El 17 de junio Naim Qassem, delegado del grupo terrorista libanés Hezbolá quien se encarga de hacer cumplir la satrapía iraní sobre el Líbano, concedió una extensa entrevista al canal de televisión LBC en Beirut.[1] Aparentemente, Qassem y su jefe Hassan Nasrallah son solo el liderazgo de una organización partidista política de «resistencia», pero el dominio de Hezbolá sobre el país significa que todos buscan contexto y significado en todos estos periódicos discursos y entrevistas. Los enemigos buscan pistas y los sirvientes de Irán en el Líbano buscan orientación y guía.
Entre otros puntos, Qassim reiteró un punto mencionado anteriormente, de que el Líbano debería buscar apoyo económico hacia el este, ya que busca sobrevivir a una crisis financiera que se ha transformado inevitablemente en una catástrofe económica y social sin precedentes. El Líbano ha abierto negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para negociar una asistencia de emergencia, pero varias cuentas relatan que las negociaciones no han ido bien del todo. La transparencia, reforma y dolor generalmente exigidos por el FMI son difíciles de tragar para las élites del país (que a su vez están totalmente subordinados a Hezbolá). Por esto, Qassim mencionó a «Irán, China, Siria y Rusia» como posibles fuentes alternas de apoyo económico. Qassim hizo eco a una entrevista anterior dada por Nasrallah al propio canal Al-Manar de Hezbolá promocionando la opción china.[2] Este sugirió que la inversión china en el puerto de la ciudad norteña libanesa de Trípoli, en un ferrocarril y una planta de energía, traería dinero y oportunidades de trabajo para los libaneses.
No es de sorprender que las declaraciones de los dos líderes de Hezbolá hicieran eco en cuestión de horas por parte de otros funcionarios libaneses, incluyendo al Primer Ministro Hassan Diab y al ex-canciller Gebran Bassil. Otro medio de comunicación controlado por Hezbolá publicitó «documentos exclusivos» declarando que China estaba lista para invertir $50 billones en diferentes proyectos libaneses.[3]
No existe ninguna duda, por supuesto, que China posee un peso económico verdadero en el mundo de hoy y que está buscando agresivamente proyectar todo tipo de poder, blando y duro, en todo el globo terrestre. Pero el boom de China entre los amos terroristas del Líbano y sus colaboradores parece ser algo inquietantemente familiar.
Me topé por primera vez con este especial atractivo de la República Popular de China entre aquellos gobernantes autoritarios en aquella Nicaragua gobernada por los sandinistas. Observando el caso de economías en muy mal estado, siendo estas la Unión Soviética y Cuba, algunos periodistas del régimen nicaragüense ofrecieron a China como ejemplo de un «país socialista que realmente funciona». No sería la última vez que escucharía tal frase.
Años más tarde, muy cercano al año 1994, mientras servía como diplomático en la Siria de Assad, escuché algo mucho más amplio en favor de China. Mientras visitaba a un supuesto grupo de expertos conectado al gobernante Partido Ba’ath en el suburbio Al-Tal en Damasco, me dijeron que China era un modelo mucho más atractivo que Occidente. Aquí se encontraba el verdadero desarrollo, pero también el «socialismo» y el «orden». Un mejor nivel de vida y el gobierno de un partido monopolista – ¿qué puede disgustarnos de ello?
Los ideólogos islamistas del entonces gobernante Partido del Congreso Nacional (PCN) de Sudán, una década después, también promocionaron repetidamente a China. Aquí la afirmación tenía una conexión con el mundo real, ya que las compañías petroleras chinas habían reemplazado a las estadounidenses para aprovecharse de la nueva riqueza petrolera de Sudán. Las compañías estadounidenses tales como Chevron, descubrieron petróleo pero tuvieron que retirarse de Sudán debido a las quejas sobre violaciones masivas a los derechos humanos en el país. Si bien la «carta China» a la que jugaban los funcionarios del PCN siempre estaba teñida de una arrogancia despectiva dirigida hacia los Estados Unidos, los sudaneses locales que vivían en la cuenca petrolera me dijeron que las compañías estadounidenses habían sido mucho más benevolentes y paternalistas que los propios chinos tacaños.
Curiosamente, el único país donde pude escuchar una evaluación mucho más cínica de los chinos en lugares altos fue en la Guinea Ecuatorial, un estado rico en petróleo en el Golfo de Guinea, que tenía una considerable presencia económica china (excepto en el sector petrolero, que era abrumadoramente dominada por los estadounidenses). El Presidente Obiang, hoy día el jefe de estado más antiguo de África, me dijo una vez que «utilizamos China porque tenemos que hacerlo, pero uno si obtiene lo que paga».
Un autoritario muy capaz a su alcance, Obiang se encontraba particularmente irritado por la mala calidad de la construcción china (algunos proyectos tuvieron que rehacerse por segunda o tercera vez) y por el empeño chino de contratar mano de obra china para realizar incluso los trabajos más serviles que pudieran haber sido realizados por los habitantes del lugar. «Cuando uno va a China y visita Shanghái y ves a estas compañías, esto no es lo que ellos envían a África. No envían lo mejor», este señaló.
Pero el sueño ilusorio de aquellos autoritarios en China es perennemente robusto. Incluso antes de los recientes comentarios de Hezbolá, los homólogos del grupo terrorista en Irak promocionaban a China y en menor medida, a Rusia, como sustitutos económicos y de seguridad en lugar de los Estados Unidos.[4] Tanto los líderes de la milicia iraquí como los jefes de los partidos islamistas chiitas estaban enamorados con la opción china porque lo habían visto funcionar, más o menos, en la vecina Irán. China no pudo resolver todos los problemas de Irán, pero demostró ser un importante ente salvador. China es y ha sido el mayor socio comercial de Irán durante más de una década, e incluso durante la campaña estadounidense de «máxima presión» en el año 2019, el comercio entre los dos países ascendió a más de $20 billones.[5]
En Irán, China ha señalado la diferencia. Ha sido un salvavidas para el régimen a pesar de las presiones ejercidas por los estadounidenses. El problema es que la motivación de China no solo puede ser para frustrar a los Estados Unidos. Existen ganancias que obtener y poder que adquirir. El Líbano no le ofrece a China los recursos energéticos y el gran mercado que este anhela y que existen en Irán o incluso en Venezuela. Y cualquier inversión de infraestructura china en el Líbano está a solo un ataque aéreo israelí de ser reducido a escombros en la próxima guerra instigada por Hezbolá. China no puede resolver el problema del Líbano de la misma manera que no podría resolverlos en Siria y Sudán, que dijeron veían a China como un modelo a emular. El régimen sudanés cayó y el sirio aun sobrevive, apenas, entre los escombros. China no reconstruirá Assadistán de gratis.
Para la corrupta clase dominante del Líbano, el atractivo de China es obvio. Este dará la impresión de avance y progreso mientras el pueblo libanés se hunde aún más en su penuria servil. Tal vez gane más tiempo como lo ha hecho en Irán – tiempo para seguir haciendo lo que esa clase dominante libanesa y lo que Hezbolá ha estado haciendo durante años, sin cambios ni reformas. Del Yin de China al Yang del FMI; en lugar del FMI controlado por Estados Unidos con sus onerosas condiciones, uno posee la imagen tentadora de la generosidad china sin ningún tipo de condiciones. Esta es, por supuesto, una imagen que bien puede no tener base alguna en la realidad, ya sea del lado chino o en el terreno en el Líbano.
*Alberto M. Fernández es Vicepresidente de MEMRI.
[1] Lbcgroup.tv/news/d/lebanon/528148/%D9%86%D8%B9%D9%8A%D9%85-%D9%82%D8%A7%D8%B3%D9%85-%D9%8A%D8%AA%D8%AD%D8%AF%D8%AB-%D9%84%D9%84%D9%80lbci-%D8%B9%D9%86-%D8%A2%D8%AE%D8%B1-%D8%A7%D9%84%D8%AA%D8%B7%D9%88%D8%B1%D8%A7%D8%AA-%D9%88-%D8%A3%D8%A8%D8%B1%D8%B2-%D8%A7%D9%84%D9%85/ar.
[2] Asiatimes.com/2020/06/hezbollah-head-prefers-china-to-imf-for-lebanon-bailout/?fbclid=IwAR01I7cSyzE_lCHvHqhr92v0Ac36YKCWqfr5lXZdp5lwuJqPRU0S_8rsGK
[3] Alahednews.com.lb/article.php?id=20561&cid=125, 18 de junio, 2020.
[4] English.alarabiya.net/en/News/middle-east/2020/01/06/Iraqi-militia-leader-says-Russia-China-can-replace-US-support-in-Iraq, 6 de enero, 2020.
[5] https://www.atlanticcouncil.org/blogs/iransource/how-the-coronavirus-is-cementing-irans-tilt-towards-china/, 7 de mayo, 2020.