El presentador de televisión egipcio Ibrahim Eissa dijo en un programa del 9 de diciembre de 2020 en Al-Kahera Wal-Nas TV (Egipto) que fue Occidente, y no el mundo árabe, el que desarrolló vacunas contra el COVID-19. Eissa indicó que esto significa que el mundo islámico debe hacerse algunas preguntas difíciles sobre su lugar en la civilización y el mundo.
El presentador afirmó que los árabes deberían dejar de odiar a Occidente, y agregó: “[Decimos que] Occidente [es] nuestro enemigo, [pero] nos sentamos y esperamos a que nos envíe la vacuna”. Para más información sobre Ibrahim Eissa, vea los clips de MEMRI TV No. 7852, 7295, 7172, 6767, 6530, 6416 y 5150.
Ibrahim Eissa: “La vacuna [del COVID-19] viene de Occidente, señor. Cuando miras a los países árabes, o a los países en los que la mayoría de los ciudadanos son musulmanes, o a los países que se autodenominan ‘estados islámicos’ ‘ — de Turquía a Mauritania… Cuando examinamos lo que estos estados y sociedades han contribuido a la humanidad en una crisis como la pandemia del coronavirus… No hablamos de contribución en términos financieros o materiales, sino en términos de contribución a la civilización.
¿Apoyamos al resto del mundo y ayudamos a salvar a la humanidad?
¿Fuimos nosotros los que iniciamos y estuvimos activos, o seguimos a otros y esperamos?
“Todo el problema no tiene nada que ver con musulmanes, cristianos o judíos. Porque quienes desarrollaron y produjeron la vacuna, ya sea la vacuna estadounidense-alemana, la rusa, la inglesa, la india o la china – pertenecen a todas las religiones. Son musulmanes, cristianos y judíos, y no hay ningún problema en absoluto. No hablo de los científicos, los investigadores, los físicos, los químicos y los médicos que trabajaron en la vacuna. Estoy hablando de la sociedad que los ha producido a todos ellos, de la sociedad que tiene esta capacidad científica para salvar a la humanidad. ¿Somos nosotros, el Oriente árabe e islámico, o es Occidente? Las cosas deberían estar perfectamente claras. ¿Qué estaban esperando el mundo y la humanidad? ¿Acaso que Egipto, Argelia, Arabia Saudita, Emiratos, Libia, Túnez o Turquía inventaran la vacuna? ¿O toda la humanidad estaba esperando que Occidente produjera la vacuna?
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“Esto nos obliga a hacernos algunas preguntas difíciles: ¿Qué papel jugamos en la humanidad? ¿Cuál es nuestro lugar en la civilización? ¿Cuánto tiempo más seguirá la sociedad árabe invirtiendo sus emociones y sentimientos en el odio hacia Occidente? [Decimos que] Occidente está en nuestra contra y conspira contra nosotros. Occidente es nuestro enemigo, no nos desea lo mejor… Pero al mismo tiempo, nos sentamos y esperamos que Occidente nos envíe la vacuna”.