Introducción

La primera parte de nuestro análisis de la amenaza existencial ruso-iraní a Israel, publicada el 23 de octubre, 2017 se enfocó en la dimensión militar convencional de la amenaza planteada por Rusia en facilitar la expansión de Irán en Siria hasta las fronteras de Israel junto a ambos el Líbano y Siria.

La segunda parte, a continuación, se centra en la dimensión nuclear de esta amenaza.

Agregando la dimensión nuclear a la amenaza

Rusia hace posible que Irán evada las inspecciones a su programa nuclear, al cual está sujeto bajo el acuerdo PIDAC. De esta forma, agrega un elemento en el área nuclear a la amenaza existencial hacia Israel, de la siguiente manera:

  1. A. El inventario de Irán de 8.5 toneladas de uranio enriquecido, enviado fuera de Irán a Rusia en diciembre, 2015 de conformidad al acuerdo PIDAC, se ha perdido en Rusia. Esto fue confirmado por el coordinador principal del Departamento de Estado de la administración Obama en referencia al tema Irán Stephen Mull, en una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara el 11 de febrero, 2016 donde dijo: «Todavía no se ha decidido exactamente dónde colocará Rusia esta información». Pero al ser interrogado, Mull reconoció que Washington no verificó el cargamento iraní.[1]
  2. B. El ejemplo más escandaloso de facilitación por parte de Rusia al desarrollo de la capacidad de Teherán de producir armas nucleares es su apoyo a la negativa por parte de Irán en permitirle a la Agencia Internacional de Energía Atómica inspecciones a sus instalaciones de conformidad con la Sección T del acuerdo PIDAC, que le prohíbe a Irán «diseñar, desarrollar, fabricar, adquirir, o el uso de sistemas de detonación explosivos multipunto adecuados para crear un dispositivo explosivo nuclear y también al «diseño, desarrollo, fabricación, adquisición o utilización de sistemas de diagnóstico explosivos (cámaras tipo banda, cámaras de encuadre y cámaras de rayos X)», a menos que estas actividades sean «aprobadas por la Comisión Conjunta para fines no nucleares» y «sujetas a supervisión y monitoreo». Irán se niega a permitir tal monitoreo y Rusia lo apoya en su negativa. Rusia alega, en un argumento absurdo, que la AIEA no tiene autorización de tratar con esta parte del acuerdo PIDAC. Su postura fue ilustrada el 20 de octubre, 2017 por el canciller de Rusia Serguéi Lavrov, en la Conferencia de No Proliferación de Armas Atómicas en Moscú: «Es imposible fortalecer lo que no existe. La AIEA no posee ningún mandato para verificar la Sección T».[2]

Por lo tanto, el sabotaje de Rusia a la implementación de partes del PIDAC y su afirmación de que el inventario correspondiente a 8.5 toneladas de uranio enriquecido perteneciente a Irán ha desaparecido, contribuyen directamente a la capacidad irrestricta por parte de Irán de desarrollar capacidad para producir armas nucleares.

*Yigal Carmon es Presidente de MEMRI y se desempeñó como asesor a dos primeros ministros israelíes para combatir el terrorismo.

[1] Menewsline.com, 16 de febrero, 2016.

[2] Media.ru, 20 de octubre, 2017. Véase también Reuters, 26 de septiembre, 2017.