De que Rusia haya lanzado una brutal guerra de agresión en este presente año 2022, continuando sus anteriores ataques lanzados contra su vecina Ucrania en el año 2014 es ya un hecho consumado. Y no existe ninguna equivalencia moral entre el agresor ruso y la víctima ucraniana. Más allá de ello, las narrativas pueden de hecho volverse muy confusas.
Una narrativa – particularmente en Occidente – representa a una Ucrania valiente, tolerante, liberal y democrática enfrentándose a su vecino mucho mayor en tamaño. En esta narrativa, Rusia es esta potencia nacionalista, depredadora e imperialista. Acompañando a esta narrativa existen historias en Occidente de personas transgénico, homosexuales o refugiados en peligro debido a la agresión rusa.[1] Putin es una combinación de Hitler y Stalin.
La narrativa rusa representa a Ucrania como opresor ucraniano-chauvinista nacionalista, de ruso-parlantes y grupos de oposición, un rehabilitador intolerante de notorias figuras extremistas ucranianas del pasado (Stepan Bandera y la OUN, Roman Shukhevych, la División de Granaderos de las Waffen SS «Galicia») y como un régimen plagado de neonazis contemporáneos y de otros extremistas de extrema derecha.
Por supuesto, Ucrania y Rusia son naciones mayoritariamente eslavas con un extenso, complicado y entrelazado pasado. Ambos poseen algunas similitudes superficiales, ambos son países extremadamente corruptos, con oligarcas similares y han enfrentado décadas difíciles desde la caída de la Unión Soviética. Ucrania es mayoritariamente pro-occidental, mientras que Rusia es mayoritariamente anti-Occidente. Ciertamente, Zelensky es una figura mucho más atractiva para la mayoría de la población en Occidente que Putin. Y las dos narrativas en disputa contienen tanto elementos de verdad como muchas exageraciones.
La opinión pública occidental se ha tomado muy en serio la causa ucraniana, incluso más que los políticos. Los occidentales se han sentido profundamente conmovidos por el sufrimiento y heroísmo de los ucranianos; ¿Como no pudieran estarlo? Pero Occidente, con su narcisismo y superficialidad característicos, siempre egocéntricos – la energía y el resentimiento que fluyó del grupo Black Lives Matter (BLM) a las mascarillas y mandatos del Covid ahora se canaliza a «¡Slava Ukraini!» Pero existe diferencia entre las motivaciones de los ucranianos y muchos de sus simpatizantes en Occidente.
Así como existen combatientes chechenos y milicianos neonazis (Azov y Wagner)[2] en ambos bandos, el nacionalismo en sus versiones patriótica, centrista y extremista se encuentra presente. No es de sorprender que ambas partes también tengan defensores entre una comunidad nacionalista de extrema derecha más amplia en toda Europa. Si Ucrania parece representar el modelo de «nacionalismo en un solo país», Rusia representa el nacionalismo internacionalista de una Gran Rusia en expansión, inspirada en la mística tanto de los Romanov como de la Unión Soviética. Ucrania deseaba que su población fuese más ucraniana, incluso la parte rusa mas descontenta de sus ciudadanos, con el propósito de promover una fuerte identidad nacional. Las medidas tomadas contra el idioma ruso,[3] contra los medios de comunicación ucranianos pro-rusos y después de comenzada la guerra, contra los partidos políticos pro-rusos parecen confirmar esta tendencia. Rusia, por otro lado, deseaba hacer más ruso lo que pudiera de Ucrania, ya sea total o parcialmente. Y aunque ha habido muchas manifestaciones en contra de la guerra en Rusia, muchos otros rusos se han unido a su presidente y a su causa.[4] Y contrariamente a la propaganda occidental, ciertamente existen soldados rusos combatiendo heroicamente por su causa.
Pero en términos de motivación pura, son los ucranianos quienes demostraron más vívidamente a nivel popular el poder de un ideal nacional, del patriotismo armado, de luchar y morir en un campo de batalla contra viento y marea, de banderas, fronteras, sangre y suelo, todas esas cosas objetables que durante mucho tiempo se pensaron perdidas y que ciertamente fueron vistas con odio por las élites globalistas.
Del conflicto surgirán nuevos héroes militares, tanto profesionales como amateurs. Como dijo Churchill una vez, «las naciones que caen combatiendo se levantan de nuevo». La última resistencia del Batallón Azov entre las ruinas de Mariupol sin duda se convertirá en parte de una poderosa mitología étnico-nacional para algunas de las futuras generaciones defensoras de Ucrania. El hecho de que esta organización militar específica tenga un pasado muy controvertido (menospreciado por una revista estadounidense liberal el 23 de marzo como «antes una milicia de extrema derecha infame por sus miembros neonazis»)[5] bien pudiera olvidarse en un torbellino de respetabilidad de la corriente principal recién descubierta. Pero todos combaten y no solo estas pequeñas milicias ideológicas.[6] Ucrania pareciera ir a menos sobre la batalla del liberalismo contra el autoritarismo que un nacionalismo contra otro. Rusia todavía posee ventaja en términos de pura fuerza bruta. Pero uno recuerda la heroica lucha de los nacionalistas del siglo 20 como Metaxas en Grecia y Mannerheim en Finlandia contra los brutales invasores extranjeros.
Pero quizás más que el pasado, la Guerra Rusia-Ucrania es una ventana a un posible futuro. De aquellos motivados por una poderosa idea nacional, o patriotismo y religión y dispuestos además de capaces para luchar por esas creencias y por las que no lo son. Los combatientes incluirían países tales como Ucrania, Israel, Turquía, Polonia, la propia Rusia (por ahora) y China. Otros países con amenazantes vecinos, Finlandia y Grecia, por ejemplo, obtienen alta puntuación entre las naciones dispuestas a luchar por sí mismas. Los habitantes del Medio Oriente y los musulmanes también suelen obtener una puntuación bastante alta en esta categoría de defensores patrióticos. Aquellos que no estarían dispuestos a luchar por su país se han agrupado en los países de Europa occidental y de Japón, según una encuesta global de WIN/Gallup del año 2015 muy copiada.[7] ¿Han endurecido y despertado realmente las últimas amenazas planteadas en los últimos años por China (ante Japón) y por Rusia (ante los europeos occidentales) los sentimientos nacionales? Los medios de comunicación se han llenado recientemente con historias de los países de Europa occidental, especialmente Alemania, que incrementaron radicalmente el gasto en defensa tras la agresión de Rusia a Ucrania.[8]
Pero la defensa no se trata solo de dinero y hardware, sino de una población motivada para luchar ferozmente por una causa. Todos esos misiles antitanques y antiaéreos de Occidente enviados a Ucrania en las últimas semanas no hubiesen significado nada si no fuera por la voluntad de lucha por parte de los ucranianos. Uno solo tiene que observar el botín militar que los talibanes hicieron en el año 2021 cuando el Ejército Nacional Afgano colapsó totalmente.[9]
Los planes en occidente para desangrar a Rusia en Ucrania y derrocar a Putin bien pudieran ser exitosos. O los rusos puede que logren una victoria a fin de salvar apariencias apoderándose lo suficiente de Ucrania como para lograr estipular algún tipo de paz. Pero la única razón por la que estos resultados son posibles es que los ucranianos combatieron. Occidente ciertamente ayudó con algunos envíos de armas clave y un entrenamiento militar importante. Pero el feroz sentido de nación, de orgullo e identidad, de sacrificio y de obstinada determinación, de asesinar o ser asesinado, eso fue de cosecha propia.
*Alberto M. Fernández es vicepresidente de MEMRI.
[1] Pinknews.co.uk/2022/03/02/ukraine-trans-women-kyiv, 2 de marzo, 2022.
[2] Véase el informe del Proyecto supervisión a la amenaza terrorista interna en MEMRI – Mercenarios neonazis rusos del ‘Grupo Wagner’ comparten llamado de reclutamiento codificado en la aplicación Telegram, 23 de marzo, 2022.
[3] Theguardian.com/world/2019/apr/25/ukraine-adopts-law-enforcing-use-of-ukrainian-in-public-life, 25 de abril, 2019.
[4] Rferl.org/a/russia-war-support-putin-analysis/31749491.html, 12 de marzo, 2022.
[5] Nymag.com/intelligencer/2022/03/why-putin-has-brought-hell-to-mariupol.html, 23 de marzo, 2022.
[6] Esquire.com/news-politics/a39492296/ukraine-territorial-defense-forces-photos, 22 de marzo, 2022.
[7] Gallup-international.bg/en/33483/win-gallup-internationals-global-survey-shows-tres-in-five-willing-to-fight-for-their-country, 7 de mayo, 2015.
[8] Worldpoliticsreview.com/articles/30413/germany-defense-spending-hike-is-a-revolution-in-military-affairs, 22 de marzo, 2022.
[9] Taskandpurpose.com/news/taliban-weapons-afghanistan, 18 de agosto, 2021.