Introducción

La visita del Secretario de Estado estadounidense John Kerry el 3 de noviembre, 2013 a Arabia Saudita se llevará a cabo en medio de fuertes tensiones entre los dos países. La Primavera Árabe ha dado lugar a más de unos pocos desacuerdos entre los dos países sobre las políticas de la administración del Presidente estadounidense Barack Obama en relación con la crisis en el Medio Oriente. Estos desacuerdos, ya graves debido a las «políticas opuestas de los países sobre varios temas – específicamente el derrocamiento del ex presidente Mohamed Mursi por el Ministro de Defensa, General Abd Al-Fattah Al-Sisi en Egipto, así como también la supresión de las protestas por la oposición en Bahrein – se han agravado aún más por el manejo de la crisis siria, la administración Obama y la nueva apertura de la administración respecto al tema Irán.

Arabia Saudita, que aboga por el derrocamiento del presidente sirio Bashar Al-Assad e incluso exige una intervención militar para llevarlo a cabo, fue sorprendida por el acuerdo firmado por Kerry, y su homólogo ruso Sergei Lavrov en el decreto de eliminación de las armas químicas de Siria. Los saudíes afirman que la eliminación de estas armas, que asesinaron a más de 1.000 personas, no salvará al pueblo sirio de la tiranía y la violencia del régimen que ya ha causado la muerte de más de 100.000 sirios con armas convencionales. De hecho, Arabia Saudita se refiere al acuerdo Kerry-Lavrov tanto como a una capitulación estadounidense en Rusia y como una victoria de Assad y su aliado, Irán. El reino también protestó el hecho de que mientras el Presidente ruso Valdimir Putin coordina con sus aliados antes de presentar la propuesta de compromiso de Rusia que culminó en el acuerdo, el gobierno de Obama aceptó la propuesta sin consultar a Arabia Saudita o a otros de sus aliados. Por otra parte, algunos argumentaron que el acuerdo no era más que un acuerdo indirecto entre los Estados Unidos e Irán, a fin de elevar el estatus de este última en la región. Arabia Saudita también expresó su descontento con los Estados Unidos en el ámbito internacional mediante la cancelación de una conferencia el 1 de octubre, 2013 de su representante en el Consejo de Seguridad, y por rechazar, el 18 de octubre, la oferta de calidad de miembro no permanente del Consejo de Seguridad.

La ira del reino saudita sobre la política estadounidense y sus sospechas sobre la integridad de la administración Obama se intensificaron aún más ante la nueva apertura estadounidense hacia el régimen iraní. La prensa saudita expresó duras críticas sobre este desarrollo, y algunos artículos expresaron sospechas y temor sobre un acercamiento entre Estados Unidos e Irán. Muchos afirmaron que las floridas palabras del Presidente de Irán Hassan Rohani no deben ser creídas, y que no se producirá ningún verdadero cambio en Irán, siempre que se rija por las fuerzas extremistas dirigidas por el Líder Supremo Ali Jamenei. Numerosos columnistas advirtieron que los Estados Unidos podrían hacer concesiones sustanciales peligrosas a Irán a expensas de la seguridad nacional de los estados del Golfo. En medio de la avalancha de artículos sobre este tema, también hubo algunos que trataron de aliviar los temores, diciendo que las relaciones entre Estados Unidos e Irán no se convertirán en relaciones estratégicas que podrían poner en peligro los intereses de los países del Golfo.

Este informe examina las tensiones entre Arabia Saudita y los Estados Unidos, tal como se refleja en el discurso en los medios de comunicación sauditas.

El Acuerdo Kerry-Lavrov: Los Estados Unidos se rindieron al eje Rusia-Irán-Siria

El acuerdo de Kerry-Lavrov, firmado por el Secretario de Estado estadounidense John Kerry y su homólogo ruso Sergei Lavrov el 14 de septiembre, 2013 en Ginebra, en las que Siria debe transferir sus armas químicas a la supervisión y destrucción a nivel internacional, desató la ira en Arabia Saudita, que hoy dirige el frente árabe anti-Siria. Bajo la tutela del jefe de inteligencia saudita Príncipe Bandar bin Sultan, que ha sustituido a Qatar y Turquía como principal patrocinador de la Coalición Nacional Siria y ha tomado una línea diplomática agresiva, incluso pidiendo la remoción del Presidente sirio Bashar Al-Assad incluso llamar por una intervención militar para lograrlo.[1] En lo que le concierne, la destitución de Assad podría ser un duro golpe para las aspiraciones de Irán por la hegemonía en la región, y también es probable que trajera a Siria de vuelta al redil árabe.[2]

Arabia Saudita está muy decepcionada por las políticas de la administración Obama, que está tratando de evitar una repetición de la hipótesis de las guerras en Irak y Afganistán, y en su lugar lucha por un acuerdo diplomático para resolver la crisis siria. Los saudíes, sin embargo, consideran que el acuerdo Kerry-Lavrov como una bandera blanca estadounidense a Rusia, que apoya sin reservas el régimen de Assad, y como victoria para su régimen y sus aliados que lo mantendrá en el poder.[3] Los saudíes han argumentado que la eliminación de las armas químicas de Siria, que han asesinado a más de 1.000 personas, no es una solución y no hace nada para rescatar al pueblo sirio de la maquinaría de guerra de Assad que ha quitado más de 100.000 vidas hasta ahora.[4]

Desde hace algún tiempo, los medios de comunicación sauditas han estado criticando el enfoque vacilante del gobierno de Obama en lo referente a la crisis siria, así como también su manera de manejar la crisis en Egipto y Bahrein. Sin embargo, parece ser que desde el 9 de septiembre, 2013, cuando los Estados Unidos acordaron considerar la propuesta rusa que llevó a la firma del acuerdo Kerry-Lavrov, a los pocos días, hubo una campaña mediática saudita condenando específicamente la política de esta administración. Desde entonces, la prensa del gobierno saudita ha publicado decenas de artículos e historias que expresan este punto de vista, en particular lo referente a la crisis siria, con titulares tales como «El Golfo se mantiene firme en contra de Assad – mientras Obama vacila»,[5] «Oh sirios, no esperen por la compasión de Obama»,[6] «Obama y su mundo libre [apoya] al [Ministro de Relaciones Exteriores sirio] Walid Al-Mu’allem»,[7] «El subterfugio ruso – sobre los cadáveres sirios»;[8] «Salvando al pueblo sirio – de las armas químicas de Bashar o de la vacilación de Obama?»;[9] y «Arabia Saudita y los Estados Unidos – La era del desacuerdo»[10]

En su editorial del 15 de septiembre, un día después de la firma del acuerdo, el diario saudita Al-Yawm escribió: «Está claro que los rusos han llevado con éxito a los estadounidenses hacia una trampa y a un largo túnel de negociaciones, conversaciones y acusaciones – y al parecer los estadounidenses [por su parte] también quieren dejarse engañar por Moscú una y otra vez. Su acuerdo de Ginebra no se desvía de la [actual] tradición de vacilación de Washington y de abstenerse en tomar posturas serias y firmes para detener el plan de destrucción masiva en Siria y salvar al pueblo sirio del exceso diario de muertes».[11]

Unos días más tarde, Tariq Alhomayed, ex editor del diario saudita londinense Al-Sharq Al-Awsat, escribió de manera similar: «Lo que el gobierno estadounidense está haciendo hoy es establecer firmemente la imagen de Obama como alguien vacilante en [su] política exterior, en particular respecto a esta región, y también en establecer firmemente la imagen de Irán como astuta…»[12]


La ONU se centra en las armas químicas como armas convencionales que explotan de cerca (Al-Hayat, Londres, 9 de octubre, 2013)

Junto al temor saudita de que el acuerdo Kerry-Lavrov mantendrá a Assad en el poder, el acuerdo fue percibido como un refuerzo al bando chiíta pro-Irán en la región – que le sirve a las aspiraciones hegemónicas regionales de Irán. A la manera de ver de los sauditas, una victoria de Assad necesariamente significará una victoria para su aliado Irán – que los saudíes dicen está tratando de establecer una «media luna chiíta»[13] en la región. Este miedo a la «media luna chiíta» es lo que impulsa el apoyo agresivo de los saudíes a la oposición siria.

En su columna del 15 de junio en el diario saudita londinense Al-Hayat, Jamal Khashoggi, periodista y ex editor del diario saudita Al-Watan, pintó un panorama aterrador de lo que el Medio Oriente pudiera ser si Assad y sus aliados salen victoriosos en Siria. Dijo que si esto sucede, la «media luna chiíta» se convertirá en «un eje político ambicioso que se extenderá desde Teherán a Beirut, a través de Bagdad y Damasco». El Líder Supremo iraní Ali Jamenei, dijo, «realizará su sueño de ofrecer un sermón desde el púlpito de la mezquita Ummayad [en Damasco],» y una gran ceremonia se celebrará en el recientemente restaurado Palacio de Damasco «con motivo de la firma de un pacto de defensa conjunto entre los líderes de Irán, Irak y Siria «bajo los auspicios de Jamenei. Arabia Saudita, dijo, estará preocupada por la creciente actividad de Irán en sus proximidades: temerá por el destino de Bahrein y Yemen añadió: «Los planes para la unidad del Golfo se desvanecerán, y algunos de los estados del Golfo siquiera comenzaran a hacer esfuerzos para apaciguar a Teherán a fin de preservar la poca soberanía que les quedará».

Khashoggi concluyó diciendo: » Una pesadilla, ¿no te parece? Por lo tanto, creo que Arabia Saudita, en particular de ninguna manera permitirá una victoria iraní en Siria. La presencia iraní ha sido masiva desde la firma del pacto entre [el difunto presidente] Hafez Al-Assad y la Revolución Islámica, inmediatamente después del triunfo [de este último] hace 40 años. Sin embargo, [mientras que] el poder del régimen sirio [bajo Hafez Al-Assad] permitió un mínimo equilibrio e independencia para [Siria], su hijo [Bashar], que tiene una deuda de gratitud con los iraníes y Hezbolá por el hecho de que todavía está vivo y gobierna incluso un país devastado, se ha convertido en un tema de Teherán y [ya] no es un socio por igual [a este]. Este es el momento en el que la presencia iraní en Siria y en el Líbano se ha convertido en una clara amenaza para la seguridad nacional, tanto para Arabia Saudita y Turquía».[14]


El acuerdo entre Estados Unidos y Rusia consolida el liderazgo de Assad (Al-Watan, Arabia Saudita, 9 de octubre, 2013)

El gobierno de Obama está removiendo el estatus de Irán a expensas de sus propios aliados

La aceptación de la propuesta de compromiso rusa por Estados Unidos fue una sorpresa completa – y una gran decepción – para los saudíes. Artículos en los medios sauditas se quejaron de que mientras Rusia había consultado con sus aliados antes de la acción, los Estados Unidos no hicieron lo mismo con sus propios aliados. El columnista ‘Ali Saad Al-Moussa escribió: «No pude creer lo que vi ayer por la mañana, [es decir] la comedia de rotaciones en política internacional respecto a la crisis en Siria y su régimen».[15] Yousuf Al-Kuwailit, editor en jefe del diario gubernamental saudita Al-Riyadh, escribió que el acuerdo Estados Unidos-Rusia había sido «sin duda» firmado «a espaldas de la mayoría de los países árabes».[16]

Muchos autores argumentaron que el desconocimiento por Obama a sus aliados árabes refleja la política declarada de su gobierno de centrarse en Asia e ignorar al Medio Oriente. Dijeron que, no sólo Estados Unidos había fracasado en consultar con sus aliados, sino que había coordinado en realidad la acción con su rival Irán, que utiliza la crisis siria como una carta que energizar su propio estatus en la región.[17]

Describiendo el insulto a los saudíes, el destacado comentarista de Al-Hayat Raghida Dergham escribió:[18] «El jugador ruso está asumiendo el manto del liderazgo y está totalmente coordinando con su aliado iraní en Siria. Y Rusia está tomando el máximo cuidado en probar la firmeza y cohesión de sus sociedades y alianzas, como para representar un modelo y un ejemplo contrario a las asociaciones y alianzas de los Estados Unidos con los países árabes, que se caracterizan por abandonar a sus aliados sin previo aviso desatendiendo sus promesas… Es por eso que el Presidente ruso Vladimir Putin está guardando un lugar para Irán en cualquier gran acuerdo [para resolver la crisis de Siria] que podría ser inminente (incluso ha hablado de una Pequeña Ganga [para eliminar el arsenal químico de Assad] con Irán, como para que no se vea que lo está descuidando).

«El Presidente Barack Obama no hace lo mismo [que Rusia] con sus aliados en el Medio Oriente, a excepción de Israel. Este sorprende y no discute. Retrocede sin previo aviso. Esto es el por que no tomará cuidado en proteger un lugar para que los países del CCG en el Gran Ganga, porque esto simplemente no se le ocurrió a nivel estratégico. En efecto, en el pasado ha demostrado una conducta llamativa [hacia] sus aliados del Golfo Pérsico cuando ignoró por completo el papel fundamental desempeñado por Arabia Saudita en el mapa de la región. Barack Obama no piensa en términos de ejes, especialmente como ha resuelto dar vuelta hacia el este, lejos del Medio Oriente. Vladimir Putin, por su parte, está construyendo una estrategia para restaurar la influencia internacional de su país mediante la adopción de una política de ejes, desde el eje BRICS, que incluye a Rusia, China, India, Brasil y Sudáfrica, con el eje del desafío, que incluye a Rusia, China e Irán, junto al régimen de Damasco y Hezbolá».

En un artículo en el diario Al-Hayat titulado «Arabia Saudita y los Estados Unidos – La edad del desacuerdo, «el comentarista político Khaled Al-Dakhil escribió que el acuerdo entre Estados Unidos y Rusia sobre Siria era en efecto un acuerdo con Irán. Este dijo: «Arabia Saudita no niega la necesidad de llegar a un acuerdo con Irán, pero se cree que este entendimiento debe venir en pos de una solución a la crisis de Siria y no antes. Tal solución no le dará a Teherán cartas que no tiene y también le permitirá a Siria a regresar al redil árabe y salir de su crisis. La política de la administración Obama no es ninguna sorpresa, y va en consonancia con las declaraciones [de la administración] respecto al Medio Oriente. [De hecho], junto a su voluntad de diálogo con Irán, esta administración está centrada en Asia».[19]

Arabia Saudita protestó la participación de Irán en la resolución de la crisis siria, ya que ve a Irán, junto a Hezbolá, como cómplices de los crímenes de Assad, y como parte del problema en Siria – y por lo tanto considera que no son aptos para ser parte de su solución. Algunos autores también sostuvieron que la idea de involucrar a Irán en la solución del problema sirio no es nueva, pero llegó a finales de agosto, durante una visita a Irán por el Secretario General de la ONU para Asuntos Políticos y ex subsecretario de estado estadounidense para Asuntos del Cercano Oriente Jeffrey Feltman.[20] Ellos dijeron que la visita a Irán por Feltman, que se centró en temas regionales tales como Siria, Egipto y Palestina, era más una visita de un diplomático estadounidense que una de un funcionario de la ONU, y que tenía un papel en pavimentar el camino para acercamiento Irán-Estados Unidos.[21]

Incluso después de la firma del acuerdo de Kerry-Lavrov, Arabia Saudita continúa oponiéndose a cualquier participación iraní en la resolución de la crisis siria. Como parte de esto, este rechaza la participación de Irán en la Conferencia de Paz de Ginebra II del Medio Oriente en Siria, una idea que está siendo defendida por el enviado especial de la ONU en Siria Lakhdar Brahimi.[22] Dirigiéndose a la posibilidad de que Irán podría estar involucrado en las conversaciones de Ginebra II, el embajador saudí en la ONU Abdallah Al-Mu’allami le dijo al diario Al-Hayat: «El apoyo de Irán al régimen y a las fuerzas armadas [del régimen] le impide tomar un papel activo en la creación de la paz y de una nueva Siria».[23] Esta presión saudita a la comunidad internacional usando la carta de su influencia con la Coalición Nacional de Siria, que los saudíes apoyan, ha provocado acusaciones de que Arabia Saudita está detrás de la negativa de esta coalición con el objeto de participar en la Conferencia de Ginebra II.[24]


Rusia, los Estados Unidos, Irán y el régimen sirio se sientan amigablemente en la mesa de la conferencia «Geneva II», convocada sobre los cadáveres de las víctimas sirias. Al-Watan (Arabia Saudita), 31 de octubre, 2013.

Preocupación saudita y protestas ante la política de apertura de la administración Obama hacia Irán

Sospechas y temores de Arabia Saudita respecto a la política de la administración Obama tras la firma del acuerdo de Kerry-Lavrov aumentaron aún más ante la política de apertura de este último respecto a Irán, que alcanzó su punto máximo cuando el Presidente iraní Hassan Rohani llegó a Nueva York el 24 de septiembre, 2013 para la Asamblea General de la ONU y cuando Obama habló con Rohani por teléfono el 27 de septiembre, 2013. Las aprehensiones saudíes son acentúan por este acercamiento, que teme podrían fortalecer a Irán y reforzar su estatus, Arabia Saudita quiere a un Irán debilitado por las continuas sanciones a fin de que abandone su programa nuclear, y durante mucho tiempo ha estado protestando en contra de lo que este llama «intromisión de Irán en los asuntos internos asuntos de los países árabes».

Director de Al-Arabiya ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed escribió: «Lo absurdo es que los estadounidenses, que han invertido tiempo y esfuerzo en la construcción de una amplia coalición que puso presión política y económica sobre el régimen iraní, sean hoy los que están destruyendo [la coalición]».[25]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor copie el siguiente enlace en su ordenador:http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/7497.htm


[1] En una conferencia de ministros de relaciones exteriores, el Ministro de Relaciones Exteriores saudita Sa’ud Al-Faisal dijo: «Toda la oposición a un movimiento internacional contra Assad sólo alienta al régimen sirio». Este hizo hincapié en que el mundo no debe esperar a que Assad extermine más a su pueblo, y que la acción para salvar al pueblo sirio «no se considera una intervención extranjera». Y agregó: «El pueblo sirio conoce mejor su propio interés. Este precisa de la intervención militar para protegerse. Estamos de acuerdo con todo lo que el pueblo sirio se comprometa, y nos oponemos a lo que este se oponga». Véase Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 2 de septiembre, 2013.

[2] Véase por ejemplo, el artículo del editor del diario ‘Okaz titulado «La Región: Wither Después del Ataque?» 3 de septiembre, 2013.

[3] Véase MEMRI Despacho Especial No. 5462, «Editoriales en la prensa del Golfo critican acuerdo ruso-estadounidense y La Resolución de la ONU sobre las armas químicas de Siria: una derrota de Estados Unidos, Assad puede continuar descuartizando a los sirios con armas convencionales», 1 de octubre, 2013.

[4] Véase el artículo de Muhammad Al-Rumaihi, Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 28 de septiembre, 2013, y las declaraciones de Turki Al-Faisal en su conferencia ante el Consejo Nacional sobre la conferencia en las Relaciones Árabes-Estados Unidos en Washington el 22 de octubre del 2013, durante el cual este también se quejó de que Occidente no estaba armando a la oposición siria. Ncusar.org, consultado el 28 de octubre, 2013.

[5] Artículo de Muhammad Al-Zaid, Al-Watan (Arabia Saudita), 11 de septiembre, 2013.

[6] Artículo de Turki Al-Suheil, Al-Watan (Arabia Saudita), 11 de septiembre, 2013.

[7] Artículo de ‘Ali Saad Al-Moussa, Al-Watan (Arabia Saudita), 11 de septiembre, 2013.

[8] Artículo de ‘Abd Al-‘Aziz Othman bin Saqr Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 11 de septiembre, 2013.

[9] Artículo de Mutlaq Saud Al-Mutairi, Al-Riyadh (Arabia Saudita), 11 de septiembre, 2013.

[10] Artículo escrito por Khaled Al-Dakhil, Al-Hayat (Londres), 15 de septiembre, 2013.

[11] Al-Yawm (Arabia Saudita), 15 de septiembre, 2013.

[12] Este continúa: «Si Irán fuera serio [en resolver las crisis en] la región y en Occidente, no habría resuelto sólo a un acuerdo sobre el plan ruso destinado a rescatar a Assad, [más bien] habría frenado su apoyo a la máquina de asesinar de Assad y aspirara a lograr una solución diplomática. Si Obama era lo realmente serio sobre Irán, no se habría perdido la oportunidad de dirigir un golpe estratégico contra este por medio de derrocar a Assad». Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 19 de septiembre, 2013.

[13] El término fue acuñado en el 2004 por el rey de Jordania Abdallah II en una entrevista con el Washington Post. En esta entrevista, advirtió de un intento iraní para formar una «media luna chiíta» que se extiende desde Irán a través de Irak y Siria al Líbano, lo que podría alterar el tradicional equilibrio de poder entre los sunitas y los chiítas.

[14] Para más extractos de la columna, véase MEMRI Despacho Especial No. 5347, Antiguo periodista saudita: A menos que Arabia Saudita actúe inmediatamente para remover a Assad del poder, ‘la pesadilla de la media luna chiíta’ puede que se materialice, 3 de julio, 2013.

[15] Al-Watan (Arabia Saudita), 11 de septiembre, 2013.

[16] Al-Riad (Arabia Saudita), 3 de octubre, 2013.

[17] Véase, por ejemplo, el artículo de Khaled Al-Dakhil, Al-Hayat (Londres), 15 de septiembre, 2013.

[18] El artículo apareció en árabe en Al-Hayat el 15 de septiembre, 2013; la traducción al inglés apareció en el portal de Al-Hayat el 20 de septiembre, 2013.

[19] Al-Hayat (Londres), 15 de septiembre, 2013.

[20] En la entrevista con el programa de Christiane Amanpour en CNN, Feltman dijo: «Nosotros en la ONU hablamos con Irán… No podemos resolver las cosas hablando con los sirios, así que hablamos con otros, e Irán es importante». Cabe mencionar que, en la misma entrevista, Feltman también mencionó a Arabia Saudita como un país que debe ser consultado a fin de resolver la crisis siria. Haga clic aquí para ver la entrevista. Las posturas expresadas por Feltman también reflejan las de la ONU cuando Kofi Annan sirvió como enviado especial de la ONU en Siria, este también ofreció involucrar a Irán en los debates para poner fin a la crisis allí. Véase MEMRI Investigación y Análisis No. 867, En medio de acusaciones de colaborar con Assad, Rusia e Irán, el enviado de la ONU Annan dimite en el fallo, 2 de agosto, 2012. El actual enviado de la ONU, Lakhdar Brahimi, considera que es necesaria la participación de Irán y de otros países de la región en los esfuerzos para resolver la crisis de Siria como parte de la conferencia Ginebra II. En julio del 2013, dijo que todos los países que tienen influencia o intereses en Siria, incluyendo Irán, deben asistir a la conferencia Ginebra II, y que la parte estadounidense estaba estudiando esta posibilidad. Véase Al-Hayat (Londres), 23 de julio, 2013. Según los informes, durante una conversación telefónica con el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, Brahimi describió el papel de Irán en la resolución de los problemas regionales de «constructivo y sumamente importante». Ver SANA (Siria), 21 de agosto, 2013.

[21] El redactor Zain Al-Abidin Al-Rikabi escribió en el diario Al-Sharq Al-Awsat: «Las relaciones entre los Estados Unidos e Irán estaban presentes durante la reciente visita del gobernante de Omán y Jeffrey Feltman en Teherán. Cierto Feltman estaba allí en nombre de la ONU, ya que él es ahora el Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos. Sin embargo su título de por vida es la de un diplomático estadounidense respetable versado en asuntos del Medio Oriente…» Ver Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 21 de septiembre, 2013. Véase también el artículo de Saleh Al-Zahrani, que daba a entender que la visita a Teherán por Feltman, a quien llamó «el padrino del expansionismo extremista chiíta en Irak», contribuyó a la política de Estados Unidos respecto a Siria e Irán. Al-Risala (Arabia Saudita), 20 de septiembre, 2013; y Khalid Al-Dakhil en Al-Hayat (Londres), 15 de septiembre, 2013.

[22] La prensa saudita publicó artículos criticando a Brahimi. Véase, por ejemplo, el editorial de Al-Madina (Arabia Saudita), 28 de octubre, 2013; y Jasser Al-Jasser en Al-Jazira (Arabia Saudita), 28 de octubre, 2013.
[23] Al-Hayat (Londres), 16 de octubre, 2013.

[24] Al-Watan (Siria), 28 de octubre, 2013. Véase también la declaración de Lavrov, quien dijo que algunos países financian a la oposición están trabajando para frustrar los esfuerzos de llevar a cabo el congreso Ginebra II. Véase SANA (Siria), 29 de agosto, 2013.

[25] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 4 de octubre, 2013.