Por: D. Hazan*

Introducción

La gran cantidad de ataques terroristas llevados a cabo por el EIIS en los países occidentales en el último año – incluyendo el ataque del camión el 14 de julio en Niza, Francia (84 muertos, unos 100 heridos), la balacera del 12 de junio en un club nocturno en Orlando, Florida (49 muertos, más de 50 heridos), los ataques combinados del 22 de marzo, 2016 en Bruselas, Bélgica (32 muertos, más de 300 heridos) y los ataques combinados en París, Francia en noviembre, 2015 (129 muertos, 350 heridos) – ha desatado una ola de fuertes críticas en el mundo árabe e islámico, tanto por el miedo a las respuestas de Occidente y el aumento en la islamofobia y debido al torrente de los jóvenes que se vuelcan hacia la organización extremista.

Junto a los muchos artículos que hicieron hincapié en que los atacantes terroristas no representan al Islam y operan bajo intereses externos, ha habido un creciente número de artículos en los medios de comunicación árabes llamando a reconocer que el Islam, y las interpretaciones obsoletas que todavía hoy se utilizan, están de hecho relacionados a la ola de terrorismo global. Los escritores llaman a los musulmanes a ser honestos y admitir la existencia del extremismo religioso musulmán en lugar de culpar a los demás y a desarraigarlo. Los autores argumentaron que la fuente de la ideología extremista del EIIS es la estructura social y cultural musulmana y que, por tanto, los musulmanes deben declararle una guerra a esta «aflicción cultural» dentro de su medio ambiente. Según ellos, esta guerra requiere de reformas fundamentales a las interpretaciones islámicas, junto a reformas en los patrones culturales, gubernamentales y de educación en los países árabes que, según ellos, causan que muchos musulmanes alberguen una simpatía encubierta por el EIIS.

Muchos autores argumentaron que la mayor parte de las prácticas religiosas del EIIS han sido extraídas de los libros más importantes de la ley islámica, destacando al mismo tiempo que estas leyes no reflejan los dictados coránicos explícitos, sino más bien la opinión de los expertos en jurisprudencia que vivieron una cierta realidad que ya no es relevante en la actualidad. Por lo tanto, explicaron que a fin de rescatar los valores universales del Islam partiendo del cultivo de la ignorancia, el atraso y la violencia, los juristas islámicos de hoy día deben revisar de una manera crítica y racionalmente la historia del Islam y sus textos religiosos y adaptar las interpretaciones y las leyes islámicas al espíritu de los tiempos, mientras tienen en cuenta las circunstancias actuales y el bien común. En su opinión, algunos dictados islámicos deben incluso ser cancelados en su totalidad para cumplir con los valores progresistas universales tales como las libertades y los derechos humanos.

Los escritores criticaron duramente la pasiva respuesta de los musulmanes hacia los crímenes del EIIS. Según ellos, los clérigos que se contentan con condenar los crímenes de las organizaciones terroristas, y algunos incluso participan por sí mismos en difundir las ideologías extremistas. Estos argumentaron que «la ideología sólo puede ser combatida con ideología» y que nadie más que los clérigos pueden «derrotar y eliminar el terrorismo basado en una ideología inflexible». Por lo tanto, los clérigos deben combatir contra el discurso religioso extremista que captura los corazones de muchos jóvenes, y refutar sistemáticamente sus ideas y resoluciones como parte de los programas ideológicos, prácticos y de información. En este contexto, algunos de los escritores mencionaron el silencio de la Hermandad Musulmana, que dijeron engendró a estas organizaciones extremistas takfiri y ahora se abstienen de ir contra ellos y su ideología.

Los autores también señalaron la confusión que afecta a los musulmanes comunes de hoy día, bien sea a la negativa de la institución religiosa islámica en acusar al EIIS y a su estirpe de apostasía, o bien sea por cuestiones que antes eran indiscutibles en el Islam – tales como el yihad ofensivo y la esclavitud de los prisioneros de guerra – actualmente prohibidos según los dictámenes del mundo moderno.

Los autores afirmaron que el cambiar el discurso religioso era un paso vital y urgente, ya que la situación política y cultural actual en el mundo árabe y musulmán es «una receta maravillosa para el extremismo y el atraso» y que el preservar y santificar la herencia islámica antigua darían pie al nacimiento de grupos incluso más extremo que el propio EIIS y conduciría a los musulmanes a su aniquilación.

Lo siguiente son extractos de estos artículos:

Consecuencias de las balaceras en París (Imagen: Alarabiya.net 13 de noviembre, 2016)

Escritor palestino: Debemos reconocer que el terrorismo está ligado al Islam y que la educación musulmana inculca un apoyo implícito por el EIIS

En un artículo en el diario de Londres Al-Hayat el 17 de julio, 2016 tras el ataque el 14 de julio en Niza, Francia, Khaled Al-Hroub, escritor palestino y académico quien vive en Gran Bretaña, pidió a los musulmanes que admitan que el terrorismo perpetrado por los musulmanes es de hecho vinculado al Islam, y que la educación en sus escuelas y mezquitas establece un apoyo implícito al EIIS y trabajar luego para erradicar este fenómeno, ya que les hace un gran daño: «El terrorismo en Niza le propina un nuevo golpe a nuestra conciencia colectiva… [Esto es] terrorismo que se atribuye a sí mismo a la religión [del Islam] y salvaje y brutalmente golpea en todas partes [del mundo]… Nuestros repetidos reclamos de que los perpetradores de [este] terrorismo no son más que ‘una banda’ que no nos representa ya no es efectiva, porque ¿cómo es que las ‘bandas’ de los demás no hacen lo que nuestras bandas hacen? y que cultura, educación y atmósfera dieron origen a nuestras bandas y las motivó para perpetrar estos crímenes indescriptiblemente horribles?…

«¿Por qué no puede nuestra resistencia a la opresión ser respetable, honesta, y caballerosa, en lugar de despreciable e inmoral?… ¿Cuál es el origen de esta despreciable resistencia que actualmente controla nuestras plazas, [resistencia] que va dirigida solo contra civiles y se comporta de forma cobarde cuando se enfrenta cara a cara con el enemigo? Tenemos que lidiar con la realidad… tal como es, sin pestañear… la superioridad moral de una causa justa es la principal fuente de su fuerza y la razón de su supervivencia y para que la gente acuda hacia ella… La experiencia ha demostrado el fracaso de la barbarie y el terrorismo…

«Bin Laden y la locura de Al-Zawahiri en volar por los aires las Torres Gemelas en Nueva York no derrotó a los Estados Unidos, al contrario – entregó a Afganistán e Irak en compensación. La resistencia de [Abu Mus’ab] Al-Zarqawi y su grupo en Irak… usando el terrorismo, llevó a muchos desastres que incluyen: el establecimiento de la presencia estadounidense [en Irak] y su extensión en esta; liberar el demonio sectario en Irak y exportarlo; dividir y desmantelar a Irak e inculcar el terrorismo en el corazón del mundo árabe… la estrategia de operaciones suicidas que Hamas utilizó durante hace años le dio a Israel el justificativo para construir el muro de separación, incrementar la simpatía global hacia [Israel] y le causó innumerables desastres a los palestinos en la Franja de Gaza y en Cisjordania…

«Tiene relación el terrorismo atribuido a la religión con la religión misma? La respuesta es sí, porque la religión – cualquier religión – no es más que [la] suma de todas las explicaciones e interpretaciones de los textos sagrados por los clérigos… Las interpretaciones religiosas que pueden ser fácilmente entendidas de que el martirio significa un suicidio barato [dentro] de un café o un club frecuentado por ‘infieles’ son muy comunes en nuestra cultura religiosa, educativa y de mezquitas y debe ser tratado… ¿Qué punto de vista [podemos] desarrollar en lo referente a los no musulmanes si cada semana escuchamos a miles de predicadores pidiéndole a Alá que ‘no deje rastro de ellos’? Todos los días, nuestros hijos leen textos y libros en las escuelas que establecen nada más que una visión paternalista y poco respetuosa respecto a los no musulmanes…

«Debemos en primer lugar reconocer que la educación en [nuestras] escuelas y mezquitas sienta las bases del ‘EIIS-ismo implícito’… [Este EIIS-ismo implícito] es la mayor y más importante fuente de alimentación del [explícito] barbarismo del EIIS-ismo que ha logrado adquirir armas y poner en práctica una gran parte de la EIIS-ismo implícito que [anteriormente] no se le dio la oportunidad de expresarse. El fenómeno del EIIS [que surgió] aquí en las últimas décadas no se limita a una ciudad determinada, sociedad o secta, sino más bien a los recortes a través de países, planes de estudio y sectas e incineraciones entre los chiitas del mismo modo que arden entre los sunitas y sus defensores compiten en destruir nuestras sociedades.

«El futuro de esta región y de sus pueblos y sociedades depende del arrancar de raíz al ‘EIIS-ismo implícito’. Se necesita mucho valor para admitir su existencia y trabajar para tratar con este de manera estratégica. [Esto debe hacerse] con paciencia, porque no es una tarea fácil reparar el daño que ha causado con una política a corto plazo».[1]

Escritor marroquí: El mundo árabe debe cambiar el discurso religioso y tratar con el extremismo islámico

Sa’id Nasheed, escritor e intelectual marroquí, también respondió al ataque en Niza con un artículo en el diario en Londres Al-Arab pidiendo a los árabes y musulmanes reformar su discurso religioso a fin de hacerle frente al pensamiento extremista takfiri en su medio ambiente y minarlo de una manera metódica y crítica – no sea que el mundo pierda la paciencia con todos los musulmanes: «El camión que atropelló… a decenas de franceses mientras celebraban su día nacional en Niza al sudeste de Francia, no importa de dónde provino o qué ruta tomó. No importa si el camión iba cargado de armas o explosivos, ya que sabemos que los [verdaderos] explosivos estaban en la mente del conductor. Estamos probablemente ante una nueva estrategia del yihad global que tiene como objetivo asesinar a tantas personas como sea posible, por todos los medios posibles. Esto ha hecho que la tarea de seguridad sea aún más difícil y compleja, por lo que la pregunta importante en este caso es: ¿De dónde provienen todas estas minas dispersas en el cerebro de [los terroristas] y cómo llegan a parar a la cabeza del conductor del camión?…

«El problema básico del mundo islámico es la falta de suficiente coraje para plantear el tema más importante y relevante: Desde dónde trazamos esta capacidad del estar resentidos y repletos de odio, no tener en cuenta la vida humana y permitir el derramamiento de sangre? Nos hace falta valor suficiente [para responder a esta pregunta], de hecho, pareciera que carecemos de la más mínima auto-integridad cuando insistimos ridículamente en culpar a los demás.

«Debemos entender que las ideas del [yihad] takfiri, que provocaron guerras civiles y cisma en la mayoría de los países árabes e islámicos… amenazan actualmente a muchas capitales occidentales y nos colocar a todos nosotros [musulmanes] en la silla de los acusados. ¿Qué hemos hecho para criticar metódicamente estos puntos de vista que se esparcen como una plaga de mente a mente?… Intelectuales, personalidades de los medios de comunicación y políticos de otras religiones combaten metódicamente su propio extremismo religioso. Que [hacemos] sobre nuestro extremismo [religioso]?

«El terrorismo no es personificado por un camión y nada más – es, ante todo, una idea y un concepto. Por lo tanto, no podemos eliminar el pensamiento extremista sin reformar el discurso religioso – una reforma que los propios musulmanes deben promulgar… sin andarse con rodeos. Esto significa que la pelota está en nuestra parte de la cancha y que el mundo no esperara por nosotros para siempre y mucho menos ahora, cuando la amenaza se ha esparcido por doquier. Estamos obligados a estar fuertemente presionados sobre este frente. En lugar de resistir la presión, lo cual engendrara la chispa del extremismo, la sabiduría nos obliga a no evadir [nuestras] obligaciones».[2]

Escritor palestino: Todo musulmán en cualquier lugar puede poseer cierto grado de simpatía por el EIIS; Debemos hacer del Islam compatible con los valores universales

Tras el ataque al club nocturno Pulse en Orlando, Florida, en junio, 2016 Ihlam Akram, escritora palestina y activista de los derechos humanos quien vive en el Reino Unido, publicó un artículo en el portal liberal saudita Elaph llamando a los musulmanes a realizar un amplio examen e investigación del Islam a fin de realizar reformas y hacerlo compatible con los valores universales del siglo 21. Ella escribió: «La última conversación entre el atacante en [Orlando Omar Mateen] y el controlador de emergencias de la [policía] estadounidense, en el que juró lealtad al [EIIS], es una prueba más de que cualquier musulmán en cualquier lugar puede albergar cierta simpatía [por el EIIS] en su corazón, incluso [musulmanes] a miles de millas de distancia. Esto refleja un fracaso de los sistemas educativos occidentales en impartir valores humanitarios a sus [pupilos] musulmanes, incluyendo a los nacidos en Occidente…

Para ver el despacho en su totalidad en inglés copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9345.htm

*D. Hazan es compañero investigador en MEMRI.

[1] Al-Hayat (Londres), 17 de julio, 2016.

[2] Al-Arab (Londres), 16 de julio, 2016.