Introducción
Este informe analizará el uso que le conceden los yihadistas a la frase Allahu akbar – que significa «Alá es el más grande» – como grito de guerra durante los ataques terroristas. Este tema ha sido discutido en análisis previos por MEMRI, pero desde ese entonces se han llevado a cabo muchos ataques por parte de yihadistas en Occidente en los que se ha repetido este grito de guerra.[1] En dos ejemplos recientes, un islamista llamado Trevor Bickford gritó «Allahu akbar» mientras se abalanzaba sobre oficiales del departamento de policía en la ciudad de Nueva York con un machete en vísperas del Año Nuevo cerca de Times Square[2] y un individuo que apuñaló a seis personas en un ataque perpetrado el 11 de enero del presente año 2023 en la estación de trenes Gare du Nord en París también gritó la frase durante su ataque.[3] Este informe proveerá decenas de ejemplos adicionales de los últimos años al uso del término como grito de guerra yihadista (véase el Apéndice).
Este artículo también examinará el cómo y por qué los medios de comunicación en Occidente suelen traducir mal y malinterpretar este término. Esto fue ilustrado muy claramente luego del ataque realizado el 31 de octubre, 2017 en Manhattan por Sayfullo Saipov quien, según testigos, gritó Allahu akbar mientras conducía un camión contra una multitud de ciclistas y peatones en Manhattan, asesinando a ocho personas e hiriendo a casi una decena. Minutos después de que se informara sobre el ataque Jake Tapper de CNN dijo lo siguiente: «El grito árabe Allahu akbar, Dios es grande, a veces se pronuncia en las circunstancias más hermosas y con demasiada frecuencia escuchamos que se vocifera en momentos como este».[4]
La habitual interpretación de los medios de comunicación al grito de Allahu akbar «Dios es grande» es engañosa y omite el aspecto de superioridad en la palabra akbar (que significa «mayor» o «grandioso» y no simplemente «grande») y difumina su referencia específica a Alá: y no a ninguna otra entidad o deidad. Traducir y entender esta frase simplemente como «Dios es grande» no solo es incorrecto, sino que también la despoja de su aspecto crucial de supremacía de Alá sobre todas las demás entidades y deidades. Esta es la razón por la que a lo largo de la historia del islam y hasta el día de hoy, Allahu akbar ha sido un grito de batalla durante los ataques, tal como se demuestra en los ataques terroristas islámicos ocurridos en la actualidad.
De hecho, los propios yihadistas se relacionan al grito de guerra de Allahu Akbar como la «Marsellesa de las conquistas árabes»,[5] como la «bomba nuclear» de los musulmanes[6] y como a lo que «el Oriente comunista y el Occidente capitalista más le temen»[7] y creen que garantiza la victoria tal como sucedió en los tiempos del profeta Mahoma.[8]
No hace falta decir que cuando el cántico de guerra Allahu akbar es utilizado, por ejemplo, por un sacerdote cristiano árabe, no es un grito de guerra yihadista. Pero cuando lo pronuncia un musulmán, siempre es una afirmación a la supremacía de Alá – ya sea en un contexto no-violento (como en algún rezo – de hecho, Allahu akbar se repite varias veces durante el ritual del rezo islámico) o en un contexto violento.
Traduciendo «Allahu Akbar»
Traducir conceptos de un idioma a otro es una tarea bastante difícil. Traducir conceptos que no tienen algún equivalente en el idioma destino es aún más difícil. Traducir conceptos religiosos para una cultura en la que la religión ha dejado de jugar un papel central en la vida del individuo y en la sociedad es lo más difícil de todo.
Tal vez esta sea la razón por la cual los modismos islámicos religiosos que representan conceptos tales como Allahu akbar, la ilaha illa Allah e istishhad son traducidos erróneamente de forma rutinaria en los medios de comunicación estadounidenses.
El fracaso de los estadounidenses en comprender los conceptos religiosos no aplica solo al islam. Un malentendido similar ocurrió en 1993 entre las autoridades y el fundamentalista Christian David Koresh, quien se refugió en un complejo remoto en las afueras de Waco, Texas junto a decenas de sus seguidores, incluyendo a mujeres y niños y un arsenal de armas. Acosado por las autoridades, que intentaron negociar con él, Koresh recitó profecías bíblicas sobre el Fin de los Días. Tratando de poner fin pacíficamente al enfrentamiento, las autoridades le instaron: «No discutamos religión ahora». Koresh, inmerso en sus creencias religiosas, solo pudo responder: «Pero la religión es vida o muerte». Fue un «diálogo de sordos», condenado a terminar tal como fue, con la pérdida de muchas vidas inocentes.
El problema no es de relatividad lingüística – tal como fue discutido exhaustivamente en el siglo pasado por los renombrados lingüistas Edward Sapir y Benjamin Whorf[9], ya que existen formas de transmitir el significado original en una explicación breve y adecuada. En cambio, se trata de la tendencia de los medios de comunicación en elegir la solución más fácil, es decir, traducir a lo que les resultará más familiar a los lectores, aunque este fuese erróneo.
La palabra istishhad (relacionada al término «dar testimonio»)[10] denota un acto religioso de fe en el que un creyente se esfuerza por asesinar a tantos enemigos percibidos como pueda, al precio de su propia vida, como medio para acercarse a Alá, los profetas, los justos y los «mártires» shahid (ver más abajo) en el paraíso. El objetivo de este acto de fe, el cual es considerado bendito, es hacer que la religión de Alá sea superior en la Tierra, en lo que el perpetrador cree que es imitar las batallas del islam formativo temprano de la época del profeta Mahoma y los cuatro califas justos. Este término a menudo es traducido de manera imprudente e incorrecta como «suicidio», lo cual es un acto motivado por la desesperación personal y está prohibido en el islam y para el cual se reserva una palabra diferente – intihar – en árabe.
Esta es también la razón por la cual Allahu akbar y la frase la ilaha illa Allah, ambas declaraciones de fe que encarnan el concepto religioso de la supremacía del islam y Alá – están mal traducidas. Primero fue la lucha por establecer la supremacía del islam monoteísta sobre los ídolos paganos del siglo 7 en La Meca. Luego fue una lucha por la supremacía sobre otras religiones, incluyendo las monoteístas, en la península arábiga, lo que resultó en la expulsión de los no-musulmanes, tal como se relata en la compilación de hadices en nombre del profeta Mahoma: «Expulsaré a los judíos y a los cristianos de la península”[11] – una prohibición que rige hasta el día de hoy en contra de las instituciones religiosas no-musulmanas. Posteriormente fue una lucha contra otros imperios religiosos, tales como el persa y el bizantino. Sin embargo, la interpretación de Allahu akbar en los medios de comunicación estadounidenses como «Dios es grande» omite el aspecto de superioridad en la palabra akbar (que significa «mayor» o «grandioso», no simplemente «grande») y difumina la referencia específica a Alá en lugar de a otra deidad. De la misma manera, la frase la illaha illa Allah a menudo se traduce en los medios de comunicación estadounidenses como «No existe dios sino Dios» (en lugar de «No hay dios sino Alá»). Omitir la supremacía de Alá sobre todas las demás deidades es una mal traducción y además, conduce a una falacia lógica, que recuerda a los versos sin sentido de Carroll.
Una de las razones para tales errores de traducción es el hecho de que en el mundo occidental moderno la lucha por la supremacía entre las religiones ha cesado casi por completo y, en la medida en que todavía existe, es no violenta. Por lo tanto, las declaraciones de fe religiosa que encarnan una lucha histórica continua por la supremacía religiosa divina carecen de base conceptual religiosa/cultural moderna a través de la cual son entendidas en Occidente y, en consecuencia, carecen de un equivalente lingüístico. Los medios de comunicación estadounidenses, que corren el riesgo de no ser entendidos al traducir estos conceptos islámicos, prefieren proveer una traducción aproximada, a pesar de que estas traducciones son inherentemente engañosas.
Esto no quiere decir que Allahu akbar es pronunciado solo por yihadistas que continúan la antigua lucha por la supremacía del islam y de Alá. A lo largo de los siglos ha llegado a ser pronunciado también por musulmanes no-religiosos, e incluso por árabes cristianos. En muchos casos, esta conlleva una variedad de significados – que van desde la admiración por lo que se percibe como un acto maravilloso de Alá hasta una expresión de conmoción y horror ante la calamidad.[12]
Una traducción siempre debe reflejar el contexto, el interlocutor y su intención. Pero lo que sucede a menudo en los medios de comunicación estadounidenses es que cuando un yihadista dice Allahu akbar, esto se traduce como si lo dijera un musulmán no religioso o un árabe cristiano. Esto es totalmente errado. Y cuando tales errores de traducción ocurren una y otra vez, ya sea intencionalmente o por ignorancia, el resultado es una tergiversación profundamente apologética del concepto y de su significado cultural y religioso.
Entonces, ¿cuál pudiera ser la solución? Una escuela de traducción mantiene el término original, seguido de una breve explicación de su significado, como por ejemplo, la palabra japonesa kamikaze. En este caso, esta solución fue tan efectiva que la palabra original ya no requería ningún tipo de explicación.[13] No hay ninguna razón por la que el mismo proceso no deba ocurrir con la palabra istishhad, que con el tiempo pudiera llegar a ser tan conocida y comprendida como la palabra kamikaze.
La alternativa es que los medios de comunicación adopten un enfoque más profesional, traduciendo estos términos en cada caso según el contexto específico, el interlocutor y el significado pretendido y no conformarse con un término aproximado y a la vez engañoso.
Esto no quiere decir que MEMRI, en sus 25 años de labor en traducir decenas de miles de páginas de material de fuentes primarias de los medios de comunicación árabes y musulmanes, no haya caído en ocasiones en la tentación de priorizar el ser entendido por un lector no-experto. Incluso en el campo de las transcripciones, hemos aceptado transcripciones incorrectas porque eran comunes en los medios de comunicación (por ejemplo, «Korán» en lugar de «Qur’an»). En muchos casos, utilizamos la palabra «operaciones de martirio» para la palabra «istishhad«, aunque el martirio es una traducción inexacta, ya que es un concepto cristiano para un individuo que acepta la muerte en lugar de abandonar sus creencias religiosas, mientras que el concepto islámico de istishhad se relaciona en los tiempos modernos principalmente en el asesinar enemigos a cambio de pagar con la propia vida.
«Allahu Akbar» – una expresión de la supremacía del islam
El término Allahu akbar encarna la lucha por la supremacía del islam, Alá y los verdaderos creyentes: pasado, presente y futuro; actual y simbólico; militar, cultural o por medio de la fuerzas de la naturaleza controlada y dirigida por Alá. Es el grito de batalla y el himno de esta lucha por la supremacía. La victoria de los musulmanes es la victoria del islam y del monoteísmo y es la victoria de Alá sobre los dioses falsos. La victoria proviene de Él y prueba Su supremacía. Este fue el significado principal del término en los primeros siglos del islam. Hoy es una señal de los islamistas y yihadistas, así como de todos los demás que desean restaurar la antigua grandeza de los imperios islámicos, donde «la media luna siempre debe estar por encima de la cruz», tal como lo describe el activista de la Hermandad Musulmana en Nueva York Ayat Oraby.[14]
Cabe señalar que Allahu akbar es pronunciado tanto por los yihadistas sunitas como por los líderes chiitas de la República Islámica de Irán (que fue establecido como un «estado islámico» mucho antes que el grupo EIIS). En cada sermón importante pronunciado por el líder supremo de la República Islámica de Irán, la multitud, compuesta por miles y a veces decenas de miles, entona regularmente el cántico de Allahu akbar junto a la frase «Muerte a Estados Unidos», «Muerte a Inglaterra» y «Muerte a Israel». (Véase, por ejemplo, los videos del portal MEMRI TV Nos. 4154, 5075 y 5011).
Para ver el resto del despacho junto al Apéndice completo con todos los ejemplos e imágenes en inglés copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/allahu-akbar-%E2%80%93-allah-greatest-%E2%80%93-jihadi-battle-cry
*Yigal Carmon es presidente de MEMRI.
[1] Véase la serie de MEMRI Informe diario No. 140, ‘Allahu Akbar’ – ‘Alá es el más grande’ – un grito de guerra yihadista, 1 de noviembre, 2017.
[2] Nypost.com/2023/01/02/terror-suspect-trevor-bickford-yelled-allah-akbar-as-he-lunged-at-cops-source/, 2 de enero, 2023.
[3] Red Al-Jazeera (Catar), 11 de enero, 2023.
[4] Dailycaller.com/2017/10/31/cnns-jake-tapper-calls-allahu-akbar-beautiful-after-terrorist-attack-video/, 31 de octubre, 2017.
[5] Serie de MEMRI Despacho Especial No. 2848 – Debate sobre el canal de televisión de Hezbolá Al-Manar: El idioma del martirio es la marsellesa de nuestra nación; el camino de la vida pasa por la muerte, 8 de marzo, 2010.
[6] Serie de MEMRI Despacho Especial No. 3753 – Islamista belga Abu Imran en manifestación el 9 de abril en París: Plantar la bandera negra de ‘No existe dios sino Alá…’ sobre el Palacio del Elíseo; Carla Bruni debería divorciarse de Sarkozy y llevar puesto un niqab, 8 de abril, 2011.
[7] Serie de MEMRI Despacho Especial No. 3039 – Sermón en Gaza presentado en canal de televisión de Hamás Al-Aqsa: Los musulmanes lograrán la aniquilación de los judíos; la destrucción de su estado solo se logrará a través del islam, por aquellos que se inclinan ante Alá; el Oriente comunista y el Occidente capitalista no le temen a nada tanto como le temen a las palabras ‘Alá Akbar’, 16 de junio, 2010
[8] «Allahu akbar» es parte integral de las referencias a las victorias islámicas históricas y actuales. Por ejemplo, cuando se reanudaron los rezos musulmanes en la gran mezquita de Granada después de 500 años de ausencia, un reportaje sobre el evento de un diario saudita se centró en el grito del muecín de «Allahu akbar«. Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 873, Diario saudita: Musulmanes andaluces recuerdan éxodo masivo, 3 de marzo, 2005.
[9] Icsi.berkeley.edu/~kay/Kay&Kempton.1984.pdf, publicado en 1984.
[10] Derivado de la misma raíz que «shahada«, la declaración de fe musulmana («Doy fe de que no existe más dios que Alá y que Mahoma es Su Mensajero»).
[11] Grabado por Muslim, Alifta.net/Fatawa/fatawaDetails.aspx?BookID=1&View=Page&PageNo=1&PageID=773&languagename.
[12] Incluso los yihadistas lo consideran una declaración de la supremacía de Alá sobre la naturaleza como un medio para vencer a los enemigos del islam. Por ejemplo, Anjem Choudary, partidario del EIIS en el Reino Unido, explicó en un tuit: «Los huracanes, las inundaciones y los tornados son los soldados de Alá que Alá libera contra aquellos a quienes desea castigar o despertar» y a esta declaración agrega «¡Allahu akbar!» Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 5035 – Debate entre clérigos musulmanes: ¿Es correcto regocijarse por el huracán Sandy en los Estados Unidos?, 31 de octubre, 2012.
[13] Irónicamente, en los medios de comunicación italianos se suele aplicar «kamikaze» a lo que sucede en el mundo árabe y musulmán. En lugar de explicar el significado islámico religioso original de «istishhad«, utilizan un término tomado de una cultura e idioma diferentes y distantes.
[14] Véase el video del portal MEMRI TV No. 5691 – Activista egipcio-estadounidense radicada en Nueva York Ayat Oraby pide por un boicot económico a los coptos: La media luna siempre debe estar por encima de la cruz, 20 de septiembre, 2016.