Por: A. Savyon y Yigal Carmon*

Introducción

El PIDAC le concede al régimen iraní dos logros históricos, la condición de ser un estado con capacidad nuclear y la inmunidad contra un ataque por parte de Occidente debido a su desarrollo dentro del campo nuclear. Esto es efectivamente una garantía por parte de Occidente a la supervivencia del régimen de la República Islámica. Estos logros no pueden ser cancelados a menos que el acuerdo en sí se declare inválido.

Los portavoces iraníes han subrayado que incluso si la administración del Presidente Trump cancela el acuerdo, el acuerdo no puede ser tachado porque Irán, en su forma de predecirlo, involucró a la UE y a las Naciones Unidas para que respalden el acuerdo. Incluso si solo Estados Unidos cancelara el acuerdo, este seguiría en vigor, es decir, permanecería dentro de sus lineamientos la condición de un Irán como estado con capacidad nuclear.

El presidente iraní Hassan Rohani enfatizó, por ejemplo, en una reunión del gabinete ministerial del 11 de noviembre, 2016 el día después de que Trump fuese elegido presidente, de que no existía manera de cancelar el acuerdo. «La sabiduría de Irán en el acuerdo en materia nuclear tenía como base el hecho de que poseía a su favor la aprobación del Acuerdo PIDAC como resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y no como un acuerdo [bilateral] con un país o una administración en particular. Por lo tanto, este no será cambiado por ninguna decisión de ninguna administración en particular».[1]

Luego del Día de Implementación del PIDAC, en enero, 2016 e incluso antes, funcionarios del régimen iraní advirtieron repetidamente que si Estados Unidos violaba el acuerdo y especialmente si más sanciones eran dirigidas contra Irán, Irán cancelaría el acuerdo y volvería al estatus quo existente antes del acuerdo, e incluso avanzaría más allá de este?

Por ejemplo, una carta de directrices del Líder Supremo iraní Ali Jamenei al presidente Rohani fechada el 21 de octubre, 2015 que constituyó una «aprobación condicional» del acuerdo declaró: «A lo largo del período de ocho años, cualquier imposición de sanciones a cualquier nivel y bajo cualquier pretexto incluyendo los pretextos repetitivos y reiterados de terrorismo y derechos humanos) por parte de cualquiera de los países parte en el acuerdo constituirá una violación del PIDAC y el gobierno [iraní] estará obligado a tomar las medidas necesarias de acuerdo con la Cláusula 3 de la resolución del Majlis y detener las actividades encomendadas por el PIDAC».[2]

Irán está cambiando su política de amenazas en cancelar el acuerdo a amenazas de una respuesta paralela

Sin embargo, luego que los Estados Unidos aplicaran sanciones adicionales contra Irán, durante ambas las administraciones Obama y Trump, quedó claro[3] de que Irán no iba a implementar sus amenazas. En su lugar, Irán presentó una nueva fórmula que no obliga a derogar el acuerdo, como este amenazaba anteriormente. La nueva fórmula determinó que el régimen iraní respondería a cualquier violación por parte de los Estados Unidos al acuerdo con su propia violación paralela.

De hecho, el 26 de marzo, 2017, luego que el Departamento de Estado estadounidense anunciara el 24 de marzo, 2017 nuevas sanciones contra empresas e individuos vinculados al programa de misiles de Irán, la cancillería de Irán anunció sanciones contra 15 compañías estadounidenses. Además, en respuesta a la Ley de Actividades Desestabilizadoras del 2017 por parte de Irán, actualmente bajo consideración en la administración estadounidense y el Senado de los Estados Unidos que designa al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán como una organización terrorista, Ala Al-Din Boroujerdi anunció el 25 de marzo, 2017, de que el comité presentaría al Majlis un plan para designar a la CIA y las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos como organizaciones terroristas, para que se llevará a cabo luego de las festividades iraníes de Norouz el 21 de marzo[4].

El 3 de abril, 2017 el canciller de Irán Javad Zarif, reiteró: «Si el momento llega en que los estadounidenses no implementan el PIDAC, nuestra reversión [a la situación previa al PIDAC] será muy rápida y llegaremos incluso a más de lo que una vez tuvimos… Tenemos suficientes garantías para el día en que el régimen [iraní] decida y sienta que el nivel de ruptura a sus promesas por parte de Estados Unidos es tan alto que debemos volver a la situación anterior al PIDAC. Pero no me parece a mí que esto sucederá».[5]

Cabe señalar que en sus amenazas sobre las posibilidades de reversión al estatus quo que existía antes del acuerdo por parte de Irán, Zarif no establece ninguna línea roja o condición específica cuya violación obligará a Irán a cancelar el acuerdo. En su lugar, este afirma que Irán actuará «cuando sienta» que Estados Unidos aumente su nivel de violaciones en contra de Irán. Además, Zarif añade que tal situación, a su manera de ver, no ocurrirá.

El hecho de que Irán retroceda de sus amenazas y advertencias sobre la vigencia del PIDAC, incluso si Estados Unidos lo anula, es testimonio de la importancia histórica del acuerdo para el régimen iraní. En nuestra evaluación, Irán no cancelará el acuerdo, incluso si Estados Unidos continúa anunciando sanciones contra el país, incluso si está involucrado en alguna acción militar contra los intereses iraníes. Irán no cancelará un acuerdo que le otorga la condición de estado con capacidad nuclear y que constituye una garantía de supervivencia del régimen y le provee inmunidad frente a un ataque occidental dirigido a cambiar al régimen. Estos logros históricos para Irán le fueron concedidos por la administración Obama a través del Acuerdo PIDAC.

Decir inútilmente que la amenaza de revertir la situación anterior al PIDAC es en sí misma una amenaza vacía, porque si el régimen hace esto, este retornará a una situación pasada definida por el entonces Secretario de Estado estadounidense John Kerry como «un período [nuclear] de dos meses».[6] Al hacerlo, se acercará el riesgo de un ataque por parte de Occidente.

El PIDAC – Una herramienta para asegurar la supervivencia del régimen iraní

El régimen iraní se aferra al PIDAC porque este acuerdo garantiza su supervivencia. El Presidente Obama promovió al régimen iraní de la condición de «estado acusado», sujeto a sanciones del Consejo de Seguridad por su programa nuclear, a la condición de un estado nuclear legítimo que puede negociar con el resto de las potencias mundiales sobre el modernizar sus actividades nucleares.

La amenaza existencial que llevó al Líder Supremo Ali Jamenei a revivir el proyecto nuclear de Irán en el 2002, luego que el fundador de la revolución iraní, el Ayatolá Ruhollah Jomeini, detuviera el proyecto nuclear del país, fue la amenaza a la supervivencia del régimen. El régimen estaba amenazado tanto a ser atacado directamente por Occidente, con el objetivo de lograr un cambio de régimen, e indirectamente por la movilización de elementos de oposición en el país, que el régimen denominó «fitna» tal como el fitna – es decir las elecciones presidenciales del 2009, que este suprimió. Por esta razón, Jamenei, durante las negociaciones al PIDAC, exigió que Estados Unidos detenga las transmisiones estadounidenses en farsi a Irán, suspenda su apoyo político y económico a los grupos de oposición iraníes y deje de criticar la censura iraní en Internet – todas las tres demandas son pertinentes a la supervivencia del régimen (véase MEMRI Investigación y Análisis No. 837, El objetivo de Jamenei en las conversaciones nucleares – Asegurar la supervivencia de su régimen, 15 de mayo, 2012).

Con el PIDAC, Jamenei logro una doble victoria, asegurando tanto la supervivencia de su régimen como la pertenencia de Irán dentro del club de países con capacidad nuclear. El objetivo original del régimen iraní de perseguir el PIDAC era garantizar la supervivencia del régimen frente a todas las posibles amenazas, desde dentro y fuera y no tenía la intención de obtener una ayuda económica masiva, ni de llevar a Irán hacia la economía occidental para que pudiese aliviar la angustia económica de su pueblo – lo que Jamenei pretende hacer con la «economía de resistencia», cuyo principal impulso es la autosuficiencia y el rechazo de la cooperación económica con Occidente y la inversión extranjera en Irán.

El estatus nuclear de Irán, prometido a Jamenei por la administración Obama en el acuerdo respaldado por Europa, le permite seguir reprimiendo al pueblo iraní y continuar exportando la Revolución Iraní en la región.

*A. Savyon es Director del Proyecto Mediático Iraní en MEMRI; Yigal Carmon es Presidente de MEMRI.

[1] ISNA (Irán), 9 de noviembre, 2016.

[2] Investigación y Análisis de MEMRI No. 1196, Carta de directrices del Líder Supremo iraní Jamenei al Presidente Rohani sobre el acuerdo PIDAC fija nueve condiciones anulando el acuerdo original anunciado el 14 de julio, 2015, 22 de octubre, 2015.

[3] Tasnim (Irán), 26 de marzo, 2017.

[4] IRIB (Irán), 25 de marzo, 2017.

[5] Farsnews (Irán), 3 de abril, 2017.

[6] http://www.huffingtonpost.com/entry/john-kerry-iran-israel_us_55b22b45e4b0224d8831d360