El 8 de septiembre, 2019 el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump suspendió las conversaciones entre los Estados Unidos y el movimiento Talibán afgano, luego de un atentado suicida perpetrado el 5 de septiembre por los talibanes en la capital, Kabul en el que un soldado estadounidense, un soldado rumano y al menos 10 civiles locales fueron asesinados. En su anuncio, Trump reveló que la delegación afgana se dirigía a los Estados Unidos para asistir a una reunión con él en Camp David, en la que se finalizaría la redacción de un acuerdo.[1] Hasta la fecha no está muy claro si las negociaciones se reanudarán; El Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo dijo que los Estados Unidos todavía están interesados ​​en un acuerdo de paz con los talibanes, pero no antes de que los talibanes demuestren que pueden cumplir sus compromisos en virtud a un posible acuerdo.[2]

Las negociaciones entre Estados Unidos y los talibanes, que tuvieron lugar en Doha, Qatar fueron el tema de un editorial publicado el 1 de septiembre en el diario en la red en Londres Rai Al-Yawm. El editorial declaraba que Estados Unidos, reconociendo su derrota y queriendo retirarse de Afganistán a cualquier costo posible, es la parte débil en las conversaciones, mientras que los talibanes se han convertido en un fuerte e inflexible rival capaz de rechazar las demandas estadounidenses. Por lo tanto, el diario evaluó que es muy probable que el emirato islámico Talibán en Afganistán resurja de las cenizas.

Lo siguiente es una traducción del editorial.[3]

Representantes talibanes en las conversaciones de Doha (fuente: Raialyoum.com, 1 de septiembre, 2019)

«La 18ava ronda de conversaciones entre el movimiento Talibán y los Estados Unidos en Doha finalizó sin la emisión de una declaración final que confirmara el haber alcanzado un acuerdo. El enviado estadounidense a Afganistán Zalmay Khalilzad fue escueto al mencionar que se había redactado un acuerdo y el tal alentador progreso había sido logrado. Lo filtrado respecto a este «progreso alentador» y sus detalles aún son pocos, pero el punto más destacado [que, según los informes, ha sido discutido] implica una retirada gradual de Estados Unidos durante un período de 18 meses, durante el cual las 14.000 tropas estacionadas estadounidenses regresarán [en su totalidad] a los Estados Unidos, como implementación de la política del Presidente Trump. El movimiento Talibán aún no ha revelado las concesiones que Estados Unidos exige para ello, que [se sabe] incluyen solo un alto el fuego total, el inicio de negociaciones [entre los talibanes] y el gobierno del [Presidente afgano] Ashraf Ghani en Kabul y la provisión de garantías vinculantes de que Afganistán no se convertirá en una plataforma de lanzamiento para ataques de organizaciones extremistas tales como Al-Qaeda y el EIIS dentro de territorio estadounidense.

«La ausencia de un documento escrito en referencia a las negociaciones que se celebrarán entre los talibanes y el gobierno de Ashraf Ghani en Kabul significa que Estados Unidos ha abandonado a este último y tal vez incluso ha aceptado la exigencia principal de los talibanes, que implica el restablecimiento del Emirato Islámico de Afganistán, que los talibanes fundaron y que fue derrocado durante la invasión estadounidense en octubre del 2001 tras los ataques del 11-S.

«La ausencia del asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton de [las negociaciones] al tema de Afganistán y su exclusión de la reunión en el complejo turístico de Trump en New Jersey, el cual fue presidido por Trump y al que asistieron los secretarios de estado y de defensa [estadounidenses], el vicepresidente y el director de la CIA reflejan el grado de debilidad de la administración estadounidense respecto al tema afgano y su disposición a retirarse [de Afganistán] a cualquier costo posible. [La exclusión de Bolton se debe a] su firme objeción al retiro de Las tropas estadounidenses.

«Es muy poco probable que los talibanes sucumban a todas las demandas estadounidenses, principalmente [la demanda] a que mantenga negociaciones con el gobierno de Ghani. Tampoco correrá el riesgo de enfrentarse a los grupos armados que utilizan Afganistán como plataforma de lanzamiento para ataques contra los Estados Unidos y sus intereses… o una guerra con el movimiento aislacionista de Beluchistán. Quizás esta sea la razón por la que no se anunció ningún acuerdo luego de la [última] ronda de conversaciones en Doha, el 1 de septiembre.

«Los talibanes mostraron habilidades de ser excelentes negociadores, a la par de Estados Unidos y sus representantes. Este realizó un gran esfuerzo para [forzarse a si mismo sobre los Estados Unidos como socio para las negociaciones] luego de 18 años de una brutal resistencia que le costó a Estados Unidos casi $2 trillones y 3.000 muertes. El Emirato Islámico regresa con venganzas, con o sin acuerdo con la administración Trump, y esto es por la sencilla razón de que Estados Unidos ha admitido su derrota y desea [solo] minimizar sus pérdidas».


[1] Twitter.com/realDonaldTrump, 8 de septiembre, 2019.

[2] Edition.cnn.com, 8 de septiembre, 2019.

[3] Raialyoum.com, 1 de septiembre, 2019.