Por: Alberto M. Fernández

Una de las extrañas características de la vida académica de hoy día en Occidente es el trato dado a los jóvenes universitarios adultos como chicos. Y no sólo cualquier chico, sino a criaturas frágiles y delicadas que se ven fácilmente disgustados por ideas o palabras desconcertantes. La palabra despectiva «copo de nieve», tomada originalmente de una novela de Chuck Palahniuk, utilizada para describir a estos individuos sensibles, se ha convertido ahora en un cliché ya desgastado.

Este exagerado cuidado a los sentimientos exquisitos de otros ha llegado incluso a derramar sangre dentro el campo del contraterrorismo entre unos cuantos expertos y entre periodistas no tan expertos y proponentes a las variaciones sobre el tema de «Trump está ayudando al EIIS» o «Las políticas de Trump ayudarán al EIIS en su reclutamiento».[1] Algunos de aquellos que realizan tal argumento son importantes académicos dignos de respeto.[2] Pero utilizados permisivamente por otros con agendas políticas, degrada realmente a los musulmanes, como si estos fuesen fácilmente influenciados y aun así chicos peligrosos susceptibles a convertirse en terroristas debido a la política de inmigración o palabras duras que supuestamente lesionan sus sentimientos.

A esta cobertura le falta en gran parte entender que el proceso de movilización real del terrorismo es bastante más complejo.[3] Cualquier persona honesta, incluso con una exposición superficial a la investigación advertiría cualquier tipo de ataque fulminante con algo de humildad. Después de todo, el inmenso surgimiento del propio Estado Islámico y su explosivo crecimiento entre los años 2013-2015 ocurrió con un demócrata en la Casa Blanca y un socialista en el Palacio del Elíseo. E incluso antes, el anuncio de una organización llamada Al-Qaeda y sus primeras acciones espectaculares de caos, precedieron a Guantánamo o a la invasión del 2003 a Irak o al auge del populismo de derecha en Occidente. Al-Qaeda planificó meticulosamente el 11 de septiembre en la era del presidente Bill Clinton, lo que debería detenernos en los alegatos a una causalidad.

Las acusaciones de que el candidato Trump era un «sargento reclutador para los terroristas» y que su retórica le «estaba dando ayuda y consuelo a nuestros adversarios» fueron hechas en la campaña de Hillary Clinton en el 2016.[4] Una vez en el cargo en enero, 2017, la nueva administración enfrento una oleada de tales acusaciones cuando el 27 de enero anunció una prohibición temporal a viajes que afectaba a siete países mayoritarios musulmanes. La acción parecía mucho más modesta que el llamado del candidato Trump en diciembre, 2015 tras el ataque terrorista de San Bernardino, por una prohibición mucho más amplia, pero aun así la acción provocó furor.

Un respetado corresponsal del Times de Nueva New York informó que el EIIS había llamado a la medida «una prohibición bendita» (basada en algo que los miembros del EIIS al oeste de Mosul supuestamente le dijeron a un acomodador del TNY que luego se lo contó al reportero estadounidense).[5] A pesar de la naturaleza indirecta de la afirmación, el reportero lo describió como ‘miembros del EIIS y partidarios saltando de arriba a abajo de alegría ante la prohibición’.[6] Otros confiaron en que era una broma en la red de los partidarios del EIIS.[7] Los antiguos funcionarios del gobierno de Obama se apoderaron de la frase en deleite, como si fuese una confirmación concreta de su postura y como si todo lo que el EIIS le dice a los occidentales o en su propaganda debería ser tratado como sagrado.[8]

Luego de algunos reversos en la corte, el gobierno de Trump lanzó una prohibición temporal de viajar revisada el 6 de marzo, 2017 destacando a seis países (Irak fue removido de la lista). Estados Unidos no tiene una embajada residente en cinco de los seis países que figuran en la lista y el sexto sigue estando en la lista como Estado Patrocinador de Terrorismo.[9] Esto puede desencadenar otra ronda de «este señor está haciendo lo que el EIIS desea».

Una serie similar de recriminaciones y críticas ha rodeado el uso de la nueva administración al término «terrorismo islámico radical», con artículos que citan a individuos tan variados como el Presidente ruso Vladimir Putin, el Presidente turco Recep Tayyip Erdoğan y el canciller iraní Javad Zarif opinando negativamente sobre el tema.[10] Suele ser extraño citar a figuras autoritarias en especial estas tres como si tuvieran algún tipo de conocimiento sobre el uso de tal término. El Presidente Erdogan comparó recientemente el gobierno de esa «líder del mundo libre» Angela Merkel a la Alemania nazi.[11]

Esa frase de tres palabras puede significar muy poco o mucho, dependiendo en última instancia de cómo se exprese y se traduce en la política. Si es parte de un esfuerzo inteligente y sutil de desafiar los fundamentos ideológicos del yihadismo salafista, entonces es algo bueno y perdurable.[12]

A menudo faltan en la crítica la utilización del término «terrorismo islámico radical» es que el NO usarlo puede ser problemático.[13] Durante la administración Obama, el evitarlo iba dirigido no sólo a ‘no’ ofender, sino también a evitar una discusión difícil y el formular políticas requeridas para trabajar tras bastidores a fin de contrarrestar un desafío ideológico poderoso y duradero.

La nueva administración estadounidense pudiera muy bien tomar posiciones que creen un ambiente propicio para el crecimiento de las organizaciones salafistas-yihadistas, pero aún no lo ha hecho. Y la constante y cercana histeria de los críticos partidistas hace que una discusión razonada sea más difícil de lo que debería ser.

Debería ser obvio que la motivación principal de grupos tales como Al-Qaeda y el Estado Islámico se base en una visión específica que estos posen del mundo y del Islam y que esta opinión es compartida por una minoría sustancial en los países musulmanes. Una encuesta Pew del 2015 halló pequeños porcentajes de musulmanes que tienen una visión positiva del Estado Islámico, sin embargo tales pequeños porcentajes todavía ascendían a millones de personas. Los porcentajes que afirmaron no tener «ninguna opinión», es decir, no negativa, acerca del EIIS eran a menudo mayores.[14] Curiosamente, una encuesta Pew más reciente, de febrero, 2017 halló que las opiniones occidentales negativas hacia los musulmanes son igualadas por las opiniones musulmanas negativas a los occidentales.[15]

En mi seguimiento regular a la propaganda yihadista, especialmente la del EIIS, durante los últimos cinco años, dos temas básicos impulsan sus puntos de vista sobre el ‘Otro’ y han permanecido constantes en sus mensajes sin importar quién esté a cargo en los Estados Unidos o en cualquier otro lugar del «mundo infiel»:

Primero, los grupos salafistas-yihadistas ven al ‘Otro’ como hostil porque no son musulmanes o, en el caso de los gobiernos musulmanes y sus partidarios, no lo suficientemente musulmanes o el tipo equivocado de musulmán. Utilizando capítulo y verso sobre sus enemigos, sobre los kufar (infieles) o mushrikeen (politeístas) o murtadeen (apostatas), los yihadistas subrayan constantemente la confusión de religión y objetivos revolucionarios, lo cual es parte esencial de su cosmovisión y de su enfoque propagandístico que ellos toman.

Segundo, estos grupos se centran ampliamente en la política exterior de sus adversarios, en lo que hacen o no hacen en el mundo musulmán, especialmente en el Medio Oriente.[16] Es por eso que en el pináculo de su éxito en el área de reclutamiento, el Estado Islámico se centró en la carnicería en Siria y en la complicidad de Occidente en esta para movilizar a miles a migrar a la región o tratar de cometer actos de violencia en Occidente. El foco en Siria fue en última instancia absorbido en el surgimiento del Califato del EIIS como el elemento dominante en la propaganda del EIIS desde el 2014.

El hecho de que Estados Unidos bajo la administración Obama fuera aparentemente cómplice de la carnicería siria mientras se tuteaba con Irán fue un regalo importante y duradero para el EIIS y grupos similares y explica el por qué muchos regímenes árabes le han dado la bienvenida a la administración Trump y todavía están diciendo cosas positivas acerca de ello.[17] Lo mismo es cierto hasta cierto punto con la Turquía de Erdogan.[18] Para ellos, la promesa de Trump es que este no es Obama.

Las políticas actuales de Obama ayudaron al crecimiento del terrorismo, tanto en el surgimiento del EIIS como en las crecientes ambiciones de la República Islámica de Irán en formas profundas que Trump no ha logrado.[19] Tal vez este superará a su predecesor, pero hasta ahora parece haber una exageración grotesca por parte de sus críticos, motivados por la ira partidista.

Los grupos yihadistas, de hecho lanzaran todo tipo de mensajes, sobre todo tipo de cosas para ver cual se adhiere. Uno puede encontrar todo tipo de comentarios y estos no son nada si no prolíficos. El EIIS ha enviado recientemente mensajes sobre el asesinato de musulmanes rohingyas por budistas birmanos. Un video del EIIS de febrero, 2017 centrado en los uigures utilizó imágenes de Obama con el Presidente Xi Jinping. Polémicos políticos de derecha fuera del gobierno, tales como Le Pens o Geert Wilders, nunca aparecen en videos terroristas, pero el Papa Francisco, ese sutil pontífice que minimizó cualquier terrorismo de base religiosa[20], es frecuentemente presentado porque su imagen es parte esencial de la tóxica narración yihadista sobre el ‘Otro’ infiel.[21]

Una prohibición temporal de visas por sí sola significa muy poco en una «lucha narrativa» a largo plazo contra el EIIS.[22] Lo mismo sucede con el término «terrorismo islámico radical». Ellos ciertamente no son «la propia versión del Islam de Pearl Harbor», tal como lo dijo un obsesivo anti-Trumpista.[23]

El desafío es más acerca de un enfoque global y de políticas concretas sobre el terreno en lugar de uno o dos elementos desplumados por los progresistas y descontentos para lograr vencer a Trump. Una administración que encuentra algún alivio para el sufriente pueblo sirio o se enfrenta al régimen en Teherán, por otro lado, pudiera mejorar la maltrecha imagen de los Estados Unidos en el Medio Oriente. Un mejor tipo de gobierno en Raqqa y Mosul también pudiera tener efectos duraderos y de ayuda.

Pero, incluso a mi manera de ver, las medidas positivas y urgentemente necesarias son sólo una parte de un extenso y sombrío conflicto que en última instancia es menos sobre nosotros, nuestras buenas y «malas» acciones y más sobre una lucha por la supremacía dentro y alrededor del mundo musulmán. Un enfoque en política exterior con esto en mente al menos trata a los musulmanes como adultos con intereses verdaderos, en lugar de engañar fácilmente a los distraídos chicos con lo último de las brillantes chucherías.

 

*Alberto M. Fernández es Vicepresidente de MEMRI.

[1] CNN.com, 30 de enero, 2017.

[2] 1 de marzo, 2017.

[3] Apa.org, noviembre, 2009, Vol. 40, Nº 10.

[4] Politico.com, 19 de septiembre, 2016.

[5] Esquire.com, 8 de febrero, 2017.

[6] Csmonitor.com, 9 de febrero, 2017.

[7] El Washington Post, 29 de enero, 2017.

[8] El Times de Nueva York, 13 de febrero, 2017

[9] Informe Diario de MEMRI No. 118, Un país musulmán parece estar en buena posición para ‘graduarse’ de serle prohibido el visado de entrada, 1 de febrero, 2017.

[10] El Washington Post, 1 de marzo, 2017; Newsweek, 27 de febrero, 2017.

[11] Reuters.com, 6 de marzo, 2017.

[12] Informe Diario de MEMRI No. 108, El tiempo es ya para la urgente reforma del Medio Oriente, 1 de noviembre, 2016.

[13] El Times de Washington, 2 de marzo, 2017.

[14] Pewresearch.org, 17 de noviembre, 2015.

[15] Pewresearch.org, 27 de febrero, 2017.

[16] Informe Diario de MEMRI No. 92, Antes del ataque en Orlando, el EIIS advirtió en los medios de comunicación sociales, de futuros ataques en los Estados Unidos y enfatizó: Si ustedes dejan de atacarnos, nosotros dejaremos de atacarlos a ustedes, 16 de junio, 2016.

[17] MEMRI Despacho Especial No. 6807, Los saudíes están optimistas sobre la política del Medio Oriente de la Administración Trump y expresan su esperanza de que este actuará en contra de Irán, 1 de marzo, 2017.

[18] Almonitor.com, 8 de febrero, 2017.

[19] MEMRI Despacho Especial No. 5310, Editorial en diario londinense Al-Sharq Al-Awsat ataca a Obama: El presidente más débil en la historia de los Estados Unidos, 23 de mayo, 2013.

[20] «Mensaje de Su Santidad el Papa Francisco en ocasión a las reuniones mundiales de los movimientos populares en Modesto (California) [16-18 febrero, 2017]», 10 de febrero, 2017.

[21] MEMRI informe del PSATY en artículo en la edición No. 15 de ‘Dabiq’, El EIIS le clarifica a Occidente en términos inequívocos – una vez más – el ¿por qué los odiamos y por qué los combatimos’, 31 de julio, 2016.

[22] Thefederalist.com, 19 de septiembre, 2016.

[23] Newsweek, 27 de febrero, 2017.