Khudayr Taher, un autor liberal iraquí que ahora vive en los Estados Unidos, es un comentarista regular para el diario electrónico árabe liberal Elaph. En una serie de artículos publicados entre el 21-25 de septiembre del 2007, describió su transformación de un chi’ita ardiente sectario en su nativa Karbala a un devoto liberal de valores esclarecedores. Mucho antes, el 11 de septiembre, publicó «Una Disculpa a América por los Crímenes de los Árabes y Musulmanes» en donde llamó a los Estados Unidos «el profeta de la libertad».

Lo siguiente son extractos de la serie y del artículo del 11 de septiembre, 2007:

«Mi travesía de la oscuridad del sectarismo a la luz de Alá»

«Cuando tenía 15 años y vivía bajo temor del fuego del infierno, fui a la mezquita sin que ninguno de mi familia me lo dijera, [simplemente] por deseo a rezar. Los púlpitos de los husainiyas que fueron esparcidos a lo largo de mi ciudad Karbala, escupieron sobre la cultura religiosa sectaria [chi’ita] que pensé era mi salvación… por los días en que estuve consagrado a mi confesión sectaria y me inclinaba en fortalecerlo a través de una cultura religiosa que sustentó en mí el ostracismo del otro y fortaleció la tendencia extremista en mi alma.

«Mis inclinaciones sectarias internas alcanzaron el punto dónde me llevaron a enrolarse en el hawza ‘ilmiyya para estudiar las ciencias religiosas particulares a la escuela [chi’ita] Ja’fari. Al igual que otras ingenuas ciencias sectarias, creí que estas ciencias eran el epítome de la verdad…

«En cada fracaso, frustración, o giro equivocado en la vida, me consolaba a mi mismo [recordándome] que era chi’ita, y que estaba siguiendo el camino correcto que me llevaría a la salvación, a la beatitud, y al Paraíso.

«Tomé parte en las procesiones [en memoria de] Husain [el hijo de ‘Ali] en donde la gente se golpea a si misma y clavan cuchillos en sus cabezas. Compré libros sectarios y se los di a sunnis que conocía, intentando cambiar sus creencias y convencerles de que se convirtieran en chi’itas. Hice esto con sentimientos de felicidad y alegría y con paz mental, pensando que le estaba haciendo un servicio al Islam guiando a la gente en el camino correcto – el de abrazar el chi’ismo.

«… El rasgo de carácter primordial de aquéllos que son extremistas religiosos, sectarios, nacionalistas o partidarios es el seguimiento ciego de sus distorsionadas creencias y el intento por esparcirlas… Las guerras religiosas, sectarias, nacionalistas y partidarias no son nada más que la expresión de sentimientos de agresión que intentan condenar el otro al ostracismo debido a la creencia engañosa de tener un monopolio sobre la verdad y la fe.

«Lamentablemente, no puedo denotar la primera chispa que encendió [mi] transformación ideológica radical hacia el racionalismo, el esclarecimiento, y orientarme [yo mismo] únicamente a Alá en sentimientos de amor y obediencia. Cúmulos a la crítica se amontonan con el tiempo en la mente y el espíritu… sin que lo notes…

«Así, calladamente y sin mi conocimiento, una persona diferente estaba creciendo dentro de mí… una persona que era racional e ilustrada, gracias a la lectura persistente de ficción árabe e internacional, a la filosofía existencialista, y la psicología, y gracias a un interés en las artes en general, y a la música y al cine en particular…

«Luego volví mi atención hacia el cómo las sectas habían surgido a través de los trabajos de las influencias sociales y culturales y las luchas tribales en los orígenes tempranos del Islam… y la [subsiguiente] continuación de estas luchas, y cómo estas habían ganado la santidad, apoyadas de lado y lado por argumentos religiosos, para concederle legitimidad a su deseo de asir el poder.

«El surgimiento de las sectas islámicas, como en todas las otras religiones, es una expresión de la cultura del tiempo… y no de la verdad de la religión. Estas no están ligadas a nadie, porque no emanaron directamente de Alá…»

«La justicia y misericordia de Alá abarcan toda la humanidad», salvo los terroristas, wahhabis, y khomeinistas,

«Es ilógico pensar que Alá, Quien es justo, preferiría una secta… y amara sólo a [aquellos que pertenezcan a esta], y les traiga a los placeres del Paraíso mientras lleva al resto de humanidad hacia el fuego del infierno. Es imposible que la justicia y misericordia de Alá [permitiera esto]. La justicia y misericordia de Alá abarcan toda la humanidad, todas las religiones, y todos los países, y nadie tiene el derecho de exigir un monopolio sobre la verdad y la fe.

«[Pero] naturalmente, yo excluyo de la misericordia de Alá a los movimientos terroristas y a los grupos criminales takfiri tales como los wahhabis, [los seguidores de] [la teoría del] mandato del jurisprudente de Khomeini… y a todos los partidos [políticos] islamistas, [ambos] chi’itas y sunnis… Lo suyo es la humillación en este mundo y el castigo en el mundo por venir.

«Dejé la prisión del sectarismo… y me volví al concepto de Alá… como una filosofía y una creencia que simbolizan la belleza, la justicia, el amor, la virtud, y el principio de hermandad humana para todos, sin diferenciar entre sunnis, chi’itas, cristianos, judíos, o budistas…» [1]

«Mi transformación de la islamización de la vida a la racionalización de la vida»

«Después que pasé de la oscuridad del sectarismo a la luz de Alá, vivía todavía en una de las peores prisiones – la prisión de ‘la islamización de la vida’. Estaba poseído con el traer todo a la vida, cada detalle, de vuelta al Islam, y estaba en una búsqueda constante del significado islámico de cada fenómeno y tema.

«El peligro de esto es que exige del Islam lo qué no está dentro de su jurisdicción. La religión no se supone que ofrece una respuesta a todo y elimina los ejercicios del intelecto.

«Por ejemplo, fui hacia el jeque de la mezquita dónde oraba, y le pregunté cual es la opinión del Islam sobre el tema de los genes heredados. También investigué en los libros religiosos [por información] sobre este asunto – considerando que éste es un tema científico que le concierne a la biología, y la religión no tiene nada que ver con esto.

«Me absorbí en los libros de exégesis coránica, el hadith, la jurisprudencia islámica, los principios de la fe; busqué las respuestas islámicas a todas mis preguntas generales y las intenté reunir… una sociología islámica, una psicología islámica, y una filosofía islámica.

«Esto continuó hasta ese momento dorado cuando comencé mi transformación intelectual, de los engaños de la vida islamizante hacia la racionalización de la vida. Este [momento] llego cuando salí de Irak, en 1991, hacia Siria, dónde viví en proximidad a los partidos chi’itas iraquíes islamistas y sus partidarios…

«El sentido de conmoción por la naturaleza de los partidos islamistas me llevó a una reevaluación crítica imperceptible – no estuve consciente de eso, aunque mis lecturas y mis cuestionamientos, me estaban llevando hacia el quebrar las desilusiones de la vida islamizada y hacia las luces del intelecto…

«La impermisible innovación religiosa (bid’a) de islamizar la vida es uno de los mayores crímenes de los clérigos y los partidos religiosos. Es una expresión del deseo dictatorial de los islamistas por aprisionar la vida en cárceles ideológicas… Esto es parte del plan satánico de los clérigos para controlar las mentes y vidas de los seres humanos exigiendo tener un monopolio sobre la verdad, y de tener una respuesta a cada pregunta…

«Alá creó el intelecto y le dio el papel de la invención… No existe ninguna contradicción en lo absoluto entre [el intelecto] y la religión. Se supone que el Islam no ofrece respuestas a todo…» [2]

«Debido a los crímenes del terrorismo, casi que me volví un no-creyente»

«Después del crimen de los [ataques] del 11 de Septiembre en Nueva York, sentí la desgracia y vergüenza de ser árabe musulmán, debido a que este crimen había sido perpetrado en nombre de mi religión. Experimenté una violenta reacción interna hacia el Islam. [Sólo] los remanentes de mi miedo al fuego del infierno me impidieron rechazar todas las religiones…

«Luego vino la liberación de Irak por el intrépido ejército americano, [y luego] el mandato de los partidos religiosos islámicos – chi’itas y sunnis – y el advenimiento del horrible robo y el contrabando de petróleo, y los crímenes de los islamistas en atentados y matanzas. [Todo esto] ahondó mi crisis intelectual y espiritual y me hizo, como musulmán religioso, enfrentar varias preguntas y dudas… y explotó en mi alma más sentimientos de enojo contra todo lo islámico.

«Aunque todavía realizo las obligaciones rituales de los rezos, ayunos, y así sucesivamente, yo nunca, hasta el día de hoy, me he recuperado de lo que me causaron la conmoción del 11 de Septiembre y los actuales crímenes en Irak. Sentía que un gran bloqueo psicológico se había levantado entre yo y la religión… no puedo… leer el Corán, y no he leído ningún libro religioso [desde el 11 de Septiembre]. Cuando veo a un clérigo musulmán en la pantalla de televisión, inmediatamente comienzo a gritarle y a maldecirlo – y luego cambio de canal.

«Mi intención en mencionar estos detalles es clarificar el grado al cual las sectas e ideologías han distorsionado la religión [islámica], la imagen de Alá, y todos los hermosos y nobles principios y valores…

«Quiero un Islam que convocará el principio de la hermandad humana…

«Lo que está sucediendo ahora en todas las sectas y religiones es que la mayoría de la gente religiosa le rinde culto a las denominaciones, no a Alá. La mayoría de los chi’itas le rinde culto a su secta, y no al único Alá, e igualmente la mayoría de sunnis le rinde culto a su secta y no a Alá. La mayoría de los musulmanes le rinde culto al Islam, como un nombre que consideran un fin y no un medio hacia Alá, y lo mismo puede decirse de la mayoría de cristianos y judíos, que le rinden culto a los nombres de sus religiones como un fin en si mismos, muy lejos de Alá…» [3]

«Siento vergüenza y desgracia por el 11 de Septiembre»; «América ha liberado a millones del yugo y la esclavitud»

En su artículo el 11 de septiembre del 2007, Khudayr Taher le escribió una disculpa a los Estados Unidos y un himno a su historia y cultura. A continuación se presentan extractos:

«… Como árabe musulmán, siento vergüenza y desgracia por este crimen [11 de Septiembre] que le ocurrió a los Estados Unidos de América, el cual es considerado el mejor país en la faz del planeta por el servicio que este le ha hecho a la civilización humana. Es América la que le dio a la humanidad [muchos] de los inventos: el teléfono, el avión, el cine y la televisión, la electricidad, Internet, y miles de otros inventos y descubrimientos científicos e intelectuales…

«Y América es el profeta de la libertad que ha liberado a millones de seres humanos del yugo y la esclavitud. Hizo colapsar al nazismo, al comunismo, y a los regímenes del taliban y Saddam.

«Es cierto que el ignorante, el canalla, y los terroristas no entienden… que Alá ha bendecido la tierra de América y le ha concedido la gracia con todos sus recursos – minas, petróleo, agricultura, tierra, y fauna acuática… América es un paraíso terrenal… por la gracia de las bendiciones de Alá.

«El tonto y el criminal nunca llega a ver la luz del sol y el bien oculto que brilla… Uno necesita de una conciencia clara y una mente libre de consignas de bandas criminales antes de que uno pueda ver el rostro brillante del bien de América…

«Cualquier árabe musulmán noble debería estar avergonzado y debería disculparse con el pueblo americano por este crimen [es decir el 11 de Septiembre]. América merece gran amor y reconocimiento por su bondad y gracia hacia la humanidad». [4]


[1] www.elaph.com, 21 de septiembre, 2007.

[2] www.elaph.com, 23 de septiembre, 2007.

[3] www.elaph.com, 25 de septiembre, 2007.

[4] www.elaph.com, 11 de septiembre, 2007.