El siguiente trabajo es un artículo de opinión del Director Ejecutivo de MEMRI Steven Stalinsky, el cual fue publicado originalmente en el portal The Hill el 25 de mayo, 2019.
Luego de los recientes y exitosos intentos de ataque contra objetivos judíos dentro de los Estados Unidos se ha generado una ola de condenas al antisemitismo, pero casi nada se ha hablado sobre qué hacer al respecto. En el Capitolio, ha habido múltiples declaraciones; A comienzos de este mes, en una resolución bipartidista fuertemente redactada en el Senado, 39 republicanos y cinco demócratas expresaron su compromiso por combatir todas las formas de antisemitismo. Si bien esta y otras resoluciones han denunciado poderosamente los ataques contra la comunidad judía, lo que en realidad se necesita es un plan de acción para combatirlo.
Además de los ataques a la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh, Pensilvania y a la sinagoga Jabad en Poway, California, ha habido una serie reciente de ataques frustrados contra otras sinagogas y objetivos judíos. Entre los arrestados por planear ataques se encontraba un veterano del Ejército estadounidense quien juró lealtad al EIIS y trató de causar «bajas masivas», incluso contra judíos; un hombre con la cabeza envuelta en un kaffiyeh fuera de una sinagoga blandiendo una espada como un combatiente del EIIS a punto de decapitar a un prisionero; un hombre que planea unirse al EIIS y atacar una sinagoga en Montana; otro expresando su intensión de ejecutar al asesor principal de la Casa Blanca Jared Kushner y a su familia, por ser judíos. Adicionalmente, un hombre en Ohio fue arrestado y acusado de planear un ataque igual al de la sinagoga Árbol de la Vida a una sinagoga del área de Toledo en nombre del EIIS diciéndole a un agente federal: «Admiro lo que este individuo hizo [es decir, el atacante de la sinagoga Árbol de la Vida]… Yo puedo verme a mí mismo realizando este tipo de operación inshallah«.
La comunidad judía se está entrenando ahora activamente y preparándose para tales ataques. Los ejercicios que involucran a decenas del personal de las fuerzas del orden público y representantes de grupos judíos han examinado escenarios imaginarios de ataques simultáneos contra múltiples objetivos en los Estados Unidos. Y mientras que todos los ataques mortales del año pasado que fueron exitosos fueron cometidos por supremacistas blancos, los llamados ahora son para dirigir el enfoque y los recursos contra esta amenaza en lugar de la amenaza yihadista, es necesario centrarse en ambos. Una de las principales razones por las que no ha habido ataques yihadistas contra objetivos judíos es debido a los extensos esfuerzos realizados por los servicios de contraterrorismo.
Además, durante los últimos dos años, los sermones y las conferencias en las mezquitas de los Estados Unidos – muchos de los cuales son considerados tradicionales y celebrados por su trabajo interreligioso – han estado incitado a la violencia contra los judíos. Debido a la naturaleza sensible de este problema, hasta la fecha no se han realizado esfuerzos serios para solucionar este problema.
Lo que se necesita para combatir el incremento en el antisemitismo es establecer una Comisión Nacional, que involucre la cooperación de una amplia gama de organismos gubernamentales y cívicos en los Estados Unidos. Existen varios tipos de comisiones oficiales que pueden crearse para este propósito, ya sea que partan del Congreso, sean presidenciales, o congresionales-ejecutivas conjuntas. Una Comisión del Congreso es temporal y asesora, con miembros designados en parte o en su totalidad por Miembros del Congreso. Una Comisión Asesora del Congreso estudia un problema, provee asesoramiento independiente y hace recomendaciones a fin de realizar cambios en las políticas públicas. Con la participación del Congreso, los fondos también pueden ser asignados para actividades. Una comisión creada por el Presidente o el poder ejecutivo puede llevar a cabo estas y otras funciones, o puede muy bien crearse una comisión conjunta. El propio Presidente Trump ha firmado varias Órdenes Ejecutivas que establecen comisiones para hacerle frente a la crisis de los opioides y el tema de la integridad de las elecciones.
El papel de esta Comisión de investigación y asesoramiento será estudiar, investigar, supervisar y coordinar las actividades de estos organismos. Este debería consistir en un consejo bipartidista para dirigir sus esfuerzos, compilar un informe anual y proveer recomendaciones y debe poseer la autoridad para llevar a cabo audiencias públicas.
Los miembros de la Comisión deben incluir individuos de la comunidad judía y del Congreso y representantes de la Casa Blanca y de agencias gubernamentales involucradas en el trato del antisemitismo, incluyendo los servicios de seguridad, educación y legislatura, así como también de las diferentes ONG y del Museo Memorial del Holocausto en los Estados Unidos. También deben incluirse aquellos que han sido víctimas de ataques y sus familias. Las compañías de medios sociales también deben participar, incluso siguiendo el modelo del Foro Global en Internet de Contrarrestar el Terrorismo (FGICT) para de esta manera crear un cuerpo que enfrente el incontrolado contenido antisemita y toda su incitación en sus plataformas.
Al igual que se crean comisiones para resolver otras crisis a nivel nacional, es necesario el establecimiento inmediato de una Comisión Nacional que controle y combata el antisemitismo en los Estados Unidos.
*Steven Stalinsky es director ejecutivo del Instituto de Investigación de Medios de Comunicación del Medio Oriente y autor del libro «Traidor Americano: Auge y caída del líder estadounidense de Al-Qaeda Adam Gadahn».