Lo siguiente son extractos de un discurso dado por el Secretario General del Hizbullah Hassan Nasrallah, el cual fue presentado en Al-Manar Tv el 29 de julio, 2006:
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Hassan Nasrallah: «Además de sus fracasos, el enemigo recurre en ocultar sus pérdidas. No somos nosotros quiénes estamos ocultando nuestras pérdidas. Nuestra información de campo muestra que las pérdidas del enemigo son mucho mayores que las cifras que este declara, y qué circulan en los medios de comunicación.
«Por qué impone aun el enemigo un estricto control sobre los medios de comunicación, y por todo lo que es informado en los medios de comunicación? Para que su población, y la nuestra, no vea la magnitud de las pérdidas – materiales, humanas y en términos de la moral – inflingida sobre este enemigo.
«Incluso las encuestas de opinión pública anuncian – nuestra información desde dentro de [Israel] enfatiza de que son fabricadas y ficticias, y son parte de la guerra psicológica. Pero existen algunos hechos que el enemigo no puede ocultarle a su gente, y a nuestro pueblo, y al mundo. Hermanos y hermanas, a lo largo de todo el conflicto árabe-israelí – donde dos millones de israelíes fueron obligaron a desplazarse, o a permanecer en refugios por más de 18 días? Esta cifra crecerá cuando extendamos la fase de ‘más allá de Haifa’ – porque el atentado de Afula y su base militar fue [sólo] el principio de esta fase. Hay muchas ciudades en el centro [de Israel] qué serán apuntadas en la fase de ‘más allá de Haifa’, si esta brutal agresión contra nuestra tierra, nuestra gente, y nuestra comunidad continúa.
«Puede esta ocultar la enormidad del daño económico y financiero infligida por la entidad [sionista]? Les dejo las explicaciones a los especialistas en este campo.
«Pero las pérdidas más importantes están en la confianza, la moral, y la manera en que la gente de esta entidad ve a su liderazgo, su ‘invencible’ ejército, sus ‘magnificas’ agencias de seguridad, y su habilidad de confrontar a un pueblo pequeño en números, un país pequeño en tamaño y capacidades, y una resistencia popular, que tiene limitada capacidad humana y material pero es sólida en su determinación y fe».
[…]
«Cuando la gente de este estado tiránico pierda su fe en su mítico ejército, es el principio del fin de esta entidad – porque Israel es un país que fue establecido para la causa de un ejército, y el ejército en Israel no pertenece al estado. Una vez que sientan de que este ejército se ha convertido en inútil, débil, derrotado, humillado, y un fracaso, la pregunta se convertirá definitivamente en una de vida o muerte».