En un artículo en el diario de la Autoridad Palestina Al-Hayat Al-Jadida, el Director de Comunicaciones de la Autoridad Palestina Basem Abu Sumaya criticó fuertemente a los clérigos musulmanes y a dignatarios de Qalqiliya por un fatwa que emitieron llamando al cierre del YMCA en la ciudad – debido a que, denunciaron, que no vive ningún cristiano en Qalqiliya.

Lo siguiente son extractos del articulo: [1]

El YMCA de Qalqiliya es «una asociación humanitaria que ofrece ayuda… a las asociaciones locales»

«La ciudad de Qalqiliya no es un centro de discriminación racista, ni tampoco sirve como refugio para el desmantelamiento de la unidad nacional y religiosa. Su historia como ciudad combatiente es bien conocida, y ha producido a líderes, a combatientes, e intelectuales. Ha tenido sus mártires, sus heridos, y sus prisioneros.

«Cuan sorprendente fue que clérigos y dignatarios de la ciudad… emitieron un fatwa racista llamando al cierre del YMCA – qué, según los residentes del [pueblo], es una asociación humanitaria que ofrece ayuda, en dinero y en bienes, a asociaciones locales en [Qalqiliya].

«Esta asociación cristiana, la cual esta encabezada por un musulmán, no es una asociación misionera opuesta a la fe islámica, y nunca ha llevado a cabo ninguna actividad ilegal. Por consiguiente, no puede decirse que su existencia conduce a la disputa interna.

«Más de 40 clérigos y dignatarios exigieron que la asociación cristiana sea cerrada y transferida al pueblo vecino de ‘Azun. Explicando [esta denuncia], argumentaron que no existe ni un solo cristiano en la ciudad.

«Esta denuncia es ilógica. Despierta el fanatismo religioso, y conduce a la disputa interna de que Qalqiliya, la cual esta cercada por los cuatro lados, no necesita a estas alturas en el tiempo. [Ahora mismo], [Qalqiliya] necesita desesperadamente la armonía, la cohesión, y la unidad inter-religiosa en la lucha contra la ocupación y los asentamientos…

El pueblo de Qalqiliya «Desea la unidad y la armonía de la nación – y sobre todo, la unidad islámico-cristiana»

«El pueblo de Qalqiliya, quienes están amenazados por el peligro de aislamiento y de ser sofocados, desea la unidad y la armonía de la nación – en lugar de hacer llamadas a la discriminación religiosa o racista. Ellos desean la unidad y la armonía de la nación – y por encima de todo, la unidad islámico-cristiana, lo cual nunca en la historia palestina sufrió conmoción alguna o caída. Los cristianos, al igual que los musulmanes, son parte del suelo de esta tierra santa.

«[Llamo en] los antiguos oficiales, dondequiera que pueden ellos servir – en el gobierno, en los ministerios que tratan con este asunto tal como el [Ministerio de] Dotaciones Religiosas, el [Ministerio del] Gobierno Local, e, igualmente, en [los oficiales de mayor edad] en el gobierno municipal, en los dignatarios, y en los clérigos. Todos aquéllos que unieron fuerzas para escribir esta petición de expulsar al [YMCA] son llamados a actuar para prevenir este movimiento, lo cual es probable que provoque una disputa sectaria.

«Tenemos suficiente en nuestras manos con las guerras políticas e inter-organizacionales, y con las amenazas a la paz de los ciudadanos, al esfuerzo nacional, y a la unidad nacional y religiosa.

«Nosotros no pensamos que la existencia de una asociación cristiana en Qalqiliya pone en peligro el carácter islámico de la ciudad u ofende la fe de sus residentes… No pienso que los residentes de Qalqiliya, que adoptan una posición combativa y son patrióticos, permitirán que su ciudad sea, Dios lo prohíba, la chispa [que encienda] una futura guerra civil sectaria».


[1] Al-Hayat Al-Jadida (AP), 23 de abril del 2006.