El 16 de octubre de 2022, el primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammad Shtayyeh, visitó a las familias de los terroristas palestinos del campo de refugiados de Jenín que resultaron muertos recientemente en enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
Dirigiéndose a la multitud, Shtayyeh sostuvo que la “ocupación” israelí no quiere la paz y que utiliza sangre palestina para “financiar” su actual campaña electoral.
También dijo que la sangre palestina no es despreciable, pero que las vidas palestinas son un pequeño precio a pagar por su patria.
Asimismo, el mandatario invocó la historia bíblica de Sansón, el héroe israelita que prendió fuego a los campos de trigo de los filisteos, y dijo: “Sansón se fue, pero el trigo de Palestina [y] nuestra tierra [están] todavía aquí”.
Además, prometió permanecer leal a los mártires palestinos y a la promesa de Yasser Arafat de liberar Palestina “les guste o no [a los israelíes]”.
El evento en el que habló el Primer Ministro Shtayye fue transmitido por la televisión palestina y contó con la presencia del gobernador de Jenín, Akram Al-Rajoub, junto a combatientes enmascarados de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa. También estaba presente Fathi Hazem, el padre de Raad Hazem, un terrorista palestino que mató a tres personas en un atentado con disparos en Tel Aviv, Israel.
Mohammad Shtayyeh: “Sabemos muy bien que esta ocupación no quiere la paz. Todos los días, la ocupación usa sangre palestina para financiar su campaña electoral. La sangre palestina no es barata y no debe usarse para financiar la campaña electoral de la ocupación.
Sin embargo, nuestras vidas se convierten en un precio barato a pagar cuando está en juego nuestra patria. Sabemos muy bien que tener patria no puede lograrse sin pagar un precio.
[…]
Les decimos a mis hermanos, a los familiares de los mártires y a los hermanos aquí presentes: permaneceremos fieles a nuestra promesa. Esta es la promesa de Palestina. Es la promesa de poner fin a la ocupación. Es la promesa de establecer un estado palestino independiente. Es la promesa de los prisioneros.
Es la promesa a través de la cual ejerceremos el derecho al retorno, si no mañana, entonces pasado mañana. La brújula de la lucha palestina apuntará siempre en una sola dirección: Jerusalén, la capital de nuestro estado palestino. Como solía decir nuestro mártir Abu Ammar [Yasser Arafat]: ‘Les guste o no’. Nos mantenemos fieles a la promesa de los mártires.
[…]
“[El personaje bíblico] Sansón prendió fuego a las colas de los lobos [sic] y los soltó en los campos de los cananeos, para quemar nuestro trigo. Sansón se fue, pero el trigo de Palestina todavía está aquí.
Sansón se fue, pero nuestra tierra está todavía aquí. La ocupación también desaparecerá, y nuestra tierra permanecerá. La ocupación finalizará, y nuestros lugares sagrados quedarán. Clamaremos por las madres de los mártires, tal como ellos clamaron por los mártires”.