El objetivo de la administración Biden al retirar las tropas estadounidenses de Afganistán era restablecer sus prioridades estratégicas globales. Hasta ahora, sin embargo, esta medida ha socavado los esfuerzos de Washington por contener a Pekín, ya que alivió la presión en el frente occidental de China y le entregó al Partido Comunista Chino (PCCh) un punto de apoyo muy importante dentro del corazón de Asia.

En el pasado, las fuerzas estadounidenses estacionadas en la base aérea de Manas en Kirguistán, la base aérea de Khanabad en Uzbekistán, el aeropuerto de Kuryab en Tayikistán y el aeródromo de Almaty en Kazajstán eran como dagas apuntadas en dirección a Rusia y China. Sin embargo, tras presión de Rusia y China sobre los cuatro estados de Asia Central, Estados Unidos finalmente se vio obligado a retirarse de estas bases aéreas. Sin embargo, la presencia de tropas estadounidenses en Afganistán siguió siendo un gran impedimento para China.

Ahora que Estados Unidos ha perdido su presencia en Afganistán en disuadir a China, el PCCh ha ganado un espacio estratégico muy cómodo. De hecho, Afganistán, también conocido como la encrucijada de Asia, está conectado a muchos países importantes de Eurasia. Además, su posición estratégica lo hace aún más importante para el desarrollo del proyecto insignia de China: la Iniciativa Franja y Ruta (IFR).

(Fuente: Twitter)
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China necesita de influencias en Afganistán para asegurar su provincia occidental de Xinjiang

Cuando el presidente chino Xi Jinping dio a conocer la Iniciativa Franja y Ruta en el año 2013, el PCCh enfatizó que Xinjiang y la provincia de Fujian obtendrían oportunidades de desarrollo sin precedentes. Desde entonces, la provincia Fujian, adyacente a Taiwán, ha sido aprobada como el área central de la Ruta de la seda marítima del siglo 21, mientras que la región de Xinjiang se ha posicionado a sí misma como el área central del Cinturón económico de la Ruta de la seda. De hecho, tres de las seis rutas del cinturón económico de la Ruta de la seda pasan por la región de Xinjiang: el Corredor económico China-Pakistán, el Corredor China-Asia Central-Asia Occidental y el Nuevo puente terrestre euroasiático.

Xinjiang comparte historia y una frontera de casi 50 millas con Afganistán. En los primeros días de la era soviética, Xinjiang, con su extensa frontera que limita con la Unión Soviética, fue conducto importante para el personal soviético y apoyo material al PCCh antes de que tomara el poder en 1949. En el período medio y tardío de la Unión Soviética, debido al grave deterioro de las relaciones chino-soviéticas, Xinjiang se convirtió en la primera línea del PCCh contra la Unión Soviética. En ese período, Xinjiang fue convertido en el hogar de bases para el entrenamiento de combatientes muyahidines afganos en la década de los años de 1980 y en dos puestos de escucha para monitorear los movimientos militares soviéticos en Asia Central y en Afganistán.[1]

(Fuente: Twitter)
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La posición estratégica de Xinjiang siempre ha sido fundamental para Pekín. Este desempeña un papel extremadamente importante como barrera para la seguridad y el desarrollo económico en el interior de China y como fuente de materias primas, suministros de energía y de comercio exterior. Además, desde el año 2010, Xinjiang ha albergado dos zonas económicas muy especiales: una en Kashgar, una ciudad fuertemente uigur situada al sur y otra en Khorgos, cerca de la frontera con Kazajstán. Los intereses comerciales del PCCh en Xinjiang llevaron a China a intensificar su represión y las violaciones de derechos humanos contra los uigures con el objetivo de frenar las ambiciones secesionistas.

Sin embargo, para mantener el control de Xinjiang, China también necesita controlar Afganistán. En la década de los años de 1990, los talibanes permitieron a los insurgentes uigures quienes formaron el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (MITO) establecer campos de entrenamiento en Afganistán. Luego de entablar relaciones diplomáticas y económicas con los talibanes alrededor del año 1998, el embajador chino Lu se reunió con el entonces gobernante de Afganistán, el mulá Omar en Kandahar. Durante la reunión, Lu le pidió a los talibanes que hicieran todo lo posible para garantizar que no hubiese grupos armados uigures en Afganistán que pudiesen amenazar a China. A cambio de más relaciones políticas y económicas, los talibanes se aseguraron de que «respetarían la soberanía de China, practicarían la no-injerencia en sus asuntos internos y no dejarían que nadie utilice el territorio afgano en contra del país vecino». El cofundador de los talibanes mulá Abdul Ghani Baradar, le hizo las mismas promesas al PCCh cuando se reunió con el Consejero de estado y canciller de China Wang Yi en Tianjin, el día 28 de julio, 2021.[2]

Desde que ocurrió la retirada de Estados Unidos de Afganistán, el PCCh ha estado utilizando ayuda económica y los proyectos de desarrollo a cambio de cooperar con los talibanes, asegurándose de que el movimiento deje de apoyar a las fuerzas separatistas uigures y con la esperanza de acabar con el punto de apoyo del MITO en la periferia de China. Garantizar la seguridad absoluta en Xinjiang es vital, ya que la región es un pasaje de la Iniciativa Franja y Ruta central de China hacia Asia Central, Occidental y Meridional, el Medio Oriente y Europa.

Los talibanes desean ser parte de la Iniciativa Franja y Ruta

Mientras tanto, los propios talibanes ya han expresado su deseo de formar parte de la Iniciativa Franja y Ruta. En una entrevista publicada el 1 de septiembre, 2021 con el diario italiano La Repubblica, el vocero de los talibanes Zabihullah Mujahid expresó el deseo de los talibanes de participar en la Iniciativa Franja y Ruta de China. Este dijo lo siguiente: «China es nuestro principal socio y representa una oportunidad fundamental y extraordinaria para nosotros, ya que Pekín está dispuesto a invertir y reconstruir nuestro país. Nos preocupamos enormemente por el proyecto Iniciativa Franja y Ruta, que conducirá a la reactivación del antiguo Camino de la seda. También somos ricos en recursos minerales tales como el cobre y con la ayuda de China, las minas también pudieran muy bien retornar a la producción y modernizarse. En última instancia, China es nuestro laissez-passer (pase) a los mercados globales».[3]

Durante una llamada telefónica realizada el 2 de septiembre entre el canciller adjunto chino Wu Jianghao y Abdul Salam Hanafi, quien era para ese entonces subdirector de la oficina política de los talibanes afganos en Doha, «ambas partes intercambiaron puntos de vista sobre la situación en Afganistán y sobre los temas de interés común», según al portal de la cancillería de China. Durante la llamada telefónica, Hanafi declaró que «la cooperación bajo la Iniciativa Franja y Ruta promovida por China es propicia para el desarrollo y la prosperidad de Afganistán y de la región en general» y que «Afganistán espera continuar apoyando y participando activamente en la Iniciativa Franja y Ruta».[4]

Hablando en una conferencia de prensa el 6 de septiembre, Mujahid expresó nuevamente su esperanza de que los talibanes cooperaran con China, afirmando que buscan unirse al proyecto Corredor Económico China-Pakistán (CECP) a un costo de $60 billones siendo este parte de la Iniciativa Franja y Ruta.[5]

Los talibanes necesitan desesperadamente de ayuda e inversiones extranjeras y China está dispuesta a ayudar pero con una condición: que el movimiento deje de apoyar a los separatistas uigures. El PCCh, aprovechando la oportunidad presentada por la retirada de los Estados Unidos, puede finalmente ahora ejercer influencia sobre Afganistán, hacer avanzar su Iniciativa Franja y Ruta y tomar el control de la región.

Conclusión

Décadas de guerra casi ininterrumpida en Afganistán han dejado al país con una economía extremadamente simple junto a un bajo nivel de desarrollo. En el año 2020, según el Banco Mundial, el PIB per cápita de Afganistán era de aproximadamente 508 dólares[6] y según el Banco Asiático de Desarrollo, el 47,3% de la población vivía por debajo del umbral de pobreza.[7]

Si Pekín desea implementar con éxito la Iniciativa Franja y Ruta, no puede permitirse que un Afganistán económicamente atrasado e inestable afecte a los países vecinos y al progreso general de la Iniciativa Franja y Ruta. Por lo tanto, el PCCh tendrá que cooperar con el régimen talibán invirtiendo en proyectos de infraestructura y proveyendo ayuda exterior y de emergencia. Luego de mejorar el entorno de inversión, Afganistán también puede conectarse al Corredor Económico China-Pakistán (CECP).

Cabe señalar que, en el pasado, los talibanes paquistaníes, conocidos como el grupo Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), han atacado al personal chino que trabaja en los proyectos del CECP, así como también a algunos ciudadanos chinos en Pakistán.[8] La unión de Afganistán al CECP no solo conectará las economías regionales, sino que también ayudará a prevenir ataques en contra de China en Pakistán, dados los lazos históricos entre los talibanes afganos y los talibanes paquistaníes. Eso sería un acontecimiento muy positivo para Pekín.

*Chris King es investigador principal del Proyecto estudios de los medios de comunicación chinos en MEMRI. King fue participante activo en las protestas estudiantiles ocurridas en China en el año de 1989.


[1] Véase el Resumen Diario de MEMRI No. 319, El Partido Comunista Chino (PCCh) y los talibanes son de hecho ‘viejos amigos’, 29 de septiembre, 2021.

[2] Véase la serie de MEMRI Resumen Diario No. 319 – El Partido Comunista Chino (PCCh) y los talibanes son de hecho ‘viejos amigos’, 29 de septiembre, 2021.

[3] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 9577 – Durante el mes de septiembre, las relaciones entre China y los talibanes continuaron fortaleciéndose, 5 de octubre, 2021.

[4] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 9577 – Durante el mes de septiembre, las relaciones entre China y los talibanes continuaron fortaleciéndose, 5 de octubre, 2021.

[5] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 9577 – Durante el mes de septiembre, las relaciones entre China y los talibanes continuaron fortaleciéndose, 5 de octubre, 2021.

[6] Data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.PCAP.CD?locations=AF

[7] Adb.org/countries/afghanistan/poverty

[8] Aninews.in/news/world/asia/pakistani-taliban-attacks-threaten-safety-of-chinese-projects20210919210638/, 19 de septiembre, 2021.