En el contexto de la actual tensión entre Arabia Saudita e Irán, y entre sunitas y chiítas en todo el Medio Oriente, la Princesa saudita Basma bint Sa’ud bin ‘Abd Al-Aziz escribió un artículo en el diario saudita Al-Madina, en la que condenó los ritos realizados por los chiítas en el día del ‘Ashura, llamándolos «paganos».

A continuación los extractos: [1]

Los rituales chiítas de ‘Ashura están «entre los más horrendos y primitivos ritos paganos prohibidos por el Profeta»

«‘Alá bendiga a nuestro maestro Mahoma, a su familia y a todos sus compañeros». Eso es lo que nosotros los [musulmanes proferimos] después de cada rezo, cada [cita del] Sunna y cada [ejecución de un mandamiento religioso]. Sin embargo, cada año durante los últimos siglos, [algunos] musulmanes han estado [haciendo cosas] que van en desacuerdo con esto.

«Los sunitas conmemoran el Día de ‘Ashura ayunando, de conformidad con las enseñanzas de su profeta. Ellos [conmemoran] este mes sagrado [de Muharram] ayunando y se benefician de los méritos y la internalización de la lección de [este mes]. En cambio, vemos a nuestros hermanos en algunas de las otras sectas islámicas [es decir, los chiítas, conmemorando el Día de ‘Ashura] corriendo histéricamente mientras chillan y gritan, como si no supieran que Alá [nos] ordenó mantener nuestras voces calladas, incluso mientras se reza…

«Nosotros musulmanes consideramos el martirio de Hussein [hijo de ‘Ali], pueda él descansar en paz, como una historia que encierra una lección para nosotros y para todas las generaciones – pasadas, presentes y futuras. Pero su historia y sus enseñanzas, y las de su abuelo, el Profeta [Muhammad] y toda su familia, están muy alejadas de las obras de algunos [musulmanes] que vemos en la televisión, la prensa y en las imágenes nauseabundas en Internet y por [el comportamiento de estos musulmanes] el día [de ‘Ashura], que se supone es un día de humildad, calma, reflexión, ayuno, [desempeño de] quehaceres y el tomar lecciones de la injusticia y la agresión que sufrieron [Hussein y su familia] al final de sus vidas…

«Estos [chiítas] discípulos que van a las calles por miles y azotan [su propia carne] con cadenas y palos. Derraman su propia sangre en nombre de [Hussein] – el Mártir del Islam, el nieto del Profeta y el Maestro de los Jóvenes del Paraíso – cuya enseñanza no hace mención de estas costumbres despreciables de [auto-flagelación]. [De hecho, estas costumbres] se encuentran entre los ritos paganos más horrendos y más primitivos prohibidos por el Profeta.

«Gracias a la naturaleza de sonido con el que Dios nos ha dotado, y de nuestra lectura del Sunna y de la historia de la familia del Profeta, sabemos que estos ritos son todos costumbres paganas que fueron inyectadas al Islam, [y que] son como una espada que divide a nuestras filas, nuestras enseñanzas, nuestra identidad y nuestras creencias… para que dejemos de ser una nación, tal como nuestro Profeta nos ordenó, y no vivamos en paz, lo cual yace en el corazón del Islam…»

«En un momento en que nuestro Profeta es maldecido y atacado [por occidentales]… [Los chiítas están] preocupados lamentándose por la suerte de su nieto»

«No nos induce nuestra inclinación natural a adherirnos a las enseñanzas del Profeta, al Corán y al Sunna, [en lugar de seguir a] los que traicionaron la fe, deificaron a ‘Ali y a sus hijos, y maldijeron a los compañeros del Profeta?…

«En un momento en que nuestro Profeta es maldecido y atacado [por occidentales] y se distribuyen películas insultándolo, [vemos] a nuestros hermanos en algunas de las [otras escuelas islámicas] [es decir, los chiítas] preocupados lamentándose por la suerte de su nieto. Se han olvidado de que el Profeta es el centro!

«La voluntad [final] de Hussein para [todos nosotros] fue que nos adhiriéramos a las enseñanzas de su abuelo. Los enemigos del Islam [es decir, los chiítas] fueron sembrados entre nosotros hace siglos, y fueron ellos los que dividieron nuestras filas y permitieron lo que está prohibido – y todo esto en nombre de la familia del Profeta.

«[El Profeta] Muhammad bin ‘Abdallah y su familia son inocentes de toda la sangre que se ha derramado en su nombre, y de todas las innovaciones prohibidas que fueron atribuidas a sus enseñanzas. ¿No es hora de despertar y arrepentirse?

«Unámonos y defendamos a nuestro Profeta ante el enemigo [no-musulmán]. [Apoyémoslo] en palabra, obra, pensamiento y siguiendo su Sunna. Evitemos caer en manos de aquellos que desean dividirnos y debilitarnos para que nuestra voz no sea escuchada y no nos unamos en una fuerza que asombrará al mundo. [No caigamos en las manos de aquellos que prefieran que] nadie respete nuestra opinión, nuestra religión y nuestra Profeta».


[1] Al-Madina (Arabia Saudita), 4 de enero, 2010.