Introducción

Mientras el Presidente estadounidense Donald Trump aún no ha tomado medidas activas en contra de Irán, el régimen iraní ya muestra signos de un colapso económico y político, aunque a lo largo de sus 40 años de existencia se ha presentado como un régimen poderoso que se beneficia del apoyo popular, de una economía próspera a pesar de las sanciones, de capacidades económicas, tecnológicas y científicas integrales y capacidades militares sin precedentes. El anuncio de Trump de mayo, 2018 a las ya planificadas medidas económicas en contra de Irán fue suficiente para desestabilizar la economía del país y provocar el 26 de mayo, 2018 el resurgimiento de protestas a gran escala en el centro de Teherán que duraron varios días. En nuestra evaluación, incluso si las protestas aminoran o son reprimidas por el régimen durante un tiempo, estas eventualmente se repetirán e intensificarán, porque el régimen iraní no puede ofrecer ninguna solución a la crisis económica a excepción de cambiar sus políticas regionales y en materia nuclear, es decir, dirigiendo los recursos nacionales de Irán hacia el beneficio del pueblo iraní en lugar de promover sus objetivos fuera del país.

Protesta en Teherán (imagen: al- Arabiya.net, 28 de junio, 2018)

Medidas hasta el momento por parte de Trump

El 8 de mayo, 2018 Trump anunció que Estados Unidos se retirara del llamado acuerdo nuclear con Irán, es decir, el acuerdo PIDAC. Cabe destacar que el PIDAC no fue un «acuerdo» en primer lugar, debido a la insistencia de Irán de que no sería un acuerdo firmado por las partes sino solo un plan de acción conjunto aprobado por la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, al igual que cualquier otra resolución en la historia del Consejo de Seguridad, muchas de las cuales no fueron implementadas. El presidente de los Estados Unidos también anunció su intención de reimponer las sanciones en materia nuclear que habían sido levantadas tras la aprobación de la resolución y también al imponer sanciones económicas adicionales extraordinarias.

Sin embargo, las renovadas sanciones, incluyendo las sanciones al área petrolera y bancaria, entrarán en vigencia solo el 4 de noviembre, 2018. Solo entonces las compañías ya no podrán realizar transacciones con Irán sin incurrir en medidas punitivas por parte de los Estados Unidos. Por lo tanto, no hubo una razón económica objetiva por el colapso de la moneda iraní cuatro meses antes de esta fecha, considerando especialmente que la Unión Europea se opone activamente a los planes de Trump y considera dictar medidas contrarias para permitir que el régimen iraní continúe disfrutando de los privilegios económicos otorgados a Irán por la administración Obama. Si bien en las últimas semanas algunas empresas internacionales han anunciado su intención de retirarse del mercado iraní, el país aún tiene acceso al sistema internacional SWIFT, una importante línea de vida financiera del comercio mundial.

Funcionarios iraníes también subrayan que no existe una razón objetiva por el colapso de la moneda y esto no es erróneo, ya que la caída aparentemente se genera principalmente de la preocupación de la población iraní. Según funcionarios del régimen, las protestas y la pérdida de confianza de la población en el régimen son el resultado de un complot de los estadounidenses y los sionistas, que emplean la guerra psicológica en contra de Irán, ya que no pueden enfrentarle militarmente.

Las consignas entonadas por los manifestantes reflejan de hecho una pérdida de fe en el régimen por parte de grandes sectores de la población iraní. Expresan su oposición a la política de expansión del régimen en el Medio Oriente y al apoyo de la insurgencia en varios países de la región y al enorme costo de esta política y también expresan una falta de confianza en la capacidad y la voluntad del régimen para cambiar sus prioridades y sus objetivos. Este es el mensaje transmitido por los cánticos escuchados en las manifestaciones, tales como «Muerte a Palestina», «No a Gaza, No al Líbano, daré mi vida por Irán» y «Muerte al dictador».

Para ver un video de las protestas en MEMRI TV, pulse en el reproductor debajo:

Respuesta del régimen iraní al colapso de la moneda y las protestas

Las medidas tomadas por el régimen iraní en respuesta al colapso de la moneda y las subsiguientes protestas respaldan este análisis. En primer lugar, tal como se dijo, el alto liderazgo iraní culpa a elementos extranjeros, los estadounidenses y a los sionistas, tanto de la crisis monetaria como de las manifestaciones. Por ejemplo, Rohani

Algunos funcionarios iraníes también alegaron que el cierre de la Feria de Teherán durante las protestas había sido provocado por encapuchados, agentes de los estadounidenses y los sionistas, que amenazaron a los dueños de tiendas y que recurrían al vandalismo si éstos se negaban a cumplir con sus demandas.[1] Los funcionarios hacen hincapié en que el régimen tiene reservas adecuadas de divisas y lugares de almacenaje de alimentos esenciales tales como aceite y el azúcar, e instan al público a no entrar en pánico. También transfieren la responsabilidad a la población misma alentándola a que ayude al gobierno a superar el colapso de la moneda. Los funcionarios han prometido establecer un mercado secundario de divisas y supervisar las tasas de cambio de divisas y el precio de los bienes para combatir la inflación.

Junto a las promesas de detener el deterioro económico, funcionarios del régimen han amenazado reprimir las protestas con mano dura, es decir, sometiendo a los «perturbadores del orden económico» a severas penas, incluyendo la pena de muerte.[2] En una reunión el 27 de junio con altos funcionarios judiciales, el Líder Supremo de Irán Ali Jamenei, dijo que estos «deben lidiar con los que quebrantan la seguridad económica».[3] El jefe de la judicatura iraní el Ayatola Amoli Larijani advirtió el 26 de junio que «el régimen no se comprometerá, bajo ninguna circunstancia, con los manifestantes» y que «la interrupción del orden implicará castigos muy severos… incluyendo la pena de muerte, el encarcelamiento» de hasta 20 años y la incautación de propiedades. Las fuerzas de seguridad deben identificar [a los manifestantes] lo antes posible y entregarlos a la ley», agregó.[4]

En una conferencia judicial el 26 de junio, 2016 el Presidente Rohani dijo: «¿Le ganará Estados Unidos la guerra psicológica, económica y política al pueblo iraní?… ¡No! Porque el pueblo iraní no abandonará su revolución y sus valores… El objetivo principal de los estadounidenses, o los enemigos del régimen, es quebrar la fe y la esperanza del pueblo [iraní]. Si el pueblo tiene fe y esperanza, cualquier problema puede resolverse… ¿Existe escasez de algún bien en el mercado? ¿Ha habido alguna disminución en nuestros ingresos en moneda extranjera o local?… No! No existe una escasez discernible de bienes, o de moneda extranjera o de moneda local. Entonces, ¿por qué hay inflación? Les diré [por qué]: simplemente parte del miedo [del pueblo] al futuro… La mayoría de los productos esenciales tales como los granos, el aceite y el azúcar se producen aquí en Irán en cantidades suficientes, o bien tenemos reservas adecuadas, por lo que no hay necesidad de preocuparse si es que surge la necesidad de un producto en particular, lo importaremos rápidamente… El cambio [oficial] no es [la tasa] que uno encuentra en las calles. La gente debe tener fe en que existen suficientes monedas extranjeras [vendidas] a la tasa oficial para satisfacer sus necesidades… Mientras mantengamos la fe y la esperanza del pueblo, Estados Unidos no tendrá éxito en derrotar a Irán».[5]

El consejero de Jamenei y ex-comandante del CGRI Yahya Rahim Safavi dijo que «el triángulo satánico formado por Estados Unidos, el régimen sionista y [la familia real saudita] Aal Saud desea debilitar el poderío de Irán y desatar el resentimiento y la desesperación entre el pueblo. Bajo las órdenes del Líder Supremo], [las] tres filiales [del gobierno] de Irán están celebrando reuniones y combatiendo la guerra económica de Estados Unidos en contra de Irán. Todas las instituciones, así como también el pueblo, deben cooperar con el gobierno para que podamos superar esta situación que nos ha sido impuesta [a nosotros] con nuestras cabezas bien en alto».[6]

Evaluación

Dado que el régimen iraní se adhiere a su postura ideológica y no está dispuesto a modificar su política de canalizar los recursos del estado hacia una expansión regional y el incremento de su poderío militar y ha rechazado los llamados por las figuras reformistas a fin de renovar las negociaciones con los Estados Unidos (tales como las llamadas de la hija de Hashemi Rafsanjani Faezeh y otros reformistas que publicaron una carta abierta pidiendo el diálogo con los Estados Unidos), es muy probable que el deterioro económico continúe, desatando críticas y protestas populares aún más duras contra el liderazgo del régimen. La crisis económica se profundizará a lo largo del próximo año y es muy probable que el colapso interno, desencadenado por factores económicos, se extienda hacia las esferas políticas.

*A. Savyon es Director del Proyecto de Medios de Comunicación de Irán en MEMRI; Yigal Carmon es el Presidente y fundador de MEMRI.


[1] Véanse, por ejemplo, las declaraciones del Fiscal General de Teherán Abbas Jafari Dolatabadi (Fars, Irán, 26 de junio, 2018) y del editor de Kayhan Hosein Shariatmadari (Kayhan, Irán – 26 de junio, 2018) y un informe del 26 de junio, 2018 por la agencia de noticias Tasnim cercana al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán.

[2] El Fiscal General de Teherán Abbas Jafari Dolatabadi anunció que la «cantidad de manifestantes» detenidos en Teherán el 25 de junio serían «severamente castigados» (ISNA, Irán, 26 de junio, 2018).

[3] Khamenei.ir, 27 de junio, 2018.

[4] Asr-e Iran (Irán), 26 de junio, 2018.

[5] President.ir, 26 de junio, 2018.

[6] ISNA (Irán), 27 de junio, 2018.