Introducción
En una acción bastante inesperada el día 15 de noviembre, 2021 el presidente sirio Bashar Al-Assad emitió un decreto en el que abolía el cargo del gran muftí de Siria, el cual siempre ha sido ocupado por un miembro de la mayoría sunita de Siria y transfirió sus poderes al Fiqh (Consejo de Jurisprudencia), subordinado al Ministerio de Dotaciones Religiosas. Formado en el año 2018, este consejo incluye varias decenas de clérigos de todas las escuelas del islam, incluyendo a chiitas, así como también a miembros de otras religiones. La implicación inmediata del decreto fue la destitución del gran muftí Ahmad Badr Al-Din Hassoun, quien ocupó este cargo desde el año 2004 y quien fue conocido por su total lealtad a Assad. Su lealtad fue evidente especialmente tras el estallido del alzamiento sirio en el año 2011, cuando emitió declaraciones y fatuas (fallos religiosos) al servicio de la política del régimen y presentó a la oposición y a los rebeldes como terroristas a los que hay que combatir. Incluso este fue apodado «el muftí de los barriles explosivos» luego de justificar el uso de esta arma por parte del régimen contra los rebeldes.
Ante toda esta situación, el que Assad haya abolido el cargo de muftí fue recibido con sorpresa. Algunos lo atribuyeron a una declaración que este hizo varios días antes en la que Hassoun dio una interpretación muy controvertida de un verso coránico. Otros señalaron una lucha de años entre el muftí Hassoun y el ministro de Dotaciones Religiosas Muhammad ‘Abd Al-Sattar Al-Sayyid, por el poder e influencia en la institución religiosa.
Sin embargo, elementos de la oposición sostuvieron que el abolir el cargo del muftí tenía sus razones e implicaciones más profundas y peligrosas, que afectaran la identidad de Siria y las vidas de sus ciudadanos sunitas. Si bien estos no expresaron pesar por la destitución de Hassoun, quien es en realidad leal al régimen, advirtieron el peligro inherente ante el abolir el cargo del muftí sunita y el transferir sus poderes al Consejo Fiqh, que incluye a clérigos chiitas, así como también a sunitas. El número de chiitas en este consejo no está del todo claro, pero según algunos elementos de la oposición hay entre 7 y 10 de ellos. Los opositores también argumentaron que este es otro paso en el plan estratégico de Assad – quien pertenece a la secta alauita[1] – y de su principal aliado, Irán, con el fin de «chi’izar» Siria, es decir, incrementar la influencia de Irán en ello. Hasta ahora, este plan se ha manifestado en el asentamiento y naturalización de los inmigrantes chiitas en Siria y en el establecimiento de rituales chiitas y elementos de la cultura chiita en el país, entre otras medidas.[2] Según los opositores, el mayor peligro radica en una toma chiita de las instituciones estatales y especialmente de la institución religiosa, que puede conducir a cambios en la legislación, cambios en el discurso religioso y en las normas religiosas. Estos advirtieron que esta situación pudiera llegar al punto de convertirse en persecución contra la población sunita de Siria y cambiar la identidad históricamente sunita del país.
Por lo tanto, el 20 de noviembre del presente año 2021, cinco días después de la emisión del decreto de Assad, el Consejo Islámico Sirio en Turquía, siendo este fuente de autoridad para las organizaciones sirias sunitas que se oponen al régimen de Assad, anunció el nombramiento de su jefe Osama ‘Abd Al-Karim Al-Rifa’i, como gran muftí de Siria, en un intento por contrarrestar lo que este percibe como la campaña de chiización del régimen.
Este informe dará un repaso al decreto de Assad que abolió el cargo de gran muftí sirio y las respuestas al mismo en Siria, especialmente entre la oposición.
El decreto de Assad suprime el cargo del gran muftí y transfiere sus poderes al Ministerio de Dotaciones
Tal como se dijo, el día 15 de noviembre Assad emitió el Decreto Legislativo No. 28/2021, aboliendo el cargo de gran muftí, que había sido ocupado durante 17 años por Ahmad Badr Al-Din Hassoun y transfirió sus poderes al Consejo Fiqh, subordinado al Ministerio de Dotaciones Religiosas. El decreto es una modificación de la Ley 31 del año 2018 que establece el papel y las competencias del Ministerio de Dotaciones y del gran muftí. Esta ley también estableció el Consejo Fiqh, el cual está encabezado por el ministro de Dotaciones e incluye a decenas de clérigos de las diversas escuelas del islam, incluyendo al propio gran muftí, así como también a clérigos cristianos.[3] El artículo 1 del decreto de Assad redefine la composición del consejo, omitiendo al gran muftí de su membresía. El artículo 2 enumera las nuevas funciones del consejo, que son esencialmente las del gran muftí[4]. El decreto también deroga algunos artículos de la Ley 31, incluyendo el artículo sobre el nombramiento y las funciones del gran muftí de la República de Siria, así como también el artículo que faculta al ministro de Dotaciones Religiosas a que nombre a muftíes locales dentro de las distintas gobernaciones.
El diario sirio Al-Watan, cercano al régimen de Assad, aclaró que el decreto «abolió el cargo de gran muftí de la república» y que «ahora todos los poderes jurisprudenciales residen en el Consejo Fiqh». El diario también informó que el ministro de Dotaciones ‘Abd Al-Sattar Al-Sayyid decidió que el gran muftí Hassoun se jubilará el día 25 de octubre, 2021.[5]
Posibles razones a la destitución del muftí: Interpretación controvertida del Corán o conflicto con el ministro de Dotaciones Religiosas
El régimen sirio no dio ningún tipo de explicaciones por emitir el decreto, dejando a los medios de comunicación dentro y fuera de Siria a que especulen sobre las posibles razones por la destitución de Hassoun y la abolición del cargo en sí mismo. Algunos de ellos atribuyeron la decisión a un incidente que involucró directamente a Hassoun que ocurrió varios días antes y provocó gran revuelo. Elogiando a un famoso cantante oriundo de Alepo, Hassoun dijo que en Corán 95:4-5 («De hecho, creamos a los humanos de la mejor forma; pero los reduciremos a lo más bajo de la bajeza») es una referencia a Siria y transmite que los sirios son los mejores seres humanos creados por Alá, pero aquellos que se marcharon de allí son los peores.
La declaración de Hassoun provocó reacciones muy furiosas en las redes sociales por parte de miembros de la oposición siria, quienes le acusaron de utilizar el Corán para atacar a los refugiados sirios que se vieron obligados a abandonar el país. Varios días después, en una medida sin precedentes, el propio Ministerio de Dotaciones Religiosas también expresó duras críticas al muftí. El Consejo Fiqh del ministerio emitió una declaración directa en su contra, aunque sin mencionar su nombre, condenando su interpretación «no estándar» de los versos coránicos y calificándolo de «distorsión» y de «error». La declaración leía que el orador (es decir, Hassoun) ofreció «interpretaciones confusas basadas en sus caprichos e intereses» y que su interpretación «no se basó en un conocimiento de experticia de los principios de la exégesis coránica». La declaración incluso comparó esta interpretación con la conducta de las organizaciones extremistas, diciendo que «el camino de los extremistas y takfiris (es decir, los que acusaron a sus compañeros musulmanes de herejía) es distorsionar la interpretación de los versículos coránicos en función a sus propios objetivos y en una manera que se adapte a sus objetivos takfiri«.[6]
Sin embargo, algunas fuentes afirmaron que el ataque del ministerio contra Hassoun y la decisión de abolir su cargo, derivaron de un conflicto silencioso que había estado en curso durante años dentro de la institución religiosa entre el muftí Hassoun y el Ministerio de Dotaciones bajo la tutela del ministro Al-Sayyid. Según estas fuentes, el conflicto comenzó incluso antes del nombramiento de Hassoun como gran muftí en el 2004, cuando Al-Sayyid, quien se desempeñaba como viceministro de dotaciones, trató de impedir su nombramiento. Tras el nombramiento de Al-Sayyid como ministro en el año 2007, la hostilidad entre los dos creció. La Ley 31 del año 2018 le otorgó poderes más amplios al ministerio mientras limitaba el mandato del gran muftí a tres años, con posibilidad de una prórroga por recomendación del propio ministro. Esto, dijeron las fuentes, exacerbó el conflicto, que ahora finalmente se ha decidido a favor de Al-Sayyid. Las fuentes también señalaron que en los últimos dos años Hassoun ha estado en gran parte ausente del escrutinio público.[7]
Oposición siria: Esto es un golpe a la identidad sunita de Siria y otro paso hacia su chiización
Sin embargo, algunos elementos opositores, especialmente elementos islámicos cercanos a Turquía, sostienen que la verdadera razón a la destitución del muftí es un intento realizado por el presidente Assad de socavar el estatus de la mayoría sunita de Siria. Ellos argumentaron que el abolir el cargo del muftí sunita y la transferencia de sus poderes a un consejo formado por clérigos de diferentes escuelas, sectas y religiones, incluyendo los chiitas, es un duro golpe para los sunitas de Siria, ya que la secta sunita ya no será la única fuente de autoridad para los fallos religiosos y las leyes sobre el estatus personal en Siria. También afirmaron que este es otro paso en el plan de Irán para convertir a Siria en un país chiita, que complementa el esfuerzo de muchos años con el fin de cambiar la composición demográfica del país expulsando a los sirios sunitas, tomando sus tierras y reemplazándolos con una población inmigrante chiita ya naturalizada.
Por ejemplo, Muti’ Al-Batin, portavoz del Consejo Islámico Sirio, fundado en el año 2014 en Estambul y siendo este fuente de autoridad para las organizaciones sirias sunitas que se oponen al régimen de Assad, dijo el 16 de noviembre que la medida de Assad tiene como objetivo convertir a los sunitas en una minoría débil y a Siria en un bastión chiita. Este dijo: «El peligro de abolir el cargo de muftí sirio no radica en la destitución del muftí Ahmad Hassoun, quien se desempeño como lacayo del régimen, sino en el golpe que este le asesta a la posición del muftí, una medida destinada a completar el plan para cambiar la identidad demográfica y religiosa de Siria». Este añadió: «Esta acción no solo daña y perjudica a los musulmanes y sunitas de Siria, pero allana el camino para que los clérigos con turbantes del jurisprudente iraní, es decir, clérigos leales al líder iraní Jamenei suban al púlpito en la gran mezquita omeya en Damasco, la capital de los mayor civilización islámica… Por lo tanto, este acto de agresión va dirigido a todos los musulmanes y árabes y a su religión, su cultura, su historia y su futuro». Este dijo además: «Al cancelar el cargo de muftí, Assad está preparando una base para la intervención de Irán en los fallos religiosos en Siria y consolidar la presencia de Irán en la arena religiosa de Siria… «Al-Batin anunció que el Consejo Islámico Sirio consideraría nombrar a su propio gran muftí para Siria.[8]
El periodista sirio Hussein ‘Abd Al-‘Aziz escribió el día 19 de noviembre que el objetivo del régimen al abolir el cargo de muftí era fortalecer la influencia chiita en el país, incluso a nivel religioso. Este escribió: «El significado de la abolición total al cargo de muftí va mucho más allá del caso específico de Hassoun y su interpretación de los versos coránicos. Tampoco tiene nada que ver con el conflicto de años entre Hassoun y el ministro de Dotaciones ‘Abd Al-Sattar Al-Sayyid, contrariamente a lo que algunos han afirmado… Este problema se remonta al año 2018, cuando el régimen completó su toma del área de Damasco y casi completó su reordenamiento demográfico a las regiones sunitas, desde el área de Damasco al sur hasta Homs y Alepo al norte es decir, el asentamiento y la naturalización de los chiitas en estas áreas. Ese mismo año, Assad promulgó la Ley 31, que regula el papel del Ministerio de Dotaciones. Esta ley fue un seguimiento directo hasta los esfuerzos por debilitar a los sunitas en Siria… Ya que, por primera vez en la historia de Siria, un así llamado consejo de jurisprudencia fue formado para llevar a cabo estudios jurisprudenciales y religiosos y discutir nuevos reglamentos religiosos mientras se aplicaban sus razonamiento para los temas religiosos contemporáneos, a fin de integrar la jurisprudencia de las distintas escuelas…
«Estos objetivos parecen ser naturales y comprensibles si se ignora la composición del Consejo Fiqh. Pero el hecho es que, después de la aprobación de la Ley 31, por primera vez en la historia de Siria este consejo incluyó, junto a clérigos sunitas, 25 clérigos superiores que representan a todas las escuelas religiosas, así como también a representantes de todas las sectas cristianas. ¿Qué significa todo esto? Primero, al examinar la composición del concilio, encontramos que existe una igualdad casi total entre las diversas escuelas y sectas religiosas… Esto muestra que la representación religiosa en este consejo tiene como base el principio de igualdad, independientemente de la proporción de cada escuela o secta en la población siria e independientemente de la historia religiosa del país. Esto brinda una oportunidad para que la secta chiita en particular establezca su discurso y sus costumbres religiosas… Además, todas las escuelas ahora tienen la misma oportunidad de darle forma al discurso religioso oficial, lo que implica que existen intentos de disolución y de evocar la fuente de autoridad religiosa sunita, debido a las preocupaciones de las minorías religiosas… con respecto al dominio del discurso religioso sunita. La abolición de la posición del muftí, que históricamente ha estado reservada a los sunitas, es un paso hacia la finalización del plan estratégico para crear el estado ideal, tal como lo ve la minoría gobernante alauita… y parte de la oportunidad histórica… de neutralizar a los sunitas como la fuente religiosa de autoridad, luego de que se hayan debilitado social, política y militarmente y después de que el régimen haya ampliado la base social chiita en el país al otorgarle la ciudadanía siria a decenas de miles de chiitas inmigrantes…»[9]
El abogado y activista de los derechos humanos ‘Abd Al-Nasser Hushan, quien se identifica con la oposición siria, dijo en tono similar: «El peligro radica en abolir la posición del muftí sirio, lo que significa que Siria ya no tendrá un muftí sunita». Este señaló que la emisión de fallos ahora es responsabilidad del Consejo Fiqh del Ministerio de Dotaciones Religiosas que, según el reciente decreto, debe gobernar sobre la base de los principios de todas las escuelas islámicas y añadió: «El Consejo Fiqh incluye a representantes de 10 autoridades religiosas chiitas subordinadas a Irán, que constituyen un tercio de sus miembros. Estos clérigos creen en la imama chiita[10] como principio de la fe y sostienen que quien no crea en esto es considerado infiel. Ellos también apoyan el matrimonio mut’a,[11] consideran a los compañeros del profeta de infieles y los maldicen obsesivamente, también consideran que muchos principios de la fe son inválidos y yerran hasta llegar al punto de herejía». Hushan aclaró que los chiitas en Siria se han convertido en socios de los sunitas en gestionar las dotaciones religiosas y que tal situación «perpetúa el crimen demográfico perpetrado por los clérigos iraníes y sus agentes en Siria».[12]
Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/following-assads-abolition-grand-mufti-position-syrian-opposition-warns-another-step-towards
*H. Varulkar es director de investigaciones en MEMRI.
[1] La secta alauita del islam surgió a partir de los chiitas en el siglo 9. El término se refiere al cuarto califa, ‘Ali Bin Abu Talib, cuyos seguidores fundaron el chiismo. La mayoría de los alauitas residen hoy día en la zona norte de Siria, donde suman alrededor de tres millones, lo que representa el 11% de la población del país.
[2] En relación a la chi’ización de Siria, véanse los informes de MEMRI: Serie Investigación y Análisis No. 1131 – chi’ización de Siria: En Damasco, observancia sin precedentes de la ‘Ashura – 13 de noviembre, 2014; serie Investigación y Análisis No. 1280 – Junto a sus aliados, el régimen sirio fuerza un cambio demográfico en áreas del país – por motivos de auto-protección y auto-preservación – 15 de noviembre, 2016; serie Despacho Especial No. 8629 – Periodista sirio: El acuerdo educativo con Siria permitirá que Irán controle la mente de los sirios, 12 de marzo, 2020.
[3] Sana.sy, 12 de octubre, 2018.
[4] El artículo 2 dice lo siguiente: «Las funciones del Consejo Fiqh… incluirán de ahora en adelante también lo siguiente: Establecer el comienzo y el final de los meses lunares; seguir las fases de la luna… y emitir las resoluciones pertinentes sobre los rituales y plegarias islámicas; emitir fallos religiosos basados… en el sharia islámico de todas las escuelas islámicas y establecer los principios, criterios y mecanismos necesarios para regular dichos fallos…»
[5] Sana.sy, 15 de noviembre, 2021; Al-Watan (Siria), 16 de noviembre, 2021.
[6] La declaración aclaró además que, de acuerdo a la interpretación común de este verso, este transmite que Alá creó al Hombre, siendo este el centro de la creación de la mejor manera posible, pero cualquiera que viole Sus mandamientos se convierte en lo más bajo de la bajeza. Raialyoum.com, 14 de noviembre, 2021; mow.gov.sy, 11 de noviembre, 2021.
[7] Alhurra.com, dw.com/ar, syria.tv, 16 de noviembre, 2021; raialyoum.com, 14, 16 de noviembre, 2021; snacksyria.com, 13 de noviembre, 2021.
[8] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 17 de noviembre, 2021.
[9] Alaraby.co.uk, 19 de noviembre, 2021.
[10] Imama, uno de los principios en la fe chiita, afirma que Alá nombró a líderes (imames) para guiar a la humanidad. Divinamente inspirados e infalibles, estos imames impartían justicia perfecta y eran modelos perfectos a seguir.
[11] Un matrimonio temporal con el propósito de mantener relaciones sexuales, sancionado por el Islam chiita.
[12] Zamanalwasal.net, 16 de noviembre, 2021.