La recuperación nacional de Irak se ha estado gestando internamente durante casi siete meses luego de sucederse disturbios políticos, iniciados por manifestantes que salieron a las calles en octubre del 2019 para manifestar en contra de la endémica corrupción que carcome al país y la falta de servicios básicos y contra la creciente intromisión de Irán en los asuntos internos de Irak.

El intento iraní de silenciar a los manifestantes por la fuerza utilizando sus milicias iraquíes fracasó cuando los manifestantes obligaron al respaldado por Teherán Primer Ministro Adel Abdul Mahdi, a renunciar en noviembre del 2019, luego de solo un año de un mandato pautado para cuatro años. La renuncia de Abdul Mahdi marcó el comienzo de la ruptura del control de Irán sobre el sistema político iraquí.[1]

Durante la odisea en los intentos políticos de reemplazar a Abdul Mahdi, Teherán no pudo reinstalarlo como primer ministro ni tampoco logró asegurar el paso de esta función a ninguno de sus agentes-estado en Irak.[2]

La única vez que Irán logró anotarse un triunfo, aunque corto en duración, fue cuando obstruyó la designación del parlamentario pro-Estados Unidos Adnan Al-Zurfi como primer ministro. Pero se vio obligado a aceptar al jefe de los servicios de inteligencia pro-Estados Unidos Mustafa Al-Kadhimi como primer ministro designado, aun así esperanzado a que sus agentes-estado le impidieran cumplir su misión de formar un gabinete antes del 9 de mayo, fecha límite constitucional para presentar su gabinete al parlamento para su aprobación.

Sin embargo, el 6 de mayo, los legisladores iraquíes desafiaron las probabilidades y aprobaron a Al-Kadhimi como nuevo primer ministro de Irak y también aprobaron dos tercios de su ya propuesto gabinete. Su nombramiento es un paso importante que marca el comienzo de la independencia iraquí a una década de hegemonía iraní.

Imagen No. 1: El Primer Ministro Al-Kadhimi presenta su gabinete en el parlamento, 6 de mayo, 2020 (Gds.gov, 6 de mayo, 2020)

¿Qué hizo provocar la recuperación nacional iraquí de la hegemonía iraní?

El actual ocaso político de Irán en Irak se encuentra inextricablemente vinculado al audaz ataque aéreo estadounidense que acabó con la vida de Qassem Soleimani, comandante de la Fuerzas Qods del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) junto al comandante adjunto de las Unidades de Movilización Popular (UMP) Abu Mahdi Al-Muhandis. Ambos hombres construyeron y nutrieron la red iraní de milicias chiitas en Irak que luego se consolidó bajo el paraguas de las UMP financiadas por el gobierno iraquí.

A fin de vengar estos asesinatos, las UMP patrocinaron una resolución parlamentaria en enero con el propósito de expulsar a las tropas estadounidenses de Irak y que fue aprobada por los legisladores iraquíes. Sin embargo, cuatro meses después y luego de producirse una marcha de un millón de hombres anti-Estados Unidos organizada por títeres iraníes y a pesar de los ataques a menor escala con cohetes lanzados por las milicias respaldadas por Irán contra las bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses, estos últimos mantienen una fuerte presencia en el país.

En abril, el Gran Ayatolá Ali Al-Sistani en Irak le propinó otro duro golpe a Irán y a sus carentes de liderazgo las UMP. Al-Sistani ordenó a sus facciones retirarse de las UMP y fusionarse con el aparato de seguridad iraquí, dando luz verde al desmantelamiento de las UMP. Al retirar estas facciones, Al-Sistani despojó a las UMP de la cobertura de legitimidad que este había aprovechado cuando emitió su fatua de junio, 2014 permitiéndole a todos los iraquíes capaces de portar armas unirse a la lucha contra el Estado Islámico (EIIS).[3]

Un factor importante en la disminución del poderío de Irán ha sido la reducción de su presupuesto, debido a las sanciones impuestas por los estadounidenses, junto a la crisis del COVID-19 y su impacto en los precios del petróleo y en la economía de Irán en general. Todos estos factores exacerbaron aún más el colapso de la economía de Irán e impactaron las actividades de Irán a través de sus brazos militares regionales en Siria, Yemen y el Líbano. También crearon nuevas condiciones que allanaron el camino para el surgimiento de Al-Kadhimi como primer ministro que pudiera afirmar gradualmente la recuperación nacional de Irak del yugo iraní en los próximos meses de su mandato.[4]

Reacciones de Irán y su red iraquí de milicias chiitas

A pesar de estos dramáticos eventos, la reacción de Irán fue un silencio atronador. Ninguno de los líderes militares o políticos iraníes expresó objeción alguna a la resurgente reversión en la política iraquí. Esto resalta su incapacidad para obstruir y detener el proceso político iraquí tal como lo habían hecho en el pasado. Además, las reacciones oficiales del Presidente iraní Hassan Rohani y del canciller Mohammad Javad Zarif fueron la aceptación junto a la voluntad de cooperar plenamente con Al-Kadhimi, quien estaba siendo acusado por las milicias chiitas iraquíes respaldadas por Irán de conspirar con los estadounidenses para eliminar al Comandante de las Fuerzas Qods Soleimani.

Si bien Teherán acogió con beneplácito la bienvenida oficial al nombramiento de Al-Kadhimi, Kataib Hizbullah (KH), la más prominente de las milicias chiitas respaldadas por Irán en Irak, emitió un breve comunicado el 6 de mayo criticando a sus propios aliados de la milicia en el parlamento iraquí por no poder detener el nombramiento de Al-Kadhimi: «Nos damos cuenta de la gran presión a la que fue sometido el fiel y leal grupo de hermanos en el parlamento ante el voto del gobierno de Al-Kadhimi, pero esto no excusa su responsabilidad de continuar persiguiendo a los involucrados en el asesinato de nuestros líderes mártires [Soleimani y Al-Muhandis]».[5] Esta declaración es mucho más suave que la declaración del grupo dada el 11 de abril que advierte que el nombramiento de Al-Kahdimi constituiría una «declaración de guerra sobre el pueblo iraquí». Tal amenaza es aún más difícil de llevar a cabo ahora, ya que fueron los «hermanos» de Kataib Hizbullah en el parlamento quienes aprobaron el nombramiento de Al-Kahdimi[6].

Mientras tanto, Mohammad Al-Ghaban, jefe del bloque parlamentario de Al-Fatah, que incluye a dos de las facciones más leales de Irán, Asa’ib Ahl Al-Haq y Badr Corps (el último de los cuales este dirige), emitió una declaración inesperada el 7 de mayo. En dicha declaración, que refleja un cambio en la postura del bloque hacia los Estados Unidos, este prácticamente reconoció la victoria del bando pro-Estados Unidos, pidiéndole a Washington que priorice a Irak y ayude a Bagdad en «estos tiempos críticos y difíciles». Este dijo: «Hacemos un llamado a Estados Unidos para que no considere la aprobación del nuevo gobierno como una victoria para él y una pérdida para sus oponentes en Irak y la región. De hecho, las fuerzas políticas iraquíes favorecieron los intereses de Irak sobre todas las demás consideraciones».

Tras la publicación de la declaración de Al-Ghaban, el secretario general de Asa’ib Ahl Al-Haq Qais Al-Khazali, iraní leal, tuiteó un verso coránico: «Y nunca los judíos o los cristianos lo aprobarán hasta que sigan su religión».[7] Con esto, este sugería que a pesar de que el bloque parlamentario de Al-Fatah había extendido su apoyo a Al-Kadhimi, el bando pro-Estados Unidos nunca consideraría al bloque de ser un aliado.

El clérigo populista Muqtada Al-Sadr recurrió a su típico doble trato, expresando su satisfacción con el nuevo primer ministro y al mismo tiempo señalando que «evaluaría el desempeño de Al-Kadhimi después de 100 días», muy probablemente asumiendo que estas declaraciones lo protegerían de las críticas de los iraníes.

En cuestión de días Al-Kadhimi consolida su poder y afirma la independencia de la política iraquí

Consciente de los desafíos que se avecinan, Al-Kadhimi presentó un ambicioso programa de gobierno que afirmaba que su gobierno apoyaba las políticas estadounidenses, que este ya había comenzado a implementar en su primera semana en el cargo. El programa incluye lo siguiente:

  1. Estructura del gobierno: Los legisladores iraquíes aprobaron 15 de los 22 ministros propuestos por Jadhimi, incluyendo su elección a figuras pro-Estados Unidos para los cargos de ministro del interior y de defensa.[8] El nuevo ministro del interior es el General del Estado Mayor Othman Al-Ghanimi, oficial ampliamente admirado por los oficiales militares estadounidenses y británicos. El año pasado, en su calidad de jefe de gabinete Al-Ghanimi fue el invitado de honor en el Royal Edinburgh Military Tattoo. En los gobiernos iraquíes anteriores, este cargo a menudo había sido enviado a candidatos de los Cuerpos Badr respaldados por Irán y anteriormente había sido ocupado por oficiales con estrechos vínculos a las UMP. Al-Ghanimi, es también el primer ciudadano iraquí en recibir la Legión Mérito de las Fuerzas Armadas estadounidenses, es también el vástago de una tribu poderosa y rica al sur de Irak y es muy probable que no se sienta intimidado en lo absoluto.

El General Jum’a I’nad, el nuevo ministro de defensa sunita, quien nació en la provincia de Salahuddin y posee una maestría en ciencias militares, ganó admiración por comandar su lucha contra el EIIS en su provincia de origen.

También es significativo el número de altos oficiales militares entrenados en los Estados Unidos despedidos por el primer ministro Adel Abdul Mahdi y las UMP que han sido devueltos al servicio militar, obviamente muy objetables para los iraníes. Entre ellos se encuentra el General Abdul Wahab Al-Sa’di, quien jugó un papel clave en la derrota del EIIS en Mosul; su despido por el anterior gobierno iraquí fue el detonante de las protestas de octubre del 2019.[9] Al-Kadhimi también promovió a Al-Sa’id para que dirigiera las Fuerzas Militares Anti-Terrorismo. Otra respetada figura militar que ha sido reincorporada es el portavoz del Ministerio de Defensa General de Brigada Yahya Rasool, quien fue trasladado a un puesto administrativo en abril[10]. Además, la elección de Al-Kadhimi para el cargo de Ministro de Finanzas Ali Allawi, este fue ministro de comercio, defensa y finanzas después del 2003 y trabajó para el Grupo del Banco Mundial en Washington. Allawi también se desempeña como ministro de minas e hidrocarburos en funciones hasta que este cargo vacante lo cubra un candidato aprobado por el parlamento.

Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/iraq-path-national-recovery-iranian-hegemony

Yigal Carmon es fundador y Presidente de MEMRI; S. Ali es compañero investigador en MEMRI.


[1] Skynewsarabia.com, 1 de diciembre, 2009

[2] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8483 – Tras su llamado a poner fin a la presencia militar estadounidense en Irak, Adel Abdul-Mahdi busca ser reinstalado como primer ministro de Irak con el apoyo de legisladores pro-iraníes, 29 de enero, 2020.

[3] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8648 – Fuerzas políticas anti-Irán en Irak se mueven para liberar a Irak de verse sometido a una década de hegemonía iraní, 19 de marzo, 2020.

[4] Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1508 – ¿Acepta Irán su derrota en Irak? 20 de abril, 2020 por S. Ali.

[5] Kataibhezbollah.com, 7 de mayo, 2020.

[6] Kataibhezbollah.com, 10 de abril, 2020.

[7] Sura Al Baqarah, verso 120

[8] Gds.gov, 7 de mayo, 2020.

[9] Rudaw.net, 9 de mayo, 2020.

[10] Twitter.com/OIRSpox, 9 de mayo, 2020.