Tras la expulsión por el EIIS de las familias coptas de sus hogares al norte de Sinaí[1] la periodista egipcia Fathia Al-Dakhakhni escribió un artículo en el diario Al-Masri Al-Yawm en el que criticó duramente la discriminación sufrida por los coptos en Egipto, diciendo Que los egipcios «son educados bajo el concepto de discriminación en contra de otro ser humano» y necesitan ser reeducados. Mientras alaba los esfuerzos del Presidente ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi de combatir el fanatismo sectario y religioso en la sociedad egipcia, ella subrayó que «el problema no será resuelto a través de leyes, declaraciones o decretos presidenciales». Más bien, los esfuerzos deben comenzar en el sistema educativo, que inculca ideas racistas en los alumnos y les enseña que los cristianos son infieles destinados al infierno. También pidió abolir los estudios de religión en escuelas que separan a los musulmanes de los cristianos y resaltan la distinción entre estos desde temprana edad, castigar a los maestros fanáticos que envenenan las mentes de los chicos con ideas extremistas y eliminan la cláusula religiosa de los carnets de identidad egipcios. Según ella, la discriminación contra los coptos empaña la imagen de un Egipto amante de la paz y tolerante, evita que avance y provee una excusa para interferir en sus asuntos y perjudicarlo.

Lo siguiente son extractos de su artículo:[2]

Fathia Al-Dakhakhni (imagen: Al-Masri Al-Yawm, Egipto)

«Por suerte para mí, o tal vez no con tanta suerte, fui a la escuela en las afueras de Egipto y por lo tanto nunca escuché la pregunta de ‘¿Eres musulmana o cristiana?’ O los [nombres derogatorios aplicados a los coptos en Egipto, tales como] ‘udhma zarqa [«hueso azul»],[3] arba’a risha [«cuatro-plumas»][4] o Kufts [distorsión de «coptos»] Hasta que regrese a Egipto con el fin de completar mis estudios universitarios. Aunque tanto mi padre como mi madre son egipcios, ninguno de ellos habló sobre esto en casa (así que nunca escuché estas expresiones hasta que un día oí a uno de mis hermanos menores utilizarlo. Este se negó a comer los caramelos que un vecino cristiano nos había enviado porque ella era un ‘hueso azul’ ‘cuatro-plumas’.

«Pensé mucho, tratando de entender cómo el comportamiento de mi hermano menor podía cambiar de esta manera aunque crecimos juntos en el mismo hogar. Me di cuenta de que los amigos más cercanos de mis padres eran cristianos, aunque esto nunca se me había ocurrido antes. Yo sabía muy bien que crecí entre amigos cristianos y no podía entender que había hecho hablar a mi hermano de esta forma.

«La respuesta resultó ser: la escuela. Ahí fue donde mi hermano escuchó estas palabras y aprendió que los cristianos son infieles y tienen como destino el Infierno. Peor aún, este [escuchó que] su comida es asquerosa y los musulmanes no deben comerla. En ese momento comencé a notar los signos ocultos del fanatismo y el sectarismo que existen en nuestra sociedad, en donde nuestros líderes siempre blanden la consigna de la unidad y repiten el mantra de ‘la Creciente vive junto a la Cruz’.

«A menudo escuchamos hablar de una crisis sectaria que estalló [en Egipto] porque [un musulmán y un copto] se involucraron románticamente o debido a alguna disputa financiera [entre un musulmán y algún copto]. [Entonces escuchamos] que el gobierno anunció que resolvería [la disputa] a través de un comité de mediación de derecho consuetudinario[5] y que el comité decidió que las familias cristianas deben ser expulsadas de la zona de Kashah [en la gobernación de Sohag en el sur] hasta Al-Faiyum [gobernación al norte] o en otros lugares. Y ahora tenemos [una crisis sectaria] en el Sinaí, aunque la situación es diferente, porque nos enfrentamos a una organización terrorista [EIIS] que está tratando de destruir el país y utiliza el tema copto como una excusa para incrementar el conflicto [sectario].

El Presidente Abd Al-Fattah Al-Sisi ha llamado más de una vez a reformar el discurso religioso y a fortalecer los valores de la tolerancia y ha insistido en la necesidad de construir una iglesia en cada nueva ciudad y este promete visitar la catedral [copta] en Navidades. Todas estas acciones presidenciales son dignas de elogio e indican un deseo de acabar con el fanatismo y el sectarismo en la sociedad, pero el problema no será resuelto a través de leyes, declaraciones o decretos presidenciales. El fanatismo en Egipto es un problema de educación, así que existe la necesidad de reformar la educación recibida por [los miembros de nuestra] sociedad, quienes son criados en el concepto de discriminación contra el otro. [El cambio] debe comenzar en la escuela – porque el fanatismo comienza con las clases de religión que separan a los musulmanes de los cristianos, El niño descubre en sus primeros años de formación de que existe un ‘otro’ que es diferente y que debe ser evitado. La siguiente etapa llega cuando algunos maestros envenenan en secreto la mente de los chicos, [esparciendo] el racismo y la discriminación con los que ellos mismos fueron educados y tratando al otro como un infiel destinado al Infierno. La inculcación del racismo continúa en la mezquita y [en la interacción] con los amigos, hasta que llegamos a la situación actual.

«Debemos dejar de enterrar nuestras cabezas en la arena como avestruces y reconocer que existe un problema, de que hay fanatismo y discriminación contra los coptos de Egipto, quienes están excluidos de ocupar ciertos cargos [superiores]. Esto empaña la imagen tolerante y amante de la paz de Egipto y le impide progresar y provee una excusa para interferir en nuestros asuntos internos y perjudicarnos desde dentro. Debemos reconsiderar las propuestas para abolir los estudios sobre religión en las escuelas y eliminar la cláusula religiosa de los carnets de identidad, cambiar la cultura de [nuestros] maestros y castigar a aquellos que enseñan a nuestros chicos a ser fanáticos. También debemos actuar para hacer realidad el principio de ciudadanía, consagrado en la constitución y no sólo palabras en papel. Yo recuso al parlamento a que establezca una comisión de lucha contra la discriminación tan pronto sea posible, tal como lo exige la constitución. También exhorto al Ministro de Educación Dr. Tarek Shawki a que le conceda a este problema toda la atención que se merece al tema del robo y falsificación de exámenes».

 

 

[1] Sobre este tema véase MEMRI Investigación y Análisis, Coptos huyen del Sinaí en medio de una campaña de amenazas y asesinatos por parte del EIIS, 27 de febrero, 2017.

[2] Aparentemente una referencia a la cruz que consiste en cuatro líneas.

[3] Según algunos, este epíteto de la época del sexto califa Fatimí Al-Hakim (985-1021), quien le exigía a los cristianos llevar puesta una pesada cruz alrededor de sus cuellos. La cadena, frotándola contra la nuca, pintada de azul, de ahí el epíteto.

[4] Aparentemente una referencia a la cruz que consiste en cuatro líneas.

[5] Se hace referencia a los comités de reconciliación compuestos por representantes de las comunidades musulmanas y coptas que se reúnen para resolver los conflictos entre estas comunidades en las aldeas egipcias, como una alternativa a su resolución ante los tribunales. Esta práctica ha sido atacada por los coptos egipcios y otros, quienes afirmaron que estas reuniones tienen como objetivo derogar las acusaciones contra los agresores musulmanes mientras persuaden a las víctimas coptas a renunciar a sus derechos e incluso a que abandonen sus aldeas. Para leer sobre un incidente en el 2015 en Beni Suef, en el que familias coptas fueron desalojadas de su aldea, véase Despacho Especial de MEMRI, No. 6097 Expulsión de familias coptas de sus hogares engendra escándalo en Egipto, 8 de julio, 2015.