Tareq Baddar, escritor y productor cinematográfico kuwaití para la organización de medios Nawras, publicó un artículo criticando a los predicadores que incitan contra los judíos en las mezquitas y hablan largo y tendido sobre su bajeza y maldad, mientras ignoran las acciones de los musulmanes tiranos a lo largo de la historia, tales como los líderes árabes o miembros del EIIS. De acuerdo a Baddar, estos predicadores se ganan la vida predicando sumisión y pasividad. Este añadió que si incluso Israel fuese borrado del mapa, los musulmanes seguirían combatiendo entre sí mismos.
Lo siguiente son extractos del artículo:
Tareq Baddar (Imagen: twitter.com/tareqbaddar)
«Nuestra filmación [de la película en la que trabajamos actualmente] comenzó el pasado viernes alrededor de las 10 de la mañana y para el momento de los rezos del viernes por la noche, habíamos terminado la mitad de nuestro trabajo… Mis colegas y yo fuimos a la mezquita más cercana… Me senté allí durante media hora y escuché un sermón el cual se originó en la historia antigua. La mayor parte del sermón [fue dedicada] a advertirnos de los judíos – su maldad, engaños, astucia, atraso y humildad. [Este alegó] que el mundo estaba en su estado actual, debido a los judíos – que los judíos sin lugar a dudas tuvieron parte en todas las guerras y desastres, grandes y pequeños y que los judíos están tras de toda transgresión, asesinatos y todo acto de corrupción. Naturalmente, el sermón terminó con [la frase]: ‘Oh Alá, glorifica al Islam y a los musulmanes’.
«Salí del sermón con mal humor y para librarme de esta, debo analizar muy bien este tema:
«El jeque se olvidó que mi religión – y la suya – permite el casarse con una mujer judía, lo que quiere decir que una mujer judía pudiera ser una esposa, tía materna, tía paterna, incluso madre ¿Cuántos judíos viven en Yemen, Irak y Marruecos? Cuan agradable es para mí estar en su mezquita, mientras que mi madre judía está sentada en casa y me escucha decir ‘amén’ cuando la maldigo.
«El jeque olvidó que, en los miserables sermones que dio desde su púlpito, ha estado clamando ‘Oh Alá, glorifica al Islam y a los musulmanes por décadas, pero sin ningún aval. Este nunca se preguntó el por qué [esta gloria nunca se materializó], ya que tenía una respuesta clara: Porque los judíos se han llevado todo lo que teníamos.
«El jeque olvidó que Gadafi, Sadam, Mubarak y Bashar Al-Assad… y el grupo [de líderes] que les sucedieron, así como también Yazid, Djemal Pasha, Abu Muslim Al-Khurasaní, Al-Hajjaj[1] y su calaña de la historia – fueron [todos] tiranos musulmanes, sanguijuelas y criminales.
«El jeque olvidó que miles de malvados y crueles musulmanes establecieron y dirigen la así llamada organización del ‘Estado Islámico’ y se unieron a esta y que exportaron al mundo modelos inimaginables de asesinatos, abusos y un exterminio realizado por expertos.
«El jeque olvidó que la más importante de las cantantes seductoras árabes es musulmana [probablemente una referencia a Haifa Wehbe], que los dueños de espectáculos en los canales de baile y seducción son musulmanes, y que los portales pornográficos, salas de chat y aplicaciones fueron hechas y son dirigidas por musulmanes.
«El jeque olvidó que los responsables de tortura en nuestro país son musulmanes.
«Y quizá el jeque no sabe que ‘Abdallah bin Saba el judío es un personaje ficticio,[2] aunque este ciertamente encaja su imagen a la excelencia judía.
«¿Cómo puede gente permitirse que les coloquen en los púlpitos y den sermones durante muchos años usando las mismas expresiones, historias, relatos y citas?… Los mejores entre ellos memorizan sus sermones y enseñan a sus seguidores a memorizarlos recitándolos. El peor entre ellos lleva consigo notas y si a este se le caen, entonces, ‘ahí va el sermón’. Ambos individuos se ganan la vida haciendo este trabajo…
«Existen numerosas pruebas religiosas, ya sean citas o hechos, que pudiera pensar y discutir con el predicador, interrumpirlo o corregirlo, pero me conformé con torcer la frente y salir de la mezquita lo más rápidamente posible después de los rezos. [Al parecer, soy o] muy perezoso o simplemente un cobarde…
«Las profecías respecto al fin de los judíos (o de Israel) son profecías que calman y predican sumisión, al igual que el grito: «Oh, Alá, destruye a los opresores a manos de [otros] opresores e has que no suframos daño en su medio». Cierto, el mundo es a veces bueno y a veces malo, a veces está arriba y otras hacia abajo – [mientras] que nosotros los musulmanes nos sentamos en nuestras sillas y esperamos a que todo se calme, para que podamos absorber todo [Pero incluso si] Israel desaparece, regresaremos a nuestro antiguo y gloriosos hábito: combatir entre nosotros, por supuesto…»[3]
[1] Haciendo referencia a una serie de gobernantes musulmanes históricos conocidos por su crueldad. Yazid bin Mu’awiya Ibn Abu Sufian alias Yazid I (647 – 683 dC) fue el segundo califa omeya; Djemal Pasha (1872-1922) fue el gobernante otomano que jugó un papel en el genocidio armenio; Abu Muslim Al-Khurasani (C718-755 dC) fue un militar abasí que ayudó a derrocar a la dinastía omeya; y Al-Hajjaj Ibn Yusuf Al-Thaqafi (661-714 dC) fue gobernador de Irak en el califato omeya.
[2] De acuerdo con algunas versiones, ‘Abdallah bin Saba fue un judío convertido al Islam quien se volvió discípulo del cuarto califa, ‘Ali bin Abu Talib, a quien este consideró ser de procedencia divina y por lo tanto incitó contra el tercer califa, ‘Othman bin ‘Affan, provocando su muerte. Algunos consideran que bin Saba es una figura histórica y se le atribuyen los fundamentos de la fe chiita’, mientras que otros afirman es un personaje legendario inventado por los enemigos de los chiitas.
[3] Huffpostarabi.com, 24 de mayo, 2016.