, ya que el grupo busca expandir las zonas dominadas por los chiitas del Líbano, conectando geográficamente al mayoritariamente sur chiita con el bastión del grupo al sur de Beirut y a las poblaciones chiitas en áreas de mayoría cristiana actual tales como Batroun. El grupo Hezbolá como estado dentro de un estado se convertirá en un proyecto físico literal sobre el terreno, desplazando a los grupos de musulmanes cristianos, drusos y sunitas que se interponen en el camino.[4]

Tal como era de esperarse, la crisis económica del Líbano ha conducido a una crisis migratoria que parece empeorar aún más en primavera y verano de este año 2022. A medida que los mejores y más brillantes del Líbano huyen, dejan atrás propiedades, tierras, casas junto a bienes e inmuebles. Tradicionalmente, los libaneses están profundamente apegados a su tierra, pero aquellos desesperados a los que les han quitado sus ahorros descubren que lo único que pueden vender para financiar su huida es su propiedad física. Los libaneses me cuentan de familias que vendieron sus propiedades a otros cristianos u otros sunitas solo para descubrir que estos eran intermediarios que actuaban para los intereses chiitas conectados a Hezbolá. Otras veces, los compradores supuestamente son de los estados del Golfo, pero al final también resultan ser propietarios conectados a Hezbolá.[5] El dinero en efectivo del acuerdo PAIC llegará para aquellos inescrupulosos compradores en medio de una liquidación de propiedades sin precedentes.[6]

Este conflicto semi-obscuro sobre el tema de bienes raíces y el tema demográfico no es nada nuevo. Este ha sido un tema de preocupación pública para los cristianos libaneses durante algún tiempo, a veces expresado en términos crudos cuando los municipios cristianos locales intentan detener las ventas a los musulmanes.[7] Pero la crisis económica que ha reducido a la penuria a los libaneses que en algún momento pertenecieron a la clase media ha llevado a una avalancha de salidas mientras el país literalmente se asienta en la oscuridad y en el frío, sin servicio de energía eléctrica. Según se informa, el 40% de los médicos del país ya se marcharon a finales del 2021.[8] El 70% de los que abandonan el Líbano son gente joven, a menudo los más educados o aquellos con habilidades técnicas que logran transferir más fácilmente hacia oportunidades en otros lugares. Un cuarto de millón de libaneses huyó del país durante un período de cuatro meses en el año 2021.[9]

La reducción de la población cristiana del país es particularmente significativa para Hezbolá. Es esa población la que tradicionalmente posee más lazos con Occidente y una parte de esa población alguna vez se alió con Israel hace 40 años. También está el hecho de que, mientras dicha población permanece como tal, los contornos de un pequeño estado de mayoría cristiana contigua que pudiera formarse, que van desde el este de Beirut hacia el norte, las antiguas fuerzas libanesas «cantón» de los días de la Guerra Civil libanesa. Hezbolá rechaza la idea de un Líbano «federal» neutral de regiones gobernadas localmente (donde cristianos, sunitas y drusos tendrían las suyas propias) donde su influencia directa pudiera disminuir. Obviamente, en el Líbano, tal como lo hicieron las milicias controladas por Irán en Irak, Hezbolá tendría sus propias milicias-estado delegadas cristianas o sunitas para ayudarlos a gobernar.

El nuevo Líbano que Hezbolá está construyendo con su dinero, su corrupción y su utilización de la violencia será mucho más homogéneo y conformista de lo que el país nunca fue. Este tendrá menos cristianos, menos sunitas y drusos, pero también menos chiitas libaneses que estén dispuestos a enfrentarse al régimen de Nasrallah. Esta semana hace casi un año que Lokman Slim, feroz opositor de Hezbolá y miembro de la comunidad chiita, fue asesinado con total impunidad.[10] «Hezboland» se parecerá en cierto modo a «Fatahland» la Organización para la Liberación de Palestina que controlaba en el sur del Líbano en la década de los años 1970, pero en una escala mucho más amplia y profunda. Y al igual que la OLP utilizó el Líbano para albergar a revolucionarios de ideas afines de todas partes del mundo, el Líbano controlado por Hezbolá, una realidad que es casi total, servirá como refugio seguro, campo de entrenamiento y universidad para los grupos terroristas e insurgentes del mañana, especialmente los que se dirigen a países con una población local chiita tales como Bahréin y Arabia Saudita. Hamás, por supuesto, ya ese encuentra presente sobre el terreno.[11] La alianza de la Siria de Assad y el Líbano de Hezbolá ya son socios en crimen en un cártel de drogas regional floreciente que mira a ambos al Medio Oriente como a Europa.[12]

Un alivio financiero para Teherán se traducirá en dinero en efectivo para Hezbolá, pero también para otras actividades, para el desarrollo de misiles balísticos y de drones, para los houties y los escuadrones de la muerte iraquíes. También se traducirá en apoyo a las operaciones de inteligencia iraníes en todo el mundo, inclusive en el hemisferio occidental.[13]

El gobierno en Washington y París parecen esperar que las elecciones parlamentarias, la ayuda en el servicio eléctrico y el dinero que va a ser entregado al ejército libanés detengan de alguna manera la hemorragia en el Líbano. O que la nueva asistencia por parte del FMI y otros canales a través de los cleptócratas gobernantes del país puede que de hecho haga la diferencia. El esfuerzo por ayudar a un Líbano postrado es encomiable. Pero la esperanza de que las elecciones, en caso de que realmente se celebren, produzcan un resultado que desafíe seriamente el absoluto dominio de Hezbolá sobre el país parecieran ser algo descabellado. Por supuesto, dejemos que los críticos del estatus quo florezcan y reciban apoyo en su búsqueda, pero aquellos responsables de formular las políticas deben ser mucho más realistas en sus expectativas sobre un país donde, durante los últimos 17 años o más, los opositores de Irán y Siria han tenido su oportunidad de acabar muertos.

Una estrategia mucho más matizada pudiera enfocarse en la próxima crisis migratoria junto a qué pasos pueden ser tomados para mantener el capital humano restante del Líbano atado a su tierra natal. El apoyo directo a las escuelas privadas del país (tradicionalmente utilizadas por la mayoría de los libaneses), una mayor creación de empleo y una mejor seguridad general son formas obvias de tratar de ayudar, pero ambos, llegan extremadamente tarde ante la catástrofe libanesa y son extremadamente difíciles dado el dominio absoluto de Hezbolá sobre el poder, en visualizar el cómo tales esfuerzos pudieran ser lanzados, en pleno derecho, para de esta manera poder ayudar lo suficiente y a tiempo. Vale el intentar unos últimos esfuerzos para salvar al antiguo Líbano antes de que se pierda definitivamente. Vale la pena ayudar a las víctimas del Líbano, pero no mientras empoderamos a sus victimarios y les llenamos sus bolsillos.

*Alberto M. Fernández es vicepresidente de MEMRI.


[1] Youtube.com/watch?v=WVFXQtsG0Ec, 21 de junio, 2020.

[2] Wsj.com/articles/iran-nuclear-deal-jcpoa-biden-trump-diplomacy-11642192678, 16 de enero, 2022.

[3] Brookings.edu/opinions/hezbollah-revolutionary-irans-most-successful-export, 17 de enero, 2019.

[4] Mtv.com.lb, 20 de enero, 2022.

[5] Alquds.co.uk/, 14 de enero, 2022.

[6] Aawsat.com/home/article/3403396, 9 de enero, 2022.

[7] Raseef22.net/article/1086142, 22 de enero, 2022.

[8] Youtube.com/watch?v=xqmU3ONjrbA, 19 de diciembre, 2021.

[9] Aljazeera.net/news/politics/2021/10/18/, 18 de octubre, 2021.

[10] Cpj.org/data/people/lokman-slim, consultado el 28 de enero, 2022.

[11] Reuters.com/world/middle-east/explosion-rocks-south-lebanon-palestinian-camp-2021-12-10, 11 de diciembre, 2021.

[12] Dayan.org/content/no-boundaries-syrian-lebanese-drug-economy, consultado el 28 de enero, 2022.

[13] Dw.com/es/oea-condena-visita-a-nicaragua-de-iran%C3%AD-acusado-por-atentado/a-60489322, 20 de enero, 2022.