El 2 de marzo, 2018, Salman Masalha, intelectual árabe israelí de origen druso,[1] publicó un artículo en el diario Al-Hayat en Dubái criticando duramente la respuesta de los líderes árabes a la guerra civil que asolaba a Siria, que se encuentra actualmente en su octavo año. Masalha afirma que los líderes árabes no mueven un dedo para aliviar la crisis en Siria y no tienen dispuesto acoger a los refugiados sirios, sino que esperan que la comunidad internacional se encargue del desastre ocurrido allí. Esto, dice, revela su vergonzosa incapacidad de lidiar con los problemas en su propia región árabe y demuestra que las consignas y la solidaridad árabe no son más que una ilusión engañosa. Este agrega que «todos los árabes que conservan una pizca de dignidad humana» deberían estar «avergonzados de pertenecer a esta miserable nación y a su liderazgo».

Dr. Salman Masalha (Imagen: salmaghari-cv.blogspot.co.il)

Lo siguiente es una traducción de su artículo:

«No existe moral en la política de las superpotencias, y más aún en lo referente a las guerras, especialmente cuando tienen lugar en lugares distantes. En tal situación, el interés propio dicta las políticas y tales intereses, incluso cuando son redactadas en palabras melosas: son, en última instancia, intereses económicos. El pueblo y su destino no se tienen en cuenta en los cálculos de ganancias y pérdidas de quienes son  responsables políticos por las superpotencias.

«Por ejemplo, examinemos la reciente declaración del General ruso Vladimir Shamanov en el parlamento ruso.[2] Este declaró que el ejército ruso había traído 200 modelos nuevos de [sistemas] de armas rusas a los campos de batalla en Siria, para probarlos. El general agregó que estos experimentos demostraron la eficacia de las armas rusas, lo que hará que aumenten las ventas de armas rusas en todo el mundo y harán avanzar la economía rusa. Estamos conscientes de que la economía rusa se basa únicamente en las industrias militares y que Rusia no tiene nada que exportarle al mundo que no sean sus productos militares. Lo que esto significa es que la guerra rusa en Siria es [solo] una oportunidad para que el Zar ruso [el Presidente Vladimir Putin] pruebe las nuevas armas rusas. Lo que es cierto de Rusia en esta esfera también es cierto para los Estados Unidos y los otros poderes. Tal como dije, no existe moral en la política.

«Así es como Siria, con sus complejidades étnicas y religiosas, se convirtió en una arena para las disputas y querellas [entre partidos con intereses conflictivos] y un campo de pruebas para las fuerzas regionales e internacionales. En sus llamados a la ‘comunidad internacional’ para intervenir y poner fin a la tragedia siria, los líderes árabes expresan solo su propia incapacidad nacional vergonzosa en lidiar con lo que está sucediendo en su propio patio trasero árabe.

«Si verdaderamente hubiese algo llamado ‘arabismo’, es decir, conexiones fuertes [de solidaridad], esos mismos [líderes] y aquellos iguales a ellos no le pedirían a la ‘comunidad internacional’ que interfiriera para poner fin a estas masacres y actos de matanza. Si estos [líderes] fuesen verdaderos árabes, conectados entre sí por fuertes lazos, hubiesen intervenido para detener la matanza de su propio pueblo. ¿No son estos líderes de países que tienen enormes ejércitos? Entonces, ¿cómo es que en una situación como esta se cruzan de brazos y acusan a los «extranjeros» de la comunidad internacional de intervenir y resolver sus problemas? ¿Por qué no hacen lo que estos le piden a la comunidad internacional que haga?

«Y aparte, nótese la diferencia entre la forma en que el otro mundo [no-árabe] trató a los refugiados que tocaban a sus puertas y la forma en que los árabes trataron a los refugiados, quienes supuestamente eran musulmanes, ¿no es así que los campos de refugiados se encuentran solo en tierras árabes y musulmanas? ¿Qué hay de los millones que emigraron a Europa? Esos millones no viven en campos de refugiados, sino que están siendo absorbidos en las ciudades europeas y se están convirtiendo en ciudadanos allí. Solo en las tierras de los árabes y de los musulmanes, como Jordania, el Líbano y Turquía, los [refugiados] árabes son hacinados en campamentos vergonzosos. ¿Y qué significa esto? Significa una sola cosa: que los árabes y los musulmanes no acogen [realmente] a los refugiados, a diferencia de los países europeos, que son [países] ‘infieles’ según las ideologías por las cuales ellos [los árabes y los musulmanes] han sido educados desde su nacimiento.

«Este estado de cosas, obvio a todos, ¿no significa que lo que se conoce como ‘arabismo’ no es más que una infundada ilusión? Y además, cuando un régimen que se atribuye el arabismo para sí mismo, tal como el régimen sirio, es ayudado por aviones extranjeros rusos para asesinar a aquellos que están destinados a ser sus «ciudadanos» o «su pueblo», ¿no significa eso que lo que se supone ser un solo pueblo no es ningún solo pueblo en lo absoluto?

«Estas verdades obvias para nosotros significan que cada árabe que conserva una pizca de dignidad humana debería sentirse avergonzado de pertenecer a esta miserable nación y a sus líderes, de todas las corrientes, que durante mucho tiempo han estado alimentando las consignas vacías de [la nación]. Largas décadas de masticar consignas no ha logrado nada para el ciudadano árabe. ¿Qué resultados han dado estas consignas después de todas esas décadas? Los árabes se han convertido en grupos de gente sin nada que los una, quienes vagan sin rumbo en un mundo que se está convirtiendo en un desierto político, social, cultural y moral.

«El mundo árabe se ha convertido en un campo de pruebas para las superpotencias y los árabes se han convertido en los conejillos de indias sin un rumbo fijo en donde no pueden encontrar una salida a sus crisis. Estas son verdades obvias a todos y no pueden ocultarse o ser barridas y echadas bajo la alfombra».[3]


[1] Salman Masalha, quien posee un postgrado en lengua y literatura árabe en la Universidad Hebrea de Jerusalén, es poeta, ensayista, traductor y publicista, escribe en hebreo y árabe y avanza un discurso crítico respecto a Israel como para el mundo árabe. Véanse los informes de la serie de MEMRI: Despacho Especial No. 6061, Intelectual druso israelí: La Primavera Árabe le pasó por encima a las monarquías porque son más adecuadas para la naturaleza de las sociedades árabes, 31 de mayo, 2015; Despacho Especial No. 6127, Intelectual druso israelí: El Israel que los árabes llaman ‘una entidad falsa’ es el país más estable y avanzado de la región, 6 de agosto, 2015. Despacho Especial No. 807, Autor árabe israelí: El hombre árabe es el problema, la mujer árabe es la solución, 28 de octubre, 2004.

[2] Vladimir Shamanov es el encabezado del Comité de Defensa Estatal en el Duma, la cámara baja del parlamento ruso.

[3] Al-Hayat (Dubái), 2 de marzo, 2018.