El 10 de julio del 2011, un artículo del Dr. Khaled Al-Khaldi, director del Centro para la Historiografía Palestina y Documentación, apareció en el portal del diario sede en Gaza Falastin, bajo el título «¿Cómo Criaron los Sahabiyat [1] a sus Hijos?» [2] En el artículo, Al-Halidi elogió a los sahabiyat por criar a sus hijos a emprender el Jihad, que, según él, sacó a los musulmanes «de la oscuridad hacia la luz’. Este describió la forma en que estas mujeres criaban a sus hijos para que fuesen mujahideen, basándose en un hadith: preparándose a si mismas para dar a luz a mujahideen, incluso antes del embarazo, observando lo que comían durante el embarazo, amamantando a sus hijos el tiempo suficiente para fortalecerlos para soportar la carga del Jihad, enseñándole a sus hijos sobre la vida de Mahoma y las hazañas de la guerra para que pudieran seguir su ejemplo de Jihad; enseñándoles a observar los mandamientos y ritos del Islam desde una edad muy temprana y enseñándoles a guardar secretos y criándolos para vivir una vida espartana desprovista de placer y lujo, tal como se esperaba de los mujahideen.

Lo siguiente son extractos del artículo:

«Las mujeres que vivieron en la época del Profeta criaron a sus hijos con una educación religiosa y basada en el Jihad, educando a una generación que derrotó dos imperios – el persa y el bizantino – y sacaron a [los musulmanes] de la oscuridad a la luz. La educación que le dieron a sus hijos comenzó incluso antes de la concepción, e incluso antes del embarazo, ellas resolvieron dar a luz a mujahideen por la causa de Alá.

«Ellas se preocuparon por darles el pecho durante un período de tiempo suficiente y no quedar embarazadas durante la lactancia, hasta que sus hijos hubiesen recibido la cantidad adecuada de [leche materna], para que sus cuerpos fuesen fuertes y capaces de soportar la carga del Jihad. Ellas lo hicieron de acuerdo con las palabras del Profeta [junto a un hadith]: ‘No asesines a tus hijos, por Alá, mientras la leche de una mujer embarazada toma al caballero [es decir, al mujahid] mientras este va a caballo y le da muerte’

«Con el fin de producir hijos sabios y fuertes, estas mujeres veían bien lo que comían durante el embarazo, de acuerdo con el consejo del Profeta, que [según un hadith] dijo: ‘Amamanta a tu embarazado con leche materna, de modo que si la mujer tiene un niño en su vientre, este crecerá y llegara a ser un guerrero inteligente, valiente y generoso y si tiene una niña en su vientre, ella [crecerá] con buenos valores’. Estas alentaron a [sus hijos] a estudiar el Corán, en su convicción de su gran influencia en producir musulmanes viriles. Esto es lo que Um Al-Fadl bint Al-Harith [hizo, según un hadith], cuando escuchó a su hijo leyendo [las palabras] ‘Juro por los vientos del emisario, envíen uno tras otro’ [Corán 77:1]. Para alentarlo, ella le dijo: ‘Oh hijo mío, cuando leas este sura, me recuerdas que la última vez escuché al Profeta leer [del Corán], este leyó este mismo sura en los rezos de la noche’.

«Estas mujeres le enseñan a sus hijos la historia de la vida de Mahoma y las [hazañas] de la guerra, para que sigan en su senda del Jihad. Así [según un hadith], Um Harija bin Zayed dijo: ‘Para el momento de la Batalla de Khandaq, yo tenía dos años y cuando crecí, mi madre me cuenta la historia de Al-Khandaq. [3] Ella solía visitar a su tía, Nasiba bint Ka’ab y le decía: «Tía, dime» y [su tía], Um ‘Umara, le decía a ella que se estableciera con el Profeta durante la batalla de Uhud con el fin de llevar agua a los mujahideen y proteger al Profeta y disparar [su] arco’. [Estas mujeres] acostumbraron a [sus hijos], desde la infancia, a adorar a Alá, para que no consideraran esto difícil cuando crecieran… Ellos tuvieron a sus hijos rápidamente y los llevaban a la mezquita y cuando uno de ellos gritó pidiendo comida, le dieron un juguete de lana que habían preparado de antemano [para distraerle de su hambre].

«Les enseñaron a [sus hijos] buenos valores… y a guardar secretos… Les animaron a jurar lealtad al Profeta… a fin de que se convirtieran en mujahideen por la causa de Alá, cuando llegaran a la edad de la madurez… Para que sus hijos fuesen mujahideen más fuertes que los infieles, los criaron para que vivieran una vida dura y los distanciaron del placer y el lujo, de acuerdo con el consejo del Profeta, que [según un hadith] dijo: ‘Cuidado con el hedonismo, como siervos de Alá no se cuenten ustedes entre los hedonistas…»

«Ellos también les enseñaron a aferrarse a la verdad cuando los infieles los perjudicaban, [tal como se muestra en un hadith, que relata] que después de ‘Abdallah, conocido por su apodo «El de las Dos Prendas», se convirtió al Islam y fue despojado de su taparrabo [por hacerlo], este llegó a su madre, quien cortó una de sus propias prendas en dos piezas, una de las cuales envolvió alrededor de su cintura y la otra que llevaba puesta [en su cuerpo]. Y de este hombre que el Profeta dijo: ‘Él solía rezar y suplicarle a [Dios]’, así como solía mencionar el nombre de Alá al leer el Corán y en el rezo. Y cuando fue asesinado en la Batalla de Tabouk, este fue enterrado por el propio Profeta. Luego, [el Profeta] frente a la Kaaba, levantando las manos y diciendo: ‘Oh Alá, estoy satisfecho con él, por favor, satisfácele’.

«Oh, cuántas personas necesitan madres que sigan los pasos de estas mujeres y críen a una nueva generación que liberara las tierras y lugares sagrados de los [musulmanes]».


[1] Las mujeres que vivieron en la época del Profeta Mahoma.

[2] Felesteen.ps, 10 de julio, 2011.

[3] La Batalla de Al-Khandaq (627) entre los musulmanes y la tribu Quraysh y sus aliados, terminó con la victoria para los musulmanes.