Lo siguiente son extractos de una entrevista con el periodista libanés Ziad Noujeim, transmitida por el canal de televisión NBN el 13 de enero, 2013.
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Ziad Noujeim: «En lo que a mí respecta, nada es sagrado. Ni siquiera Dios – si es que Dios existe. En lo que a mí respecta, si Dios existe, Este es amor, y el amor no es sagrado. Algo sagrado es algo inalcanzable. A mi parecer, si Dios existe – sea Dios hombre o mujer… si Dios creó a las personas a Su manera, estos deberían ser libres.
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«Si Él o Ella creó el universo – no hay necesidad de discutir sobre el sexo de Dios… si Dios existe, Dios es asexual, sin ningún sexo que lo represente. Me opongo en principio de que me presenten a Dios como del sexo masculino.
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«En lo que a mí respecta, si Dios existe, no es sagrado. Rechazo esa santidad.
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«Rechazo el concepto de tratar a Dios como algo a lo que hay que temer, y si te equivocas, Te abofetea en la muñeca, te estruje, te aplasta, y friega el suelo contigo. No creo en un Dios que te castiga, friega el suelo contigo, te hace sangrar, te da muerte, te decapita, te encarcela, y te oprime. Creo en un Dios tolerante, que no alberga nada más que amor hacia Sus criaturas.
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«La gente vive con miedo. La gente come miedo, digiere miedo y excreta miedo. Viven en el miedo. Buscan algo a que aferrarse. La gente tiene miedo.
«Yo también tengo miedo – pero al menos tengo el valor de decir que a pesar de mi gran temor y mi gran ansiedad intelectual, no me rindo a los axiomas.
«Yo uso la razón, y esto me distingue de las bestias – con el debido respeto a estas, a los cuales quiero mucho… Tengo una corteza cerebral que me distingue algo de las bestias, y que me da la libertad del escepticismo, la cual es abolida en las sociedades autocráticas, la mayoría de las cuales son sociedades religiosas.
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«¿Quién le dio a la sociedad el derecho a regular las relaciones sexuales? Participar en las relaciones sexuales es un derecho natural, al igual que comer. ¿Por qué la ley no te enjuicia si te comes cinco comidas al día en lugar de tres, pero te enjuicia si tiene sexo fuera del matrimonio?»
Entrevistador: «Lo que usted esta diciendo es muy peligroso».
Ziad Noujeim: «Yo no lo considero peligroso».
Entrevistador: «¿Cómo sabremos quienes son el padre y la madre?»
Ziad Noujeim: «Existe el ADN – ácido desoxirribonucleico».
Entrevistador: «Bien, pero habrá anarquía en la sociedad».
Ziad Noujeim: «Y en este momento, la sociedad está tan organizada y es tan agradable y elegante? Ahora mismo, sabemos quién es el padre y la madre de cualquiera? Quién penetra a quien y quién se lo saca a quién? Quien se le monta a quien, quién duerme con quién? Usted está hablando como si viviéramos en una sociedad utópica teorizada por Aristóteles o Platón. Vivimos en una sociedad de basura.
«Cualquiera que le escucha pensaría que estábamos viviendo en Islandia, Escandinavia, o Finlandia – en un país donde si usted se para en una plaza de la ciudad con 1.000 habitantes, pudiera escuchar lo que el orador dice, porque la gente es civilizada.
«Usted vive en un contenedor de basura. Este solía ser una flor, pero la convirtieron en una espina, y la gente que dicen estar quitando la espina de la flor es más sucia que la propia espina».
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