Basados en las declaraciones de funcionarios del régimen sirio, principalmente del propio Presidente Bashar Al-Assad y de los artículos en el gobierno sirio y la prensa pro-gobierno, la actitud del régimen hacia el presidente de los Estados Unidos Donald Trump se caracteriza por la ambivalencia. Por un lado, los funcionarios del régimen han expresado hasta ahora un optimismo cauteloso respecto al futuro de las relaciones entre los países por el deseo de mantener buenos vínculos con una administración estadounidense que estos ven como diferente de su predecesora y más en concordancia con Rusia en relación con la crisis siria. Por otro lado, los artículos de la prensa oficial siria no frenaron sus críticas hacia el Presidente Trump, sobre todo después de su llamado a establecer zonas seguras para los refugiados en Siria.[1]

Este informe revisará la postura del régimen sirio sobre el gobierno de Trump, tal como puede deducirse de las declaraciones de Assad y artículos en el gobierno sirio y en la prensa pro-gubernamental:

Assad acoge declaraciones triunfales respecto a la lucha contra el terrorismo y llama no-realista al plan sirio de zonas seguras

Tal como se dijo, las declaraciones de Bashar Al-Assad a los medios de comunicación sobre la nueva administración estadounidense se han caracterizado hasta ahora por un optimismo cauteloso derivado de las declaraciones de Trump de que combatir el terrorismo era su máxima prioridad. Assad vio esta declaración como la aceptación por parte de Estados Unidos a su propia visión respecto a la solución para la crisis siria y como base para una posible colaboración entre el régimen sirio y los Estados Unidos en este campo de acción. Otra fuente potencial de optimismo para el régimen sirio es lo que este ve como la intención de Trump de restablecer las relaciones de su país con Rusia. Al asumir el cargo, Assad le dijo a la televisión japonesa: «Creo que las prioridades que [Trump] ha establecido son muy importantes. Tenemos esperanzas y esperamos que la próxima administración [estadounidense] sea honesta en implementar sus declaraciones respecto al terrorismo, que no solo beneficiaran a Siria [sino también a otros], ya que el terrorismo hoy no es un problema sirio, sino más bien un problema del Medio Oriente y global. Esperamos que [Trump] será sincero en establecer una verdadera coalición para combatir a los terroristas en la región, la cual debería obviamente incluir a Siria en la posición más importante…»[2] En comentarios a los medios de comunicación belgas, Assad incluso llamó a las declaraciones de Trump sobre este tema «prometedoras»: «Las declaraciones de Trump durante y después de la campaña, de que su lucha contra los terroristas es su máxima prioridad son promisorias. Esta ha sido nuestra demanda a lo largo de los últimos seis años. Es por eso que creo es prometedor, pero debemos esperar. Es demasiado pronto todavía para esperar algo práctico. [El tema] pudiera depender de la cooperación entre los Estados Unidos y Rusia, que creo tendrá un efecto positivo en todo el mundo, incluyendo a Siria».[3]

En una ocasión posterior, Assad dijo que le daría la bienvenida a la presencia de las fuerzas estadounidenses en Siria si su objetivo era combatir el terrorismo. Este le dijo a Yahoo News: «Si ustedes [los Estados Unidos] quieren comenzar genuinamente… a hacerlo [es decir, combatir el terrorismo], debe ser a través del gobierno de Siria… Invitamos a los rusos y los rusos fueron muy sinceros respecto a este tema. Si los norteamericanos son sinceros, por supuesto que son bienvenidos. Al igual que cualquier otro país, queremos derrotar y combatir a los terroristas, claro que podemos decir eso sin ninguna duda».

Assad expresó incluso su simpatía por la decisión del Presidente Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de siete países de la región, incluyendo Siria, calificándola de decisión soberana: «Todos los países tienen derecho a introducir sus reglamentos para entrar en su país. Podemos no estar de acuerdo y/o si estar de acuerdo. Pero si me piden como presidente, como funcionario en Siria y del estado sirio, mi responsabilidad es no ir y pedirle a ningún presidente que permita a los sirios ir allí y refugiarse en ese país. Mi responsabilidad es restaurar la estabilidad a fin de traerlos de vuelta a Siria y que encuentren refugio en su propio país, así que no voy a discutir si esto es correcto o incorrecto. Este es un asunto de los estadounidenses».[4] En otra ocasión, Assad dijo que la orden ejecutiva de Trump no iba directamente al pueblo sirio, sino más bien a los terroristas «que podrían poner en peligro a los Estados Unidos». De hecho, este defendió al presidente de Estados Unidos, diciendo que la conmoción en los medios de comunicación sobre su orden ejecutiva no provenía de la solidaridad con los sirios, sino simplemente de un deseo de atacar a Trump. Al mismo tiempo Assad aclaró que no será capaz de formular una postura sobre Trump hasta que vio su política sobre Siria, y subrayó: «Debemos ser cautelosos [en tratar con] cualquier líder occidental, porque estos pueden decir una cosa y hacer exactamente lo contrario… Estos no están comprometidos con nada y son pragmáticos hasta el punto de vender sus valores… Para ser más exactos, no tienen moral ni valores…»[5]

Aunque Assad descartó la propuesta de Trump de establecer zonas seguras para los refugiados en Siria, calificándolo de «poco realista», lo hizo con un tono diplomático cauteloso, especialmente en comparación con la respuesta del régimen sirio del 2014 a una propuesta similar por parte de Turquía para establecer una zona segura al norte de Siria.[6] Sobre la propuesta de Trump Assad dijo: «La gente definitivamente no requiere de zonas seguras, una solución más sostenible y menos costosa es asegurar la estabilidad en lugar de establecer zonas seguras, lo cual es una idea poco realista». Una declaración de la cancillería siria dijo, en un tono similar, que cualquier intento de establecer zonas seguras para los refugiados sin coordinar con Damasco sería «una acción insegura» y una violación a la soberanía siria.[7]

Este mismo optimismo cauteloso se vio evidente en algunos artículos de la prensa oficial siria. Junto a las llamadas a examinar cuidadosamente las acciones y decisiones de Trump, los artículos expresaron la esperanza de un cambio en las políticas de la administración estadounidense. Por ejemplo Tahsin Al-Halabi, columnista del diario Al-Watan, cercano al régimen, escribió: «Examinar los principios fundamentales que el nuevo Presidente de los Estados Unidos Donald Trump ha anunciado objetivamente, nos lleva a esperar que, si decide ponerlos en práctica, seremos testigos de los albores de un nuevo régimen global estadounidense para este año, el cual tiene diferentes principios laborales que los del anterior régimen global de Bush y Obama…»[8] El Dr. Turki Saqr escribió en el diario Al-Ba’ath que la política de Trump aún no estaba lo suficientemente clara, pero enfatizó con satisfacción que «su ascenso al trono de la Casa Blanca causó miedo y temor en muchos regímenes occidentales, así como en Arabia Saudita, donde todos confiaron en el uso de acciones terroristas y en la destrucción de países y el derramamiento de sangre de sus ciudadanos a fin de realizar sus planes a expensas del dolor y desastres de otros pueblos».[9]

Artículos en la prensa oficial siria: Las decisiones de Trump son racistas y peligrosas; Este está haciendo escalar conflictos

En contraste con el cauteloso optimismo de Assad, muchos artículos en el gobierno sirio y la prensa pro-gobierno atacaron a la administración Trump, particularmente el llamado a establecer zonas seguras en Siria. El principal argumento en contra de este plan fue que el gobierno de Trump no es diferente a los anteriores y planea hacerse cargo de los recursos regionales, e incluso pudiera ser más peligroso que las administraciones anteriores, ya que Trump toma decisiones sin examinar exhaustivamente sus consecuencias.

Ali Qasim, editor en jefe del diario oficial sirio Al-Thawra, escribió que el Presidente Trump «parece expresar apresuradamente muchas posturas sin comprender sus consecuencias o estar íntimamente familiarizado con sus detalles. Esto también es cierto a sus observaciones respecto a las zonas seguras, incitando el apetito de los instigadores del terrorismo y les hizo aplaudir… Obviamente existe una gran diferencia de estilos entre Trump y las administraciones que le precedieron, pero en última instancia este se reorientará y seguirá el mismo camino, pero de una manera aún más perversa y peligrosa que sus predecesores…»[10]

Del mismo modo, el columnista de Al-Thawra Muhriz Al-‘Ali, escribió: «La estrategia de los presidentes norteamericanos es uniforme, aunque sus nombres y partidos difieran, es una estrategia basada en la hegemonía, el control y el robo de los recursos de otros pueblos. Pero cada presidente tiene sus propios métodos y herramientas para llevar a cabo esta agresiva estrategia. Los pueblos regionales deben prestarle mucha atención al peligro que plantean estos planes colonialistas y resistirlos firmemente a fin de frustrarlos…»[11]

Otro columnista de Al-Thawra Ahmed Hamada, afirmó que «las acciones de Trump desde su inicio en la Casa Blanca y sus decisiones racistas son totalmente diferentes de sus declaraciones y postras anteriores». Las acciones de Trump en todos los campos indican que lleva a cabo las políticas de los neoconservadores y el así llamado «Estado Profundo» estadounidense es decir, aquellos que representan los intereses de las grandes corporaciones codiciosas, financistas y las agencias de inteligencia».[12]

El columnista de Al-Thawra Fuad Al-Wadi escribió que el régimen sirio era muy suspicaz respecto a la administración Trump: «Basados en su experiencia anterior, el estado sirio cree que Trump no será diferente a sus predecesores, [y seguirá creyéndolo] hasta que se demuestre lo contrario. Damasco ha considerado todas sus declaraciones y acciones contradictorias e inesperadas [declaraciones y acciones], políticas y no políticas y los ha puesto en una lista de posibilidades que ofrecen un amplio margen para las sorpresas que están de boga con el carácter polémico de [Trump]. Lo que podemos esperar es que pronto revele su verdadera faceta y deshaga todas las esperanzas creadas por sus declaraciones, posturas y promesas, que fueron sólo para salir bien de las elecciones».[13]

Los Estados Unidos bajo Trump cooperan con los enemigos de Siria

 

Según muchos de los columnistas en la prensa del gobierno sirio, la administración Trump también se asemeja a sus predecesores en su hostilidad hacia el llamado «eje de la resistencia», tal como lo demuestran sus declaraciones sobre los principales rivales de Siria, Israel y Arabia Saudita y su actitud hacia Irán, el principal aliado estratégico del régimen sirio. Waddah ‘Abd Rabbo editor del diario pro-régimen Al-Watan, escribió que Trump es un empresario y «su único objetivo es el dinero». Para realizar las promesas de su campaña económica este promete estar dispuesto a hacer un trato incluso con el diablo, tal como reveló en su conversación con el Rey saudita, cuyo único sueño y deseo son la destrucción del eje de la resistencia e Irán…»[14]

El columnista de Al-Thawra ‘Ali Nasrallah escribió: «Las declaraciones de Trump respecto a su intención de derrotar al terrorismo van en desacuerdo con su disposición de seguir defendiendo los tronos de Arabia Saudita y los emiratos del Golfo siempre y cuando paguen el precio requerido. Defender los tronos del Golfo es defender la percepción terrorista wahhabí, es decir, asegurar su existencia y propagación. De hecho, [significa] explícitamente de acuerdo a esta percepción, [una posición] que siempre ha existido pero que ha sido renovada de una manera diferente… Es un preludio a otra ronda en el conflicto que Estados Unidos instigó a dividir y fragmentar la región, perjudicar al eje de la resistencia y destruir todos sus componentes…»[15]

El columnista de Al-Thawra Nasser Mundhir, escribió: «Parece ser que el nuevo ocupante de la Casa Blanca desea complicar las cosas con los aliados de Siria y minimizar su papel en las próximas negociaciones en Ginebra, con el propósito de debilitar al estado sirio y tratar de chantajearla. [Su] objetivo es lograr a través de la diplomacia todo lo que la matriz de agresión no logró alcanzar en el campo de batalla. La nueva administración estadounidense heredó las herramientas del terrorismo de sus predecesores y les instruirá a su antojo… «[16]

Las decisiones de Trump son racistas, pueden perjudicar los intereses de Estados Unidos

Columnistas en la prensa del gobierno sirio también advirtieron que las acciones «impulsivas» y «racistas» de Trump, tales como sus decisiones y declaraciones frente a Siria e Irán, harían escalar la situación y, en última instancia, perjudicarían los intereses estadounidenses. Munir Al-Moussa, columnista de Al-Thawra escribió que la idea de una zona segura era parte de un nuevo plan estadounidense similar a «una réplica del [Acuerdo] Sykes-Picot» y que Siria «lucharía contra los nuevos planes».[17] El columnista de Al-Watan Rif’at Al-Badawi, declaró que las decisiones y declaraciones de Trump habían expuesto la estrategia hostil de Estados Unidos hacia el mundo musulmán, e incluso le agradeció por esto: «Debemos agradecer al nuevo presidente de Estados Unidos por demostrar que la estrategia de Estados Unidos es hostil hacia el mundo musulmán, tanto sunita como chiita… Gracias Donald Trump, por revelar la clara verdad sobre la mentalidad e ideología sionista-estadounidense que conspira contra nuestros países árabes y musulmanes».[18]

El columnista de Al-Thawra Muhriz Al-‘Ali, escribió que Trump «apenas [asumió] las riendas del gobierno, pero la política racista de su administración ya ha comenzado a emerger». Esta administración ha emitido decisiones y declaraciones y ha expresado posturas que causan temores respecto a sus intenciones – [intenciones] que aumentan el extremismo, las luchas, tensiones, el terrorismo y el peligro de nuevas guerras y conflictos en la región y en todo el mundo. El racismo de Trump es evidente por su decisión de prohibirles a ciudadanos de siete países, con la excepción de algunas minorías, el ingreso a los Estados Unidos. Esta decisión pudiera ofender a los ciudadanos de esos países y darle a los extremistas y terroristas más excusas para endosar posturas aún más radicales y perjudicar los intereses estadounidenses. Los Estados Unidos [a su vez] utilizarán esto para interferir en los asuntos de los países relevantes bajo el pretexto de combatir el terrorismo y esto exacerbará la violencia, la propagación del terrorismo y el derramamiento de sangre. La decisión de Trump respecto a las zonas de seguridad en Siria provocó nuevos temores… y confirmó que la administración estadounidense intenta interferir en los asuntos internos de Siria con el pretexto de crear zonas seguras para la protección de civiles. Estas zonas se convertirán en refugios seguros para los terroristas y ayudarán a defenderlos en lugar de combatirlos…»[19]

En otro artículo, Muhriz Al-‘Ali escribió que las amenazas de Trump hacia Irán «indican que este no aprendió las lecciones de la historia» y advirtió que el «comportamiento precipitado» de la administración estadounidense suscita temores de que la situación pueda deteriorarse gravemente. Este exhortó a los «razonables del mundo» a darse cuenta de que «cualquier aventura norteamericana mal considerada pudiera hundir a la región en una guerra trágica con implicaciones para la seguridad y la estabilidad de todo el planeta».[20]

[1] Varios días después de asumir el cargo, el Presidente Trump dijo que tenía la intención de establecer zonas seguras en Siria para los refugiados como sustituto a los que vienen a los Estados Unidos. El presidente no proporcionó detalles sobre este plan, pero probablemente apunta a establecer zonas desmilitarizadas en las regiones fronterizas sirias protegidas por elementos extranjeros, a fin de evitar el flujo de refugiados fuera del país y facilitar el regreso de los refugiados de los países vecinos. Edition.cnn.com, 27 de enero, 2017. Cabe señalar que Turquía propuso algo similar para una zona segura al norte de Siria en el 2014.

[2] Al-Watan (Siria), 22 de enero, 2017.

[3] SANA (Siria), 7 de febrero, 2017.

[4] Yahoo.com, 10 de febrero, 2017.

[5] SANA (Siria), 16 de febrero, 2017.

[6] La respuesta de la cancillería siria indicó que la propuesta turca proveía todo tipo de asistencia a las organizaciones terroristas que operaban en Siria y que constituía una «flagrante violación» de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, añadiendo que la comunidad internacional debe poner fin a las violaciones por parte de Turquía al derecho internacional. Este afirmó además que el pueblo sirio está decidido a proteger su soberanía y oponerse a todas los complots que apuntan a la integridad de sus tierras y que Siria consultaría con sus aliados sobre los pasos necesarios para defender su soberanía. SANA (Siria), 15 de octubre, 2014.

[7] Dp-news.com, 30 de enero, 2017.

[8] Al-Watan (Siria), 22 de enero, 2017.

[9] Al-Ba’ath (Siria), 22 de enero, 2017.

[10] Al-Thawra (Siria), 2 de febrero, 2017.

[11] Al-Thawra (Siria), 3 de febrero, 2017.

[12] Al-Thawra (Siria), 9 de febrero, 2017.

[13] Al-Thawra (Siria), 2 de febrero, 2017.

[14] Al-Watan (Siria), 7 de febrero, 2017.

[15] Al-Thawra (Siria), 8 de febrero, 2017.

[16] Al-Thawra (Siria), 8 de febrero, 2017.

[17] Al-Thawra (Siria), 12 de febrero, 2017.

[18] Al-Watan (Siria), 2 de febrero, 2017.

[19] Al-Thawra (Siria), 3 de febrero, 2017.

[20] Al-Thawra (Siria), 13 de febrero, 2017.