El sentimiento político de los gobiernos de Estados Unidos y de Europa respecto a un retorno a su acuerdo nuclear PAIC del año 2015 con Irán parece verse atrapado en el ámbar de aquella hora feliz en Viena, en julio de ese mismo año, cuando ellos e Irán finalmente acordaron y celebraron, los términos del trato hecho. La actual búsqueda diplomática para revivir dicho acuerdo eclipsa los escollos que los iraníes tan hábilmente dejaron en tinta en el texto, que han sido ignorados por las diferentes partes en Occidente. Por lo tanto, pudiéramos echarle un vistazo a las dudas y reservas sobre el retorno al acuerdo PAIC que nosotros tuvimos la oportunidad de expresar en abril del año 2021.[1]
En sus negociaciones con las potencias mundiales sobre el acuerdo nuclear PAIC del año 2015, Irán tenía dos objetivos primordiales. El primero fue allanar el camino al reconocimiento de Irán como estado con capacidad nuclear. Esto fue logrado mediante una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que ratificó el acuerdo, estableciendo efectivamente el derecho de Irán a llevar a cabo el ciclo completo de enriquecimiento de uranio en su propio suelo. El gran avance para lograr este objetivo se produjo tres años antes, cuando Estados Unidos le concedió a Irán el visto bueno a este estatus en su carta del año 2012 dirigida al sultán omaní.[2]
El segundo objetivo de Irán fue dejar brechas en el acuerdo lo suficientemente amplias como para continuar desarrollando armamento nuclear sin ser acusados ??de violar el acuerdo. Irán logró este objetivo en una serie de conversaciones, principalmente con los Estados Unidos, en Ginebra en el año 2013 y en Lausana y Viena en el año 2015. Durante estas conversaciones, el científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh, jefe del programa nuclear militar de Irán (quien fue asesinado en el mes de noviembre, 2020) estuvo presente, según el portavoz del gobierno iraní Saeed Khatibzadeh «entre bastidores y asesoró en el acuerdo nuclear».[3]
El 14 de julio, 2015 el día en que concluyeron las negociaciones del acuerdo PAIC en Viena, el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, declaró que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) «tendría acceso donde fuese necesario y cuando fuera necesario» a todos los aspectos del proyecto nuclear de Irán. Esta optimista declaración no tenía base alguna, ni en el acuerdo ni en su implementación. Por ejemplo, el medio de comunicación radial La Voz de América anunció el 14 de enero, 2016 que «Estados Unidos confirmó hoy que Irán ha vertido concreto sobre el núcleo del reactor nuclear de Arak, lo que hace casi imposible producir plutonio que fuese apto para lograr obtener armas en la instalación». [4] Pero un año después, el director de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) Ali Akbar Salehi, dijo en una entrevista que Irán no había vertido hormigón dentro del propio reactor, sino solo en unas cuantas tuberías exteriores de unos pocos metros de largo y unos centímetros de diámetro. Este agregó que reactivar el reactor de Arak tomaría algunos meses.
El principal problema del acuerdo nuclear pactado en el año 2015 no es el engaño de los iraníes, sino su redacción acordada. Así las cosas, según el acuerdo, las instalaciones militares en Irán permanecen «fuera de los límites» para los inspectores de la AIEA; de acuerdo con el Artículo 74 del Anexo 1 del acuerdo, «las solicitudes de acceso a las instalaciones iraníes de conformidad con las disposiciones de este acuerdo PAIC se realizarán… con la debida observancia de los derechos soberanos de Irán… y no tendrán como objetivo interferir con el ejército iraní u otras actividades de seguridad nacional…»[5] Esta redacción fue suficiente como para que el canciller iraní Javad Zarif, anunciara el día 22 de julio, 2015 que tales visitas a las instalaciones nucleares iraníes cruzan los «puntos de no retorno» y que en las conversaciones, Irán había «logrado asegurar totalmente» que el acuerdo no lo permitiría.[6]
Además, el líder supremo iraní Ali Jamenei declaró en ese momento: «A los extranjeros no se les debe permitir en lo absoluto penetrar dentro de los límites defensivos y de seguridad del país con el pretexto de supervisión y los oficiales militares del país no tienen permiso en lo absoluto de dejar que los extranjeros crucen estas fronteras o detener el desarrollo defensivo del país bajo el pretexto de una supervisión e inspección a las instalaciones nucleares”.[7]
La sinceridad de estas declaraciones se puso a prueba dos años después, cuando, en el mes de agosto, 2017 Estados Unidos exigió que la AIEA examinara el material nuclear prohibido en las instalaciones militares en Irán. Un mes después, Ali Akbar Velayati, asesor de Jamenei, dijo que Irán se negaba a permitirlo y al día siguiente el canciller Zarif afirmó que el Artículo 74 del anexo 1 del acuerdo subrayaba que las visitas a las instalaciones militares iraníes “no pueden servir como pretexto por recopilar información sobre los secretos de Irán». Hubo una excepción a esta postura: A fin de permitirle concluir la discusión política sobre sus actividades nucleares que precedieron al acuerdo, Irán permitió una visita a su instalación militar en Parchin. Sin embargo, solo se le permitió la entrada al director de la AIEA Yukiya Amano, durante unos minutos y sin poder utilizar su teléfono celular. Además, las muestras de campo requeridas no fueron recogidas por los inspectores, sino que fueron proporcionadas por los propios iraníes.
Las instalaciones nucleares en Irán. Fuente: AIEA
Además, el acuerdo no permite las inspecciones de desafío en otros lugares sospechosos que no sean militares y erigió siete obstáculos para tales visitas: En la primera etapa, las evidencias de los servicios de inteligencia ante una visita de la AIEA deben ser presentadas a Irán. En la segunda, la AIEA debe explicarle a Irán, en detalle y por escrito, toda la información relevante y luego Irán puede sugerir su propia forma de verificar que no haya material nuclear en el lugar en cuestión sin ningún tipo de visita.
Además, en caso de desacuerdo, la discusión ante la sugerencia de Irán será transferida de los expertos, la AIEA, a la Comisión Conjunta del acuerdo PAIC, que comprende a las ocho partes del acuerdo, incluyendo Irán. De esta manera, pasan tres semanas, cuando en ausencia a un acuerdo por parte de Irán, el tema ahora puede pasar a discusión a los cancilleres de los países que forman parte del acuerdo por otras dos semanas – un período que puede extenderse por consenso. Por lo tanto, incluso en las instalaciones civiles donde se sospecha existe actividad nuclear, el acuerdo PAIC en realidad no permite inspecciones por denuncia «donde sean necesarias, cuando sean necesarias».
Cabe señalar que para crear una detonación nuclear eficaz, no solo se necesita material fisionable, sino también los conocimientos necesarios para detonarlo de manera simétrica y simultánea utilizando un sistema de detonación de explosivos multipunto. Por lo tanto, en Viena, los iraníes le dedicaron especial atención al artículo No. 82 del Anexo 1 del acuerdo PAIC, que establece: «Irán no participará en las siguientes actividades que pudieran contribuir al desarrollo de un dispositivo explosivo nuclear… a menos que sea aprobado por el Comisión Mixta para fines no-nucleares y esté sujeto a vigilancia”. Por supuesto, Irán también puede aprender mucho de los «propósitos no-nucleares», pero el problema fundamental en este artículo es que esta Comisión Conjunta política no posee capacidad de inspección, mientras que la AIEA, con sus capacidades profesionales, ha sido intencionalmente excluida de este aspecto esencial del acuerdo.
Desde el año 2015, Irán nunca ha solicitado la aprobación a sus actividades en esta área y en otras similares y cuando en el 2017 la AIEA exigió supervisar a Irán de conformidad con este artículo, Amano aceptó la interpretación conjunta iraní-rusa del texto, es decir, que la AIEA no posee ningún tipo de legitimación para hacer cumplir este artículo del acuerdo PAIC porque es un problema a ser considerado por la Comisión Conjunta. Así las cosas, los iraníes se aprovecharon del entusiasmo de sus rivales, permitiéndose por cuenta propia el mismo avance hacia el lograr obtener una bomba nuclear que el acuerdo pretendía evitar.
Los países que buscan obligar a Irán a que obedezca el descuidado acuerdo que firmaron debieron haberse enterado hace mucho tiempo de sus fallas y debieron haberse dado cuenta de que Irán lo ha utilizado para engañarlos.
Con este entendimiento de sus rivales, el líder supremo Jamenei se permitió advertir, en su discurso pronunciado el día 22 de febrero, 2021 ante la Asamblea de Expertos de Irán: “El payaso sionista internacional sigue diciendo ‘No le permitiremos a Irán obtener armas nucleares’… Si nosotros hubiésemos querido obtener armamento nuclear, ustedes no hubiesen podido detenernos, ni tampoco aquellos mayores que ustedes».[8]
*A. Savyon es director del Proyecto de medios de comunicación de Irán en MEMRI; Yigal Carmon es presidente de MEMRI; Ze’ev B. Begin es compañero sénior en MEMRI.
[1] Haaretz (Israel), 15 de abril, 2021.
[2] Tasnim (Irán), 7 de julio, 2015.
<[3]/a> Tasnim (Irán), 12 de enero, 2020.
[4] Voanews.com/a/iran-fills-nuclear-reactor-core-concrete-united-states-says/3146416.html, 14 de enero, 2016.
[5] Serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1325 – Las discusiones sobre las violaciones al acuerdo PAIC por parte de los iraníes son inútiles; el procedimiento de inspección diseñado por la administración Obama impide una inspección verdadera y prueba a violaciones, 18 de agosto, 2017.
[6] English.farsnews.com, 25 de julio, 2015. Véase la serie de MEMRI Informe Diario No. 57 – Qué se le permite hacer a Irán bajo el acuerdo PAIC, 17 de septiembre, 2015.
[7] English.farsnews.com, 25 de julio, 2015. Véase la serie de MEMRI Informe Diario No. 57 – Qué se le permite hacer a Irán bajo el acuerdo PAIC, 17 de septiembre, 2015.
[8] Video del portal MEMRI TV No. 8706 – Líder supremo iraní ayatolá Ali Jamenei: Si quisiésemos obtener armamento nuclear, nadie nos hubiese podido detener, 22 de febrero, 2021.