El anuncio hecho por el Presidente estadounidense Donald Trump el 6 de diciembre, 2017 en el que Estados Unidos reconoce a Jerusalén como la capital de Israel y de la ya planificada mudanza de la embajada estadounidense desde Tel Aviv provocó furiosas protestas y marchas en Jordania, como las no vistas en el país durante mucho tiempo, tanto en términos de su alcance como en su hostilidad expresada hacia los Estados Unidos. La embajada estadounidense en Ammán fue el epicentro de las protestas, llevando a las autoridades a reforzar la seguridad a su alrededor.[1] En una manifestación celebrada el 7 de diciembre, fueron quemadas fotografías de Trump y se corearon consignas antiestadounidenses, entre estas «Estados Unidos es la cabeza de la serpiente».[2] En las manifestaciones celebradas al día siguiente, varios manifestantes fueron arrestados por lanzar piedras a la embajada.[3] Los participantes en las protestas, llevadas a cabo en todo el país, también pidieron expulsar al embajador estadounidense en Ammán, hacer retornar a los embajadores de Jordania en los Estados Unidos e Israel, romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos y boicotear bienes y activos estadounidenses y demandar a Trump por incitar a la violencia y el odio y violar las resoluciones de la ONU.[4]

Manifestantes queman fotos de Trump y las banderas de Estados Unidos e Israel (fuentes: Ammonnews.net, 7 de diciembre, 2017, Al-Rai (Jordania), 9 de diciembre, 2017)

Las llamadas a las protestas provinieron de partidos de izquierda y pan-árabes, de los sindicatos profesionales e incluso de elementos del régimen jordano, pero principalmente del Frente de Acción Islámica, la filial política de la Hermandad Musulmana Jordana (HM). Hablando en una marcha de protesta organizada por dicho partido luego de los rezos del viernes en una de las principales mezquitas de Amman, el supervisor general de la HM en Jordania ‘Abd Al-Hamid Thneibat, describió el anuncio de Trump como una nueva Declaración Balfour estadounidense, contundente y agresiva, que debe ser enfrentada por todos los medios.[5] En una entrevista con Al-Jazeera, ‘Abdallah Al-‘Akayleh, presidente de la Coalición de Reforma Nacional, del cual la HM es miembro, pidió por una intifada islámica radical desde Yakarta al este hasta Marruecos en el oeste y por una intifada en Palestina desde el río hasta el mar. También instó a los regímenes árabes a reconsiderar sus relaciones con los Estados Unidos[6]

Las protestas populares fueron alentadas por las autoridades jordanas, incluyendo la corte real, aparentemente por temor a que se salgan de sus fueros y fuesen dirigidas hacia el propio régimen. En una entrevista con una estación de radio jordana, el Ministro de Estado de Jordania para los principales asuntos ministeriales Mamdouh Al-‘Abadi, hizo un llamado a todos los musulmanes, desde el Atlántico hasta el Golfo, para que salgan a las calles por el bien de Jerusalén.[7] El Vocero del Parlamento Atef Al-Tarawneh, instó a los parlamentarios a participar en las protestas contra el anuncio de Trump «y apoyar al pueblo jordano y al liderazgo hachemita en oposición a la opresiva decisión estadounidense»[8] El propio Rey ‘Abdallah animó a los manifestantes, tuiteando: «Los jordanos son siempre el pulso del ummah. Su sentimiento apasionado por Jerusalén, nuestra causa principal, que expresaron hoy en una unidad y hermandad sin rival, demuestra cuán orgullosos y exaltados están y esta es una fuente de orgullo para mí y para cualquier árabe…»[9]

A medida que aumentaron las protestas y crecía el temor por la violencia, dos escritores jordanos, el ex-ministro de información Saleh Al-Qallab y el columnista Bilal Hassan Al-Tal, publicaron artículos en el diario Al-Rai llamando a abstenerse de utilizar la violencia y atacar a ciudadanos estadounidenses. Estos instaron a canalizar la ira hacia un despertar cultural que allane el camino hacia la victoria, tal como sucedió en el momento de la conquista de Jerusalén por Saladino.

Lo siguiente son extractos de sus artículos:

Mayor presencia de seguridad alrededor de la embajada estadounidense en Ammán (fuente: Ammonnews.net, 7 de diciembre, 2017)

Ex-ministro de información de Jordania: Lastimar y perjudicar a ciudadanos estadounidenses es un crimen igual que el de Trump

El ex-ministro de información jordano Saleh Al-Qallab escribió un artículo atacando el anuncio de Trump y afirmando que ello convierte a Estados Unidos en un país que ocupa tierras árabes palestinas. Al mismo tiempo, llamó a abstenerse de perjudicar a los ciudadanos estadounidenses, ya que esto jugaría en manos de la administración Trump y del gobierno israelí. Este escribió: «Cuando los Estados Unidos trasladen su embajada a Jerusalén, sobre [la suposición de] que es la capital unificada y eterna de Israel, se convertirá, de acuerdo con todas las leyes y tratados internacionales, en un país ocupante como Israel. Ya que la acción de Trump y [su] miserable administración ha convertido a los Estados Unidos en un país que ocupa tierras árabes palestinas y dado que el Vicepresidente estadounidense Mike Pence es uno de los arquitectos de este crimen histórico, [Pence] es poco probable que encuentre una puerta abierta para él en el mundo árabe o que sea bienvenido en cualquier capital árabe…

«[Sin embargo], nosotros los árabes, musulmanes y cristianos, consideramos a los estadounidenses como una nación amiga que se encuentra sufriendo bajo el la administración del Presidente [Trump], que ha demostrado incapacidad en no hacer nada excepto proveer fondos y [promover] ilusiones históricas. Por lo tanto, debemos estar absolutamente seguros de que ningún ciudadano estadounidense se vea perjudicado de ninguna manera. De hecho, el más extremista entre los israelíes, el jefe de ellos [el Primer Ministro israelí Binyamin] Netanyahu, buscará motivar a individuos desorientados o mercenarios para dañar y perjudicar a ciudadanos estadounidenses y eso es lo que Trump desea, para así poderle decir al pueblo estadounidense que los árabes y los musulmanes son todos terroristas. Por lo tanto, debemos tener mucho cuidado en no proveerles a los racistas de la administración estadounidense y del gobierno israelí las municiones políticas y mediáticas que estos anhelan a fin de justificar este crimen, siendo este uno de los más graves de la historia. Deberíamos considerar que el lastimar a ciudadanos estadounidenses sea considerado un crimen igual al del propio Donald Trump. Deberíamos tener en cuenta a partir de ahora que ciertas organizaciones terroristas dudosas pueden tener como blanco a ciudadanos estadounidenses con el pretexto habitual de defender a Palestina y la causa palestina».[10]

Columnista jordano: Canalizar nuestra rabia hacia un despertar cultural es la forma de liberar a Palestina y su capital Jerusalén

El columnista de Al-Rai Bilal Hassan Al-Tal, llamó a canalizar la ira árabe hacia un despertar cultural, similar a las actividades culturales que dijo precedieron a la liberación de Jerusalén por parte de Saladino. Este escribió: «A lo largo de nuestra historia cultural, Jerusalén ha sido una ciudad que unificó al ummah, lo volvió a unir y motivó a sus hijos a negociar la humillación y la derrota por el poder y la victoria. Cualquiera que lea con precisión la historia del ummah descubre esta verdad. Tras la oscura decisión del peor presidente de Estados Unidos, algunos aspectos del papel de unificación de Jerusalén fueron realizados cuando todos los sectores del ummah, independientemente de su religión, secta, color de piel o nacionalidad, salieron a la calle para oponerse a esta decisión, ya que todos y cada uno de sus miembros de este ummah se ve a sí mismo como parte de Jerusalén…

«Para que este papel persista y para asegurarnos de que Trump, sus partidarios, sus protegidos, sus agentes y sus sirvientes no obtengan victoria en sus apuestas, [es decir, su apuesta] que la ira que actualmente estamos presenciando en las calles de nuestro ummah por Jerusalén solo sea una reacción momentánea y una tormenta en una taza de té que no durará más de unos cuantos días: un grupo de hombres y mujeres de nuestro ummah debe levantarse y mantener la llama de la ira por Jerusalén ardiendo en el corazón de nuestro ummah y en sus tierras. [Ellos deben hacer] esto por medio de una actividad ideológica-cultural de genuino despertar que conducirá finalmente a la liberación de Jerusalén, porque esa es la verdadera respuesta a la arrogancia de Trump y a todos aquellos que se refugian en su sombra y se aferran a sus faldillas. Esta es la forma de liberar a Palestina y su capital, Jerusalén.

«La experiencia de la era de Saladino provee una prueba de lo anterior, ya que es el mejor ejemplo y una experiencia tangible que podemos recrear, debido a la gran similitud entre la era actual y el período de los cruzados que conquistaron Jerusalén. El profundo examen de esta experiencia revela que aquel que logró la verdadera victoria sobre los europeos no fue Saladino, aunque este presidió la etapa final [de la victoria]. La entrada de Saladino a Jerusalén estuvo precedida por intensas actividades culturales e ideológicas de los clérigos del ummah, [actividades] que resultaron en el re-entrenamiento del ummah y el restablecimiento de su capacidad de alcanzar la victoria y reasumir un papel activo en la lucha cultural. La ciudad de Jerusalén sirvió como el motor de todo este proceso, como un símbolo que unió al ummah y a [todas] sus facciones principales.

«Con el propósito de realizar este despertar cultural que conducirá a la deseada liberación de Jerusalén, debemos… recordar que la verdadera tragedia de Jerusalén es… la ocupación y la división de la ciudad en un lado oriental y un lado occidental… [Hoy] ciertos políticos novatos comenzaron a hablar en nombre de todo el ummah y en especial en nombre de los palestinos y a que renuncien partes de Palestina, incluyendo Jerusalén, e incluso propusieron una capital palestina que no es Jerusalén.[11] Estos individuos han olvidado, primero y ante todo, que una patria no puede ser comprada y vendida. Peor aún, han olvidado que Palestina, toda Palestina, es sagrada, [es] territorio waqf de todo el ummah y nadie tiene el derecho de renunciar a ninguna parte de este waqf. Esta puede ser una de las muchas razones por la furia que todo el ummah siente por el deseo de obtener una victoria en Jerusalén. Esta ira debe ser utilizada con sabiduría, para establecer los fundamentos hacia un despertar cultural que liberará a Palestina y liberará a Jerusalén del cautiverio».[12]

 


[1] Cabe señalar que, antes del anuncio, la Embajada de Estados Unidos en Ammán advirtió a los ciudadanos estadounidenses en Jordania que tal acción pudiera «provocar protestas, algunas de las cuales podrían volverse violentas» y les recordó la necesidad de tener precaución, instándoles a evitar áreas concurridas y abstenerse de enviar a sus hijos a la escuela al día siguiente del anuncio. También anunció la suspensión temporal de sus servicios públicos diarios (Jo.usembassy.gov, 6 de diciembre, 2017).

[2] Ammonnews.net, 7 de diciembre, 2017.

[3] Albosala.com, 8 de diciembre, 2017.

[4] Ammonnews.net, 7 de diciembre, 2017; Al-Ghad (Jordania), 9-10 de diciembre, 2017.

[5] Albosala.com, 8 de diciembre, 2017.

[6] Jfranews.com.jo, 9 de diciembre, 2017.

[7] Al-Sabil (Jordania), 7 de diciembre, 2017.

[8] Ammonnews.net, 7 de diciembre, 2017.

[9] Twitter.com/KingAbdullahII, 8 de diciembre, 2017.

[10] Al-Rai (Jordania), 10 de diciembre, 2017.

[11] Esto aparentemente es una alusión al Príncipe Heredero a la Corona saudita Muhammad Bin Salman, quien, según el diario El Times de Nueva York, aconsejó al Presidente palestino Mahmoud ‘Abbas, durante su visita a Riad el mes pasado, a que renunciara al derecho a retornar y aceptara a Abu Dis, en lugar de Jerusalén Oriental, como la capital del estado palestino. (Nytimes.com, 3 de diciembre, 2017). Según un informe del diario de Londres Al-Quds Al-Arabi, en las recientes manifestaciones frente a la Embajada de Estados Unidos en Ammán, los manifestantes corearon un lema en contra del príncipe: «Alcen sus voces desde Ammán, Muhammad Bin Salman es un agente estadounidense «(Al-Quds Al-Arabi, Londres, 9 de diciembre, 2017).

[12] Al-Rai (Jordania), 10 de diciembre, 2017.