Asmaa Mohamed: “(Al-Bagdadi) se volvió arrogante. Ya no le importaba la gente que lo rodeaba. Lo único que le importaba eran las conquistas y su seguridad personal, cómo podían expandir el Estado (Islámico)… Tenían grandes sueños sobre conquistar Roma… En mi opinión, todo esto eran cuentos de hadas.”
“Antes de declarar el Califato, se casó con una mujer siria, de Alepo. Su nombre era Aesha Qatmawi y tenía cinco hijos. Antes estuvo casada con el líder de una de las facciones en Siria. Vivió en Arabia Saudita luego del asesinato de su marido, pero ella vino de Arabia Saudita a Siria para casarse con Al-Bagdadi. Así que se casó con Al-Bagdadi, e inmediatamente después de que se anunciara el Califato, se casó con una tercera mujer, una iraquí de 14 años. Era hija de alguien cercano a él, Abdallah Al-Zobaie”.
Entrevistador: “¿Qué sucede con su esposa chechena?”
Asmaa Mohamed: “Se casó con ella en julio de 2015. (Su tercera esposa) era una niña, de la misma edad que mis hijos. Este matrimonio se acabó”.
Entrevistador: “¿Qué hay de la mujer chechena?”
Asmaa Mohamed: “Tampoco supimos nada de ella. Estábamos en casa, durante el Ramadán, y esta mujer extranjera entró y dijo que era su esposa”.
Entrevistador: “Algunos dicen que Al-Bagdadi tenía nueve o diez esclavas yazidíes”.
Asmaa Mohamed: “Puedo decirle que pudo haber incluso más. No las vi, pero debido a la obsesión por las mujeres de aquel entonces, el Estado Islámico se convirtió en un Estado de mujeres. En cuanto a tomar esclavas, como cuestión de fe, creo que esto se menciona en el Corán – ‘a quien posee tu diestra’. Sin embargo, esto fue normal en cierto momento, pero en mi opinión, hoy en día, en el siglo 21 o 22, la esclavitud se ha vuelto inaceptable para cualquier ser humano.”
“Ninguna de las mujeres yazidíes (capturadas) se quedó conmigo. Quizás sólo por 2 o 3 días, o quizás una semana. Lo máximo que algunas de ellas permanecieron conmigo fue tal vez dos meses. Su nombre es Riham. Ella era una niña y se quedó con mis hijos. En cuanto al resto de las mujeres yazidíes, no sabía adónde las llevaba, o qué hacía con ellas. No eran parte de mi círculo”.
Entrevistador: “Se dijo que le entregó una de las mujeres yazidíes a Abu Mohammad al-Adnani…”
Asmaa Mohamed: “No tengo conocimiento de estos detalles. Lo único que sé es que todos ellos eran dueños de mujeres yazidíes. Todos los emires poseían mujeres yazidíes”.
Entrevistador: “Algunas mujeres yazidíes que lograron escapar del infierno de ISIS testificaron que fueron violadas por Abu Bakr Al-Bagdadi”.
Asmaa Mohamed: “No puedo confirmarlo ni negarlo, pero es muy posible. En aquel entonces, él y toda la organización ISIS se volvieron…”
Entrevistador: “¿Obsesionados?”
Asmaa Mohamed: “Obsesionados, brutales… Sedientos. Se volvieron inhumanos en este sentido.”
“Creo que ISIS es una (mancha) negra en la historia y se acabó. Las mujeres deberían adquirir más conocimientos. No deberían seguir este sueño, esta ilusión. ISIS está acabado y no creo que resucite”.
Entrevistador: “¿Les pidieron a ustedes (mujeres) que realizaran operaciones suicidas?”
Asmaa Mohamed: “Sugirió que usáramos cinturones explosivos, pero lo rechazamos por completo. Tenemos hijos. No podría hacer tal cosa. Tengo hijos. Estoy pensando en su futuro. Alá prohibió el suicidio…”
Entrevistador: “Pero él se suicidó cuando las fuerzas estadounidenses lo alcanzaron, y también mató a su hijo y a dos de sus esposas”.
Asmaa Mohamed: “Respecto al asesinato de su hijo, no sé cómo un ser humano puede hacer eso. Era un niño, nada de eso fue culpa suya. ¿Cómo pudo matar a un niño que no ha hecho nada malo? Esto fue muy doloroso para mí…”
Entrevistador: “Incluso su hija de 12 años a quien casó…”
Asmaa Mohamed: “Sí. Sí. Ésta es la verdadera naturaleza de esta organización”.